martes, 18 de noviembre de 2014

¿QUIENES SOMOS LOS MAZIGIOS CANARIOS?


Eduardo Pedro García Rodríguez

CAPITULO I



DEDICATORIA




A

H U P A L U P A

  [Hermogenes Afonso de la Cruz]
                                                             





















ORACION GUANCHE A LA SOL

¡¡Uh!! Magné Mastáy   Achen tumba Manéy.
¡Uh! Ma gdnná, Mastay   ase-n tunwa, Maney.
Tanemir uhana gek magék  Enehana benijime
barba  Enaguapa acha abezan.
Tansmmirt uyan ajeq Mayeq n eyenna benn iyimme
Hansa n wafa ass abezzan.

TRADUCCION AL CASTELLANO
¡¡Oh!! Madre del cielo  Madre de la tierra.
¡Oh! Madre del cielo, Madre del   crecimiento  de la  herman­dad,
Madre de lo nuevo.
Gracias poderosa Sol por salir un día más  para alumbrar la noche.
Gracias, joya que eres fulgor, Sol del comienzo del alba,
que tiñe siempre de luz toda la oscuridad (o maldad).

Traducción al castellano del Dr. Ignacio Reyes García.





 

 





                                                      













INTRODUCCIÓN


“La primera obligación del que historia ha de ser decir
  la verdad sin pasión y sin lisonja...”

 José Álvarez Rixo

Desde tiempos inmediatos a la conquista de las islas Canarias, los cronistas e historiadores españoles o españofilos, vienen encasillando la cultura mazigia del pueblo guanche  de manera peyorativa como una cultura neolítica, este concepto sostenido y difundido ampliamente por los estamentos oficiales y oficialistas, tienden a crear en la población Canaria la idea de que nuestros antepasados eran unos simples cavernícolas, poco más que unos primates con palos, esta supuesta situación de cultura material del pueblo guanche fue esgrimida por los europeos, como una  especie de dogma de fe para abrogarse un supuesto derecho de apropiación del país, mediante sangrientas guerras de  conquistas auspiciadas por las bulas expedidas por algunos Papas.  Amparándose en ellas, y creyéndose portadores de una civilización supuestamente más avanzada y en nombre de un Dios según ellos justo y misericordioso, masacraron mediante las guerras por ellos declarada unilateralmente, esclavizaron, violaron y expoliaron impunemente a un pueblo que, como el guanche, jamás traspasó sus fronteras para ofender a nadie, por el contrario fue siempre victima de los esclavistas y piratas europeos desde el mismo momento en que éstos tuvieron noticias de la existencia de las islas en baja edad media.

Creemos que una sociedad aislada del exterior, como lo fue la guanche durante más de mil ochocientos años de su historia, hasta que los europeos mantuvieron los primeros y desafortunados contacto en el siglo XIV, (y que como consecuencia de ese aislamiento,) tuvo que adatarse a los medios materiales que les ofrecía el entorno donde desarrollaban su vida cotidiana. Por consiguiente, al carecer las islas de metales factibles de ser manufacturados artesanalmente, tuvieron que desarrollar una cultura material cimentada en los elementos que podían obtener del entorno natural, y en los cuales llegaron a ser verdaderos artífices tal como han reconocido los propios cronistas e historiadores españoles. En cambio en los aspectos sociales y espirituales, la cultura guanche se encontraba avanzada a años luz de la representada por los “civilizados” europeos tal como puede comprobarse en la historiografía que trata de la  época. Para sustentar la idea de que la cultura de los antiguos canarios se encontraba en una fase de desarrollo neolítico, por ejemplo, no dudaron en extender la falacia de que la población guanche habitaba solamente en cuevas, esta afirmación sostenida durante centurias no deja de ser un  infundio más, urdido por los conquistadores, si bien es verdad que una parte de la población(un 20%) usaban  las cuevas naturales allí donde las había, no es menos cierto que la mayoría vivían en casas terreras construidas con piedras y techadas con lajas o torta de barro, del mismo tipo de las que construyeron los conquistadores y colonizadores en los primeros tiempos de su asentamiento en las tierras usurpadas. En aquellas zonas donde las cuevas naturales no abundaban, los guanches construían sus viviendas horadando la toba creando cuevas espaciosas y bien ventiladas e higiénicas, concepto éste último que los europeos de la época no tenían en cuenta cuando construían las suyas.

