1924 agosto 31.
Falleció repentinamente en su domicilio
de Arafo, a las cuatro de la tarde, Tomás de Mesa Pérez (1861-1924) Negociante en
vinos, fundador y primer presidente del casino “Unión y Progreso”, alcalde de
Arafo en tres etapas, fiscal municipal suplente, presidente honorario de la
sociedad filarmonica “Nivaria” y padrino de la imagen de la Virgen Maria Auxiliadora 1
Pocos araferos han sido tan
queridos y respetados por sus paisanos como don Tomás de Mesa Pérez,
propietario agrícola y negociante en vinos, quien abrió en Santa Cruz de
Tenerife un establecimiento de vinos que gozó de merecida fama, así como una
taberna; en la capital colaboró en numerosas suscripciones y fue vocal de la Junta Municipal de
Asociados. De regreso a Arafo, fue instigador, fundador, protector y primer
presidente del Casino “Unión y Progreso” durante casi dos décadas y hasta su
muerte, cediendo gratuitamente durante su vida el local que ocupaba dicha
sociedad.
Asimismo, formó parte del
Ayuntamiento de su pueblo natal durante 12 años, de los cuales dos como primer
teniente de alcalde y más de diez como alcalde (en tres etapas); en virtud de
este último cargo actuó simultáneamente como presidente de la Sociedad de Regantes de
Añavingo. Fue, además, fiscal municipal suplente, vicepresidente segundo de la Junta Municipal
del Censo Electoral, jefe local del Partido Liberal, corresponsal en Arafo del
Consejo Provincial de Agricultura y Ganadería de Canarias, miembro de la Junta de Cultura, director
teatral, impulsor y presidente honorario de la Sociedad Filarmónica
“Nivaria”, ferviente devoto de María Auxiliadora y promotor de la compra de su
imagen, a la que apadrinó. Pero, sobre todo, se ganó el cariño de sus paisanos
como principal benefactor de los pobres y desvalidos de Arafo.
Nuestro biografiado nació en
Arafo el 18 de septiembre de 1861, siendo hijo de doña
Aurora de Mesa Pérez. Ese mismo
día recibió las aguas bautismales en la iglesia parroquial de San Juan Degollado,
de manos del párroco propio don Claudio Marrero y Delgado; se le puso por
nombre “Tomás de Villanueva” y actuó como madrina doña Cipriana de Mesa.
Estudió las primeras letras con
el maestro de la escuela pública de niños de la localidad, don José Hernández
Baños. En su infancia y adolescencia contó con el apoyo de don Santiago
Batista, quien le apoyó en el estudio y le abrió el camino del trabajo. Desde
muy joven dio pruebas de su capacidad resolutiva, emprendiendo iniciativas que
hasta entonces nadie había aventurado.
Durante toda su vida se dedicó al
cuidado y explotación de sus propiedades agrícolas, siendo su actividad
principal la de negociante en vinos, pues sus caldos alcanzaron una
considerable popularidad. Por ello, abrió un establecimiento de venta de vinos
en Santa Cruz de Tenerife, primero en la calle de La Marina nº 5 y luego en la
calle Cruz Verde nº 15. Su expansión comercial fue tan grande, que el 8 de
noviembre de 1891 exportó para Caibarién, en la isla de Cuba, dos barricas de
vino común en el vapor español “Julia”, al igual que hicieron otros vecinos de
Arafo2.
