F R A N T Z F A N O N.
I I I . D E S V E N T U R A
S D E L A CO N C I E N C I A
N A C I O N A L
CO N C L U S I Ó N
Compañeros: hay
que decidir desde
ahora un cambio
de ruta. La gran noche en la que estuvimos sumergidos, hay que sacudirla
y salir de ella.
El nuevo día que
ya se apunta debe encontrarnos
firmes, alertas y resueltos.
Debemos olvidar los sueños,
abandonar nuestras viejas creencias y nuestras amistades de antes. No perdamos
el tiempo en estériles letanías o en mimetismos nauseabundos. Dejemos a esa
Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo
asesina dondequiera que
lo encuentra, en
todas las esquinas de sus propias
calles, en todos los rincones del mundo.
Hace siglos que Europa ha
detenido el progreso de los demás hombres y los ha sometido a sus designios y a
su gloria; hace siglos que, en nombre de una pretendida "aventura
espiritual" ahoga a casi toda la humanidad. Véanla ahora oscilar entre la
desintegración atómica y la desintegración espiritual.
Y sin embargo,
en su interior,
en el plano
de las realizaciones puede
decirse que ha triunfado en todo.
Europa ha asumido la dirección
del mundo con ardor, con
cinismo y con violencia. Y vean
cómo se extiende y se multiplica la sombra de sus monumentos. Cada movimiento
de Europa ha hecho estallar los
límites del espacio
y los del
pensamiento. Europa ha rechazado
toda humildad, toda
modestia, pero también toda
solicitud, toda ternura.
No se
ha mostrado parsimoniosa
sino con el
hombre,
mezquina, carnicera, homicida
sino con el hombre.
Entonces, hermanos
¿cómo no comprender
que tenemos algo mejor que hacer
que seguir a esa Europa?
Esa Europa que nunca ha dejado de
hablar del hombre, que nunca ha dejado de proclamar que sólo le preocupaba el
hombre, ahora sabemos con
qué sufrimientos ha
pagado la humanidad cada una de las victorias de su
espíritu.
Compañeros, el
juego europeo ha
terminado definitivamente, hay que encontrar otra cosa. Podemos hacer
cualquier cosa ahora a condición de no imitar a Europa, a condición de no
dejarnos obsesionar por el deseo de alcanzar a Europa.
Europa ha adquirido tal
velocidad, loca y desordenada, que escapa ahora a todo conductor, a toda razón
y va con un vértigo terrible hacia un abismo del que vale más alejarse lo más
pronto posible.
Es verdad, sin embargo, que
necesitamos un modelo, esquemas, ejemplos. Para muchos de nosotros, el modelo
europeo es el más exaltante. Pero en las páginas anteriores hemos visto los
chascos a que nos conducía esta imitación. Las realizaciones europeas, la
técnica europea, el estilo europeo, deben dejar de tentarnos y de
desequilibrarnos.
Cuando busco al hombre en la
técnica y el estilo europeos, veo una sucesión de negaciones del hombre, una
avalancha de asesinatos.
La condición
humana, los proyectos
del hombre, la colaboración entre los hombres en tareas
que acrecienten la totalidad del hombre
son problemas nuevos
que exigen verdaderos inventos.
Decidamos no
imitar a Europa
y orientemos nuestros músculos y nuestros cerebros en una
dirección nueva. Tratemos de inventar al hombre total que Europa ha sido
incapaz de hacer triunfar.
Hace dos siglos, una antigua
colonia europea decidió imitar a Europa. Lo logró hasta tal punto que los
Estados Unidos de América se han convertido en un monstruo donde las taras, las
enfermedades y la
inhumanidad de Europa
han alcanzado terribles
dimensiones.
Compañeros: ¿no tenemos otra cosa
que hacer sino crear una tercera Europa? Occidente ha querido ser una aventura
del Espíritu. Y en nombre del Espíritu, del espíritu europeo por supuesto,
Europa ha justificado sus crímenes y ha legitimado la esclavitud en la que
mantiene a las cuatro quintas partes de la humanidad.