Por otra parte, el hecho de que  una sociedad eminentemente ganadera y semi nómada por razón de la disponibilidad estacional de los pastos, y habituada a una vida al aire libre y plenamente integrada en la naturaleza, no desarrollase una cultura netamente urbana según la concepción europea, no suponen que esa sociedad fuese cavernícola, prueba evidente de ello es la multitud de asentamientos en poblados con todas las características urbanas, como los pueblos de la isla de Tamarant. Además, ahondando un poco más en el tema, en las capitulaciones habidas entre los reyes Isabel y Fernando con el bandolero Alonso Fernández de Lugo para el reparto de los despojos resultantes de la conquista de Tenerife, recoge tácitamente el reparto de tierras, cuevas, casas y heredades, en este aspecto hay que tener en cuenta que Alonso de Lugo tenía la experiencia de los repartos de Gran  Canaria y La Palma.

 Existen pueblos en el mundo cuyas sociedades no son estrictamente urbanas como por ejemplo, los pueblos autóctonos norteamericanos, los pueblos esteparios, pueblos del Sur y Centro América e incluso los Inuk, entre otros a los que no se les aplica los calificativos de neolíticos o cavernícolas, a pesar de que como hemos dicho no formaron sociedades netamente urbanas.

En cuanto al término, prehistoria, que emplean los historiadores oficiales para designar los periodos de nuestra historia referentes a las épocas de los primeros asentamientos en las islas y  pre colonial europea, la rechazamos de plano.

Generalmente el término prehistoria se aplica al periodo de la humanidad en que no se conocía la escritura, este no es el caso de la antigua sociedad canaria pues está sobradamente probado que los guanches tenían y usaban la escritura, (al margen del soporte empleado para la misma) por tanto nos encontramos ante otra falacia histórica creada por los conquistadores y sostenida por los colonizadores hasta nuestros días. Tenemos el testimonio de primera mano vertido en las postrimerías de la ocupación, por el fraile dominico Alonso de Espinosa quien nos dice: ...aprovechándome de las antiguas pinturas que esto refieren y sirven de escritura..., como podemos ver queda confirmado el uso de la escritura por la sociedad guanche, además este extremo queda reforzado por la firma de algunos guanches notorios  en  documentos de los primeros años de la conquista cuya grafía es similar a otras que se pueden ver en algunos grabados rupestres y que se alejan totalmente de la grafía castellana de la época.


                             Firmas de los Menceyes Guanches según Leopoldo de la Rosa Olivera

Así mismo, rechazamos los términos pre o poshispánico por varias razones, primero: porque España como estado conexionado no existía en los tiempos de la conquista de Canarias: segundo porque creemos más apropiados y ajustados a la realidad los términos –pre- o –pos- coloniales y tercero, porque las primeras conquistas de las islas en todo caso, no la realizaron españoles sino piratas normandos. (hoy franceses)

En cuanto a la capacidad intelectual del pueblo guanche, tan ampliamente denostada por el sistema cultural de los españoles, era con mucho superior al de éstos, como ejemplo de lo que afirmamos digamos que de los invasores muy pocos sabían leer y escribir incluso entre los capitanes e hijadalgos, de ahí, que se hicieran acompañar en sus correrías de una pléyade de escribanos. En cambio los guanches testigos y victimas de la conquista que por una razón u otra, decidieron asumir la cultura impuesta, desde los primeros tiempos de la ocupación no sólo dominaron la lengua castellana, sino que aprendieron con inusitada rapidez a leer y escribir en dicha lengua. Esto fue así hasta el punto de que las primeras generaciones de guanches de la pos conquista, ya aportaron al sistema colonial grandes dignidades en el campo de las leyes, la iglesia y las milicias, e incluso antes de la invasión de Tenerife ya había frailes canarios entre ellos podemos destacar a Idubaren, Belmanua y Antón Guanche.


Testigos directos de la conquista de la isla de Tenerife, como lo fue Derimán, (hijo de Bentor y nieto de Benchomo) a quien después de bautizado le impusieron el nombre de Cristóbal Hernández de Tahoro, y que posteriormente tomó el nombre de su abuelo como apellido, llamándose Cristóbal Bencomo de Tahoro o Tahodio. Éste nieto de Benchomo estudió en Sevilla, la carrera de vocero, (abogado) quien ya establecido en su patria, escribió una historia de la conquista de la cual circularon tres ejemplares manuscritos que lamentablemente se han perdido.

