1955 noviembre 24.
Falleció en su domicilio de
Güímar, en la calle Arafo, a las seis de la tarde, Juan Antonio Viera y Delgado
(1859-1955), sacristán, sochantre, comerciante, interventor electoral, jurado
judicial, secretario interino del juzgado y juez municipal de Fasnia, vocal de
la junta municipal de Güimar, auxiliar de la redcaudacio0nh de hacienda, vocal
del casino “La Unión”,secretario
de la Comunidad
de aguas “Cueva grtande y Varaderos” de Barranco Hondo y tesorero de fundador
de la agrupación socialista de Güimar.
Nuestro biografiado inició su
actividad pública en su pueblo natal, como sacristán y sochantre de la Parroquia de San
Joaquín. Luego abrió un comercio en dicha localidad y, simultáneamente,
desempeñó diversos cargos: secretario acompañado e interino del Juzgado
Municipal, interventor electoral, jurado judicial y juez municipal de Fasnia.
Una vez establecido en Güímar, en esta villa abrió un nuevo comercio, en el que
también ejerció como auxiliar de la recaudación de Hacienda; además, asumió
varias responsabilidades: vocal de la Junta Municipal
del Censo Electoral, adjunto del Juzgado Municipal, vocal del Casino “La Unión”, secretario de la Comunidad de Aguas
“Cueva Grande y Varadero” de Barranco Hondo y tesorero fundador de la ejecutiva
de la Agrupación
Socialista de Güímar. Con respecto a su familia, contrajo
matrimonio en Güímar y, tras enviudar, celebró segundas nupcias en la misma
localidad, aunque solo tuvo descendencia del segundo enlace.
Su destacada familia
Nació en Fasnia el 2 de enero de
1859, siendo hijo de don Juan Viera González y doña
Justa Delgado Tejera. Tres días
después fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura párroco propio
don Basilio José Acosta Valladares; se le puso por nombre “Juan Antonio” y
actuó como madrina doña Dominga González, de la misma feligresía.
Creció en el seno de una familia
muy conocida en dicho pueblo, pues su padre, don Juan Viera González, fue
presidente interino del Ayuntamiento de Fasnia y primer alcalde popular de
dicho pueblo en la I
República. Además, otros miembros de su familia paterna
también han logrado destacar en distintas épocas: don Diego Viera Ramos, juez
municipal suplente de Fasnia; don Eleuterio Viera González (1895-1972), guardia
municipal de Fasnia; don Agapito Hernández Viera (1910-?), bombero municipal de
Santa Cruz de Tenerife; doña Victoria Viera Marrero (1927-2014), maestra
nacional; don Martín Viera Delgado (1936), luchador y
policía municipal de
Fasnia; don Alejandro Viera Rodríguez (1939), policía municipal de
Santa Cruz de
Tenerife; don Manuel Viera
Delgado, secretario de
varias comunidades de aguas y juez sustituto del Juzgado de Paz de
Fasnia; don José Daniel Díaz Viera, juez sustituto del Juzgado de Paz de
Fasnia; Don Pedro Díaz Viera (1943), pintor; don Ángel Luis González Viera
(1952), maestro; don Damián Pérez Viera (1954), seminarista, maestro y alcalde
de Fasnia; doña Luz María Díaz Viera (1954), asistente técnico sanitario; don
Ignacio Frías Viera, profesor titular de Bioquímica de la Universidad de La Laguna; doña Jovita Viera
de León (1963), psicóloga; don José Enrique Solís Viera, depositario del
Ayuntamiento de Arico; don Alfonso Domingo Solís Viera, policía local de
Güímar; doña María de los Ángeles Solís Viera, técnico de administración
general del Ayuntamiento de Güímar; y doña Luz María Viera Díaz, abogada.
