UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERIODO COLONIAL
1501-1600
DECADA 1501-1510
CAPITULO III-X
Eduardo
Pedro García Rodríguez
1505. Es nombrado Gobernador de esta parte de la colonia Bartolomé
Benítez. Sobrino de Alonso de Lugo. Establece el futuro Adelantado sisas sobre
los comestibles para conducir aguas de Tahodio á la Laguna mediante permiso del
personero Juan de Armas.
A su ahijada Elvira Hernández hija del ex mencey de Abona y hermana del
infante Pedro Bueno da tierras en el mismo Abona. Por repartos mal hechos del
botín de guerra corre el disgusto entre los principales invasores
conquistadores y nobleza indígena así como también por las expediciones a la
captura de esclavos al continente lo que motiva quejas que elevadas á los Reyes
dieron lugar á una Real Cédula de la Reina Doña Juana “la loca” en que se puso coto á
los manejos del Adelantado.
Pero mientras esto sucedía, es digno
de notarse que, teniendo Gran Canaria su gobernador especial y ejerciendo un
dominio absoluto sobre Tenerife y La
Palma el Adelantado Alonso de Lugo, resolviera el rey enviar
a las tres islas realengas un nuevo juez pesquisidor encargado exclusivamente
de poner remedio a los envejecidos abusos y arbitrariedades de que seguían
quejándose los colonos y le informara con criterio imparcial del estado
económico, social y político de aquellas nacientes poblaciones coloniales.
1505. Se nombró por parte de
la metrópoli un inquisidor para canarias, el licenciado Bartolomé López
Tribaldos, que tendría su sede en Winiwuada (Las Palmas) y dependería del
Tribunal de Sevilla. Situación ésta que continuaría hasta 1567, año en que se
creó en la colonia canmaria un tribunal autónomo. En esta primera época la
actividad y rigor del inquisidor no fueron grandes.
El segundo inquisidor será el
bachiller Martín Ximénez, chantre de la Catedral de cana-
rias y también provisor
espiscopal, quien llegó a las islas en 1524. A diferencia de los tiempos anteriores,
su actuación fue muy enérgica y arremetió contra amancebados, hechiceras y
falsos conversos, prendiendo y castigando a muchos. Contra él se levantó un
poderoso frente de oposición, formado por el gobernador, varios regidores y
canónigos, mercaderes y, en general, por el numeroso y bien situado grupo de
los conversos. Fue un serio intento por lograr la supresión de la Inquisición , o al
menos la destitución de Ximénez y la vuelta a la situación anterior. Pero el
inquisidor se impuso.
1505.
Se establecen en el lugar de
Garachico en la isla Chinech (Tenerife) los colonos Pedro de Ponte y Ana de
Vergara, dando así lugar al posterior establecimiento de población europea en
el lugar.
Primero se llamó Aldea de San
Pedro de Daute, conociéndosele con el nombre de Playa de San Pedro o del
Genovés, y no tardó en desarrollarse debido a la bondad y comodidad de su
puerto. Su nombre actual parece que procede de la palabra guanche gara que
significa islote, a la que los españoles agregaron el término de chico. Está
situado en la costa Norte de la isla hacia el Oeste, en el fondo de una rada
bastante extensa y sobre una escarpada roca redonda y llena de grietas. Frente
a la población y cerca de la costa se levanta un peñasco acantilado que deja
entre él y la isla principal un canal navegable que se denomina Roques, y al
Este hay una pequeña ensenada donde no es fácil desembarcar. Antes de la
erupción de 1706 (montaña Bermeja) el puerto era muy concurrido por buques de
América y Europa, pero aquella cegó parte de él, así como incendió la aldea de
Morales y parte de Garachico, causando considerables daños.
Garachico se dividía con Santa
Cruz de Tenerife el comercio exterior de la isla, pues por el primero se
exportaban los productos naturales de la isla desde los Realejos hacia noroeste
y por el segundo tenían salida los de la Orotava hacia el nordeste; sin embargo, mientras
Santa Cruz era un modesto lugar de 200 casas habitadas por pescadores y
mareantes, Garachico era una ciudad opulenta con más de 400 edificios poblada
por ricos mercaderes.
1505. Los reyes castellanos instituyeron un tribunal supremo de
apelaciones unas veces con el nombre de Audiencia y otras con el de
Chancillería, y que en 1505 se trasladó a Granada. Las audiencias de Galicia, y
las de las colonia de Santo Domingo y Canarias, que fueron apareciendo
sucesivamente, tenían competencias más limitadas que las chancillerías y en los
asuntos de mayor cuantía debían inhibirse en beneficio de estas últimas. La Audiencia de la colonia
canaria tendría como tribunal superior a la Chancillería de
Granada, y desde 1566 a
la Real Audiencia
de los Grados de Sevilla, excepto en los pleitos de hidalguía.
