JULIO BASTARRICA GALVAN
Eduardo Pedro García Rodríguez
Conocí al
matriota Julio Bastarrica, su esposa e hijo en su tienda de mascotas en la
calle San Sebastián, frente al mercado Ntra. Sra. De África, en los años
setenta del siglo xx, en la trastienda tuvimos buenos ratos de amenas charlas
en torno a nuestra lucha libertaria, y urdimos conspiraciones contra el
colonialismo fascista, mas adelante estas charlas se prolongaban en su casa de
El Sauzal.
Fue socio fundador
de la Asociación
Sociocultural Kebehi Benchomo en la que colaboró activamente
tanto personalmente como económicamente.
Cofundador y
Presidente de Solidaridad Canaria.
Reproducimos
íntegramente este documentado artículo del docto conmatriota D. Francisco
Javier González dedicado a la trayectoria humana y política de Julio
Bastarrica:
“A la memoria de Julio
Bastarrica Galván
1921 – 1996
Porque marcó caminos, dedicamos
esta Ruta a la memoria de este compañero. Co-fundador y primer Presidente de
Solidaridad Canaria.JULIO BASTARRICA, “¡AHUL!”
¿Recuerdan el poema escolar del soneto: “me
mandan a hacer Violante / y en mi vida me he visto en tal aprieto…”? Así
me sentí yo cuando ese nuevo Violante, llamado Jaime Sáenz, me “mandó” escribir
estas líneas con un par de días máximo de margen, sobre el compañero Julio, al
que va dedicada esta edición de nuestra Ruta de Bentejuí. Escribo lo que
antecede como descargo previo por solo usar la memoria para unos hechos, los
que marcan la vida de Bastarrica, que merecían un trabajo más serio y un
análisis más exhaustivo. Diciendo esto, las disculpas por los posibles
errores o lagunas, pedidas quedan. Sean generosos o culpen a Jaime del
resultado.
Cuando conocí a Julio fue solo por la voz.
Julio entonces se llamaba “Carlos” y yo unas veces “Pedro” y otras “Hatacuperche”.
Según para qué. Estábamos a principios del 75 y “Carlos” formaba parte
del Comité Central del Partido de los Trabajadores Canarios PTC del que yo
“Pedro Hatacuperche” –era un “militante de seguridad”, solo conocido por
algunos miembros del CC. Tuve que esperar casi dos años para ver el
aspecto que tenía la voz de Carlos en el cuerpo de Julio, lo que sucedió en su
comercio frente a la Recova
de Nª Sª de África en Santa Cruz, local que fue la matriz donde se originaron
muchas de las actividades políticas y sociales de aquellos cruciales momentos
de lucha. A partir de aquí, por su barba blanca, Julio pasó a ser “El
Viejo” (sospecho que eso me pasa hoy a mí) o “El Pajarero” en razón a la
naturaleza de su negocio “Mundo Animal”, dedicado sobre todo a la cría de
pájaros, pajarería que hoy regenta su esposa, la compañera Mery Izquierdo
Estévez, y que estuvo a punto de convertirse en cenizas cuando algún errado
canario, oscuramente atrapado por un falsete colonial, trató de eliminar
diferencias políticas mediante el fuego.
Julio Bastarrica Galván nació en La Laguna el 1 de julio de
1921. Hijo de Julio Bastarrica, un mediano propietario agrícola y
marchante de galerías de agua, y nieto de militares de la etapa colonial
cubana. Estudió en el Colegio de Los Salesianos de Santa Cruz todo
aquello que, durante la monarquía borbónica de Alfonso XIII, se consideraba
como esencial en esta primera etapa: las cuatro “reglas” y la religión.
El Bachillerato quedó en un proyecto borrado por la Guerra de España y sus
terribles secuelas en nuestra patria. En aquella sociedad isleña del 36,
la influencia ambiental y familiar encuadran a Julio en el grupo que mis tíos,
militantes comunistas activos durante la República y la guerra española, y vecinos de
Julio, denominaban como “laguneros santurrones”. Misa dominical “de doce”
en la Catedral,
Primeros Viernes y Adoración Nocturna podrían ser un excelente resumen de esta
etapa en la que comienza a participar con su padre en los negocios de las
galerías y el alumbramiento y especulación del agua.