Sí, el espíritu
europeo ha tenido
singulares fundamentos.
Toda la reflexión europea se ha
desarrollado en sitios cada vez más desérticos, cada vez más escarpados. Así se
adquirió la costumbre de encontrar allí cada vez menos al hombre.
Un diálogo permanente consigo
mismo, un narcisismo cada vez más obsceno, no han dejado de preparar el terreno
a un cuasidelirio, donde el trabajo cerebral se convierte en un sufrimiento,
donde las realidades no son ya las del hombre vivo, que trabaja y se fabrica a
sí mismo, sino palabras, diversos conjuntos de palabras, las tensiones surgidas
de los significados contenidos en las palabras. Ha habido europeos, sin embargo,
que han invitado a los trabajadores europeos a romper ese narcisismo y a romper
con ese irrealismo.
En general, los trabajadores europeos no han respondido a
esas llamadas. Porque los trabajadores también se han creído partícipes en la
aventura prodigiosa del Espíritu europeo.
Todos los
elementos de una
solución de los
grandes problemas de la humanidad han existido, en distintos momentos,
en el pensamiento de Europa. Pero los actos de los hombres europeos no han
respondido a la misión que les correspondía y que consistía en pesar
violentamente sobre esos elementos, en modificar su aspecto, su ser, en
cambiarlos, en llevar, finalmente, el problema del hombre a un nivel
incomparablemente superior.
Ahora asistimos a un
estancamiento de Europa. Huyamos, compañeros, de ese movimiento inmóvil en que
la dialéctica se ha transformado poco a poco en lógica del equilibrio. Hay que
reformular el problema del hombre. Hay que reformular el problema de la
realidad cerebral, de la masa cerebral de toda la humanidad cuyas conexiones
hay que multiplicar, cuyas redes hay que diversificar y cuyos mensajes hay que
rehumanizar.
Hermanos, tenemos demasiado
trabajo para divertirnos con
los juegos de retaguardia. Europa
ha hecho lo que tenía que hacer y,
en suma, lo
ha hecho bien;
dejemos de acusarla,
pero digámosle firmemente que no debe seguir haciendo tanto ruido. Ya no
tenemos que temerla, dejemos, pues, de envidiarla.
El Tercer Mundo está ahora frente a Europa como una masa
colosal cuyo proyecto debe ser tratar de resolver los problemas a los cuales
esa Europa no ha sabido aportar soluciones.
Pero entonces no hay que hablar
de rendimientos, de intensificación,
de ritmo. No,
no se trata
de volver a la Naturaleza. Se
trata concretamente de no llevar a los hombres por direcciones que los mutilen,
de no imponer al cerebro ritmos que rápidamente lo menoscaban y lo perturban.
Con el pretexto de alcanzar a Europa no hay que forzar al hombre, que
arrancarlo de sí mismo, de su intimidad, no hay que quebrarlo, no hay que
matarlo.
No, no queremos alcanzar a nadie.
Pero queremos marchar constantemente, de noche y de día, en compañía del
hombre, de todos los hombres. Se trata de no alargar la caravana porque
entonces cada fila
apenas percibe a
la que la
precede y los hombres que no se reconocen ya, se
encuentran cada vez menos, se hablan cada vez menos.
Se trata, para el Tercer Mundo,
de reiniciar una historia del hombre que tome en cuenta al mismo tiempo las
tesis, algunas veces prodigiosas, sostenidas por Europa, pero también los
crímenes de Europa, el más odioso de los cuales habrá sido, en el seno del
hombre, el descuartizamiento patológico
de sus funciones y la
desintegración de su unidad; dentro del marco de una colectividad la ruptura,
la estratificación, las tensiones sangrientas alimentadas por las clases; en la
inmensa escala de la humanidad, por último, los odios raciales, la esclavitud,
la explotación y, sobre todo, el genocidio no sangriento que representa la
exclusión de mil quinientos millones de hombres.
