Eduardo Pedro García Rodríguez
CAPITULO I
DEDICATORIA
A
H U P A L U P A
[Hermogenes
Afonso de la Cruz ]
ORACION
GUANCHE A LA SOL
¡¡Uh!! Magné
Mastáy Achen tumba Manéy.
¡Uh! Ma
gdnná, Mastay ase-n tunwa, Maney.
Tanemir uhana
gek magék Enehana benijime
barba Enaguapa acha abezan.
Tansmmirt
uyan ajeq Mayeq n eyenna benn iyimme
Hansa n wafa ass abezzan.
TRADUCCION
AL CASTELLANO
¡¡Oh!! Madre
del
cielo Madre de la tierra.
¡Oh!
Madre del cielo, Madre del
crecimiento de la hermandad,
Madre
de lo nuevo.
Gracias
poderosa Sol por salir un día más para alumbrar la noche.
Gracias,
joya que eres fulgor, Sol del comienzo del alba,
que tiñe siempre de luz toda la
oscuridad (o maldad).
Traducción
al castellano del Dr. Ignacio Reyes García.
INTRODUCCIÓN
“La primera obligación del
que historia ha de ser decir
la verdad sin pasión y sin lisonja...”
José Álvarez Rixo
Desde tiempos inmediatos a la
conquista de las islas Canarias, los cronistas e historiadores españoles o
españofilos, vienen encasillando la cultura mazigia del pueblo guanche de manera peyorativa como una cultura
neolítica, este concepto sostenido y difundido ampliamente por los estamentos
oficiales y oficialistas, tienden a crear en la población Canaria la idea de
que nuestros antepasados eran unos simples cavernícolas, poco más que unos
primates con palos, esta supuesta situación de cultura material del pueblo
guanche fue esgrimida por los europeos, como una especie de dogma de fe para abrogarse un
supuesto derecho de apropiación del país, mediante sangrientas guerras de conquistas auspiciadas por las bulas
expedidas por algunos Papas. Amparándose
en ellas, y creyéndose portadores de una civilización supuestamente más
avanzada y en nombre de un Dios según ellos justo y misericordioso, masacraron
mediante las guerras por ellos declarada unilateralmente, esclavizaron,
violaron y expoliaron impunemente a un pueblo que, como el guanche, jamás
traspasó sus fronteras para ofender a nadie, por el contrario fue siempre victima
de los esclavistas y piratas europeos desde el mismo momento en que éstos
tuvieron noticias de la existencia de las islas en baja edad media.
Creemos que una sociedad
aislada del exterior, como lo fue la guanche durante más de mil ochocientos
años de su historia, hasta que los europeos mantuvieron los primeros y
desafortunados contacto en el siglo XIV, (y que como consecuencia de ese
aislamiento,) tuvo que adatarse a los medios materiales que les ofrecía el
entorno donde desarrollaban su vida cotidiana. Por consiguiente, al carecer las
islas de metales factibles de ser manufacturados artesanalmente, tuvieron que
desarrollar una cultura material cimentada en los elementos que podían obtener
del entorno natural, y en los cuales llegaron a ser verdaderos artífices tal
como han reconocido los propios cronistas e historiadores españoles. En cambio
en los aspectos sociales y espirituales, la cultura guanche se encontraba
avanzada a años luz de la representada por los “civilizados” europeos tal como
puede comprobarse en la historiografía que trata de la época. Para
sustentar la idea de que la cultura de los antiguos canarios se encontraba en
una fase de desarrollo neolítico, por ejemplo, no dudaron en extender la
falacia de que la población guanche habitaba solamente en cuevas, esta
afirmación sostenida durante centurias no deja de ser un infundio más, urdido por los conquistadores,
si bien es verdad que una parte de la población(un 20%) usaban las cuevas naturales allí donde las había, no
es menos cierto que la mayoría vivían en casas terreras construidas con piedras
y techadas con lajas o torta de barro, del mismo tipo de las que construyeron
los conquistadores y colonizadores en los primeros tiempos de su asentamiento
en las tierras usurpadas. En aquellas zonas donde las cuevas naturales no
abundaban, los guanches construían sus viviendas horadando la toba creando
cuevas espaciosas y bien ventiladas e higiénicas, concepto éste último que los
europeos de la época no tenían en cuenta cuando construían las suyas.
