EFEMERIDES DE LA NACION
CANARIA
UNA HISTORIA RESUMIDA DE
CANARIAS
ÉPOCA COLONIAL: SIGLO XVII
DECADA 1601-1700
CAPITULO XVI-III
Guayre
Adarguma Anez’ Ram n Yghasen
1611 marzo 18.
Templos y
prelados católicos en la colonia de Canarias según el criollo clérigo e
historiador
José de Viera y Clavijo.
Fundación
del convento de Hermigua
“El convento de San Pedro apóstol del valle de
Hermigua, en la isla de La Gomera, se fundó el día 18 de
marzo de 1611, viernes, a las ocho de la mañana, en la antigua
ermita de aquel santo. Habiendo concedido la licencia el gobernador,
provisor y vicario general del obispado, con comisión
al bachiller don Roque Merino, beneficiado de la iglesia de Guía
de Canaria y visitador de La Gomera, para que diese la
posesión a los
frailes, la tomaron personalmente el padre fray Juan Marín, hijo del convento de San Pablo de Sevilla y vicario provincial de esta provincia de Candelaria, el predicador general fray Zenón de Clavijo y fray Antonio del Espíritu Santo, a quienes
se entregaron igualmente todos los ornamentos
y alhajas de la ermita, con un término de colmenas salvajes.
Tomada,
pues, la posesión, ganaron los vecinos de Hermigua
un despacho del mismo gobernador del obispado, para que los beneficiados de la
villa de San Sebastián no se opusiesen a que los religiosos
les administrasen los sacramentos, sirviendo su
convento de verdadera parroquia del lugar, en donde cumpliesen con el precepto
pascual
de la iglesia, en atención a la distancia. Este privilegio, de que se aprovecharon los frailes por espacio de 36 años, era demasiado extraño y contra el derecho común, para que los curas beneficiados
de la isla lo mirasen con indiferencia. Pusieron pleito; pero se dice que lo perdieron en vista y revista; hasta que por los años de 1649, habiendo edificado los vecinos una nueva iglesia de
la Encarnación, hubo transacción con los frailes, y se puso en ella por
primer cura a don Francisco de Pineda
Serrano, pariente del padre prior de
aquel convento, el cual era también el primer prior, pues en 1648 fue cuando se erigió en priorato. Es de once a doce religiosos. Su situación muy
cómoda, porque desde ella se registra toda la frondosidad
de aquel valle, y su iglesia, fabricada de nuevo, es muy decente.” (José de Viera y Clavijo, 1982,
T. 2: 356 y ss.)
1611 abril
23.
El
segundo convento de monjas, el de Santa Catalina de Sena, fue fundado- en 1605
por el capitán Francisco de Cabrejas y su esposa, María de Salas, previo
concierto con los frailes dominicos. Para ello adquirieron un amplio
solar—donde un día tuvo las casas de
su morada el primer adelantado don Alonso Fernández de Lugo y donde
estuvo asentada la primitiva ermita de San Miguel—con vistas
a la plaza del Adelantado, calle de la Carrera y
calle de la Caza. El edificio es modesto, como casi todos los de aquella
época., y apenas si destaca la iglesia, de una sola nave, con algunos
retablos dignos de admiración. Las monjas fundadoras, que procedían de
los conventos de dominicas de Sevilla, entraron en clausura el 23 de abril
de 1611.
Señalamos
entre las ermitas existsntes en La Laguna en el siglo xvi las de San Miguel de
los Ángeles, San Cristóbal y San Juan. Pues bien, en las
centurias que historiamos tan sólo la ermita de San Miguel sufrió
alteraciones y cambies, ya que las otras dos sólo sufrieron las restauraciones
y reparos corrientes que imponen los añcs en los edificios. La ermita
de San Miguel de los Ángeles fue reedificada por completo a mediados
del siglo xvni—sin duda por amenazar ruina la anterior construcción—por
don Andrés José Jaime, rico hacendado tan piadoso como municente.
El pequeño templo era muy modesto y sin nada digno de ser señalado.
Diseminadas
por la ciudad hubo también en estas centurias diversas capillas
o pequeñas ermitas levantadas en honor de la Santa Cruz. Mere-can
ser destacadas las que estuvieron en las calles de Herradores, plaza de
la Antigua, puente de San Juan, calle de Juan de Vera y calle del Laurel
o Jardín.
Las otras ermitas, San Benito, San Lázaro, Nuestra
Señora de Gracia y San Roque, estaban fuera del casco urbano de
la ciudad y no han de internarnos particularmente. (A. Rumeu
de Armas, 1991. t. 3:378-90-1).
1611
abril 23.
Templos y prelados católicos en
la colonia de Canarias según el criollo
clérigo e historiador José de Viera y Clavijo.
Fundación del
convento de dominicas de La Laguna
“Desde
que en Tenerife se fueron avivando los deseos de que hubiese
algún monasterio para establecimiento de las señoras isleñas que quisiesen abrazar la vida monástica, se
había pensado hacer en la ciudad de La Laguna una fundación de religiosas de Santa Catalina de Sena, a cuyo fin se procuró en 1524 quedase libre el primer terreno que el adelantado y ayuntamiento habían señalado a los frailes del orden de predicadores. Pero no habiendo tenido efecto por entonces el proyecto, durmió casi un siglo, hasta que por los años de 1605 el capitán Francisco de
Cabrejas y doña María de Salas, vecinos de La Palma, determinaron consagrar sus bienes a este piadoso objeto y celebraron con los referidos padres dominicos escritura de patronato.