Todo parecía augurar un futuro, D. Julio
Bastarrica como Esclavo de Cristo y la Hermandad del Santísimo y de profesión
terrateniente y agua mangante, pero la depresión económica que sufre Canarias
con el bloqueo producido por la Guerra Mundial, actuando sobre una familia como
los Bastarrica, de siete hermanos de la pequeña burguesía agraria hace asomar
el espectro del hambre, obligando a Julio, como a millares de canarios a
escoger el camino transmarino, llegando a Venezuela a principios de los 50,
“con una mano atrás y otra alante” como gráficamente expresa nuestro
dicho popular. Desde que llega a La Guaira busca trabajo y el primero que consigue es
de albañil. De allí a Caracas y, como todos los canarios, con el
intermedio de la
Plaza Candelaria, pasa a trabajar en el Mercado Central o
“del Coche”, feudo canario-caraqueño por excelencia donde el día comenzaba con
los primeros camiones que llegan a las dos de la madrigada y termina con los
últimos que se van a las doce de la noche. Tras multitud de oficios,
entre ellos el de enseñante que luego ejercerá de nuevo a su vuelta a Tenerife,
termina instalando y regentando una gestoría para facilitar el contacto
Canarias-Venezuela.
Como
Secundino, y como miles de canarios más, Julio descubre África y nuestra triste
realidad colonial en América y ese descubrimiento cambia toda su vida. En
Venezuela entra en contacto con ilustres isleños, que podríamos ejemplificar en
dos, ambos herreños. Por un lado, Enrique Gutiérrez, comunista militante,
profesor de Bellas Artes –autor de la escultura caraqueña de Secundino Delgado-
combatiente contra la dictadura de Batista por lo que tiene que exiliarse
también de su segunda patria en Haití y Cuba y participante destacado en el
nacimiento y desarrollo de la guerrilla venezolana del MIR en la etapa
Betencourt, fue fundador, junto a otros como Estrada Mirabal o Francisco
García, del venezolano Movimiento de Independencia de Canarias MIC de
orientación marxista-leninista. Por otro, a José Manuel de Villena
Quintero, propietario con su esposa, la excelente y valiente patriota Rosario
Barrios Ramos, de otra gestoría isleña en Caracas y militante del “Guañac
Canario” que bien proponía la independencia patria con netas influencias
bolivarianas. Julio opta por el marxismo que en esa época estudia a fondo, y
apoya al MIC. Desde su gestoría se remiten a Canarias cartas y propaganda
patriótica, alguna de las cuales me consta tuvieron influencia en la
radicalización de antiguos componentes de la cuasi-romántica RIA (República
Independiente del Atlántico) de los años 50.
Julio regresa a Canarias en 1963, tras trece años
de fructífera formación en Venezuela y se casa con Mery en el 64. Ya en
Tenerife toma contacto con Manolo García, popular propietario de esa especie de
consulado gomero en la capital tinerfeña que era y es el “Bar Imperial”.
Manolo García, militante del PCE y combatiente antifranquista, no logra retener
a Julio en el seno del “Partido” justamente por la excelente formación
marxista-leninista de Julio que lo obliga a afrontar la cuestión colonial
canaria, para la que la
República Federal Española que preconiza el PCE no es
solución. Por encima de esa profunda diferencia ideológica a Manolo
García y a Julio Bastarrica los une, además de la lucha antifranquista, una
buena amistad, que da como resultado el que por mediación de García, Julio se
convierte en propietario, como parte de una sociedad a tres que luego no
funcionaría, del “Bar Caribe” frente a la Recova tinerfeña, negocio que adquiere al deshacerse
la sociedad y en el que instala la pajarería que la va a dar uno de los
cariñosos sobrenombres a los que, por idiosincrasia amazigh heredada, somos tan
dados los canarios.
Julio adquiere su dimensión política plena dentro
del PTC, en aquellos momentos aún parte del “Movimiento” (MPAIAC) del que,
consiguientemente fue destacado militante. La pajarería se convierte en
un lugar clave de enlace con Argel y fuente permanente de enfados con Mery por
los cierres intespestivos y frecuentes que se veía obligado a hacer para sus
contactos telefónicos, sobre todo cuando a partir de 1975 comienza sus
emisiones de media hora “La Voz
de Canarias Libre” desde los estudios de Radio Argel, conjuntamente con “La voz
del Sahara Libre”.
Tras el asesinato por la policía colonial
española de Bartolomé García Lorenzo en agosto del 76 y la terrible represión,
con la secuela de encarcelamientos que le precedió y le siguió, el Comité
Central del PTC, constituido por Julio junto a Carlos Fuentes, Alberto
Talavera, José Miguel Martínez (“Soto”), Pedro Brenes, Luis Molina y de algún
otro cuya memoria guardo -y cuyos nombres me permito sacar a la luz por
ser de todos, incluyendo las autoridades coloniales, sobradamente
conocidos- comprende la necesidad de disponer de una organización que
tuviera capacidad para afrontar el problema de los presos políticos canarios,
complementando la actividad que realizaba la CCT en el campo sindical. Así nace la idea
de “Solidaridad Canaria”, idea en la que participan por parte del MPAIAC destacados
militantes como Raimundo o Hupalupa.