Por otra parte, el hecho de
que una sociedad eminentemente ganadera
y semi nómada por razón de la disponibilidad estacional de los pastos, y
habituada a una vida al aire libre y plenamente integrada en la naturaleza, no
desarrollase una cultura netamente urbana según la concepción europea, no
suponen que esa sociedad fuese cavernícola, prueba evidente de ello es la
multitud de asentamientos en poblados con todas las características urbanas,
como los pueblos de la isla de Tamarant. Además, ahondando un poco más en el
tema, en las capitulaciones habidas entre los reyes Isabel y Fernando con el
bandolero Alonso Fernández de Lugo para el reparto de los despojos resultantes
de la conquista de Tenerife, recoge tácitamente el reparto de tierras,
cuevas, casas y heredades, en este aspecto hay que tener en cuenta
que Alonso de Lugo tenía la experiencia de los repartos de Gran Canaria y La Palma.
Existen pueblos en el mundo cuyas sociedades
no son estrictamente urbanas como por ejemplo, los pueblos autóctonos
norteamericanos, los pueblos esteparios, pueblos del Sur y Centro América e
incluso los Inuk, entre otros a los que no se les aplica los calificativos de
neolíticos o cavernícolas, a pesar de que como hemos dicho no formaron
sociedades netamente urbanas.
En cuanto al término,
prehistoria, que emplean los historiadores oficiales para designar los periodos
de nuestra historia referentes a las épocas de los primeros asentamientos en
las islas y pre colonial europea, la
rechazamos de plano.
Generalmente el término
prehistoria se aplica al periodo de la humanidad en que no se conocía la
escritura, este no es el caso de la antigua sociedad canaria pues está
sobradamente probado que los guanches tenían y usaban la escritura, (al margen
del soporte empleado para la misma) por tanto nos encontramos ante otra falacia
histórica creada por los conquistadores y sostenida por los colonizadores hasta
nuestros días. Tenemos el testimonio de primera mano vertido en las
postrimerías de la ocupación, por el fraile dominico Alonso de Espinosa quien
nos dice: ...aprovechándome de las antiguas pinturas que esto refieren y
sirven de escritura..., como podemos ver queda confirmado el uso de
la escritura por la sociedad guanche, además este extremo queda reforzado por
la firma de algunos guanches notorios
en documentos de los primeros
años de la conquista cuya grafía es similar a otras que se pueden ver en
algunos grabados rupestres y que se alejan totalmente de la grafía castellana
de la época.
Así mismo, rechazamos los
términos pre o poshispánico por varias razones, primero: porque España como
estado conexionado no existía en los tiempos de la conquista de Canarias:
segundo porque creemos más apropiados y ajustados a la realidad los términos –pre-
o –pos- coloniales y tercero, porque las primeras conquistas de las islas en
todo caso, no la realizaron españoles sino piratas normandos. (hoy franceses)
En cuanto a la capacidad
intelectual del pueblo guanche, tan ampliamente denostada por el sistema cultural
de los españoles, era con mucho superior al de éstos, como ejemplo de lo que
afirmamos digamos que de los invasores muy pocos sabían leer y escribir incluso
entre los capitanes e hijadalgos, de ahí, que se hicieran acompañar en sus
correrías de una pléyade de escribanos. En cambio los guanches testigos y
victimas de la conquista que por una razón u otra, decidieron asumir la cultura
impuesta, desde los primeros tiempos de la ocupación no sólo dominaron la
lengua castellana, sino que aprendieron con inusitada rapidez a leer y escribir
en dicha lengua. Esto fue así hasta el punto de que las primeras generaciones
de guanches de la pos conquista, ya aportaron al sistema colonial grandes
dignidades en el campo de las leyes, la iglesia y las milicias, e incluso antes
de la invasión de Tenerife ya había frailes canarios entre ellos podemos
destacar a Idubaren, Belmanua y Antón Guanche.
Testigos directos de la
conquista de la isla de Tenerife, como lo fue Derimán, (hijo de Bentor y
nieto de Benchomo) a quien después de bautizado le impusieron el nombre de
Cristóbal Hernández de Tahoro, y que posteriormente tomó el nombre de su abuelo
como apellido, llamándose Cristóbal Bencomo de Tahoro o Tahodio. Éste nieto de
Benchomo estudió en Sevilla, la carrera de vocero, (abogado) quien ya
establecido en su patria, escribió una historia de la conquista de la cual
circularon tres ejemplares manuscritos que lamentablemente se han perdido.
Posteriormente, conforme los
conquistadores iban afianzando su dominio del país, paralelamente, aumentaban
el grado de represión tanto militar como eclesiástico, contra los naturales con
tal virulencia y efectividad que, exceptuando a algunas familias nobles, al
resto de los habitantes consiguieron degradarlos a un estado de total
brutalidad en poco más de un siglo. En América, llevaron una política similar,
así vemos como pueblos que fueron poseedores de una cultura material muy
desarrollada, como los Mayas o los Incas, en menos de dos siglos el
colonialismo español consiguió
desenraizarlos totalmente de su cultura ancestral hasta tal extremo que
hoy en día son incapaces de leer las escrituras de sus antepasados (Cuyo
significado sigue prácticamente perdido para el resto del mundo.)