Posteriormente, conforme los conquistadores iban afianzando su dominio del país, paralelamente, aumentaban el grado de represión tanto militar como eclesiástico, contra los naturales con tal virulencia y efectividad que, exceptuando a algunas familias nobles, al resto de los habitantes consiguieron degradarlos a un estado de total brutalidad en poco más de un siglo. En América, llevaron una política similar, así vemos como pueblos que fueron poseedores de una cultura material muy desarrollada, como los Mayas o los Incas, en menos de dos siglos el colonialismo español consiguió  desenraizarlos totalmente de su cultura ancestral hasta tal extremo que hoy en día son incapaces de leer las escrituras de sus antepasados (Cuyo significado sigue prácticamente perdido para el resto del mundo.)

Más cerca en el espacio tenemos ejemplos de civilizaciones destruidas como consecuencia de las invasiones de unos pueblos a otros, civilizaciones tan avanzadas como la Persa, Etrusca o la Fenicia, desaparecieron como consecuencia del empuje de sus conquistadores, igual suerte corrió la varias veces milenaria civilización egipcia, tras la invasión árabe. Los egipcios, en una centuria quedaron totalmente desenraizados de sus ancestros hasta el extremo de que, a pesar de tener a la vista las grandiosas ruinas de su esplendoroso pasado, les eran totalmente ajenas, como si hubiesen pertenecido a otro pueblo.

 Otra invasión europea, en esta ocasión dirigida por Napoleón, hizo posible que los egipcios tomaran conciencia de su pasado mediante el encuentro por parte de  Champolion de la clave que permitió el desciframiento de la piedra de Rosetta, y con ella, el acceso a las antiguas escritura egipcias, las cuales han permitido al pueblo egipcio recuperar la dignidad y orgullo nacionales de que habían sido desposeídos. Así pues, no nos extrañemos de que a los canarios nos hayan hecho olvidar las claves necesarias para descifrar la escritura de nuestros antepasados. En este aspecto sólo nos queda esperar la llegada de nuestro particular Champolión.

                                        Firma del guanche Alonso Sanchez

En el aspecto del asentamiento de las primeras comunidades humanas en las islas, es abundante la literatura mítica de los autores clásicos europeos, (griegos y romanos) a los que se les supone que hacen referencias a las islas canarias. Estas leyendas que poseen una gran carga de romanticismo trasnochado, han sido sostenidas y divulgadas hasta la saciedad por autores posteriores, tanto europeos como canarios,  quizás  porque es mucho más cómodo para éstos continuar manteniendo una situación generalmente aceptada, aunque ésta se base en infundios manifiestos, que investigar seriamente los orígenes de la cuestión.



Esta situación acomodaticia a sido asumida por un buen número de investigadores actuales, de los cuales algunos desgraciadamente, ostentan el marchamo de canarios, los que mantienen actitudes promovidas por el sistema imperante en nuestro país durante más de quinientos años, sin que al parecer, el tiempo haya transcurrido para éstos fieles guardianes de los intereses culturales y culturizadores de sus amos de la metrópoli. Ésta siempre ha sido buena dadora de excelentes sueldos y prebendas con los que premia la tradicional fidelidad mostrada por la pequeña y mediana burguesía dependiente canaria, (funcionarios, profesores de E.G.B., profesores universitarios, parte del clero, periodistas, policías al servicio de España, etc.etc.), auténtica clase tapón que obstaculiza al resto de la sociedad canaria, el logro de sus justas reivindicaciones sociales y políticas.



Esta actitud mantenida desde siempre por los intelectuales e intelectualoides canarios, viene siendo denunciada desde hace tiempo incluso por sus colegas  europeos, veamos lo que al respecto opina el escritor y periodista español Eduardo Barrenechea, en un libro publicado en el año 1978 y del que desgraciadamente, su análisis de la situación cultural de Canarias  continua estando vigente en nuestros días:

<<Cuando menos, resulta paradójico que los canarios aprenden de memoria la lista de los reyes godos y no se les explique quien fue Bencomo. Se les gloria el nombre del conquistador normando francés Juan de Bethencourt o del limiado Gadifer de la Salle y nada saben de Guadarfía o de Tinguaro, conocen quien fue Benítez de Lugo e ignoran al mencey Bentore. Saben pues, con mil lujos de detalle tan sólo una de las ramas de los ascendientes que han dado origen a su actual etnia. Pero nada saben – o muy poco – de quiénes eran los pobladores aborígenes de las islas antes de la conquista. En el mismo orden de contrasentidos habría que situar la enseñanza de las ciencias naturales, donde los canarios son impuestos en unas características imperantes en la Península que absolutamente nada tienen que ver con la geología, la flora, la fauna, el clima, etc. etc., de su tierra situada junto al Trópico de Cáncer y al costado del África sahariana .>>