Para esto compraron
en la plaza de San Miguel ciertas casas que
estaban arruinadas y, concluida la
obra, se verificó la fundación el día 23 de abril de 1611, habiendo
pasado las fundadoras desde Sevilla, a
saber: la madre María de Santa Florentina,
priora, que salió del monasterio de Santa María de Gracia, y del de la Pasión de la misma ciudad, otra
María de Santa Florentina, subpriora, María de Santo Domingo, su hermana, y
María de San Diego, a quien nuestro cronista
don Juan Núñez conoció en 1674, «que era ya señora de mucha edad y muy capaz».
Todavía
en 1612 no había más religiosas que éstas en aquel monasterio; pero
posteriormente creció tanto la comunidad, que el mismo
escritor contaba más de cien profesas, con suficiente renta,
bajo la filiación de los padres de Santo Domingo.” (José de Viera y
Clavijo, 1982, T. 2: 368 y ss.)
1611 Julio 15. Información a
instancia de D. Cristóbal Pérez de Barrios, ante el alcalde mayor de de La Laguna, en juicio
contradictorio con D. Ignacio Álvarez.
"En estos autos -dice D.
Elias González Espínola en un curioso artículo publicado en "El Museo Canario,” tomo 2°, pág.
337-, se encuentra certificación de un expediente ad perpetuam instruído con
citación y audiencia del Síndico Personero general de la isla de Tenerife en el
año de 1611, día 15 de julio, de la que resulta que declararon trece testigos
de 70 a
95 años, unos de ciencia propia y otros por haberlo oído a sus mayores, y ser
público y notorio que la infanta Dácil, hija de Bencomo, Rey de Taoro, se llamó
después de bautizada Dña. Mencia Bencomo, que casó con el Rey de Abona, Adxoña
o Adichona, llamado después de su bautismo D. Gaspar Hernández, y que de este
matrirnonio hubieron una hija llamada Catalina García Bencomo, que casó con el
capitán, comandante de la Caballería en la isla de Tenerife, Hernando García
del Castillo, caballero del hábito de Santiago y natural del pueblo de
Castillo, arzobispado de Burgos». Parece que el héroe de Viana, Gonzalo García
del Castillo, no asistió a la conquista de Tenerife. Núñez de la Peña llama al
capitán de la Caballería Fernando, y Viera lo repite. Tomo 3°, pág. 107. (En:
Agustín Millares Torres; 1977, t. I:189. Nota al pié de página).
1611 julio
30.
Cabildo colonial de Tenerife. Hay un memorial presentado
al Consejo de Indias por el capitán Lope de Mesa, procurador de las islas de
Gran Canaria, Tenerife y La Palma, en que pide la suspensión de la medida que
se está estudiando, por relación siniestra del Consulado de Sevilla, de limitar
la carga y pedir fianzas para el comercio de Indias. Los
argumentos del procurador son: 1.° ya hubo un
intento anterior en igual sentido, y Felipe II había resuelto en favor de las islas;
2." la afirmación que el comercio canario entorpece al de Sevilla es un
pretexto siniestro, porque cuando los envíos a las Indias
eran libres, Sevilla vendía más que cuando se limitaron las salidas de
Canarias; 3.° es cierto que hay contrabando de géneros
extranjeros, pero los canarios son los primeros interesados en que desaparezca,
porque no son ellos los contrabandistas y porque la presencia de los
géneros merma la venta de los vinos, que es su único interés; 4.°
quienes ayudan y permiten la intervención del comercio extranjero
son los jueces de Indias, que «siendo los officios no muy
largos ni de mucho aprovechamiento, vienen ricos y traen mucho caudal»; 5.° si se
obliga a los canarios que hagan su registro en Sevilla, se les saboteará y no
hallarán fiadores. El 5." punto parece haber llamado la
atención al Consejo, porque está marcado al
margen (AHN: Estado 6402/1).
1611 septiembre 12.
Notas
en torno al asentamiento colonial europeo en el Valle Sagrado de Aguere (La
Laguna) después de la invasión y conquista de la isla Chinech (Tenerife).
Los riesgos
del incipiente desequilibrio. La evolución y situación del cultivo de la vid
durante el siglo xvi.
La lucha por la reducción de viñedos.
“En el s. xvii el
peligro de una expansión desaforada e incontrolada es intentado frenar por el Cabildo de forma harto ineficaz, prohibiendo
reiteradamente, primero el cese de nuevas plantaciones, y por último promoviendo incluso el descepe en algunas áreas, como Geneto.