La decisión de presentar los Estatutos al
Gobierno Civil para su tramitación se ve retrasada por un conflicto interno que
va a determinar el rompimiento del PTC con el MPAIAC.
Efectivamente el 1º de noviembre de 1976,
aniversario de la
Revolución Argelina, se lanza desde “La Voz de Canarias Libre” la
consigna de la “propaganda armada” como apoyo para las acciones diplomáticas
que desde Argel desarrollaba Antonio Cubillo para el MPAIAC. Esta
decisión, tomada sin consultar al Comité Central del PTC, causa el
distanciamiento entre ambas organizaciones, rompimiento cuyas secuelas se
arrastran hasta hoy. La tesis que sostenía Julio y que hizo suya el PTC,
era que la propaganda armada, o la posterior etapa de la lucha armada por la
independencia, entonces en plena preparación, tenía que ser iniciada,
desarrollada y dirigida y controlada desde el interior de la patria, al pie
mismo de los acontecimientos y con un conocimiento realista de la cambiante
situación política que vivíamos, mientras que el criterio de la dirección del
MPAIAC era que la dirección y el desarrollo estaban al servicio de la actividad
diplomática paralela del MPAIAC en la que centraban todas sus esperanzas tras
la presentación ante el Comité de los 24 de OUA sobre Canarias reconociendo
nuestro derecho a la
Independencia.
Por encima de esas diferencias se imponía un
hecho: los presos políticos en Canarias iban aumentando y la amnistía, así,
genéricamente, era una inspiración social generalizada. Las familias de
los presos, muchas en condiciones verdaderamente precarias, necesitaban también
de una solución. Todo ello, unido a la necesidad de una aparato legal que
colaborará a la imprescindible toma de conciencia de un pueblo colonizado,
hicieron aparcar las diferencias y reimpulsar la idea de “Solidaridad Canaria”,
cuyos Estatutos se presentaron a la legalización a fines del 76 y son
gubernativamente rechazados, siendo Gobernador Civil de Tenerife –lugar
donde se presentaron- el ahora neoconverso “nacionalista” Luís Mardones
Sevilla.
El 24 de Enero de 1977 es una fecha que va a
precipitar muchos acontecimientos. Ese día con las detenciones en Gran
Canaria de “Tafuk” y “Mohamed”, comienza una oleada de detenciones de
activistas del MPAIAC con un total, si no recuerdo mal, de 23 detenidos.
Ahí caen Guanapay, Tecén, Tanausú, Gumidafe, Echedey, Tafira, Gáldar, Tony,
Tinguaro, Aimendeyacoan, Semidan… y culminan con las de Guetón en las Palmas y
Romén en Santa Cruz. Las detenciones afectan menos a los militantes
del PTC que, por su carácter y estructura leninista, guardaba mayores medidas
de seguridad, pero va a tener enormes repercusiones en esta organización y en
la interesante historia de una célebre maleta que viene de Gran Canaria a
Tenerife a manos de “Romén” y que, a pesar de la importante intervención de
Julio en ella y de la que yo mismo tuve, no relataré ahora en pro de la
extensión, pero que prometo contar en otra ocasión. Lo que interesa ahora
es que los militantes del PTC se ven forzados a pasar a una clandestinidad
estricta y Julio se refugia durante casi un mes, en casa de
compañeros -los hermanos Molina- y posteriormente en el Sauzal hasta que
cede la presión policial.
De nuevo, en mayo del 77 está en la brecha,
presentando los nuevos Estatutos de “Solidaridad Canaria” a la
legalización. A partir de ahí, un torbellino permanente de presiones,
retenciones, detenciones… y el semanal reparto de los pobres paquetes de ayuda,
muchas veces acompañado de Jaime Bethencourt, a las familias de los presos
(arroz, lentejas, gofio, latas de sardinas…) Festivales como el de Taburiente
en la Plaza de
Toros de Santa Cruz, Semana Pro-Amnistía, Festival en el Guimerá… Todo ello
para recaudar los fondos para el funcionamiento de Solidaridad. Los
“Cuadernos” de Hupalupa, las listas de nombres guanches, las charlas por todos
los pueblos y barrios, los juzgados uno tras otro formaban el paisaje cotidiano
de aquella Solidaridad combatiente y efectiva que se extendía y crecía.