Más cerca en el espacio tenemos
ejemplos de civilizaciones destruidas como consecuencia de las invasiones de
unos pueblos a otros, civilizaciones tan avanzadas como la Persa , Etrusca o la Fenicia , desaparecieron
como consecuencia del empuje de sus conquistadores, igual suerte corrió la
varias veces milenaria civilización egipcia, tras la invasión árabe. Los
egipcios, en una centuria quedaron totalmente desenraizados de sus ancestros
hasta el extremo de que, a pesar de tener a la vista las grandiosas ruinas de
su esplendoroso pasado, les eran totalmente ajenas, como si hubiesen
pertenecido a otro pueblo.
Otra invasión
europea, en esta ocasión dirigida por Napoleón, hizo posible que los egipcios
tomaran conciencia de su pasado mediante el encuentro por parte de Champolion de
la clave que permitió el desciframiento de la piedra de Rosetta, y con ella, el
acceso a las antiguas escritura egipcias, las cuales han permitido al pueblo
egipcio recuperar la dignidad y orgullo nacionales de que habían sido
desposeídos. Así pues, no nos extrañemos de que a los canarios nos hayan hecho
olvidar las claves necesarias para descifrar la escritura de nuestros
antepasados. En este aspecto sólo nos queda esperar la llegada de nuestro
particular Champolión.
Firma del guanche Alonso Sanchez
En el aspecto
del asentamiento de las primeras comunidades humanas en las islas, es abundante
la literatura mítica de los autores clásicos europeos, (griegos y romanos) a
los que se les supone que hacen referencias a las islas canarias. Estas
leyendas que poseen una gran carga de romanticismo trasnochado, han sido
sostenidas y divulgadas hasta la saciedad por autores posteriores, tanto
europeos como canarios, quizás porque es mucho más cómodo para éstos
continuar manteniendo una situación generalmente aceptada, aunque ésta se base
en infundios manifiestos, que investigar seriamente los orígenes de la
cuestión.
Esta situación
acomodaticia a sido asumida por un buen número de investigadores actuales, de
los cuales algunos desgraciadamente, ostentan el marchamo de canarios, los que
mantienen actitudes promovidas por el sistema imperante en nuestro país durante
más de quinientos años, sin que al parecer, el tiempo haya transcurrido para
éstos fieles guardianes de los intereses culturales y culturizadores de sus amos
de la metrópoli. Ésta siempre ha sido buena dadora de excelentes sueldos y
prebendas con los que premia la tradicional fidelidad mostrada por la pequeña y
mediana burguesía dependiente canaria, (funcionarios, profesores de E.G.B.,
profesores universitarios, parte del clero, periodistas, policías al servicio
de España, etc.etc.), auténtica clase tapón que obstaculiza al resto de la
sociedad canaria, el logro de sus justas reivindicaciones sociales y políticas.
Esta actitud
mantenida desde siempre por los intelectuales e intelectualoides canarios,
viene siendo denunciada desde hace tiempo incluso por sus colegas europeos, veamos lo que al respecto opina el
escritor y periodista español Eduardo Barrenechea, en un libro publicado en el
año 1978 y del que desgraciadamente, su análisis de la situación cultural de
Canarias continua estando vigente en
nuestros días:
<<Cuando
menos, resulta paradójico que los canarios aprenden de memoria la lista de los
reyes godos y no se les explique quien fue Bencomo. Se les gloria el nombre del
conquistador normando francés Juan de Bethencourt o del limiado Gadifer de la Salle y nada saben de
Guadarfía o de Tinguaro, conocen quien fue Benítez de Lugo e ignoran al mencey
Bentore. Saben pues, con mil lujos de detalle tan sólo una de las ramas de los
ascendientes que han dado origen a su actual etnia. Pero nada saben – o muy
poco – de quiénes eran los pobladores aborígenes de las islas antes de la
conquista. En el mismo orden de contrasentidos habría que situar la enseñanza
de las ciencias naturales, donde los canarios son impuestos en unas
características imperantes en la
Península que absolutamente nada tienen que ver con la
geología, la flora, la fauna, el clima, etc. etc., de su tierra situada junto
al Trópico de Cáncer y al costado del África sahariana .>>
Por otra
parte, es digno de destacar la labor encomiable de otros grupos de estudiosos
de nuestra auténtica historia formados, unos, por gentes procedentes de los
estamentos universitarios y de la enseñanza en general, y otros, simples
ciudadanos sin titulación universitaria, es decir, sin patentes de corso en la
enseñanza o la investigación, que sintiendo un profundo amor por su Matria,
dedican todos sus esfuerzos y capacidad a la investigación y estudio de
nuestras verdaderas raíces (derecho elemental de cualquier pueblo, pero que en
nuestro caso, son continuamente mediatizados y tevirgesados por los poderes
mediáticos), quienes a pesar de ser continuamente perseguidos y acosados, hasta
el punto que, incluso se les impide el que puedan hacer llegar sus
descubrimientos o pensamientos a la sociedad canaria, para ello no dudan en
Influir en las empresas editoriales y en los medios de comunicación con la
“sugerencia” de las posibles pérdidas de subvenciones o prebendas que podrían
suponerles el publicar la obra de determinados autores. A pesar de este cerco
orquestado desde el poder, estos autores canarios mantienen con entereza y dignidad una
desigual lucha, enfrentándose al gigantesco aparato cultural montado y
sustentado por el sistema colonial del estado español en Canarias.