No rindamos,
pues, compañeros, un
tributo a Europa creando Estados, instituciones y
sociedades inspirados en ella.
La humanidad espera algo más de nosotros que esa imitación
caricaturesca y en general obscena.
Si queremos transformar a África
en una nueva Europa, a América en una
nueva Europa, confiemos
entonces a los europeos los destinos de nuestros
países. Sabrán hacerlo mejor que los mejor dotados de nosotros.
Pero si queremos que la humanidad
avance con audacia, si queremos
elevarla a un nivel
distinto del que
le ha impuesto Europa, entonces hay que inventar, hay
que descubrir.
Si queremos responder a la
esperanza de nuestros pueblos, no hay que fijarse sólo en Europa.
Además, si queremos responder a
la esperanza en los europeos, no hay
que reflejar una
imagen, aun ideal,
de su sociedad y de su
pensamiento, por los que sienten de cuando en cuando una inmensa náusea.
Por Europa, por nosotros mismos y
por la humanidad, compañeros, hay que
cambiar de piel,
desarrollar un pensamiento nuevo,
tratar de crear un hombre nuevo.
I N D I C E
P R E F A C
I O ..................................
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
I . L
A V I O L E N C I A ............................................ . . . . . . . . . 2 5
LA
VIOLENCIA EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL. 74
I I . G R A N D E Z A Y D E B I L I D A D E S D E L E S P O
N T A N E Í S M O ........................................ . . . . . . . . . . . . 8 4
I I I . D E S V E N T U R A S D
E L A C O N C I E N C I A N A C I O N A L
....................................................................... . . . . . . . . 1 1 8
I V . S O B R E L A C U L T U R A N A C I O N A L
............. . . . . . . . . 1 6 4
FUNDAMENTOS RECÍPROCOS DE LA CULTURA NACIONAL
Y LAS LUCHAS DE LIBERACIÓN..............190
V . G U E R R A C O L O N I A L
Y T R A S T O R N O S M E N T A L E S
....................................................................... . . . . . . . . 2 0 0
SERIE
A..................................................................................204
SERIE Β...................................................................................217
SERIE C: MODIFICACIONES AFECTIVO- INTELECTUALES Y TRASTORNOS
MENTALES
DESPUÉS DE LA TORTURA.............................................226
SERIE D. TRASTORNOS PSICOSOMÁTICOS................235
LA
IMPULSIVIDAD CRIMINAL DEL NORAFRICANO EN LA GUERRA DE
LIBERACIÓN
NACIONAL..............................................................238
C O N C L U S I Ó N
..................................................... . . . . 2 5 3
Notas:
2 Véase capítulo V, "Guerra colonial y trastornos
mentales".
3 Friedrich
Engels Anti-Dühring, 2ª parte, capítulo
III: “Théorie de la violence”. Editions Sociales, p. 199. Hay edición en
español.
4 Puede suceder que
el dirigente preso sea la expresión auténtica de las masas colonizadas. En ese caso, el colonialismo va a aprovechar
su detención para tratar de lanzar nuevos dirigentes.
5 Es evidente que esa
limpieza hasta el vacío destruye lo que se pretendía salvar. Es lo que señala Sartre cuando dice: "En
suma, por el hecho mismo de repetirlas [las ideas racistas] se revela que la
unión simultánea de todos contra los indígenas es irrealizable, que no es sino
recurrencia cíclica y
que, además, esa unión no podría hacerse como agrupación
activa sino para la matanza de todos los colonizados, tentación perpetua y
absurda del colono que equivale, si por otra parte fuera realizable, a suprimir
de un sólo golpe la colonización misma." Critique de la raison
dialectique, p.precisa de la violencia una significación profética. Es bueno
recordar una página decisiva de su tragedia, donde el Rebelde (¡cosa extraña!)
se explica:
6 Aimé Césaire, "Les Armes
Miraculeuses" (Et les chiens se taissaient), pp.