Desde la segunda década comienza, al menos teóricamente, la función inspectora y fiscalizadora del Ayuntamiento,
valiéndose de la provisión real de
12-IX-1611 que le autorizaba a ello. Entre 1605 y 1615, incluso años
antes del recorte en el mercado americano,
se produce un cambio en la actitud municipal, aunque lógicamente el último año citado se plantee con más fuerza
la necesidad de adoptar medidas urgentes y radicales. En enero se inicia un
polémico intento regulador que
incluía descepes, a propuesta de una extensa y lúcida exposición del regidor Fiesco, que cabe encuadrar dentro de un selecto grupo de intervenciones de esos siglos
que constituyen un testimonio expositivo y analítico más expresivo y
clarificador de la situación que algunas elaboraciones historiográficas
actuales. Lamentaba el citado regidor: las muchas y grandes viñas que en esta ysla ay, y particularmente en este benefisio desta rrepública, que a
ssido y es tanto el essesso que en
esto ay que a caussado muy notorios daños; como es el primero, comprar de dies años a esta parte el trigo caro, y se trae de fuera, como es de Flandes y de
las islas de Langarote, y assí el uno
como el otro se bende cada fanega a treinya y más reales, y de valer estos
pressios dicho trigo lo an caussado y
caussan la superabundancia que ay de binas, que quando se quedara la ysla con
las questaban puestas dies años a, no
se hubiera encaressido tanto el balor del trigo y de los demás mantenimientos; porque a este tienpo, las
viñas questaban puestas heran
sufissientes para sustentar a cada uno con el fruto que de su viña coxía, y
sustentaban su cassa y famillia muy a gusto porque vallía el vino, y el trigo
que se conprava hera de la tierra y abía muchas tierras que de los dies años a
esta parte se an plantado que servían mejor para pan, y lo daban largamente, que no para binas, por ser malos puestos. Y
en aber estas tierras plantado a ssido prinsipio de una total destruysión, como
lo emos visto y por esperiengia lo tenemos, porque de los dichos dies años a esta parte se ba cojendo la mitad del
vino del que antes se coxía, y por lo contrario se a desminuido el cojer pan por aberse ocupado las que daban el pan con las
dichas viñas. Y es tanta manera, que los labradores que trataban en sus labranzas
las an dejado, y las tierras que traían de su senbrada las an puesto de binas, con lo qual se a seguido, como a
dicho, un millón de trabajos a los pobres vesinos deste benefisio. Y nasse de lo referido otro costo muy grande, y es que abrá
dies años que por traer una bota de
mosto de la hasienda donde la cojían a esta
giudad llevaban ocho rs. de acarretos, y agora con el acres-sentamiento de las viñas no la quieren traer menos
de beinte o treinta rs., y no es
pusible poder traer todo el mosto que en las hasiendas se coge por ser mucho y
las carretas pocas, y el des-mero que toma el diesmo no puede hallar carretas
para poder ensenar su mosto que le dan
de diesmo, y assí se biene a perder mucho en los canpos, y el que se
ensierra en ellos no se vende como el
que lo trae a la ciudad, y de llevarlo desta ciudad al puerto de Santa Cruz, ques donde lo enhorcan,
questa cada pipa de ponerla en el
puerto quinse y más reales, de manera que los acarretos se llevan la tersia
parte del balar del bino, y con llevar
los dueños de las carretas a los pressios dichos no ganan cossa, antes al cabo del año salen endeudados por
costarles caro el sustento de sus
bueyes, que son havas, y éstas bienen de fuera y conpran cada fanega a veinte y quatro y más rs. Y apúntase con esto otros muchos daños caussados de las
dichas plantadas, como es conprar
todo el mantenimiento con que plantan v hassen sus viñas del que biene de fuera, como son pargos y pescado salado, questo eslava a dles años en esta
ciudad muchas lonjas llenas dellos mucho tienpo, y por no venderse se perdía mucho pescado del, y desde dies años a esta parte
y en este tienpo pressente no se puede alcanzar un pargo, y antes que
suban a esta ciudad están ya vendidos y se
bienen a quedar la mitad de los
vezinos sin ellos, que como cassi todos tienen viñas, les hassen muy gran falta no poderlos haber. Y además de
lo dicho, se a encaresido en este
tienpo rreferido balen los más de otros años una pipa bassta sinco o
seis ducados, y tanbién dan una bota de
mosto por una pipa basía por el mucho que se coje y no aber cascos para
enserrarley sólo el acressentarse estas viñas a ssido un gran bien y ganansia para los estrangeros que venden su ttrigo y el demás legunbre como quiere y la
madera que ttra-en para pipas. Por lo consiguiente, y demás de lo dicho, viene
a tanto este daño, que las viñas que oy ay no es pusible poder el fabricar en ninguna manera, porque la comida que
un jornalero come en un día y su jornal cuesta seis rs., y esto es lo
menos, y la mucha suma de las viñas hasen
aber pocos jornaleros; y es en tanta manera el costo que tienen, que si
una viña da ttreinta botas, el mosto a
menester quarenta para hasserse, y nasse desto andar los señores dellas afligidos, hiendo muy encaresidos los mantenimientos y el fruto de las viñas a muy
baxo pressio. Y ocurre a esto ottro
daño muy grande, y es que como se an cortado y quitado los pastos a los ganados, no se halla carne en esta
rrepública como antes que se plantaran las dichas viñas se hallaba
abundantemente a pressios muí moderados, que al cont-trario lo son oy muy
subidos, y no se halla sino muy pocas ves-ses y no para comer cada día una moderada pitanga, sino para un
día de fiesta, y qualquier quartesillo de carnero ocho o dies rs., y uno de
cabra seis, y un cabrito ocho o nueve, y un quarto de ganado de serda dies o
dosse rs. Y con ser a estos pressios lan
subidos no se halla por aberles quitado, como a dicho, los pastos y puéstolos