Dada su desahogada situación
económica, colaboró en cuantas recogidas de limosnas y suscripciones públicas
se hicieron en la capital tinerfeña en pro de diferentes mejoras, como vecino
del distrito tercero. Así, en julio de 1890 contribuyó con tres pesetas a la
realizada por la
Junta Provincial de Sanidad “para adquirir una estufa con
destino al Lazareto de esta Capital y practicar las obras necesarias á fin de
habilitar un desembarcadero en el mismo punto”3; en abril de 1891 colaboró con
4 reales de vellón “para la fiesta de la Santa Cruz, titulada de la Conquista”4; en abril de
1892, contribuyó con 5 pesetas “para los gastos de las fiestas de Mayo”5; en
ese mismo año lo hizo con 2 pesetas, recogidas a domicilio por el párroco don
Antonio Verde y León, “para la adquisición de la imagen que ha de colocarse en
la torre de San Francisco”6; en junio de 1894, participó con 2 pesetas para la
suscripción pública y voluntaria que promovió la Sociedad Patriótica
de Santa Cruz de Tenerife, “cuyos productos destina al fomento del país; y este
mes, con especialidad, á los gastos que produzca el estudio del gran depósito
de aguas de riego, y adquisición del terreno donde ha de emplazarse”, y en el
mes de julio inmediato, con otra peseta para el mismo fin7; en noviembre de ese
mismo año, aportó una peseta a la reiterada Sociedad Patriótica, para el
“fomento del país”8; en mayo de 1895, colaboró con 3 pesetas en la suscripción
popular abierta “para socorrer á los padres del soldado de Artillería Gregorio
Acosta Rodríguez”9; en mayo de 1897 contribuyó con “6 botellas vino bueno”,
para el bazar de las fiestas de Mayo, “cuyos productos se destinan al socorro
de los heridos de las guerras de Cuba y Filipinas”10; en noviembre de 1898,
donó “seis botellas vino Tenerife seco y cuatro latas galletas” a la Comisión Central
de la Cruz Roja
de esta isla, “para el socorro de los repatriados” de las guerras de Cuba y
Filipinas11; en junio de ese mismo año colaboró con 5 pesetas a los “donativos
mensuales con destino al socorro de las familias de los reservistas pobres”,
recogidos por las calles de la capital por el alcalde y los tenientes de
alcalde12; en junio de 1901 participó con 5 pesetas en “la suscripción pública
iniciada por el Ayuntamiento de esta Capital para socorrer á los habitantes de
las islas de Lanzarote y Fuerteventura, cuyas sumas han sido recaudadas por los Sres. concejales que forman la Comisión del Norte”13; y
en marzo de 1906, contribuyó con 10 pesetas, para la “Suscripción iniciada
entre los dueños de hoteles, casas de huespedes, fondas, restaurants, cafés,
casas de comidas etc. para contribuir ó los gastos de los festejos que se
preparan en honor de S. M. el Rey D. Alfonso XIII”14.
Mientras se encontraba avecindado
en la capital del archipiélago como “negociante en vinos”, el 9 de octubre de
1893, a los 32 años de edad, contrajo matrimonio en la parroquia de San Juan
Degollado de Arafo con doña Eloísa Ferrera Coello, de 23 años, natural y vecina
de dicho pueblo15 e hija de don José Joaquín Ferrera y de doña Francisca
Coello; los casó el cura ecónomo don Francisco Hernández González y actuaron
como padrinos don Santiago Batista, natural de Arafo, y su esposa doña Isabel
Peraza, que lo era de Santa Cruz de Tenerife, donde estaban avecindados, siendo
testigos don Antonio Pérez, don Adolfo Albertos y don Manuel Ferrera, solteros,
“con otros mas de esta naturaleza y vecindad”. Pero no se velaron, “por haber
obtenido el favor de verificarlo en Santa Cruz, del Superior Jerárquico”. Según
su expediente matrimonial, don Tomás era vecino por entonces de la capital
tinerfeña en la feligresía de la parroquia matriz de la Purísima Concepción
y afirmaba “que no ha comprometido su palabra con otra persona de diverso sexo,
ni ha celebrado esponsales ni matrimonio, ni menos ha hecho votos religiosos
que le impidan el libre ejercicio de su persona”; en dicho expediente actuaron
como testigos don Víctor Núñez, soltero, don Francisco Coello y don Esteban
García Delgado, ambos casados, todos mayores de edad y vecinos de
Arafo. Al año siguiente (1894), el Sr. Mesa compró al capitán don Eleuterio González García, una
bella casona situada en la
Esquina de los Carros de Arafo, en la que pocos años más
tarde residiría el líder nacionalista don Secundino Delgado16.
El 15 de abril de 1897, nuestro
biografiado participaba con una hora de agua en la distribución de ésta para el
abasto público de Santa Cruz de Tenerife, en la calle de San José17. En
noviembre de 1899 ya se anunciaba en la prensa el “acreditado establecimiento”
de don Tomás de Mesa, ubicado por entonces en la calle de La Marina nº 5 de dicha
ciudad, en el que se vendían a precios ínfimos “selectos vinos secos, dulces y
generosos”, así como el “tan solicitado aguardiente de Islas, clase
superior”18.