El 28 de agosto de 1875, don Juan
Antonio Viera Delgado comenzó a ejercer como sacristán de la parroquia de San
Joaquín de Fasnia, siéndole renovado dicho título el 10 de septiembre de 1878,
por lo que continuó en dicho empleo hasta el 20 de junio de 1879. Dos años
después, en agosto de 1881, fue nombrado sochantre de la misma parroquia y el
11 de enero de 1882 le fue refrendado dicho título; seguía como tal en
diciembre de ese último año.1
A lo largo de dos décadas actuó
en numerosas ocasiones como secretario acompañado del Juzgado Municipal de
Fasnia, pues por lo menos lo hizo en las siguientes: el 2 de junio de 1886,
junto a don Antonio Marrero González, por incompatibilidad del secretario; de
enero al 1 de marzo de 1887, con don Agustín Martín y Armas; el 5 de marzo de
1887, junto a don Francisco Bello Díaz; del 2 de agosto al 8 de septiembre del
mismo año, con don Genaro Esquivel Rodríguez; el 19 de octubre de dicho año
1887, junto a don Manuel González; el 2 y 13 de junio y del 28 de julio al 8 de
agosto de 1888, con don José María González; el 10 de dicho mes de agosto,
junto a don Elías Marrero; del 13 al 30 de ese mismo mes (agosto de 1888), de
nuevo con don Genaro Esquivel; del 24 al 29 de septiembre de 1889, junto a su
hermano don Graciliano Viera Delgado; el 20 de febrero de 1891, con don
Francisco Tejera Cruz; el 9 de junio de 1902, junto a don Juan González Cruz; y
del 6 de julio al 15 de agosto de ese mismo año, con don Jorge Esquivel Díaz.
Además, ejerció en solitario como secretario interino de dicho Juzgado durante
casi seis meses, desde el 23 de octubre de 1889 hasta el 12 de abril de 1890.2
También actuó como interventor en
distintos procesos electorales en la mesa electoral de la sección única de
Fasnia, dentro del distrito electoral de la capital, designado por la Junta Provincial
del Censo Electoral de Canarias. Así, el 7 de diciembre de 1890 fue designado
interventor suplente en las elecciones de diputados provinciales; el 7 de abril
de 1896 fue elegido por el candidato a diputado a Cortes don Feliciano Pérez
Zamora; y el 10 de mayo de 1901 fue designado interventor suplente de ocho
candidatos para las elecciones de diputados a Cortes, celebradas el 19 del
mismo mes.3
Después de abrir un importante
comercio en el pueblo de Fasnia, el 29 de abril de 1891, a los 32 años de edad,
contrajo matrimonio en la parroquia de San Pedro de Güímar con doña María del
Pilar Avelina Pérez Castro, de 28 años, natural y vecina de dicho pueblo en la
calle del Rincón, hija de don Anselmo Pérez Delgado y doña María del Pilar
Castro Ramos; los casó y veló el presbítero don Juan Elías Hernández, coadjutor
de don Fidel Farré Pujol, Lcdo. en Sagrada Teología, examinador sinodal,
beneficiado curado propio y arcipreste del partido, siendo testigos don José
Pérez Fraga y don Rafael Hernández Delgado, de dicha vecindad. Según su
expediente matrimonial, en el momento de la boda, don Juan Antonio estaba
dedicado al comercio y era vecino de Fasnia, donde continuaron viviendo. Pero
de este enlace no hubo sucesión.
Como curiosidad, a finales de ese
mismo año 1891 don Juan Antonio participó con 4 reales en la “Suscripción para
socorro de las víctimas de las inundaciones”, según la recaudación efectuada
para ese fin en la parroquia de Fasnia4.
Estando aún avecindado en Fasnia,
en el sorteo verificado el 4 de julio de 1901 por la
sala de gobierno de la Audiencia Territorial
de Las Palmas de Gran Canaria, en cumplimiento de la Ley que establecía el juicio
por jurados, don Juan Antonio Viera resultó elegido por el Partido judicial de
Santa Cruz de Tenerife para el año de 1901 a 1902, con el número 455. Luego,
por otro sorteo celebrado en septiembre de 1902, fue designado como uno de los
20 jurados por cabezas de familia que debían conocer las causas que habrían de
verse en Santa Cruz de Tenerife, en el último cuatrimestre de dicho año6.