1505. En este año el joven Guillen, conde de La Gomera , cumplió 14 años de
edad, hijo del ajusticiado Hernán Peraza, y la ninfomona Beatriz de Bobadilla la cual al casarse por
segunda vez con el Adelantado Alonso de Lugo, tenía dos hijos de su primer
marido, llamados Guillén e Inés, quienes después de la muerte de su madre en la
corte castellana – según recogen algunos historiadores envenenada por orden de
Isabel la Católica-,
solicitaron y obtuvieron por tutor a su padrastro Alonso. Guillén, habiendo cumplido sus 14
años se emancipó de aquella tutela y entró en la libre posesión de sus estados,
tomando el título de conde de La
Gomera , mientras su hermana
Inés casaba con Pedro de Lugo,
hijo segundo del Adelantado y heredero de todos los honores y mayorazgos de su
casa, por muerte de su hermano Fernando.
“N o podía don Guillén con su título,
rango y pretensiones nobiliarias permanecer mucho tiempo oscurecido en aquella
pequeña isla apartada de todo trato social, habitada por gente ruda y de
limitado horizonte, y así por ello a nadie pareció extraño que hiciera un viaje
a Gran Canaria, a donde le llamaban arreglos y litigios con su tutor, cobranza
de rentas y cuestiones sobre diezmos de orchilla con el Cabildo y su obispo.
Esperábale en Las Palmas una
aventura singular, propia de su juventud, audacia y herencia genética, pues de
“casta le viene al galgo”. Vivía en aquella ciudad una doncella hermosa y deuda
suya, llamada doña Beatriz Fernández de Saavedra, cuya historia secreta se
contaba de este modo.
Entre las personas principales
que siguieron a doña Inés Peraza en su primer viaje a Lanzarote se distinguía
su primo, Luís González Martel de Tapia, a quien nombró gobernador de la isla
del Hierro. Casóse allí con una bellísima bimbache y de esta unión nació Rutina
de Tapia, tan bella como su madre. Andando el tiempo esta joven casó a su vez
con Diego de Cabrera, gobernador de Lanzarote, y por segunda vez en Canaria con
el portugués Manuel de la Noroña , hermano de Simón
González de la Cámara ,
gobernador de La
Madera. Tratando de volver al Hierro y esperar allí órdenes
de su último marido, salió de Las Palmas con dirección al puerto de las
Isletas, donde debía embarcarse, acompañada de una vistosa comitiva.
Rondaba por entonces estos mares
un hidalgo lusitano, llamado Gonzalo Fernández de Saavedra, que con dos
carabelas armadas en corso asaltaba las embarcaciones, robando y saqueando
cuanto al paso encontraba y llevando el terror hasta los mismos pueblos
litoralas de las Islas. Este corsario, que se apreciaba de galante y guapo, al
tener noticia del viaje de Rufina quiso aprovechar la ocasión y, desembarcando
en la playa del puer-
to, atacó de improviso la
comitiva, dispersóla y apoderándose de la hermosa herreña se encerró con ella
en la ermita de Santa Catalina y por fuerza húbola.
El fruto de esta sacrílega
violación fue doña Beatriz de Saavedra, educada por su madre en Las Palmas y a
la cual el conde amó, persiguió y dio palabra de casamiento, obteniendo de ella
favores de esposo. Nacieron de este clandestino enlace tres hijos llamados don
Fernando, doña Ana y doña Catalina que llevaron los apellidos
de Sanniento, Peraza y Ayala.
Siguiendo las inclinaciones de su
voluble carácter y de sus desordenados apetitos, o tal vez impulsado por
crecientes ambiciones, determinó abandonar a su desgraciada víctima y,
pretextando negocios urgentes, se alejó de Canaria y pasó a España, casándose
en Jerez de la Frontera
con su prima doña María de Castilla, hija del corre-gidor de aquella ciudad don
Pedro Xuárez de Castilla, que le llevaba en dote dos millones trescientos mil
maravedíes.
Sucedía esto cuando Lope de Sosa
era trasladado al Darién, dejando vacante el gobierno de Gran Canaria, y, ya
fuese porque el conde lo deseara o porque el don Pedro creyese mejorar su
posición, solicitó y obtuvo en 1517 el nombramiento de gobernador de aquella
isla a donde se trasladó con su familia acompañado de su yerno.