de viñas y no poderse criar los ganados por no tener tierras como de antes tenian.Ysigues.se otro
daño, que no es pequeño: que los encomenderos questán en esta
ysla compran
los vinos de buenos puestos y ottros de malos, y todos los mese lan y los cargan para las partes del Brasil,
y llegado allá se dañan por caussa
del mal vino que mesclaron con el bueno, y todo esto biene en gran daño desta
ysla, caussado de lo que de dies años
a esta parte se a plantado, que todas son viñas de mal puesto, y éstas an caussado todo lo rreferido en
esta propuesta en gran daño de los vesinos y moradores desta ysla, los
quales ílo de lo susodicho. Y si Su Magestad
no lo rremedia y questa desventura
pare, será la ysla más pobre que Su Magestad tendrá en éstas de Canaria, y poniendo remedio en lo
susodicho se ebi-tarán y atajarán muy
grandes daños que por momentos se acressientan
y se van aumentando, todos nassidos de las plantadas que de los dichos dies años a esta parte se an
echo y los puestos que se an de mandar
que paren, que son todos los malos, y
que en lo que se a plantado de dies años a esta parte se mande consumir y quitar las dichas viñas, y las que
al pressente se ponen se les ponga
perpetuo silensio por convenir así lo uno y lo ottro y ser negossio que Dios
nuestro señor se servirá dello y Su
Magestad real, por ser de tanto perjuicio a todos los que oy están nassidos
como a los por nasser. Y las viñas puestas que an caussado los dichos daños de los dichos dies años
a esta parte son del Realexo de
arriba hassia la montaña, y toda la parte de Yga, que se entiende del camino de Los Realejos para arriba hassia la dicha montaña, y saliendo de La Orotava hassia el barranco
de Ruis del dicho camino arriba hassia la montaña, y del dicho barranco hasta el pueblo del Sausal del
camino arriba, y del dicho pueblo del
Sausal, tomando del camino que va a las montañas de las Beatas, y deste camino arriba, y todo el pago de Heneto, que al pressente se va plantando con
mucho cuidado; y assí en este, pago
como en los de arriba deslindados, se van
continuando con muy gran solisitud y cuidado las dichas plantadas, las guales nos an caussado y caitssan
tantas calamidades que ninguna
podemos remediar, que son en tanta manera que abrá dies años abía en este benefissio desta república ttreinta requas de caballos y oy no ay ocho, y el
no tenerlas los dueños que antes las
tenían y ottros a sido la caussa el sustento, que como entonces se cojía en esta ysla las tenían todos y ttraían todos sus frutos con ellos y hassían ottros
serbisios a pressios muy moderados y
baratos; y como agora se ttrae la haba y sebada de fuera, ques el sustento para
estos cavallos, la conpran muy cara
por caussa de las dichas plantadas, y considerando todas estas tragones se mire lo contenido en esta
propuesta con ojos de misericordia, doliéndose todo este Cabildo de los yerros
y essessos que por momentos se han aumentando en estas plantadas y el gran daño que todos en general resiben,
que sólo es bien como dicho tiene,
para los estrangeros, questos son los que ttraen todos los mantenimientos, como es ttrigo, senteno, habas y madera
para pipas, los guales benden a nu/v subidos pressios y se llevan el poco
caudal que la ysla tiene, dejando nessesita-dos a los vesinos.Ypara remediar lo
susodicho, se deve mandar por buen
govierno separe con la dicha plantada y se ponga perpetuo silensio, y en las hechas, como está dicho,
de dies años a esta parte, se manden quitar y consumir, y dello se haga orde-nanqa por este Cabildo y se ynbíe a Su Magestad...
Tan
ordenada enumeración de males no cayó en saco roto. Una confluencia
de intereses generales con los particulares de los miembros
del Ayuntamiento alienta el inicio de una serie de tentativas por atajar
la expansión desmesurada que no convenía ni al necesario equilibrio
insular ni a los viñedos de los grupos de presión que hablaban por
boca de la mayoría de los regidores.
En
los siguientes meses de 1615, los regidores Sanmartín Cabrera, Salazar y
Fiesco habían redactado unas ordenanzas para organizar las áreas de cultivo
y castigar los excesos, y después de someterlas a la consideración del personero se discuten en el pleno. El regidor Carvallo de Miranda criticaba meses después que
Fiesco la demasía vitícola y su perjudicial corolario: falta de pan, entrada de
grano de fuera, la saca de dinero por
los mercaderes extranjeros, la falta de pastos que se traducía en disminución del ganado y carestía de la carne, aumento de jornales y acarretos,
deficiente labranza de los viñedos,
falta de rentabilidad de dichas explotaciones... Su propuesta se inscribía en
una línea dura y firme: prohibición de plantío vitícola durante 20 años, pasados los cuales fuese precisa la
licencia concejil para autorizar las
peticiones que se le cursasen para permitir más viñedo. En realidad, lo que
hacía el regidor era matizar las ordenanzas que se exponían a los asistentes, pues éstas ya aconsejaban esa prohibición.
Otro discurso que merece ser tenido en cuenta es el de Alonso de Llarena, quien refresca la memoria a sus
compañeros y al tiempo nos reafirma en algunas hipótesis: según este
regidor, entre 1562 y 1600 la isla gozó de
gran prosperidad por el vino y suficiencia de pan sin necesidad de importarlo del extranjero,
circunstancia ésta que desde hacía
poco tanto estaba empobreciendo a la isla llevándose el dinero fuera. Añadía la
importancia de la exportación ilimitada que hubo a Indias (antes de la
reglamentación de 1611), pero a esas alturas la situación era ruinosa, lo que
se manifestaba en las rentas reales, y
si no se acordaba urgentemente el arranque de cepas todo empeoraría, suprimiendo en primer lugar lo plantado en
malos puestos.