Pero en ese mismo año fue
nombrado juez propietario de Fasnia por el presidente de la Audiencia Territorial
de Las Palmas, responsabilidad de la que
tomó posesión el 21 de noviembre de
1902, tal como informó La
Opinión el 28 de dicho mes: “El 21 del que cursa tomó
posesión del cargo de Juez municipal de Fasnia el Sr. D. Juan A. Viera y
Delgado, respetable comerciante de aquel pueblo. / El vecindario ha acogido con
satisfacción tan acertado nombramiento”7. El 13 de junio de 1903 fue confirmado
en dicho cargo para el bienio de 1903 a 19058, por lo que continuó al frente
del Juzgado hasta el 7 de noviembre de ese último año. Pero a comienzos de
dicho año 1905, su actuación recibió fuertes críticas del editorialista de La Opinión, bajo el titular “¿Qué pasa en Fasnia?”, probablemente
por motivos ideológicos:
En este pueblo de tranquilidad y paz proverbiales, están
ahora sucediendo unas cosas muy raras.
Rara, rarísima era la detención de algún vecino que más
díscolo ó más inquieto alteraba un tanto la plácida quietud de aquella comarca.
De un mes á esta parte el Juez
municipal, D. Juan Antonio Viera Delgado ha ordenado la detención de siete
vecinos, los cuales han sido conducidos á esta Capital, por parejas de la
benemérita; cinco de estos detenidos fueron puestos en libertad inmediatamente,
por el Sr. Juez Instructor del Partido; los otros dos que fueron entregados
á esta Autoridad judicial el
Sábado último, estarán ya libres.
El extraño proceder del Juez
municipal del pueblo de Fasnia arranca desde una visita hecha, por este
funcionario, al Hotel Camacho!
¿Que clase de comida habrá
servido al Juez de Fasnia el conocido Don Luis?
Como es natural, las detenciones
han causado grande alarma en las familias de los detenidos y hasta en todos los
demás vecinos que temen por su libertad, por su honra y por su hacienda.
¿No podría ponerse coto á las
rectitudes del Juez municipal de Fasnia?...
El señor Juez de primera
instancia y el Iltmo. Sr. Presidente de la Audiencia, nos lo dirán.
Además se habla de partidas del
Registro civil, inventos de otras sin firmas, de juicios sin reintegrar y
actuaciones que no están autorizadas debidamente... ¿Habrá empezado para los
vecinos de Fasnia una situación insostenible?...
* * *
A los dos detenidos últimamente
al llegar á Güimar, y entregados en la cárcel, se les presentó
entre diez á
once de la
noche, el secretario
del Juzgado municipal
D.
Romualdo P. Panasco, el
ex-secretario procesado de aquel Ayuntamiento, D. Manuel
Rodríguez y un policía,
manifestándoles que iban á tomarles declaración y ordenando al agente los
atara, el cual así lo verificó; añaden los encarcelados que también fueron
amenazados.
¡Están como quieren los vecinos
de Fasnia! ¡El Hotel Camacho los ha perdido!...9
En 1908, don Juan Antonio ya se
había establecido en Güímar, donde abrió un importante comercio y participó en la vida
social de la entonces villa. Así, el 2 de mayo de 1908 firmó, junto a las
principales personalidades de Güímar, un escrito de protesta y de adhesión al
oficial de Infantería don Gabriel López Fresneda, ante los hechos calumniosos
que se le imputaban a éste10.
Durante muchos
años, el Sr.