Entretanto, la desgraciada doña
Beatriz, enterada de aquel verdadero casamiento y perdida toda esperanza de
protección y cariño, se retiró a la isla de La Palma y se consagró ala educación de sus hijos y
a llorar sus perdidas esperanzas.
El nuevo gobernador llegó en el
momento en que varios corsarios franceses infestaban aquellos mares,
interrumpiendo las comunicaciones entre las islas y apoderándose de todos los
buques que llevaban bandera española.
Cuéntase que, en 1522, apareció
en la rada de Las Palmas el francés Juan Florint con siete naos armadas en
guerra, y sin ponerse el astuto marino al alcance del fuerte de las Isletas,
único que había en aquel litoral, estuvo algunos días cruzando sobre aquella
altura, hasta que vio acercarse una escuadrilla que llegaba de Cádiz con
familias y mercaderes y de cuya llegada tenía sin duda aviso, y sin vacilar le
dio caza y la apresó a la vista de la misma ciudad. El gobernador, entonces,
armó inmediatamente 5 naos que estaban en el puerto y, proveyéndolas de armas y
gentes y dándoles por capitanes a los dos hermanos Arriete y Juan Perdomo de
Béthencourt, las envió en persecución de los franceses, que ya entraban con su
presa en la rada de Gando. Trabóse allí un encarnizado combate, viéndose al fin
obligados los corsarios a abandonar la escuadrilla española, retirándose con
sus naves al sur de la isla para reparar tranquilamente sus averías. Desde
estas costas hizo rumbo a las Azores, con tan buena fortuna que apresó dos
navíos donde Hernán Cortés enviaba al Emperador la recámara de Moctezuma, con
muchas barras de oro y plata y gran copia de piedras preciosas.”(Agustín
Millares Torres; 1977, t. III: 79-81
1505.
En la localidad de Acoden
(Icoden?) Chinech (Tenerife) se estableció desde 1505 el primer ingenio
azucarero por el invasor conquistador Alonso Fernández de Lugo, que se reservó
también las aguas y veinte fanegadas de tierras. Empleaba tanto trabajadores
libres como esclavos. En 1506 ya contaba con unos 40 vecinos, lo quiere decir
una población sobre las 200 personas. Pero sus condiciones naturales no eran
especialmente para el cultivo azucarero, sino para el viñedo, en el que ganaría
en preponderancia sobre Garachico. Es por ello pueblo dependiente de aquel en
la órbita mercantil, aunque desde la caleta de San Marcos habrá un cierto
comercio y se desarrollaría una primaria construcción naval con astilleros
gracias a las ricas maderas de sus bosques por entonces vírgenes. Mientras que
la caña de azúcar hasta mediados del siglo XVI fue el cultivo hegemónico,
Garachico será la capital demográfica y económica de la comarca de Daute. No
obstante, a medida que avanza la centuria Icod sigue creciendo en población y
prosperidad. En 1585 contaba ya con 350 vecinos, lo que da un total aproximado
de 1750 habitantes, frente a los 520 (2600 h.) que albergaba Garachico. En
torno a esa época Fray Alonso de Espinosa diría de él que era un pueblo de
mucha vecindad y hombres honrados y ricos, está edificado en la falda del Teide
con buenos edificios y hay en él mucha madera. El portugués Gaspar Fructuoso lo
definiría como villa de doscientos vecinos, casi todos portugueses, rico de
vinos, labores y crianzas. Hácese mucho vidrio que va para otras islas y
algunas veces para las Indias de Castilla para hacer estilas aguardientes para
las minas por ser vidrio muy duro. Dejo testimoniado la riqueza de sus campos,
pues entre Icod y Garachico había 2 leguas de viñas y cañas de azúcar.Es a
partir de las últimas décadas del siglo XVI y especialmente en la primera mitad
del siguiente donde crece y se expansiona considerablemente Icod con el auge
vinícola. Sus tierras eran óptimas para el cultivo de la vid, especialmente de
vidueño, que proporcionaba un vino blanco de relativa graduación que encontraba
un amplio mercado en las colonias portuguesas y británicas de América. En menor
medida del malvasía, un vino de alta graduación con diferentes variedades
(dulce, blanco y seco) que encontraba demanda en Europa, especialmente en Gran
Bretaña. No es casual por ello que sea el siglo XVII la centuria de su
consolidación, donde se construirían sus edificios e iglesias más suntuosos a