Así surgió en Tamarán, tras una entrevista en Las Palmas de Julio con el que
sería presidente de la gestora en esta isla Cándido Rodríguez Ruano y a sus
compañeros de trabajo solidario.
Cuando en Agosto de 1979 sucede la escisión en el
PTC -que traslada a la CCT
y a Solidaridad Canaria- Julio tomó partido por el ala que se convertiría
en el Frente Popular para la
Liberación de Canarias FPLC, mientras que yo optaba por la
que se convertiría en Partido Revolucionario Africano de Las Islas Canarias
PRAIC, lo que nos separa organizativamente, ya que no ideológicamente.
Volvemos a encontrarnos primero en la fundación del Centro “Amilcar Cabral” y
luego en el FREPIC-AWAÑAK, del que el PRAIC es organización fundadora junto a
Colectivos Nacionalistas y Colectivos Comunistas, ambos nacidos de la debacle
de PCU y Julio preside nuestro III Congreso.
Al compañero -camarada- Julio no le
faltaban rasgos de humor, como cuando nos espetó, al enterarse de que la
palabra AHUL serviría de contraseña para la entrada a la Catedral de La Laguna, donde efectuábamos
un duro encierro y que el generalizado desconocimiento de nuestra lengua
mazighia, hacía que los que querían entrar pronunciaran AZUL. ¿Y por qué coño
no decimos ROJO, que es lo que somos? Ironías de la vida. La
realidad ha dado la razón a los que, aparentemente, no la tenían. Hoy
sabemos, por nuestro mayor contacto con mazihiohablantes que la pronunciación
correcta se acerca más a AZUL (Z) que a aquel AHUL del que tan orgullosos nos
sentíamos de reintroducir en nuestro vocabulario cotidiano. Carácter
serio y reflexivo, no se arredraba en una discusión en que mantenía, con
infinitas variantes, sus puntos de vista, pero que era capaz de las más severas
autocríticas, como una que presencié y compartí, analizando con Estrada Mirabal
en una visita a La Laguna
a finales del 92, los errores que en este largo camino hacia la independencia
habíamos cometido.
Ávido lector, el tránsito a la Puerta del Este lo
sorprendió leyendo una obra sobre la emigración clandestina canaria a Venezuela
y con el sentimiento de que su enfermedad le iba a impedir acudir al homenaje
público a Hupalupa, que se le adelantó, como Pepe Villena, en ese viaje sin
retorno en que nos reencontraremos con los machiales, los espíritus de aquellos
que nos precedieron. Fue el 1º de Abril del año pasado, un día más para
nuestra particular y colectiva tarha, cuando los compañeros de Tamarán habían
decido otorgarle la Añepa
que honraba medio siglo de la vida de un hombre dedicado, aparte de a su mujer
y a su hijo, a un único objetivo: ver du patria libre e independiente,
recuperar nuestra dignidad como pueblo. Por eso considero un acto de
justicia dedicarle esta Ruta, como se le ha dedicado antes a otros camaradas
combatientes como Miguel “El Frutero” y que recuerda, junto a Bentejuí, a los que
han luchado por ese ideal.
Este año, las noches de la Ruta cuentan con un cometa,
pero brillarán también en el cielo canario siete estrellas de esperanza al
conjuro de un nombre: Julio Bastarrica Galván que nos acompaña como machial.
Compañero Julio: ¡AZUL!
Francisco
Javier González”.
Julio Bastarrica a la izquieda de la imagen, durante el acto de
presentación de la Asociación Sociocultural
Kebehi Benchomo el 22 de junio de 1994 en Tacoronte.
“Movimiento
para la Independencia
de Canarias (MIC) (2ª época, pues hubo otro MIC, también fundado en Venezuela)
fue la rama venezolana del 'Amussu iw agucelman d uzarug n tegzirin n Teknara'
(el MPAIAC). Este MPAIAC de los canarios de Venezuela fue organizado, entre
otros, por José Enrique Estrada Mirabal en 1976 ó 1977 (este es un dato del que
carezco de más precisiones).