El 18 de abril de 1900, como
comerciante perteneciente al gremio comprendido en la clase 9ª de la tarifa 1ª,
asistió a la reunión general celebrada en los salones del “Círculo de Amistad”
de la capital tinerfeña, con el fin de formar la “Asociación provincial de los
gremios correspondientes a los puertos habilitados de estas islas”19. El 23 de
enero de 1902 figuraba entre los mayores contribuyentes de Santa Cruz de
Tenerife y, como tal, tenía derecho a elegir compromisarios para la elección de
senadores20. Desde noviembre de 1903 hasta marzo de 1904 insertó propagandas en
la prensa de su establecimiento de vinos de la capital:
En el establecimiento de vinos de
Tomás de Mesa, calle de la
Cruz Verde número 15, esquina a la del Doctor Allart, se
venden vinos PURAMENTE DEL PAÍS, á los ínfimos precios de 60 y 70 céntimos
litro.
Hay además generoso dulce y seco á pesetas 1’25 el litro. Se
hacen descuentos por garrafones y grandes rebajas al por mayor.
NO CONFUNDIRSE: Cruz Verde núm. 15 esquina á la del Dr.
Allart.21
El 3 de febrero de 1904 figuraba
entre los 112 mayores contribuyentes de Santa Cruz de Tenerife y, como tal,
continuaba con derecho a la elección de compromisarios para la de senadores22.
Aunque ya comenzaba a pasar más tiempo en Arafo que en la capital tinerfeña, en
la sesión celebrada el 28 de febrero de 1907 por el Ayuntamiento de esta
ciudad, don Tomás de Mesa fue elegido por sorteo vocal de la Junta Municipal de
Asociados para dicho año, por industrial23.
En 1908 aún mantenía su
establecimiento comercial en Santa Cruz de Tenerife, desde donde colaboraba con
el Hospitalito de Niños, como destacaba Diario de Tenerife el 1 de agosto de
dicho año: “También en e1 establecimiento de ultramarinos de D. Tomás de Mesa,
se ha hecho, en beneficio de aquel asilo, una recaudación de 97 pesetas”24. Dicho
comercio seguía dedicado, sobre todo, a la venta de vinos; por ello, en la
sesión celebrada el 18 de noviembre de ese mismo año por el Ayuntamiento de
Santa Cruz, se acordó: “Desestimar una instancia de D. Tomás de Mesa,
reclamando en contra del arbitrio que se le ha señalado por expender vinos, por
haberla formulado fuera de plazo”; pero pocos días después, el 25 del mismo mes
de noviembre se rectificó dicho acuerdo, pues: “Se aprobó el acta de la sesión
anterior, previa una rectificación que á propuesta del Sr. Acuña se hizo, en el
acuerdo referente á la instancia que presentó D. Tomás de Mesa, reclamando en
contra del arbitrio que se le ha señalado por expender vinos. Dicha instancia,
según la rectificación de referencia, pasará á informe de la comisión
correspondiente”25.
Por entonces, el Sr. Mesa insertó en la prensa tinerfeña una
propaganda de su comercio, que se publicó desde noviembre de dicho año 1908
hasta enero de 1909:
Vino del país superiores
para mesa
De venta en el establecimiento de Tomás de Mesa, Cruz Verde
núm. 15 esquina á la de Dr. Allart.
De Arafo, garantizando su legitimidad y pureza, á los
ínfimos precios de 30, 40 y 50 céntimos el litro.
Existen además Generosos, Dulces
y Secos.- Vinagre blanco puro de vino.
No confundirse, Cruz Verde 15.
Frente á la farmacia del Dr. Bernabé Rodríguez.26
En las Fiestas de Mayo de Santa
Cruz de Tenerife de 1909, nuestro biografiado participó en el “Concurso
provincial de Agricultura, Ganadería e Industrias derivadas”, como expositor de
la clase segunda en el pabellón de Industrias y, por supuesto, con sus vinos de
Arafo27. En junio de ese mismo año continuaba colaborando con el Hospitalito de
Niños de la capital tinerfeña, como destacaba Diario de Tenerife el 4 de junio
de 1909: “Abierta en estos últimos días la alcancía número 16 del Hospitalito,
en la que ellos depositan su limosna, que es la colocada en el establecimiento
de D. Tomás de Mesa, calle del Doctor Allart, esquina á la de Cruz Verde, se
extrajeron en monedas españolas y extranjeras, pesetas 237'50, correspondientes
á los meses de Enero á Abril”28.
