Los antiguos pobladores de la Gomera realizaban prácticas astronómicas relacionadas con el Sol, según el uso de marcadores solsticiales que se han en el yacimiento arqueológico De las Toscas del Guirre.
El hallazgo pone de manifiesto la forma en que los antiguos gomeros observaban y medían el movimiento del Sol en el horizonte.
El yacimiento arqueológico de Las Toscas del Guirre alberga una cueva con el mayor panel de escritura líbico-bereber hallado hasta el momento en Canarias.
Las pruebas arqueológicas han sido localizadas en esta cueva, donde una de las paredes presenta un pequeño orificio circular excavado en la roca.
A través del orificio se puede observar una franja del horizonte montañoso al poniente de la isla, centrada en el lugar por donde se pone el Sol en el solsticio de invierno.
Por otra parte, en los días del solsticio, a la caída del Sol la luz entra por el orificio proyectando un punto de luz que recorre el suelo de la cueva y sube por la pared opuesta, justo a la derecha del lugar donde se encuentra el texto líbico-bereber.
Antes de ponerse definitivamente el Sol, el último rayo encaja perfectamente en una pequeña cazoleta ovalada, excavada en la roca para tal fin.
Este hecho se produce exclusivamente en los días del solsticio de invierno, por lo que la cueva presenta dos formas complementarias de marcar esa fecha del calendario solar.
Una vez determinado el punto exacto de la puesta solsticial, se pudo comprobar que coincidía con la ermita de Las Nieves, en cuyos alrededores se conservan varias aras de sacrificio de los antiguos gomeros.
Los
arqueólogos piensan que la localización de la ermita está relacionada con las
prácticas religiosas de los antiguos pobladores de esta isla.
La posibilidad de que la cueva permita decodificar el espacio ritual de la isla abre vías de investigación totalmente novedosas en Canarias.
Maria Gómez Díaz
Diciembre de 2013.
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