tenor de la riqueza y prosperidad de sus caldos, y en el que su elite
nobiliaria iniciaría un proceso de vinculación de sus propiedades para evitar
su disgregación y para consolidarse como tales a través de los mayorazgos, por
los que el primogénito heredaba en usufructo el gruesos de la herencia. El
crecimiento demográfico nos puede ayudar a entender la evolución social y económica
de Icode en una centuria de crecimiento. En 1676 ya contaba con una población
de 3006 habitantes, lo que lo convertía en la tercera localidad de la isla,
superada ya sólo levemente por Garachico, que contaba con 3025, La Orotava (5782) y La Laguna (6683). Nuñez de la Peña diría en 1678 que
"puedes ser villa, por ser tan grande, con gente en su jurisdicción de
todos frutos, de vinos de malvasía, trigo, centeno y otras semillas, lábrase
mucha seda". Dice que cuenta con la buena parroquia con dos beneficiados y
buenos capellanes, y que sus vecinos son amantes de la música, que "todo
los de este lugar son más a ella que otros, y los más tienen buenas
voces". También constata que se conocían entre sí por sus apodos más que
por sus apellidos. Por esa fechas ya albergaba dos comunidades regulares, los
franciscanos y agustinos, y un monasterio de monjas bernardas. Destaca la
devoción que gozaba San Felipe Neri y su ermita, "de mucha devoción en
toda la isla" y la existencia de dos escribanías, el mismo número que
Garachico, lo que es indicativo de su expansión e intensa actividad
mercantil.En 1591 sus milicias quedaron desmembradas de la dependencia y
sujeción de Garachico, una pugna que será constante en la lucha por la
hegemonía de Daute entre ambos municipios. En 1687 logró alcanzar la
independencia también en la órbita inquisitorial con la consecución de una
Comisaría de la
Inquisición propia. Contaba con un hospital para pobres desde
1555 que en 1697 fue ampliado con la constitución de un patronato al Canónigo
de la Catedral
de Las Palmas Francisco Leonardo de la Guerra. Desde 1585 contaba Icod con un convento
agustino bajo la adveración de San Sebastián. Se estableció en una antigua
ermita de ese nombre. Su patronato fue más tardío y recaería en 1655 en el más
ricos e influyentes colono de la localidad, Blas de Alzola y Torres. (Manuel
Hernández González)
1505.
Cuando el topónimo
“Taoro” se empezaba a confundir con el de Orotava, Lope Fernández y su
mujer, Elena Vázquez, vendieron a Gonzalo Muñoz, que compró en calidad de
factor administrador del duque de Medina Sidonia, ingenio con
herido, madera, pertrechos, lo gastado en la obra por Bartolomé
Benítez, y lo que quedaba por hacer.
Lope incluyó
en el lote lo que le concedió Fernández de Lugo, en el repartimiento,
destacando ingenio con herido. a la “cabecera” del Río Grande del Taoro;
las 38 fanegas puestas de cañas y regadas, con 10 de secano, útiles para viña,
que compró al catalán Jaime Joven, pedazo de “sequero” de 12 fanegas, “arriba
de las tierras de riego”, apto para majuelo; 26 fanegas regadas, junto al
cañaveral del Teniente Hernando Trujillo, propietario del primer herido,
además de renta de 500 arrobas de azúcar, que Alonso Pérez Navarrete, sucesor
de Juan Luego, había de pagar, el todo por precio global de 1.600
ducados, “de buen oro y justo peso”.
Propietario
Bartolomé Benítez de dos heridos en “la Orotava ”, copropietario de una parte de la
tierra, acordó hacer ingenios, a medias con el duque,
comprometiéndose a moler todas las cañas, “viejas y nuevas”, que produjesen las
tierras de ambos. El costo de armar el molino y la zafra, lo pagarían por
mitad, como se partirían los beneficios, descontados del “monte mayor” gastos y
diezmos, a pagar al rey o al señor, según costumbre en lugar que templario,
yendo a partes iguales en azúcar, espumas y mieles.
La
construcción del segundo ingenio, “arriba del herido de Bartolomé Benítez”, se
iniciaría de inmediato, sin que “alce la mano” hasta tenerlo
"corriente y moliente".
Tasado por
expertos neutrales, el Duque pagaría la mitad, y la parte que le tocase
en las "demasías", imprevistos inevitables en toda
construcción.
Las maquilas
del nuevo ingenio, se partirían igualmente por mitad, usando en común “cobres”
y herramientas, en tanto no estuviese terminado el ingenio nuevo.