133-137, Gallimard.
9
En el contexto internacional actual, el capitalismo no ejerce el bloqueo
económico contra las
colonias africanas o
asiáticas únicamente. Los Estados Unidos, con la operación
anticastrista, abren en el Continente americano un nuevo capítulo de la
historia de la liberación laboriosa del hombre. América Latina, formada por
países independientes con representación en la ONU y con moneda propia, debería constituir una
lección para África. Esas antiguas colonias, desde su liberación, sufren en
medio del terror y la privación la ley de bronce del capitalismo occidental. La
liberación de África, el desarrollo de la conciencia de los hombres han
permitido a los pueblos latinoamericanos romper con la vieja danza de las
dictaduras, en que se sucedían iguales regímenes. Castro toma el poder en Cuba
y lo entrega al pueblo. Esta herejía es resentida como una calamidad nacional
por los yanquis y los Estados Unidos organizan brigadas contrarrevolucionarias,
fabrican un gobierno provisional, incendian
las cosechas de caña, deciden por último estrangular despiadadamente al
pueblo cubano. Pero
va a ser
difícil. El pueblo
cubano sufrirá, pero vencerá. El presidente brasileño Janio
Quadros, en una declaración de importancia histórica, acaba de afirmar que su
país defenderá por todos los medios la
Revolución
cubana. También los
Estados Unidos van a
retroceder quizá un día ante la voluntad de los pueblos. Ese día lo
festejaremos, porque será un día decisivo para los hombres y las mujeres del
mundo entero. El dólar que, en resumidas cuentas, no está garantizado sino por
los esclavos repartidos por todo el globo, en los pozos de petróleo del Medio
Oriente, las minas del Perú o del Congo, las plantaciones de la United Fruit o de
Firestone, dejará de dominar entonces con todo su poder a esos esclavos que lo
han creado y que siguen alimentándolo, con la cabeza y el vientre vacíos, con
su propia sustancia.
10 Ciertos países favorecidos por una numerosa
población europea llegan a la independencia con construcciones y avenidas y
tienen tendencia a olvidar al país
que está detrás, miserable y
hambriento. Ironía de la
suerte: por una especie de silencio cómplice, hacen como si sus ciudades fueran contemporáneas de
la independencia.
11 Y es verdad que Alemania no reparó
íntegramente los crímenes de guerra. Las
indemnizaciones impuestas a
la nación vencida
no fueron reclamadas en su
totalidad, porque las naciones afectadas incluyeron a Alemania en su sistema
defensivo, anticomunista. Es esta preocupación permanente la
que anima a los países colonialistas
cuando tratan de obtener de sus antiguas colonias, a falta
de la inclusión en el sistema occidental, bases militares y esclavos. Han
decidido, de común acuerdo, olvidar sus reivindicaciones en nombre de la
estrategia de la OTAN,
en nombre del mundo libre. Y hemos visto cómo Alemania ha recibido, en oleadas
sucesivas, dólares y máquinas. Una Alemania recuperada, fuerte y poderosa, era
una necesidad para el campo occidental. El interés bien entendido de la Europa llamada libre exigía
una Alemania próspera, reconstruida y capaz de servir de primera fortaleza
frente a las eventuales hordas
rojas, Alemania ha
aprovechado
maravillosamente la crisis europea. Los Estados Unidos y los
demás Estados europeos sienten una legítima amargura frente a esa Alemania,
ayer de rodillas, que les opone ahora en el mercado económico una competencia
implacable.