Viera fue uno
de los mayores
contribuyentes del municipio de
Güímar y, por lo tanto, tenía el derecho a elegir compromisarios para la
elección de senadores del Reino, según la Ley electoral vigente. Así figuraba en marzo de
1908, con el nº 6; en abril de 1909, con el mismo número; en febrero de 1910,
con el nº 5; en marzo de 1911, con el nº 4; y en febrero de 1914, con el nº
30.11
Perteneció como vocal a la Junta Municipal
del Censo Electoral de la Villa
de Güímar, cargo que ya ostentaba en diciembre de 190912. Años más tarde, en la
sesión celebrada el 1 de octubre de 1911 por dicha junta volvió a ser elegido
vocal de la misma para el próximo bienio, por sorteo entre los “contribuyentes
primeros por contribución industrial por no hallarse agremiados”13.
Desde enero de
1910 hasta septiembre
de 1916, tuvo
alquilada una casa
de su propiedad al Ayuntamiento
de Güímar, para su uso como casa-cuartel del Puesto de la Guardia Civil de
Güímar. Y en diciembre de 1910 fue nombrado adjunto del Juzgado Municipal de
Güímar, para el siguiente año 191114.
Como comerciante, fueron muchos
los impagos que le dejaron sus clientes, lo que le obligó a llevar al Juzgado
Municipal de Güímar a varios vecinos ausentes “en ignorado paradero”, en
reclamación de diversas cantidades que se le debían por artículos adquiridos en
su comercio. Siempre obtuvo resoluciones favorables, muchas de las cuales
concluyeron con la subasta de propiedades pertenecientes a los condenados, lo
que no quiere decir que lograra cobrar todas las deudas. Como ejemplo de ello,
llevó a juicio: en junio de 1911 a don J.C.Y.15, por 46 pesetas; en febrero de
1915 a don A.F, por 45,40 pesetas; en mayo de 1917 a doña C.G.M., vecina de
Fasnia; en junio de 1917 a doña H.M.P., vecino de Arafo, por 82 pesetas; en
octubre de 1917 a los herederos de don F.L.C., por 31,20 pesetas; en marzo de
1918 a don C.S.S.C., vecino de dicha villa, por 110,70 pesetas; en marzo de
1919 a doña F.D.R. y doña C.G.R., vecinas de
Güímar16. Asimismo, en ocasiones
ejerció como apoderado de otros
demandantes, como ocurrió en mayo de 1919, en que actuó en nombre de doña
Magdalena Pérez Castro, viuda y propietaria de dicha villa, contra don T.Y.D.,
comerciante que había sido de la misma localidad17.
En agosto de 1911 fue nombrado
auxiliar de la recaudación de Hacienda en la zona de Santa Cruz de Tenerife
para el Valle de Güímar, como destacó Diario de Tenerife el 19 de dicho mes:
“Han sido nombrados auxiliares de la recaudación de Hacienda en la zona de esta
capital, D. Juan
Antonio Viera y
don Domingo Campos
Yanez”18. En mayo
de 1921 fue confirmado como auxiliar de “la Recaudación de
Contribuciones de esta capital”, como publicó Gaceta de Tenerife el 1 de junio
inmediato19. La agencia ejecutiva de contribuciones estaba instalada en su
establecimiento comercial de Güímar.