En cuanto al primer MIC, fue fundado en 1954, siendo uno de sus promotores el destacado patriota Julio P. Bastarrica Galván (1921-1996), más tarde el máximo dirigente del MPAIAC en el interior de nuestro país. Junto con otros militantes, rompió definitivamente con Antonio L. Cubillo al enterarse por la prensa de la colocación de un artefacto explosivo en Las Palmas que fue reivindicado por el entonces secretario general de nuestro Movimiento, acción con la que se inició lo que Cubillo denominó “la lucha armada contra el colonialismo español”.” (Manolo Suárez Rosales, 2013)
MIC
(Movimiento para la
Independencia de Canarias)
Importante movimiento desarrollado entre emigrantes canarios en Venezuela, tuvo un gran número de seguidores en la comunidad isleña y contaba con un importante aparato propagandístico. Los orígenes del MIC en Venezuela, lo encontramos en 1956, impulsado por un grupo de emigrantes canarios, entre los que destaca Julio P. Bastarrica Galván junto a otros patriotas. Bastarrica sería varias décadas después el máximo responsable del MPAIAC en el interior de nuestro país, hasta que en 1976 rompió con Antonio Cubillo, por diferencias en la apreciación de cómo se debía llevar la organización. Los cuatro primeros años el MIC no tuvo gran actividad languideciendo por un tiempo hasta 1975.
El
MIC surgió de manera espontánea cuando, con motivo de la colocación de un
monumento en honor del escritor criollo Benito Pérez Galdós, republicano
españolista en una céntrica plaza de
Caracas, un grupo de emigrantes canarios independentistas boicotearon el acto;
llenaron de pintadas los muros de la plaza con pintadas independentistas y
gritos en el acto: “Tras el boicot al acto de la colocación del monumento,
planteamos organizarnos y se planteó cual sería el nombre, y finalmente Segundo
Menéndez, venezolano del MAS, propuso el nombre de Movimiento para la Independencia de
Canarias (MIC)”.
En
1975 aparecía en la prensa venezolana, a toda página, un extenso documento
titulado “Guañac Canaria”, firmado
por “Los Guayres”, bajo el epígrafe del Movimiento para la Independencia de
Canarias. Este documento publicaba diez puntos sobre los que se constituía la
organización. Entre ellos podemos destacar el punto 2: “Nuestro objetivo es
la creación de la
Guañac Canaria. No reconocemos ningún derecho que Estado
alguno pretenda adquirir sobre nuestra patria ni admitimos el yugo y el
colonialismo español”, el punto 5: “Consideramos mar territorial a las
200 millas” y el punto 9 donde afirman que “Nuestro movimiento está
inspirado en la obra de Simón Bolívar (…)”. Este movimiento pronto
consiguió el apoyo de numerosos emigrantes canarios y contó, incluso, con el
reconocimiento de algunas fuerzas políticas de la izquierda venezolana, como el
Movimiento
al Socialismo (MAS). Las principales actividades consistían en
realizar pintadas independentistas en Caracas y otras ciudades del interior del
país. La edición de la revista “Siete estrellas verdes”
que sería su órgano de expresión. Además el reparto de panfletos
propagandísticos en todo tipo de actos donde se constatara la asistencia de
canarios –sobre todo en el Club Social Archipiélago Canario de Caracas-.
Posteriormente
el MIC acabaría integrándose en el MPAIAC o apoyándolo desde Venezuela. Quizás
uno de los hechos más destacados de la labor del MIC ocurrió con motivo de la
inauguración de la ruta aérea directa entre Tenerife y Venezuela en noviembre
de 1979 en el Hogar Canario Venezolano de Caracas. Al dicho acto asistían el
entonces capitán general de Canarias, gobernador civil de Santa Cruz de
Tenerife, el presidente de Venezuela Rafael Caldera, así como numerosos
periodistas. En el acto de carácter cultural, mientras actuaba la rondalla del
Club, hacia la mitad del acto, dos integrantes del MIC que formaban parte de la
rondalla, conocidos como Zebenzuí y Arafo,
desplegaron la bandera nacional canaria al grito de ¡Viva Canarias Libre!,
expulsándolos del Hogar Canario posteriormente hasta años después. Otros actos
fueron llenar de pintadas un estadio donde se disputaría un encuentro de fútbol
entre un equipo venezolano y uno español, izar la bandera nacional canaria en
la entrada del Hogar Canario Venezolano de Caracas el 22 de octubre de 1979,
arrancar las banderas españolas que pudieran aparecer en cualquier celebración
isleña, o conmemorar la batalla de Acentejo en Venezuela.
APIC (Asociación para la Independencia de Canarias)
Es una escisión del MIC en 1978. La escisión se llevó a cabo supuestamente por la actitud de los fundadores: “El MIC sufre una escisión debido a las posiciones muy rígidas, verticales e inflexibles de sus fundadores, que hicieron que el movimiento se estancara, cuya repercusiones fueron funestas” Juan Morales González: “Fue constituida por herreños radicados en Venezuela y presidido por Enrique Gutiérrez Padilla.”. (El nacionalismo en Canarias. regionalismo + insuularismo + nacionalismo." Venancio Acosta Padrón. En: Blog Nación Canaria).
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