12 "Distinguir radicalmente la edificación
del socialismo, en Europa, de las 'relaciones con el Tercer Mundo' (como si no
tuviéramos con éste sino relaciones de exteriorización) es, conscientemente o
no, favorecer la herencia colonial por
encima de la
liberación de los
países subdesarrollados, querer construir un socialismo de lujo sobre
los frutos de la rapiña imperial —como, dentro de una pandilla, se repartiría
más o menos equitativamente el botín, sin dejar de distribuir algo a los pobres
en forma de buenas
obras, olvidando que
es a ellos
a quienes se
les ha robado." Marcel Péju, "Mourir pour De
Gaulle?" Artículo aparecido en
Temps Modernes, Nº 175-176,
oct.-nov. de 1960.
13
Mamadou-Dia, Nations africaines et
solidarité mondiale, PUF, p. 140.
14 Mamadou-Dia,
op. cit.
15 Le
leader politique considéré
comme le représentant
d'une culture. Comunicación
al segundo Congreso de Escritores y Artistas Negros, Roma,
1959.
16 René Depestre,
Face a la nuit.
17 René Depestre,
Face a la nuit
18 René Char, Partage formée.
19 En la última
distribución de premios en Dakar,
el presidente de la
República Senegalesa, Leopold Senghor, decidió incluir en los
programas el estudio del concepto de negritud.
Si la preocupación manifestada por el Presidente de la República de Senegal es
de carácter histórico, hay que estar
de acuerdo con
él. Si, por
el contrario, se
trata de fabricar conciencias negras, es simplemente
dar la espalda a la historia, que ya ha dado constancia de la desaparición de
la mayoría de los negros.
20 Aquí mencionamos
algunos casos de necesario,
que esta guerra colonial es original incluso en la patología que produce.
21 Las circunstancias
de aparición de esos trastornos son interesantes por más de una razón. Varios meses después de la independencia de
su país, había conocido a algunos ciudadanos de la antigua nación colonialista. Le habían parecido simpáticos. Esos hombres y mujeres saludaban la
independencia obtenida y rendían homenaje sin reservas al valor de los
patriotas en la lucha de liberación nacional.
Aquel militante experimentó entonces una especie de vértigo. Se preguntó con angustia si entre las
víctimas de la bomba no habría personas semejantes a sus interlocutores. Cierto
que el café atacado era un reducto de racistas notables, pero nada impedía que
cualquier otro entrara para tomar algo.
Desde el día en que tuvo ese primer vértigo, el hombre trató de evitar
pensar en los acontecimientos pasados.
Pero, paradójicamente, unos días antes de la fecha crítica, aparecieron
los primeros trastornos. Desde entonces
se repiten regularmente.
Ese militante, que en ningún momento pensaba en renegar de
su acción pasada sabía claramente el precio que su persona había tenido que
pagar por la independencia nacional. Casos límites como éste plantean el
problema de la responsabilidad en el marco revolucionario.
Las observaciones que citamos aquí cubren el periodo que va
de 1954 a 1959. Algunos de los enfermos fueron tratados en Argelia, en centros
hospitalarios o como clientela particular. Los demás fueron tratados en las
instalaciones sanitarias del Ejército de Liberación Nacional.
SERIE A
Reunimos aquí cinco casos. Se trata de argelinos o europeos
que presentaron, después de sucesos muy parecidos, trastornos mentales de tipo
reaccional.
Caso Nº 1. Impotencia en un
argelino como consecuencia de la violación de su mujer.
B… es un hombre de 26 años. Nos
lo envía el Servicio Sanitario del
Frente de Liberación
Nacional porque padece
jaquecas rebeldes e insomnio. Ex chofer de taxi, ha militado desde la
edad de 18 años en los partidos nacionalistas. A partir de 1955 es miembro de
una célula del F.L.N.. En varias ocasiones utiliza su automóvil para el
transporte de propaganda y de actuantes políticos. Ante
la agravación de la represión,
el F.L.N. decide llevar la guerra a los centros
urbanos. B... debe conducir entonces
En otras palabras, nuestros actos
no dejan de perseguirnos jamás. Su
apariencia, su orden, sus motivaciones pueden perfectamente modificarse de
manera profunda a posteriori. No es una
de las menores trampas que nos tiende la Historia y sus múltiples determinaciones. Pero ¿podemos escapar al vértigo? ¿Quién
podría sostener que el vértigo no asedia toda existencia?