Lamentablemente, en 1914 tuvo que declarar en las instrucciones abiertas por el
parricidio cometido en Güímar por su empleado y compadre don A.E.B., quien
asesinó a su propia hija. Dos años más tarde, tuvo que intervenir como testigo
en el juicio celebrado en 1916 por ese vil asesinato, haciendo la siguiente
declaración:
El Sr. Viera dijo entonces que es
empleado de la agencia ejecutiva de contribuciones de Güimar y por la confianza
que en él depositó su jefe, colocó de auxiliar en la misma a su compadre
A.E.B.; pero con la condición que impuso a este de que en dicha dependencia
jamás se había de presentar embriagado; que serían las 8 y media de la mañana
llegó el A. a la oficina, observando el declarante que olía fuertemente a
bebida, por lo cual le reprendió, y le dijo que se fuese, pues no quería que en
aquella forma asistiese a la oficina, y luego el A. le pidió un cigarro puro y
después de dárselo se marchó, percibiendo entonces que se tambaleaba algo, y
hasta en la puerta al salir dio un resbalón, presenciando esto D. Francisco
Estévez y D. Manuel Marrero. Por las observaciones que hizo en esta ocasión
pudo sacar en consecuencia, que aunque A. no demostraba estar completamente
embriagado, sin embargo, sí notó que bastante bebido, no solo por el fuerte
olor que despedía y el traspiés que dio al salir de la oficina, sino también
por lo que reflejaba su cara y su vista y que al hablar trocaba las palabras,
trabándosele la lengua al pronunciarlas, que su dicho compadre acostumbraba a
embriagarse bastante a menudo, pero no sabe que acostumbrase a usar armas;
jamás ha tenido conocimiento de que haya sido pendenciero en los años que le
conoce, ni nunca le ha conocido enfermedad de ninguna clase; ahora sí, siempre
le ha oído quejarse de que sus hijas se portaban mal con él, que no le daban
nada, no eran obedientes y no ayudaban nada en la casa, sin que le diera
explicaciones respecto a los fundamentos de estas acusaciones contra sus hijas,
y respecto al hecho de autos no sabe nada porque no lo presenció; y que serían
las diez de la mañana el A. volvió a presentarse por segunda vez en la agencia
ejecutiva de contribuciones, notando
en esta ocasión
que estaba más
embriagado y entonces volvió a
repetirle lo mismo que le había dicho antes, esto es, que en aquel estado no lo
quería en la oficina.20
Como curiosidad, el 2 de febrero de 1914 apadrinó a Juan
Campos Bethencourt, nacido ese mismo día en El Escobonal (Güímar), hijo de don
Francisco Campos Yanes y doña Rosa Bethencourt Pérez, y bautizado en la iglesia
de San Pedro Apóstol de Güímar; desgraciadamente falleció en la Guerra Civil el 14 de
noviembre de 1937, a los 23 años de edad, siendo cabo de Infantería.
El 17 de abril de 1917, estaba
incluido en la “Relación de los industriales que figuran
en la Matrícula de Güímar del
corriente año” por la Contribución Industrial y de Comercio,
formada por la Administración de
Contribuciones de Santa
Cruz de Tenerife,
con una industria de “Aceite y
vinagre, etc.”; tenía su domicilio en El Rincón y pagaba una cuota al Tesoro de
14 pesetas21.
Casi media vida de don Juan Antonio Viera Delgado
transcurrió en la Villa
de Güímar, donde trabajó como comerciante y auxiliar de la recaudación de
Hacienda.
En abril de 1919 su esposa se
hallaba enferma, de lo que se hizo eco el corresponsal de Gaceta de Tenerife el
20 de dicho mes, aunque confundiendo el apellido de ella: “Se encuentra enferma
de algún cuidado la respetable señora doña Avelina Perdomo, esposa de nuestro
apreciable amigo D. Juan Antonio Viera. / Deseamos pronto y total
restablecimiento a !a distinguida enferma”22.
Pero, desgraciadamente, doña
Avelina no se recuperó, tal como informó La Prensa al día siguiente (21 de abril): “En Güimar
ha fallecido la apreciable señora doña Abelina Pérez Castro de Viera. /
Enviamos nuestro pésame a la dolorida familia”23.
Pero tras enviudar, la vida
pública de don Juan Antonio continuó. Así, en la sesión celebrada el 20 de
agosto de ese mismo año por la
Sección de Tenerife de la Junta Provincial
del Censo Electoral de Canarias se acordó: “acceder a la rectificación
interesada por Don Juan Antonio Viera y Delgado, que figura en las lisias con
el apellido Viniegra, en vez de Viera”24. En cuanto a su actividad social, el
16 de enero de 1920 fue elegido vocal 1º de la Sociedad de Recreo e Instrucción
“Casino La Unión”
de Güímar25.