El 20 de diciembre de 1905 se
reunieron 38 araferos con la finalidad de crear una sociedad que diera salida a
sus inquietudes culturales, a la par que sirviera como punto de encuentro donde
pasar los ratos de ocio y de recreo; se eligió como presidente de la Comisión organizadora a
don Tomás de Mesa Pérez. Así nació el Casino “Unión y Progreso” de Arafo
(nombre que es algo más que un símbolo), el cual se constituyó oficialmente,
como sociedad cultural y recreativa, el 25 de febrero de 1906, una vez que
fueron aprobados sus estatutos, sesión en la que fue elegida su primera junta
directiva, en la que se ratificó como presidente a don Tomás de Mesa. El cuadro
fundador estaba integrado por contadas personas, entre las que figuraban las
figuras de mayor relieve de la vida local, además del citado presidente: don
Andrés Orozco Batista, don Belisario y don José García Siliuto, don Manuel
Herrera Hernández, don Eufemiano Ferrera Coello, don Claudio Amaro Marrero,
etc.
En agosto de ese mismo año, con
motivo de las Fiestas Patronales, la nueva sociedad ya tuvo un notable
protagonismo, como destacó El Tiempo, el 25 de dicho mes: “Por la noche
grandioso baile en el Casino, que estará profusamente iluminado y adornado con
extraordinario gusto artístico. / Y ya que del Casino hablo, debo hacer
constar, Sr. Director, que este pueblo, en donde tanto se hacía notar la falta
de un centro recreativo, está entusiasmado con el que hoy posee, verdadero
orgullo del entusiasta y patriota D. Tomás de Mesa y Pérez, Presidente y
fundador del Casino Unión y Progreso”29. En enero de 1907, el mismo Casino,
“por conducto de su digno presidente don Tomás de Mesa”, donó a las cocinas
gratuitas de Santa Cruz de Tenerife, para los más necesitados de dicha capital,
“22 sacos de patatas, 25 kilos de tocino y 17 calabazas”; además, encabezó la
recaudación realizada por todo el pueblo de papas, higos, vino y otros
artículos para el mismo fin30.
Los elogios al fundador de esta
sociedad continuaron en los años siguientes, como ocurrió con motivo de una
velada de carnaval celebrada el 1 de marzo de 1908, recogida en La Opinión: “El domingo
último se celebró en los amplios salones del casino Unión y Progreso del
pintoresco pueblo de Arafo, el último baile de disfraz, el que acudió todo lo
más selecto de aquel pueblo
y de la
vecina Villa de
Güimar, invitados por
el digno é
incansable presidente don Tomás de Mesa, que no pierde ocasión de
fomentar todo lo que sea en pro de aquel pueblo, y á él se le debe aquel
centro, como también otras muchas mejoras que se han llevado á cabo allí y aún
se están llevando, siendo merecedor de nuestro aplauso y felicitación”31. Lo
mismo ocurrió el 24 de octubre de dicho año, al describir un tal Sirius al
pueblo de Arafo en la revista Barreno y… ¡Fuego!: “El alma de este Centro es,
según nos dijeron, su presidente D. Tomás de Mesa, que se ha sacrificado en
aras del engrandecimiento de la
Sociedad que preside”32.
Asimismo, por iniciativa suya el
Casino se implicó incluso en la vida política nacional, como ocurrió en
noviembre de dicho año 1908, en que, “Ofendido este Centro por los constantes
despojos de que viene siendo víctima esta isla por nuestros Gobiernos”, en
nombre de la sociedad su presidente
acordó telegrafiar al
presidente del Consejo
de Ministros, en los
siguientes términos: “Mermando derechos Tenerife sólo conseguirá acrecentar
odios. Identificados protesta unánime país contra actitud Gobierno división
Comisión provincial”, telegrama que incluso fue contestado por el Sr. Maura33.
En el Casino “Unión y Progreso”,
don Tomás de Mesa dio rienda suelta a su afición teatral, dirigiendo incluso
varias obras de teatro. La sede de esta sociedad estuvo inicialmente en una
casa situada muy cerca de la Cruz
del Llano, en la actual calle Eduardo Curbelo, pero ese local no reunía las
condiciones mínimas de un centro de tales características, que necesitaba un
gran salón y otras dependencias secundarias. Por ello, se buscó enseguida otro
edificio más amplio y mejor situado, la casa de “Cha Marta” en la actual calle
de Teobaldo Power nº 1 (antigua calle “Hernández Castillo”, luego “La Paz”), con ventanas abiertas a
la calle principal, que fue cedida gratuitamente por el propio presidente, el
Sr. de Mesa Pérez; allí se consolidó la sociedad y se mantuvo durante décadas.
