Eduardo Pedro García Rodríguez
1599 Febrero 19.
Durante
las enconadas luchas por la independencia de los Países Bajos, y siendo
Gobernador de aquellos territorios el Archiduque Alberto y su esposa Isabel
Clara Eugenia, expidieron e l9 de Febrero de 1599 un edicto cerrando los
puertos de los Países Bajos católicos, a los navíos de las provincias
protestantes, y por haberse adherido a él el Monarca español, quedó la
península Ibérica cerrada al tráfico holandés, intentaron éstos sortear la
prohibición enviando las mercancías a España y su imperio, valiéndose de buques
de Francia, Escocia, y Dinamarca, pero para conjurar el paro marítimo
decidieron Mauricio de Orange y Johan
van Oldenbamevelt, sagaz político a quien había encargado la dirección del
Estado, organizar una importante escuadra para atacar los dominios españoles,
eligiendo para la dirección de ella al famoso marino y general de artillería
Pieter van der Does; el navío almirante por él escogido llamábase Orangieboom
(El Naranjero); también iba el De gulden Leeu (León de Oro) destacando entre
todos por su extraordinario porte el Grootschip van Amsterdam. En general todos
los navíos eran muy fuertes, construidos con arreglo a la técnica naval más
adelantada y poderosamente artillados.
En
las instrucciones se le daba como primer objetivo Coruña, y sucesivamente río
de Lisboa, Sanlúcar y Cádiz para cautivar o destruir el mayor número posible de
buques del enemigo y luego causarle todos los perjuicios posibles, apresando
sus navios mercantes, atacando sus puertos, ciudades é islas, imponiendoles
rescates ú hostilizandolos segun los casos. Asimismo se le encargaba el
cautivar el mayor número posible de prisioneros para canjearlos por los
capitanes y marinos de estas provincias, y le daban normas sobre la manera de
ocupar y fortificar los lugares adecuados para el anclaje y protección de los
navíos, procurando soliviantar sus poblaciones contra España y ganarlas con
todo género de mercedes y gracias. Por último se le reitera el encargo de
emprender contra todas las islas, territorios y poblaciones dependientes del
Rey de España... y contra todos sus bienes y barcos... cuantas acciones juzgara
mas provechosas... para el mayor honor y servicio de la nacion.
El
21 de Mayo de 1599, Van der Does fue a Bommel para despedirse de Mauricio de
Orange marchando seguidamente al puerto de Flesinga donde se concentraba la escuadra los días 23
y 24 de Mayo reuniéndose 73 navíos con 8.000 soldados dis-puestos en diez
compañías de Infantería veterana y 4.000 tripulantes. Se organizaron tres
escuadras que llevaban por insignias banderas naranjas, blancas, azules, y Van
der Does iba como Almirante en la de la insignia naranja; la blanca tenía por
Almirante A Jan Gerbrantz y la azul a Cornelis Geleyntz. Al frente de las
tropas de desembarco iba como comandante Gerardt Storm van Weenen, siendo los
capitanes de las compañías de infantería veterana: Verloo Storm, Caluwart, var
der Dussen, Neetkercke, Loe, Reynier, Egmont, Maresteyn y Baynum. Se embarcó la
impedimenta, y como lastre se colocó gran cantidad de sillares y ladrillos para
ser utilizados en la fortificación de las plazas ocupadas.
Zarpó
la escuadra de Flesinga el 28 de Mayo de 1599 y después de una breve escala en
Plymouth llegó a La Coruña
el 11 de Junio y al ver que la plaza estaba preparada para recibirla continuó
viaje y no pudiendo atacar Sanlúcar por sorpresa, marchó al archipiélago
canario cuyas costas divisaron el 25 de Junio; contorneó la escuadra sin
detenerse las islas de Lanzarote y Fuerteventura, y al siguiente día por la
mañana, todos los navíos empavesados echaron anclas frente a la ciudad de Las
Palmas que pudo contemplar la escuadra más poderosa que jamás ha surcado por
sus aguas.