Dados los estrechos vínculos vitícolas de los regidores, la disparidad
de criterios estaba asegurada. Más que discutirse la inoportunidad de
la medida, se dudaba de su efectividad para detener las plantaciones que se
estaban acometiendo, o entendían que no debía extenderse la
veda a veinte años. Alguno plantea una reflexión: ¿debía afectar el cese
de plantío a todo tipo de nuevo viñedo o sólo a los malos puestos?
El regidor Gaspar Agustín Barbosa discrepaba de la limitación y descepe que se
pretendía, pues las zonas señaladas para erradicar la vid no eran de utilidad para cereal ni para pasto porque eran de climatología exigente que raras veces se acomodaba a
su calidad, mientras la experiencia
había mostrado cómo los esquilmos de viñedo eran fructíferos, e incluso más seguros que los ubicados en la zona de plantación antigua que se quería preservar.
Trujillo de la Coba
precisaba que los malos puestos se destinaban
al pan con anterioridad, de modo que la merma de éste había encarecido
extraordinariamente la fanega hasta superar los 40 rs. Como la mayoría de los regidores eran favorables a las
ordenanzas propuestas, Salazar conmina al teniente de gobernador a que acepte
la voluntad general, con el añadido de que debían entrar en vigor
provisionalmente durante 6 meses a la
espera de la confirmación real, lo cual acepta el teniente para evitar la
picaresca, porque en ese intervalo de tiempo
los vezinos se darán prissa a plantar, de modo que quedaba vedado el nuevo plantío de viñas bajo pena de
50.000 mrs. y pérdida del fundo y planta, además de una multa de 10.000
mrs. de buena moneda.
Aunque la mayoría
municipal era partidaria de actuar con mano de
hierro, las reticencias de algunos hacían prever que la iniciativa iba a poseer escasa operatividad, pues lesionaba
intereses de algunos poderosos y de no pocos modestos vecinos que labraban
tierras propias o de aquéllos, y por consiguiente esperaban participar de la
bonanza económica que para muchos había supuesto el vino en las décadas
precedentes. Inútil era el pretender convencer con argumentos de productividad, de prestigio vinícola de la
isla o de nuevas dificultades de comercialización, a quienes reclamaban
también una mejoría en su nivel de vida.
Si a esto le añadimos la inobservancia sistemática que prestaban a las
decisiones municipales buena parte de los miembros de la institución,
comprenderemos la razón de la casi inutilidad
de los esfuerzos de unos pocos. Por ejemplo, en los años treinta el regidor Pedro Fernández de Ocampo
cedió tierras para nuevas
plantaciones de viñedo en Valle de Guerra y Afur en régimen de enfiteusis.
A todas estas, en el
s. xvii se reafirma la importancia cualitativa de los viñedos de Tegueste dentro del beneficio lagunero. Aunque no disponemos de series que puedan dan sólido
apoyo a nuestras afirmaciones, los documentos consultados apuntan a una
mayor valoración de la fanegada en esa zona
o en Valle de Guerra que en Ta-coronte.
Algunas
compraventas de heredades en los años treinta de esa centuria en
Tegueste el Nuevo (en tomo a San Gonzalo) atestiguan la alta
cotización: en 1632 se enajena una heredad con su casa, lagar y bodega por
40.000 rs., un alto precio si además se considera que la propiedad se hallaba
gravada. Otra heredad con los mismos elementos, y también con
cargas tributarias, cambia de manos en esa zona en 1634 por
36.500 rs. En cuanto a los datos sobre Tacoronte y Valle de Guerra,
en 1631 se pagan 800 rs. por una fanegada de viñedo en el primer lugar
indicado, y 1.200 rs. por 8 almudes de viña y un pequeño terreno
calmo en el segundo.
En
cuanto a las relaciones de producción, la explotación indirecta continúa
siendo relevante, y dentro de ella las medias ocupan un lugar importante,
tanto en Tegueste como en Punta del Hidalgo, Geneto, o en áreas
muy próximas al núcleo capitalino, como el Llano de San Juan o el
barrio de la Rúa, si bien oscilando el tiempo que regían las mismas (1,
2, 4, 6, 9 años...), sin sobrepasar los 10 años de duración. Sin embargo,
en Taganana la familia Huésterlin, liquidada prácticamente la explotación
cañaverera desde finales del Quinientos —parte reconvertida
en cereal y parte en viñedo—, en la década de los treinta del s. xvii consolida
la viticultura de sus posesiones en ese término mediante una serie de
enfiteusis con renta en metálico, cediéndoles a los censatarios dulas
de agua de diversa importancia.
La crisis comercial
de finales de los años treinta y principios de los cuarenta origina un serio replanteamiento concejil de la cuestión,
y el resultado es la obtención de la R.C. de 20-VIII-1641, que prohibía aumentar la superficie vitícola en la isla. El
proceso había comenzado a principios
de ese año con el nombramiento de una comisión formada por d. Bernardo Justiniano y el capitán d. Lope
Ponte para que informasen sobre la
posible erradicación de las viñas de Geneto y de demás pagos inútiles. El
objetivo era arrancar los puestos y viñas altas, que se entendían dañosos para la vivienda de los vecinos.