El nacimiento de esta sociedad
trajo consigo una importante actividad cultural, que enriqueció la ya existente
en el municipio. Desde los primeros años del pasado siglo se convirtió en el
punto de encuentro de los habitantes de Arafo, que en torno a la cultura, las
fiestas, los bailes, han sabido estar siempre a la vanguardia. En un principio
la actividad del Casino se centró en los bailes de asalto, que desde media
tarde eran amenizados por cualquier trío de aficionados, pero alternándose con
recitales poéticos, obras teatrales,
conferencias, tertulias, magníficos espectáculos y agasajos, que siempre
contaron con el asentimiento general y le hicieron ganar la reconocida
popularidad de que aún goza. No obstante, bajo la presidencia de don Tomás de
Mesa sufrió una grave crisis, iniciada en 1913, al fundarse el “Club Central”,
que sobrevivió hasta la
Guerra Civil, lo que supuso la marcha de algunos socios,
pérdida que pronto fue suplida con nuevos ingresos.
Sobre la actuación de nuestro
biografiado en la presidencia del casino, transcribimos las palabras del
cronista local don Víctor Servilio Pérez: “Preside la junta directiva Tomás de
Mesa Pérez, de grandes entusiasmos e ideas renovadoras, que supo trazar certero
rumbo al casino. […]. La actuación de Tomás de Mesa Pérez contó siempre en una
forma “suigeneri” de proceder, imponiéndose a las críticas situaciones porque
tuvo en ‘su puesto de mando’ algunos incondicionales colaboradores
que asimilaron, sin
incordiar, los buenos
propósitos y le supieron reconvenir cuando se ‘saltaba’
las reglas y advertencias prudenciales”34.
El Sr. de Mesa Pérez estuvo en la
presidencia de la sociedad hasta su muerte, tras sucesivas reelecciones. En
esos 18 años, el camino fue duro unas veces y glorioso otras, pero siempre fiel
al ideal que impuso su presidente: “ser por excelencia una sociedad del
pueblo”. Don Tomás luchó porque se hicieran realidad las dos premisas que se
recogían en el nombre del Casino: la “Unión” de todos sus miembros, al margen
de ideologías, creencias, sexos o profesiones; y el “Progreso”, o sea, la
búsqueda constante del adelanto, de la perfección y del crecimiento de la
sociedad. Así lo recogió el cronista oficial don Víctor Servilio Pérez:
La labor del «Unión y Progreso»
en sus primeros años fue tan activa que promovió distintos elogios a su
presidente. Conociendo la trayectoria del casino, pese a las tendencias y a los
flujos de circunstancias, hay que reconocer que mantuvo en todo momento un
encomiable prestigio y brillante historial, presto a toda manifestación
artística, atendiendo y festejando a los visitantes de excepción, como el
homenaje tributado a Andrés Orozco Batista, socio fundador, de ascendencia
local, hijo adoptivo del pueblo, en otro acontecimiento que puso de relieve la
entusiasta acogida del vecindario entre el aplauso unánime y justamente
merecido. […]35
Mientras presidía el Casino de
Arafo, junto a otros entusiastas cooperadores, especialmente don Anselmo Núñez
(quien más tarde se incorporaría a la
Misión fundada por San Vicente de Paúl), don José Rodríguez
Arvelo y don Hildebrando Reboso Ayala, párroco de la localidad, el Sr. de Mesa
encabezó un suscripción popular en 1906 con el fin de adquirir una hermosa
talla de la Virgen María
Auxiliadora, que pidieron al superior de la Congregación Salesiana
y que suministró la firma “Sarriá” de Barcelona. Dicha imagen, la primera de
dicha advocación que llegó a las islas y hoy Alcaldesa Honoraria de la Villa, fue bendecida
solemnemente en las fiestas patronales de 1907, el 29 de agosto, actuando como
padrinos don Tomás y su esposa, doña Eloísa Ferrera.36
En 1918, nuestro biografiado
mantenía el mismo entusiasmo en la presidencia de la sociedad que en sus
inicios, como se destacaba en Gaceta de Tenerife con motivo de un baile de
disfraz celebrado en el Casino “Unión y Progreso”: “Merece especial mención la
labor del respetable y entusiasta
Presidente de dicha sociedad D. Tomás
de Mesa, quien con su exquisita
amabilidad y secundado por sus dignos compañeros de Directiva dispensaron atenciones sin número a
todos los allí congregados y a los forasteros que desde el pueblo de Güimar
asistieron previamente invitados”; en dicha acto, una “distinguida Srita. dejó
oír su voz con el siguiente cantar dedicado al Presidente Sr. Mesa”:
Viva el Señor Presidente Y todos digamos viva: Viva el Señor
Presidente Y la junta Directiva.37
Al ser uno de los mayores
contribuyentes de Arafo, don Tomás podía ser elector y
elegible para cargos municipales;
además, tenía el derecho a participar en las elecciones de diputados a Cortes y
de compromisarios para la de senadores.