El 26 de enero de 1921, a los 62
años de edad, el Sr. Viera celebró segundas nupcias con doña María Delgado
Pérez, de 22 años, natural y vecina de dicha villa en la calle del Rincón, hija
de don Gonzalo Delgado Jorge, difunto, y doña Elena Pérez; los casó y veló el
cura regente don Juan Jesús Amaro y Díaz, Dr. en Sagrada Teología, y actuaron
como testigos don Agustín Jacinto del Castillo y don Rafael Jordi Rincón, de
dicha vecindad. De esta boda se hizo eco Gaceta de Tenerife el 6 de febrero
inmediato:
—En la iglesia parroquial de este
pueblo ha contraído matrimonio el conocido comerciante don Juan Antonio Viera y
Delgado con la distinguida Srta. María Pérez.
Bendijo la unión el celoso
párroco de esta villa, don Jesús Amaro y Díaz. Deseamos todo género de
felicidades a los nuevos esposos.26
El 9 de agosto de 1922 actuó
accidentalmente como secretario “acompañado” del Juzgado Municipal de Güímar,
junto a don Juan García27. También fue elegido secretario de la junta directiva
de la Comunidad
de Aguas “Cueva Grande y Varadero” de Barranco Hondo (Candelaria), cargo que
ostentaba en febrero y marzo de 192728. Y en marzo de 1929 era vecino de Santa
Cruz de Tenerife.
El Sr. Viera fue uno de los
miembros de la comisión organizadora de la Agrupación Socialista
de Güímar, que el 22 de junio de 1931 redactó el Reglamento por el que se
habría de regir. Según
éste, “Bajo la
denominación de “Agrupación
Socialista Tinerfeña de Güímar”, con sujeción absoluta a las
normas, prácticas y Reglamento del Partido Socialista Obrero Español, al que
siempre ha de estar incorporada, se constituye con domicilio en esta Villa y
casa nº 20 de la Carretera
del Sur, una asociación de ciudadanos consciente”. Y el 14 de julio inmediato,
nuestro biografiado fue elegido tesorero de su primer comité directivo, cargo
que desempeñó, por lo menos, hasta finales de ese mismo año.29
Fallecimiento y
descendencia
Don Juan Antonio Viera Delgado
falleció en su domicilio de Güímar, en la calle Arafo, el 24 de noviembre de
1955 a las seis de la tarde, cuando le faltaba poco para alcanzar los 97 años
de edad; había cumplido con el precepto pascual y recibido la Santa Extremaunción.
Al día siguiente se ofició el funeral de cuerpo presente en la iglesia de San
Pedro Apóstol por el cura párroco don Miguel Hernández Jorge y a continuación
recibió sepultura en el cementerio de dicha villa.
En el momento de su muerte estaba
viudo de su segunda esposa, doña María Delgado Pérez, con quien había procreado
tres hijas: doña Avelina María (1922), funcionaria del Ayuntamiento de Güímar,
que casó en 1961 con don Ulpiano Cubas Hernández, natural de El Escobonal e
hijo de don Indalecio Cubas Castro (tercer teniente de alcalde de Güímar) y
doña Leocadia Hernández Díaz, sin sucesión; doña Josefina (1924-1946), nacida
en Güímar, que casó con don Fernando Villatoro Navarro y murió en su villa
natal a los 22 años de edad, dejando sucesión; y doña María del Carmen Viera
Delgado.
(Octavio Rodríguez Delgado, 2014) (Cronista Oficial de
Güímar) [blog.octaviordelgado.es]
Notas:
1
Archivo Histórico Diocesano de Tenerife (La Laguna), libros de
nombramientos (1878 y 1882). Archivo Parroquial de San Joaquín de Fasnia,
libros de cuentas (1875-1882).
2 Archivo del Registro Civil de
Fasnia. Libros de inscripciones.
3
Archivo Municipal de Güímar. Documentación electoral, listados de
interventores (1890 y 1901). “Los Interventores”. Diario de Tenerife, 8 de
abril de 1896, pág. 3.