No
estaban desprevenidas las islas, pues en Tenerife se recibió un aviso el l0 de
Mayo de 1599 anunciando que en Inglaterra se estaba preparando una poderosa
escuadra de más de 300 navíos para hostilizar la metrópoli española y sus rutas
oceánicas, siendo de temer que las Canarias fuesen, como casi siempre, uno de
los puntos de ataque escogidos. Por la misma época avisaron a Gran Canaria el
duque de Medina Sidonia que transmitía un parte del Gobernador de Dunkerque donde decía que en las yslas de Olanda y
Zelanda se armaban ciento y tantos navios para venir contra estas y
especialmente contra la de Tenerife. Varios mercaderes de La Laguna, Garachico y Las
Palmas que tenían sus corresponsales en Francia y Flandes, recibieron análogos
avisos
advirtiendoles
que pusiesen su hazienda en cobro.
No
creyeron las islas que una armada tan grande se reuniese para atacarlas, si
bien a pesar de todo en Junio de 1599 se celebraron diversas Juntas para tratar
de la defensa de Gran Canaria, acordándose la inspección de las tres fortalezas
de La Luz, Santa
Ana y San Pedro, el cubelo de la falda de San Francisco, las murallas y
trincheras de Santa Catalina y del istmo de Guanarteme. La isla que se
consideraba en mayor peligro era la de Tenerife, no sólo por las confidencias
recibidas, sino por ser la isla más rica; los holandeses tenían una confusa
idea de las que componían el archipiélago y no establecían diferencias entre
Tenerife y Gran Canaria; los cronistas holandeses hablan de Allagoena -que se
pronuncia Alaguna- como la ciudad capital de Gran Canaria, siendo pues esta
ciudad la meta de la expedición, lo que explica los avisos recibidos en la isla
de Tenerife.
Después
de una preparación, Van der Does eligió para desembarcar el propio embarcadero
del puerto en el istmo de Guanarteme, donde se hallaban construidas las
trincheras que defendía el Capitán Juan Ruiz de Alarcón, entre las actuales
calles de Gran Canaria y Tenerife, pero fracasó en su intento; fue el segundo
por la caleta de Santa Catalina -la actual playa de las Alcarabaneras- previo
un bombardeo de la costa por los buques holandeses y también fracasó. Por
tercera vez intentaron desembarcar por un caletón al Norte de la playa de Santa
Catalina, entre la Base
Naval y el muelle de
Santa
Catalina, y allí acudió Alvarado siendo rechazados y entonces las lanchas
derivaron remando de nuevo hacia el desembarcadero del puerto, donde por cuarta
vez fueron rechazados por lo que Van der Does dio orden de retorno a los navíos
para reagrupar sus fuerzas, lo que visto por los canarios creyeron se retiraba
el invasor.
Rehecha
la nueva formación de las lanchas eligió para el nuevo asalto el trozo de costa
situado en la mitad del gran arco que forma el puerto desde la punta de Santa
Catalina hasta la ermita de Nuestra Señora de la luz, paraje batido por el mar
y sembrado de escollos no considerado accesible a las embarcaciones por lo que
no se había intentado defender ni construir trincheras. Este quinto intento
tuvo éxito y aunque se realizaron prodigios de valor como el conocido de
Cipriano de Torres, capitán de la
Vega y otros muchos, lograron apoderarse del istmo de
Guanarteme muriendo en la refriega el capitán de Arucas Clemente Jordán, el
Alférez Antonio Hernández Ramos, el Alguacil Juan Muñoz, el criado del Obispo
Pedro Montión, el cura de Teror Juan Ribero y otros muchos. los heridos fueron
en mayor número, siendo los más destacados el propio Gobernador y Capitán
general Alonso de Alvarado a quien un casco de metralla le mató el caballo
fracturándole de paso la pierna derecha por lo que cayó en tierra sin sentido,
aunque en otras relaciones consta que la herida de la pierna fue producida por
bala enemiga; el Sargento Mayor Antonio de Heredia que también perdió su
caba11o en la refriega, el Teniente Pamochamoso, el Capitán Andrés de Betancor
de una de las compañías de Telde que falleció pocas horas después, el Capitán
Juan Ruiz de Alarcón, el Capitán de Teror Baltasar de Arencibia, el Alférez de
Telde Juan Mayor y otros varios.