22 Después del examen médico-legal que puso en
evidencia el carácter patológico del acto, el procedimiento judicial iniciado
por el Estado Mayor del A.L.N. se
interrumpió.
asombrosa esa mujer con el
vientre abierto. Por poco científico que
esto pueda parecer,
pensamos que sólo
el tiempo podrá aportar alguna mejoría a la personalidad
desintegrada del joven.
23 Esta observación
nos sitúa frente a un sistema coherente que no deja nada intacto. El verdugo que ama a los pájaros o goza en
calma de una sinfonía o de una sonata, no es sino una etapa. Posteriormente, no hay más que una
existencia que se inscribe totalmente en
el plano de un sadismo radical y absoluto.
24 Rivét es una
aldea que, a partir de cierto día del año 1956, se hizo célebre en la región de
Algérois. Una noche, la aldea fue invadida por milicianos franceses que,
después de sacar de sus camas a cuarenta hombres, los asesinaron.
25 En el curso del
año 1955, los casos de este tipo fueron muy numerosos en Argelia.
Desgraciadamente no todos los enfermos tuvieron la oportunidad de llegar al
hospital.
26 Este tipo de
tortura provoca gran número de muertes. Después de esos lavados a alta presión,
en efecto, la mucosa intestinal sufre lesiones múltiples que provocan
microperforaciones intestinales. Las embolias gaseosas y las peritonitis son
entonces muy frecuentes.
27 Hablamos
evidentemente de argelinos que, sabiendo algo, no han confesado bajo
la tortura puesto
que es sabido que
todo argelino que confiesa es asesinado poco después.
28 El cuerpo médico
debe relevarse día y noche al lado del enfermo en una labor de explicación. Es
evidente que la fórmula "forcemos un poco al enfermo" no puede ser
válidamente utilizada aquí.
29 Esta tortura
preventiva se convierte, en algunas regiones, en "represión
preventiva". Fue
así como en Rivet, cuando reinaba la calma, los colonos, para no ser tomados
desprevenidos (las regiones cercanas comenzaban a agitarse) decidieron suprimir
pura y simplemente a los miembros eventuales del F.L.N.; más de cuarenta
argelinos fueron asesinados en un solo día arrancan las manos, que les estalla
la cabeza, que se tragan la lengua.
30 En realidad, no es
nada extraño. El conflicto no es sino el resultado de la evolución dinámica de
la personalidad, donde no podría haber un "cuerpo extraño". Digamos
más bien que se trata de un cuerpo mal integrado.
a) Estereotipos verbales:
El enfermo repite
continuamente frases como:
"No dije nada. Tienen que
creerme, no he hablado." Estas frases estereotipadas van acompañadas de
una angustia permanente. El enfermo ignora efectivamente, con frecuencia, si
han podido arrancarle informes. La
culpabilidad respecto de
la causa defendida y de los
hermanos cuyos nombres y direcciones haya podido revelar
pesa aquí de
manera dramática. Ninguna afirmación puede restablecer la
calma en esas conciencias destrozadas.
b) Percepción intelectual o sensorial opacada:
El enfermo no puede afirmar la existencia de un objeto
percibido. Asimila un razonamiento, pero de manera indiferenciada. No
distingue, fundamentalmente, lo verdadero de lo falso. Todo es verdadero y todo
es falso a la vez.
c) Fobia a las entrevistas personales:
Este miedo se deriva de la impresión aguda de que, en
cualquier momento, podrá ser interrogado de nuevo.
d) Inhibición:
El enfermo está a la defensiva: registra palabra por palabra
la pregunta que se le hace, elabora palabra por palabra la respuesta
proyectada. De ahí la impresión de cuasi-inhibición, con disminución de
actividad psíquica, interrupción de las frases, retrocesos, etc...