Existe un
tercer grupo implicado en el hecho cultural nacional canario, formado por los
individuos que teniendo conciencia de la continua manipulación de nuestra
realidad histórica, tanto del pasado como del presente, asisten como
espectadores indolentes al secuestro de nuestras señas de identidad
anteponiendo el generoso sueldo que reciben del sistema, a la realidad
sociocultural que nos envuelve, manteniendo ante esta situación denigrante una
actitud similar a la de los tres monos. Las personas integradas en este grupo
se encuentran cómodas no adquiriendo ningún compromiso personal o colectivo,
siendo por tanto, su actitud, más
censurable sí cabe que la de los primeros.
Es frecuente,
que importantes empresas foráneas establecidas en Canarias, amenacen con
retirar su publicidad de los medios canarios de comunicación sí éstos no siguen
las directrices culturales e informativas que marcan las mismas. Igual actitud
hacía los medios muestran ciertos organismos oficiales autonómicos. No deja de
ser paradójico que determinadas empresas que sustentan sus actividades sobre la
base de los monopolios, (Situación que hoy en día sólo se da en las colonias) y
por consiguiente sin ninguna competencia en sus actividades económicas,
mantengan regulares e importantes campañas publicitarias, mediante las cuales
influyen en el control económico de los medios de comunicación, lo que
naturalmente conlleva el control ideológico de los mismos.
Algunos aspectos de la escritura de los antiguos canarios, a la derecha signos procedentes del Barranco de Candia, en la isla de Ecero o Hero (Hierro), (según un grabado de Sabin Berthelot.)
El maziologo y
lingïísta, Aknar n – Ayt Unaga. (Alias:
Manuel Suárez Rosales.) Con su fina visión de la problemática cultural y
económica de Canarias, en una interesante conferencia pronunciada en Barcelona,
España (julio de 2001), analiza con detenimiento la realidad de nuestro país.
De dicha conferencia extractamos los siguientes párrafos: <<Taknara,
esto es, la nación canaria, es una realidad histórica prácticamente desconocida
en Europa. Tanto los medios de comunicación masivos de la Metrópoli como los de la
colonia ocultan sistemáticamente esa realidad, y en los libros de texto se
aprende en Taknara todo lo concerniente al enemigo histórico de esta nación
insular norteafricana, pero nada acerca de la misma. La alienación cultural de
los canarios es, pues, consecuencia del etnocidio practicado desde hace siglos
por España en Taknara para potenciar la dominación política, cultural y
económica sobre éste país de estirpe mazígia. (“beréber”) No obstante, pese
a la imposición por parte de España a los
canarios de la amnesia colectiva, la resistencia canaria al ocupante hispano
nunca desapareció del todo, manifestándose incluso en otras antiguas posesiones
coloniales de España, como en Cuba, donde siete canarios alcanzaron el grado de
general en el ejército Libertador cubano>>.
Debajo de ésta líneas a la
izquierda, panel localizado en el Roque Bentaiga, Gran Canaria. Observse la
coincidencia de algunos de los signos con las firmas castellanizadas de los
guanches Gonzalo Afonso Tabares y Alonso Sánchez. (página 12)
No se porqué todo lo tildan de amazigh, si aquí también estaban mezclados con otras razas. Y las firmas del principio son de los canarios que fueron a la conquista de Tenerife con el adelantado.
ResponderEliminarMe gustaría ver la oración del principio como se escribió originalmente, pues esa ma da que está en parte modificada. Y cuál es la traducción tradicional, no la que traducen otros.
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