Dado el prestigio de que gozaba
entre sus paisanos, no es de extrañar que ostentase durante muchos años la
máxima responsabilidad local, la
Alcaldía de Arafo, que simultaneó con la presidencia del
Casino. Tomó posesión por primera vez como alcalde constitucional el 19 de mayo
de 1907, en sustitución de don Fernando Pérez Hernández, quien ocupaba dicho
cargo desde la muerte de don Esteban Núñez Pérez, fallecido en el mes de
diciembre anterior. Fue reelegido el 1 de enero de 1910 y permaneció al frente
de la Corporación
hasta el 1 de enero de 1914, en que accedió a la Alcaldía don Juan Batista
Batista. En virtud de su cargo, don Tomás de Mesa fue presidente nato de
diversas comisiones y juntas municipales, como la Junta municipal del Censo de
población. En esos siete años fue sustituido accidentalmente en dos ocasiones
por el teniente alcalde don Eusebio García Delgado: del 1 de julio al 26 de
diciembre de 1909, “por indisposición del Alcalde”; y del 24 de agosto de 1913
al 1 de enero de 1914.
Como alcalde constitucional del
pueblo de Arafo, el Sr. de Mesa también fue presidente de la Sociedad de Regantes (o
de Aguas) de Añavingo. Como tal, bajo su presidencia se redactaron y aprobaron
unas nuevas “Ordenanzas y Reglamentos de Aguas para el régimen de la comunidad
de regantes de este término municipal, en vista de lo deficiente que es el
actual reglamento, por donde dicha Sociedad se rige”, que fueron aprobadas el 1
de noviembre de ese mismo año, en la asamblea celebrada en el Casino “Unión y
Progreso”38. En virtud del mismo cargo, el 19 de abril de 1911 anunció en la
prensa que dicha comunidad, en sesión celebrada el 16 de dicho mes, acordó la
apertura de galerías en los puntos conocidos por “Saltadero Peinado” y
“Aposento”, cuyas obras se subastarían ante la Junta Sindical el
14 de mayo inmediato, en los salones del mencionado Casino, en la calle de la Paz nº 2.39
Simultáneamente, a finales de
1907 fue nombrado fiscal municipal suplente de Arafo, por un período de tres
años, siendo el titular don Felipe Marrero Rodríguez40.
Mientras ocupó la Alcaldía, el Sr. Mesa
tuvo una intensa vida política y social, incluso a nivel insular. Como ejemplo
de ello, asistió a la
Asamblea que se celebró en Santa Cruz de Tenerife el 2 de
mayo de 1908 contra la división provincial, en representación del Ayuntamiento
de Arafo41.
Nuestro personaje enviudó muy
pronto, ya que doña Eloísa Ferrera Coello falleció de parto el 28 de junio de
1909, a los 39 años de edad; al día siguiente se ofició el funeral de cuerpo
presente en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco don
Hildebrando Reboso Ayala y a continuación recibió sepultura en el cementerio de
dicha localidad, de lo que fueron testigos don José Batista, don Juan Pérez
Marrero y don Manuel Herrera. Se malogró también la criatura, por lo que quedó
sin sucesión. El 30 de dicho mes, el periódico La Opinión se hizo eco de la
muerte de doña Eloísa: “Ha fallecido en Arafo la respetable señora doña Eloisa
Ferrer, esposa de nuestro querido amigo personal D. Tomás de Mesa, á quien,
como á la demás familia de la finada, enviamos nuestro sentido pésame”42. Por
ello, en 1910 estaba empadronado en la casa nº 62 de Arafo, en la calle La Libertad de
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