El informe de dichos regidores se
une a la provisión real de 1611 sobre ese tema para remitirlo al corregidor, y el 6 de mayo se decide
escribir al rey para que ordene el
cese del plantío por yr los veginos poblándola toda de ellas /viñas/ sin
dexar tierras en que se pueda senbrar trigo y otras legumes, pues se quería rectificar el desequilibrio entre
los subsectores agrícolas de suerte que en la dicha ysla se conparta el
ocupar la tierra, de nía-ñera
que cada tierra se aproveche para los frutos convenientes.
No
es que un documento regio constituyese una panacea, pues en 1643 se denuncia que
continúan las plantaciones en Geneto con la misma
libertad que antes de la cédula, pero valiéndose de ese instrumento legal se emprendieron algunas acciones
contra los infractores, como la que afectó a Juan Pérez Cocón, Francisco
González, Lorenzo Pérez y otros, a
los que se encarcela como responsables de nuevos plantíos en la citada zona. aunque aún así persistieron las
colonizaciones vitícolas
clandestinas, como se advierte en el debate concejil de 1651. En 1664, una
sobrecarta de la cédula de 1641 ordenaba la destrucción de los viñedos
plantados desde esta última fecha. Se mencionaban como lugares más afectados
las cabezadas de Geneto, Tacoronte,
La Matanza y La Victoria, y se imputaba a esos viñedos la carestía de pan y carne.
Pero toda
contundencia parece abocada al fracaso, pues en 1673
nuevamente se plantea la necesidad de una provisión de la
Real Audiencia para atajar el mal, a lo que accede el tribunal canario
el año siguiente. El objetivo era delimitar un área concreta a nivel insular
en la que debería quedar constreñido el cultivo, mas el empeño era tan
ambicioso como difícil de ejecutar, pues en lo que atañía a la comarca lagunera
suponía un duro golpe al pretender arrancar la vid de los valles de Anaga, de Geneto, de las cabezadas de Tegueste Nuevo y Viejo y de las zonas altas de Tacoronte,
El Sauzal, La Victoria y La
Matanza. No es de extrañar, por tanto, que en 1687 se señale en el Cabildo que no se había cumplido la R.C. de
1641 sobre minoración de viñas. Es
más, en un informe dirigido a la Corona ese mismo año, se afirma que las tres cuartas partes de la
banda norte estaban cubiertas por
este cultivo porque no son capazes de otro fruto'.” (Miguel
Rodríguez Yánez. La Laguna 500 años de historia La Laguna durante el
Antiguo Régimen desde su fundación hasta
el siglo XVII. Tomo I. Volumen II.: 529 y ss.)
1611 Noviembre 17.
El Conde de la Gomera Antonio
Peraza de Ayala, gobernador de Guatemala.
[fol. 24v] En la ciudad de
Santiago de guatemala en diez [25] y siete dias del mes de novienbre de mill y
seiscientos y onze años su señoria del señor conde de la gomera don antonio
peraza de ayala y rojas conde de la gomera governador y capitan general en
estas provincias presidente desta rreal audiencia dixo que luego que su señoria
llego a esta ciudad la primera vez que entro en la cathedral della y otras
yglesias Los predicadores Le adbirtieron y pidieron con grande ynstancia que
conquistase los negros y mulatos cimarrones del guayaval de la costa de
yzquintepeque por los daños que hazian a los yndios y demas personas en los
caminos y ottras partes y por los mayores que amenazaban sacandolos y sonsacando
los esclavos desta ciudad y de la comarca para que cesase lo susod[ic]ho su
señoria nonbro a juan ruiz de aviles vez[ino] desta ciudad en beinte y uno de
octubre pasado deste presente año para que fuese a la parte [25v] y lugar donde
estaban Los dhos negros por los mejores modos que pudiese los prendiese a todos
el qual en cunplimiento de la comision que tubo fue a la dha costa y ayer que
se contaron diez y seis deste presente mes llego a esta ciudad el dho Juan Ruiz
de abiles y trajo presos dies y seis negros y negras con un mulato y una yndia
como consta del memorial que su señoria manda se ponga en estos autos para que
adelante se escusen semejantes delitos y se castiguen Los culpados mando hazer
caveça de proceso conttra ttodos por las fugas y delitos que an cometido y se
aberigue Los que an bido y quien les dio favor y ayuda y como fueron presos y
lo que mas en el caso sucedio y para ello La ynformacion y diligencias
siguientes y su señoria lo rrubrico y que se notifique [26] al alcayde Los
tenga con prisiones a buen rrecaudo ante mi francisco de vargas “En la ciudad
de Santiago de guatemala en diez y nuebe dias del mes de novienbre de mill y
seiscientos y onze años su señoria del señor conde de la gomera governador y
capitan general en estas provincias presidente desta rreal audiencia que en
esta dha ciudad rreside para la ynformacion que esta mandado se reciva mando
parecer ante si a Juan Ruiz de abiles vezino desta dha ciudad del qual se
rrecivio Juramento y este hizo por dios y la señal de la cruz en forma de
derecho so cargo del qual prometio de dezir verdad de lo que supiere de fuese
preguntado por el tenor del auto de cabeça de proceso dixo que lo que del save
es que Luego que su señoria del señor conde llego a esta ciudad La primera vez
que [26v] fue a la yglesia mayor oyo que don felipe ruiz del corral dean de la
dha yglesia desde el pulpito della estando predicando entre otras cosas pidio
con ynstancia a su señoria que hiziese prender los negros y mulatos que estavan
huidos en el guayaval por los muchos daños que hazian a los yndios y a los