Es claro que estos enfermos se niegan obstinadamente a
cualquier inyección intravenosa.
31 Citaremos también el caso de los psiquiatras
pertenecientes a los grupos "Presencia francesa" que, designados para
examinar a un prisionero, tenían la costumbre de proclamar, desde el primer
contacto, su gran amistad con el
abogado defensor y
de afirmar que
entre ambos (el
abogado y él) sacarían de allí al prisionero. Todos los prisioneros examinados en estas
condiciones fueron guillotinados. Estos
psiquiatras se jactaban frente a nosotros de esa manera elegante de vencer las
"resistencias".
32 Es sabido que en los Estados Unidos se ha
desarrollado una corriente psicosociológica.
Los exponentes de esta escuela piensan que el drama del individuo
contemporáneo está contenido en el hecho de que ya no desempeña un papel, que
el mecanismo social lo limita a no ser sino una rueda. De ahí la terapéutica propuesta para
permitir al hombre que represente determinados papeles en una verdadera
actividad lúdica. Se representa
cualquier papel, se cambia inclusive de papel en un mismo día, es posible
ponerse simbólicamente en el lugar de cualquiera. Los psiquiatras de las fábricas en los
Estados Unidos hacen prodigios, según parece, con la psicoterapia de grupo de
los obreros. Se les permite, en efecto,
identificarse a determinados héroes. La
tensión de las relaciones entre patronos y obreros disminuye considerablemente.
33 Esta designación que expresa una concepción
idealista es abandonada progresivamente.
En efecto, la terminología córticovisceral heredada de los trabajos
soviéticos —sobre todo de Pavlov— tiene al menos la ventaja de poner al cerebro
en su lugar, es decir, de considerarlo como la matriz donde se elabora
precisamente el psiquismo.
34 Cuanto más
nos elevamos en
el plano neurológico,
menos se es
extrapiramidal. Como
se ve, todo parecía concordar.
35 Resulta superfluo
añadir que no se trata de una contracción histérica.
36 Es sabido, en efecto, que el Islam obliga a no consumir
carne sin asegurarse antes que el animal ha sido vaciado de su sangre. Por eso
las reses son degolladas.
37 Profesor A.
Porot, Annales Médico-Psychologiques, 1918.
38 En boca del Decano
de los Jueces de una Cámara de Argel esta agresividad del argelino se traduce
por su amor a la "fantasía". "Toda esta revuelta —decía en
1955—, es un error considerarla política. ¡Cada cierto tiempo tiene
que salir ese amor a la
barahunda que sienten!" Para
el etnólogo, establecer una serie de test y de juegos proyectivos susceptibles
de canalizar los instintos agresivos globales del indígena habría podido, en
1955-1956, detener la revolución en los Aurès.
39 Carothers, "Psychologie normale et
pathologique de l'Africain", Études
Ethno-Psychwtriques.
Masson.
40 Op. cit., p. 176
41 Op. cit., p. 178
42 Es claro que,
además, esa identificación a la imagen producida por el europeo era muy
ambivalente. El europeo, en efecto,
parecía rendir un homenaje —igualmente ambivalente— al argelino violento,
apasionado, brutal, celoso, soberbio, orgulloso que juega con su vida por un
detalle o por una palabra, etc.
Señalemos de paso que en las confrontaciones con el francés de Francia,
los europeos de Argelia tienden cada vez más a identificarse con esta imagen
del argelino por oposición al francés.
259
260
Este libro se comenzó a imprimir en los
T alle res
Gráficos Kolectivo “Últi mo R ecu rso ” Rosario, enero de
2007.
Y continuará…
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