Por otra parte, es digno de destacar la labor encomiable de otros grupos de estudiosos de nuestra auténtica historia formados, unos, por gentes procedentes de los estamentos universitarios y de la enseñanza en general, y otros, simples ciudadanos sin titulación universitaria, es decir, sin patentes de corso en la enseñanza o la investigación, que sintiendo un profundo amor por su Matria, dedican todos sus esfuerzos y capacidad a la investigación y estudio de nuestras verdaderas raíces (derecho elemental de cualquier pueblo, pero que en nuestro caso, son continuamente mediatizados y tevirgesados por los poderes mediáticos), quienes a pesar de ser continuamente perseguidos y acosados, hasta el punto que, incluso se les impide el que puedan hacer llegar sus descubrimientos o pensamientos a la sociedad canaria, para ello no dudan en Influir en las empresas editoriales y en los medios de comunicación con la “sugerencia” de las posibles pérdidas de subvenciones o prebendas que podrían suponerles el publicar la obra de determinados autores. A pesar de este cerco orquestado desde el poder, estos autores canarios  mantienen con entereza y dignidad una desigual lucha, enfrentándose al gigantesco aparato cultural montado y sustentado por el sistema colonial del estado español en Canarias.

Existe un tercer grupo implicado en el hecho cultural nacional canario, formado por los individuos que teniendo conciencia de la continua manipulación de nuestra realidad histórica, tanto del pasado como del presente, asisten como espectadores indolentes al secuestro de nuestras señas de identidad anteponiendo el generoso sueldo que reciben del sistema, a la realidad sociocultural que nos envuelve, manteniendo ante esta situación denigrante una actitud similar a la de los tres monos. Las personas integradas en este grupo se encuentran cómodas no adquiriendo ningún compromiso personal o colectivo, siendo  por tanto, su actitud, más censurable sí cabe que la de los primeros.

Es frecuente, que importantes empresas foráneas establecidas en Canarias, amenacen con retirar su publicidad de los medios canarios de comunicación sí éstos no siguen las directrices culturales e informativas que marcan las mismas. Igual actitud hacía los medios muestran ciertos organismos oficiales autonómicos. No deja de ser paradójico que determinadas empresas que sustentan sus actividades sobre la base de los monopolios, (Situación que hoy en día sólo se da en las colonias) y por consiguiente sin ninguna competencia en sus actividades económicas, mantengan regulares e importantes campañas publicitarias, mediante las cuales influyen en el control económico de los medios de comunicación, lo que naturalmente conlleva el control ideológico de los mismos.


Algunos aspectos de la escritura de los antiguos canarios, a la derecha signos procedentes del Barranco de Candia, en la isla de Ecero o Hero (Hierro), (según un grabado de Sabin Berthelot.)

El maziologo y lingïísta, Aknar n – Ayt Unaga.  (Alias: Manuel Suárez Rosales.) Con su fina visión de la problemática cultural y económica de Canarias, en una interesante conferencia pronunciada en Barcelona, España (julio de 2001), analiza con detenimiento la realidad de nuestro país. De dicha conferencia extractamos los siguientes párrafos: <<Taknara, esto es, la nación canaria, es una realidad histórica prácticamente desconocida en Europa. Tanto los medios de comunicación masivos de la Metrópoli como los de la colonia ocultan sistemáticamente esa realidad, y en los libros de texto se aprende en Taknara todo lo concerniente al enemigo histórico de esta nación insular norteafricana, pero nada acerca de la misma. La alienación cultural de los canarios es, pues, consecuencia del etnocidio practicado desde hace siglos por España en Taknara para potenciar la dominación política, cultural y económica sobre éste país de estirpe mazígia. (“beréber”) No obstante, pese a  la imposición por parte de España a los canarios de la amnesia colectiva, la resistencia canaria al ocupante hispano nunca desapareció del todo, manifestándose incluso en otras antiguas posesiones coloniales de España, como en Cuba, donde siete canarios alcanzaron el grado de general en el ejército Libertador cubano>>.  

             Debajo de ésta líneas a la izquierda, panel localizado en el Roque Bentaiga, Gran Canaria. Observse la coincidencia de algunos de los signos con las firmas castellanizadas de los guanches Gonzalo Afonso Tabares y Alonso Sánchez. (página 12)






                                    
                                                                                              















2 comentarios:

  1. No se porqué todo lo tildan de amazigh, si aquí también estaban mezclados con otras razas. Y las firmas del principio son de los canarios que fueron a la conquista de Tenerife con el adelantado.

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  2. Me gustaría ver la oración del principio como se escribió originalmente, pues esa ma da que está en parte modificada. Y cuál es la traducción tradicional, no la que traducen otros.

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