Terminado, el antiguo quedaría a Benítez, no teniendo parte el duque. Entre los testigo del compromiso
aparece Pedro de Lugo, quizá el hijo del conquistador, sucesor en los cargos.
Inquieto por
las iniciativas de Gonzalo Muñoz, el duque apoderó a Jácome Dinarte, vecino de
Sanlúcar, para que le supervisase, metiéndole en cintura. Partió provisto de
instrucciones, fechadas a 6 de febrero de 1506. Por no satisfacerle la
adquisición, o encontrar comprador, que ofreció el precio adecuado, vendió los
derechos del duque a ingenios, tierras y cañaverales, de “primera hoja y de
cola”, que estuviesen en el Valle de la Orotava y otros “partidos”, en 1.700 arrobas de
azúcar, puestas en el ingenio de la
Orotava , “que hoy en día está hecho, a su propia costa
y micción”. El pago se haría en tres plazos: 300 arrobas a fin de junio, 700
arrobas a fin de agosto y 800 arrobas a fin de mayo de 1507. (Luisa
Álvarez de Toledo)
1505.
763-5.-Pedro Gomes. Pide 4 f . de r. y deja en blanco el
lugar. El Adelantado enmienda la cifra en 3 y pone Valle de Salazar. 1505.
1505 Enero 1.
60-22.-Doña Inés de Berrera mi
fija. Toda el agua q. se ha descubierto e parescido ...entre el río de y code e
entre la hazienda q. tiene Cristóbal de Ponte ginovés con todas las tas. q.
pudiéredes aprovechar en el dho. término. Digo con condición q. seáis obligada
de hacer un ingenio para moler las cañas q. oviere para moler y para ello vos
do término de quatro años desde oy. 8-1-1505. (Datas de Tenerife, libros I al IV)
dho. término de Berjos yendo por
el valle arriba de Berjos a la mano derecha. 14-1-1505. (Datas de Tenerife,
libros I AL IV)
1505 Enero 2.
428.-En jueves, dos días del mes
de enero del mill y quinientos y cinco años, fueron ayuntados en Cabildo en la
yglesia de Santa María de la
Concebición , el señor teniente Alonso de Belmonte y los
regidores Lope Fernandes, Fernando de Trugillo y Mateo Viña y Fernando de
Lerena y Pero Mexía.
429.- E luego todos 1os dichos
señores platycaron sobre que a sus noticias a venido que sus Altezas an puesto
o quieren poner en esta ysla los derechos que se pagan en Grand Canaría o como
quiera que sea, para que sobre ello supliquen a sus Altezas que porque esta
ysla aún no está poblada y aviendo en ella derechos sería echar a perder la
isla y despoblarla, lo qual sería desservicio de sus Altezas, acordose lo
sygulente:
430.-E luego los dichos señores
platycaron en que dixeron que muchos vecinos vernían a esta ysla ase avezindar
y por defecto que no saben sy tyenen franqueza dexan de venir de cuya cabsa
esta tierra está despoblada:
431.-Y que para esto dixeron que
será bien enbiar a sus Altezas a suplicar que diesen carta de franqueza, pues
que aquella se da a las tierras nuevamente se ganan, porque esto es conplidero
a su servicio y bien y población de la tierra; acordóse de haz ello saber a sus
Altezas y enbiar persona con poder para que lo negocíe.
1505 Enero 2.
432.- Fol. 39 v. En jueves, dos
días del mes de enero de Mdv años, se pregonó en qua- tro pregones esta hordenança
de los gomeros para que todos saliesen de la ysla como en la dicha hordenança
se contyene; pregonóse públicamente en esta plaça desta villa y en otros tres
lugares departydores por Francisco pregonero, de bervo a verbo, como en la
dicha hordenancça se contyene, en alta boz. Testigos, francisco Serrano,
Gonçalo Rodríguez, Matín Martínes, AlfonsoVaez, Pero López de Villera y otros
muchos vecinos e moradores, estantes y abitantes en la dicha ysla.=Antón de
Vallejo, escrivano público.
433.-En domingo, doze días del
dicho mes del dicho año de quinientos y cinco años, se pregonó la hordenança de
los pesos y medidas, en alta boz, por Francisco, pregonero público, en saliendo
que salieron de bísperas e de oyr el sermón de
señor Sant Lazaro; a que fueron testigos Fernando de Truglllo, fernando
de Lerena, Lope Fernandes, regidores e otros muchos.=Antón de Vallejo,
escrivano público.
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