Entre
tanto el alcaide de la fortaleza de las Isletas Antonio Joven con los 58
hombres que componían la guarnición, se rindieron pasando maniatados a los
navíos y a este traidor se achaca la pérdida de la ciudad, haciendo constar los
historiadores que no era canario sino genovés e hijo de Jaime Joven también
genovés, si bien más que traidor parece que fue cobarde.
No
pretendemos hacer un estudio de esta interesante operación, que además es
sobradamente conocida; como se sabe se apoderaron de la ciudad, saquearon la
misma, las autoridades marcharon a la
Vega, se dio la batalla del Monte lentiscal y por último el
jueves 8 de Julio levó anclas la armada;
Alonso de Alvarado falleció el 20 de Agosto de 1599 y le sustituyó
Antonio Pamochamoso. (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996).
Otros datos:
1599.
Desatendido
el mandato, la corona perdió autoridad, dejándose el resto tras desembarco de
holandeses en Tamaránt (Gran Canaria), en 1599. Ocupada sin tropezar con
resistencia, los flamencos respetaron al pueblo llano, liquidando jerarcas, eclesiásticos
y civiles, con aprobación general. Al no tener intención de quedarse con la
isla, porque no les pareció rentable, la abandonaron por su pie. Para ocultar
que la afrenta fue posible por pura estupidez del poder, se acusó a los
naturales de haber vendido a los moros armas y pólvora, que nunca mandó el rey
español, sacándolas en cajas de azúcar y confitura. Al respetar al pueblo llano, en sus personas y pertenencias.
En buenas relaciones con la población,
hubiesen podido permanecer indefinidamente en la isla, pero la abandonaron por
su pie, sin causa conocida que les forzase.
1599.
Con motivo de la invasión de la
armada holandesa al mando de Peter van der Does, fue incendiado este Castillo
de La Luz en Las
Palmas de Gran Canaria desapareciendo todo lo susceptible de arder, como la
vivienda del Castellano, las escaleras y la puerta principal entre otras cosas
1599. Es incendiada por la tropas de Meter Van der Does la ermita
de los pescadores dedicada por la secta católica a San Telmo n Winiwuada n Tamaránt
(La Palmas de
Gran Canaria). Actualmente la
Ermita de San Telmo nos recuerda una característica propia
del barrio Triana hasta el siglo XIX:
Triana era un barrio marinero. Esta ermita fue construida en el siglo XVI al
norte de la ciudad por los mareantes, por la Confraternidad de
Mareantes. Se reconstruyó en la primera mitad del siglo XVII.
Se trata de una ermita con planta rectangular y con una sola nave. Su portada presenta una solución clasicista con un referente goticista que apreciamos en su arco ligeramente apuntado. Es un ejemplo de arquitectura mudéjar con portada gótico-renacentista. En su interior es digno de mención, además del artesonado mudéjar y el retablo, la Inmaculada procedente del Convento de las Bernardas. El ilustrado español marqués de Lozoya atribuyó a Alonso Cano esta imagen. Otras obras magníficas y de gran devoción son: el Señor de la Burrita y el Niño del Remedio.
1599. Gonzalo de Saavedra, colono esclavista autodenominado señor
de la isla Erbania (Fuerteventura), acuerda constituir Pósito, en las mismas
ruinas de la Parroquia
de la secta católica en Betancuria, constituida en capital de la isla, cuyo
funcionamiento como reserva de trigo tendrá lugar en lo sucesivo y en los
próximos años, del recién llegado siglo XVII, en el que Roldán apunta que se
ahuyentó el hambre. Si bien en 1639 ya se tienen noticias de la existencia de
nuevas hambrunas, y es asaltada una carabela portuguesa surta en Caleta de
Fuste que pretendía llevar trigo a la
Madera y no permitiéndose la salida al recordar que en los
años anteriores murieron de hambre muchas personas. Pero es desde 1650 cuando
Erbania (Fuerteventura) se va a ver envuelta en una sucesiva serie de grandes
hambres que culminarán en la de 1721 y siguientes, probablemente la mayor calamidad
de su historia colonial.
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