vezinos desta ciudad donde benian a sonsacarles ottros esclavos de manera que
ningun amo tenia esclavo seguro de que se podia relebar mayores daños y esta
era voz comun de todo el pueblo y este testigo pidio a su senoria le hiziese
m[e]r[ce]d de cometerles la prision conquista y pacificacion de los dhos negros
dandole armas y polvora para ello por que este testigo le offrecia a hazer este
serbicio a su magestad a su costa y el dho señor presidente a cavo de de algunos
dias que se ynformo de lo susodho dio comision a este t[estig]o [27] Para la
dha rreducion y conquista y le dio una dozena de arcabuces que le pidio una
arroba de polvora con lo qual este testigo a su costa y minsion enprendio la
dha conquista buscando jente para ello y se fue con quarenta personas poco mas
o menos a soldados y pagados por el te[s]t[ig]o y entro por muchos pantanalles
barras y esteros al lugar que llaman nagualat por lo pasaron a nado y estando
en este lugar envio este t[estig]o dos espias españoles y ottros dos yndios los
españoles se llaman diego piçarro y diego del castillo y Los yndios francisco y
Juan naturales del pueblo de gueguetenango los quales por mandado deste testigo
por ser los españoles conosidos de los dhos negros y que tratavan con ellos y
lo _____ los dhos yndios fueron al lugar llamado tulat donde solian acudir los
dhos negros cimarrones de que se trataba de enbiar [27v] jente sobre ellos por
lo qual se avian allado y rretirado de la rrancheria donde solian estar asentados
con sus casas una legua y media mas arriba al monte y los dhos dos españoles y
dos yndios cunplieron lo que este testigo les mando y a los nuebe deste
presente mes fue este t[estig]o con la dha jente puesta en su orden desde la
parte llamada nagualat a la parte de tulat donde estaban que son siete leguas
caminandolas a pie y antes que amaneciera el dho dia tenia su gente rrepartida
en enboscada en el dho monte y este testigo hizo un agujero en tierra donde se
metio porque no le viesen los dhos cimarrones para que luego que llegasen en la
canoa se la pudiese este testigo ganar [28] y abiendo visto los dhos negros
cimarrones a los dhos piçarro y castillo en la playa salieron a ellos
entendiendo que les llebaban ciertas encomiendas que les abian prometido para
asegurarles yendo ocho de los dhos cimarrones en la canoa que tenian ttrayendo
consigo cinco perros de ayuda y luego que llegaron cerca de tierra con la canoa
llegaron los dhos perros diziendo sale uno en tierra a ver si esta la Playa
segura lo qual oyo este testigo por estar cerca dellos metido en el dho hoyo
cubierto con una Palma y Luego saltaron en tierra los dhos cimarrones y los
perros que trayan rreconosieron la jente que estaba enboscada y enpesaron a
ladrar por lo qual se alborotaron los dhos cimarrones y con sus machetes y
dardos en las manos se juntaron queriendose volver a la dha canoa diciendo
ttraycion ay y a esto [28v] este testigo arremetio a la dha canoa con su espada
y rrodela llamando santana que era el nonbre que tenia dado a los que estaban
enboscados para que acudiesen y los dhos negros arremetieron hazia donde estaba
este testigo y le tiraron botes de lança y machetazos de que le alcançaron tres
machetazos y una lançada en el escaupie y este testigo les defendio de entrar
en la canoa procurando rrendirlos y hirio a tres dellos que se acercaban mas de
tres cuchilladas y estando en este estado llego la jente de su conpania deste
t[estig]o de la enboscada donde estaba y procuraron prender como en efeto
prendieron a todos los dhos negros ecepto a uno que se echo al agua y se dexo
ahogar por no ser preso y ottro que era el capitan llamado [29] diego que era
esclavo de juan de colindres difunto que viendose herido y que no podia tomar
la canoa se echo al agua por no ser preso y se ahogo en el dho rrio y estero y
juan gomez mulato esclavo de Luis azetuno que estava huido y cimarron con los
dhos negros enbistio a este testigo para matarle con un machete que traya y
este testigo se fue siguiendo para rrendirlo y se metio en ese agua tras dello
asta que el agua le llegaba a la boca y por no saber nadar le asio a la punta
de la espada de este t[estig]o y lo saco a la playa y lo prendio con los demas
y luego pasaron dies y seis soldados con este testigo adelante la montaña
adentro y dejandolos demas soldados en guarda de los presos llebando este
testigo consigo a uno de los dhos negros por guia para que enseñase [29v] el
lugar a donde estaban rrancheados de nuebo con las negras que tenian consigo y
andubieron todo el dia sin comer pasando muchos pantanos y cienagas y Junto al
anocheser llegaron a la rrancheria antigua donde estavan hechas nueve casas
grandes y una troxe grande de maiz que tenian de comunidad y luego ottro dia al
amanecer llegaron a la rrancheria nueba donde se avian pasado y coxieron seis
negras esclabas y una mulata libre muger de uno de los dhos negros esclavos de
nuño saez y a una yndia que abia llebado hurtada el dho juan gomez y a un
negrito hijo de una negra de nuño saez y otro de francisco de mesa vezino desta
ciudad los quales todos prendieron y un negro de nuño saez marido de la dha
mulata que se avia escapado se bino a su boluntad aquella noche [30] y se entró
a este t[estig]o viendo que su muger y los demas estavan presos sin aver
quedado ninguno todos los quales eçepto la dha mulata e yndia este testigo