4 “Suscripción para socorro de las víctimas de
las inundaciones”. Boletín Oficial Eclesiástico del
Obispado de Tenerife, 2 de
noviembre de 1891, pág. 287.
5
“Audiencia Territorial de Las Palmas”. Boletín Oficial de la Provincia de Canarias,
27 de julio de
1901, págs. 2-3.
6 Unión Conservadora, 18 de
septiembre de 1902, pág. 3.
7 “Crónica. Judicial”. La Opinión, 28 de noviembre
de 1902, pág. 2.
8 “Jueces y
Fiscales municipales”. Diario de Las
Palmas, 10 de junio de 1903, pág.
2; “Jueces municipales”. La Opinión, 13 de junio de
1903, pág. 1; “Audiencia territorial de Las Palmas”. Boletín Oficial de la Provincia de Canarias,
26 de junio de 1903, pág. 3.
9 “¿Qué pasa en Fasnia?”. La Opinión, lunes 9 de enero
de 1905, pág. 1.
10 “Comunicado”. El Tiempo, martes 26 de mayo de 1908, pág.
1.
11 “Administración
municipal. Güímar”. Boletín Oficial de la Provincia de Canarias, 10 de abril de
1908, pág. 3; 28 de abril de 1909, pág. 3; 4 de abril de
1910, pág. 4; 22 de marzo de 1911, pág. 3; 4 de marzo de
1914, pág. 7.
12 “Junta Municipal
del Censo Electoral. Güímar”. Boletín Oficial de la Provincia de Canarias,
25 de abril de 1910, pág. 2.
13 Ibidem, 8 de mayo de 1912, pág. 6.
14 “Crónica”. Diario de Tenerife, 15 de diciembre de 1910,
pág. 2.
15 Para no herir la
sensibilidad de posibles descendientes, solo ponemos las siglas de los
denunciados por don Juan Antonio Viera con motivo de las deudas contraídas con
su comercio.
16 “Juzgados municipales”.
Boletín Oficial de la
Provincia de Canarias, 12 de junio de 1911, pág. 3; 29 de
noviembre de 1916, pág. 8; 20 de junio de 1917, pág. 7; 24 de marzo de 1919,
pág. 7.
17 “Juzgado municipal”. Boletín
Oficial de la Provincia
de Canarias, 26 de mayo de 1919, pág. 8.
18 “Crónica”. Diario de Tenerife,
19 de agosto de 1911, pág. 2.
19 “Reporterismo local.
Actualidades. Nombramiento”. Gaceta de Tenerife, 1 de junio de 1921, pág. 12.
20 “Causa por parricidio”. El
Progreso, sábado 29 de abril de 1916, pág. 1.
21 “Administración de Contribuciones de Santa
Cruz de Tenerife”. Boletín Oficial de la Provincia de Canarias, 9 de mayo de 1917, págs.
7-8.
22 El Corresponsal. “Desde
Güímar”. Gaceta de Tenerife, 20 de abril de 1919, pág. 2.
23 “Noticias varias”. La Prensa, 21 de abril de
1919, pág. 2.
24 “Junta Provincial del Censo Electoral de
Canarias”. Boletín Oficial de la
Provincia de Canarias, lunes 25 de agosto de 1919, pág. 2.
25 Archivo Histórico Provincial.
Fondo del Gobierno Civil. Asociaciones. Güímar.
26 El Corresponsal. “De la vida
canaria. Por nuestros pueblos. Güímar”. Gaceta de Tenerife, domingo 6 de
febrero de 1921, pág. 2.
27 “Juzgado Municipal. Güímar”. Boletín Oficial
de la Provincia
de Canarias, 14 de agosto de 1922,
28 “Convocatorias”. La Prensa, 24 de febrero de
1927, pág. 5; 25 de febrero de 1927, pág. 3; 26 de marzo de 1927, pág. 3.
29 Archivo Histórico Provincial.
Fondo del Gobierno Civil. Asociaciones. Güímar.
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