truxo presos y los puso en la carcel real deste corte donde al presente estan y
dio noticia a su señoria y lo que mas save es que los dhos negros tenian hechas
millpas y cantidad de maiz coxido y rrepartido en tres o quatro partes comida y
preguntandoles este testigo que personas tratavan y contratavan con ellos y les
davan comida bestidos y armas y ottras cosas y les _____ el pescado e yguanas
que coxian le dixeron a este testigo que las dos espias llamados francisco y Juan
que tiene declarado yndios del pueblo de mazatenango les llevaban hachas
machete y dardos tabaco [30v] rropa y otras cosas y assimismo un mulato llamado
Anton de leres les avia llevado machetes y lançuelas y Juan de çacarias yndio
del pueblo de zamayaque y pedro blanco y _____ escrivano yndios de mazatenango
y Juan Jui del dho pueblo de mazatenango y que asimismo tratavan con los dhos
negros los dhos pizarro y castillo y que los dhos negros declararon a este
testigo que avia nueve años que se enpesó aquella población por un negro de la
villa de zonçonate que estava de presente preso y que un negro de un harriero
llamado aguado y otro de Juan martinez de mondragon llamado hernando que no es
el que tiene las narizes horadadas [31] venian a buscar a esta ciudad las
negras que tenian alla y ottras cosas que abian menester y tomar aviso de lo
que aca se trataba por ser como son estos dos ladinos y que el dho Juan gomez
mulato esclavo de luis acetuno es el mas perjudicial de todos porque los traya
abasallados y amotinados amenazando a todos los dueños de estancias y obrajes
que les avia de poner fuego a sus haziendas y quemallos en ellas echando cerca
dello muchos votos e juramentos y que aunque lo desocasen y fuese arrastrado
avia de cumplir lo susodho y que no save este testigo que ottra persona les aya
dado favor y ayuda ni mas de lo contenido en el dho auto lo qual es la berdad
para el juramento que hizo fue le [31v] Leydo este dho y se ratifico y lo firmo
de su nonbre y declaro ser de hedad de quarenta y quatro años y lo firmo su
señoria de su nonbre y este test[ig]o el conde de la gomera Ju[an] Ruiz de
aviles ante mi fran[cis]co de bargas.
El hecho de poseer un suelo joven y permeable en
la zona de Cumbre Vieja -lugar de las erupciones más recientes en la historia
palmera - hace que los barrancos existentes en la comarca este no destaquen por
su profundidad, todo lo contrario que ocurre hacia el norte de La Palma. El
nivel de infiltración de las aguas de lluvia es alto y son escasas, por lo tanto,
las aguas de escorrentía. Con todo, estos aguaceros tan intensos han hecho
correr considerablemente los barrancos e incluso se han llegado a producir
grandes avenidas que han acabado en catástrofe.
Entre otros grandes desbordamientos y riadas, se
recuerda la imponente avenida del barranco de Las Nieves que puso en peligro la
primera ermita de Santa Catalina y que se hallaba construida en las cercanías
del cauce. Le hizo grandes destrozos como también a todo el barrio.
1611 diciembre 2.
Notas
en torno al asentamiento colonial europeo en el Valle Sagrado de Aguere (La
Laguna) después de la invasión y conquista de la isla Chinech (Tenerife).
Proteccionismo
isleño y abasto capitalino lagunero.
“A pesar del
excedente productivo, en determinadas fechas se suscitó algún
problema de abastecimiento del mercado local, lo que obligó al municipio a
adoptar, como en los primeros años de colonización, medidas limitadoras de
saca, como en 1651.
Más
problemas originó la entrada de vino de otras islas, en concreto de La Gomera y
El Hierro. El asunto aparece en las actas municipales con más preocupación de la que podría pensarse. En 1611 será una
de las materias que los diputados de visita planteen a sus compañeros
de corporación, a los que advierten del creciente auge de esa realidad,
motivada por la propagación del viñedo en aquellas islas de señorío. Los perjuicios alcanzaban tanto a los
viticultores tinerfeños, en cuanto se depreciaban sus caldos, como a las
rentas reales, pues ese decremento en el
valor se traducía en una merma de los derechos aduaneros de salida; por otra parte, el reparto de los «beneficios» derivados
del vino con otras islas repercutiría negativamente en determinados elementos esenciales para la producción y
saca del vino (madera de pipas,
salario de trabajadores, pescado).
La
reacción es rápida y apoyada por la Corte, pues en noviembre de
1612 la ordenanza que prohibía la entrada de vino de otras islas estaba
confirmada y se pregonaba. Se recordará que ya en 1542 el Cabildo
había dictado ordenanza en ese sentido, cuando el viñedo no ocupaba
ni el tercio de la superficie de la primera década del s. xvn. Pero
la legalidad no logró detener la introducción de vino gomero y herreño.
que se mesturaba con el tinerfeño, por lo que en 1621 se teme
que la pérdida de crédito de los caldos de esta isla hiciera peligrar la
demanda extranjera.
Las
entradas clandestinas aumentan en la segunda mitad de la centuria,
como ya hemos puesto de manifiesto en otro trabajo'", agregándose ya por
entonces las aportaciones de aguardiente, que sobre todo en las últimas décadas es introducido por ingleses.” (Miguel
Rodríguez Yánez. La Laguna 500 años de historia La Laguna durante el
Antiguo Régimen desde su fundación hasta
el siglo XVII. Tomo I. Volumen II.: 547 y ss.).
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