martes, 24 de junio de 2014

VEREMUNDO MARTIN GARCIA




1997 junio 20.
Falleció el viernes, a los 81 años de edad, Veremundo Martin Garcia (1916.1997) Bachillwer, cabo de oficinas militares, maestro nacinal, deirector del colegio “Guajara”, profesor de bachillerato. Entrenado del club de futbol “Marino” de Los Cristianos. secretario fundador del casino, alcalde de Fasnia y secretario de la junta parroquial de San Joaquín1

En la primera mitad del siglo XX Fasnia destacó por ser uno de los pueblos de Tenerife con mayor número de hijos dedicados al Magisterio, lo que resulta más llamativo si tenemos en cuenta su baja demografía. En este trabajo vamos a recordar a uno de estos hombres entrañables que eligió la difícil pero ilusionante carrera docente, don Veremundo Martín García. Tras obtener los títulos de Bachiller y Maestro de Primera Enseñanza, durante más  de  cuatro décadas  desarrolló una destacada labor en  La  Victoria de  Acentejo,  Los Cristianos, San Sebastián de La Gomera, Sabina Alta y Fasnia; en esta última localidad ejerció como director del colegio durante 19 años, hasta su jubilación, y en todos sus destinos recibió numerosos votos de gracia. Además, fue combatiente en la Guerra Civil, cabo de oficinas militares y subayudante de su Batallón, entrenador del “C.F. Marino” de Los Cristianos, delegado del Frente de Juventudes en La Gomera, profesor particular de Bachillerato  en  casi  todas  las  localidades  mencionadas,  secretario  fundador  del  Casino, teniente de alcalde y alcalde de Fasnia, secretario de la Junta parroquial de San Joaquín, etc.

Nuestro biografiado nació en Fasnia el 10 de marzo de 1916, a las siete de la mañana, siendo hijo de don Domingo Martín Díaz y doña Evarista García Delgado. El 28 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura párroco don Luis Navarro Nóbrega; se le puso por nombre “Veremundo Alejandro” y actuaron como padrinos don Manuel Santana y su esposa doña María Díaz.

Don Veremundo cursó los estudios primarios en la escuela pública de Fasnia, en la que se sucedieron por entonces varios maestros: don Ricardo Navarro Palmer, don José Schwartz Hernández, don Antonio Santana Díaz, don Emiliano Díaz Castro y don Agustín Gómez Verdier. También estudió algún tiempo con don José Rodríguez Campanario y en la academia particular que regentaba el cura fasniero don Celso González Tejera en la casa parroquial, a la que asistían una docena de niños, de los que varios siguieron la carrera del Magisterio (don Francisco González López, don Domingo Chico González y el propio don Veremundo).

Preparó el Ingreso con la ayuda del citado maestro Gómez Verdier y lo superó en el Instituto de La Laguna. Luego cursó el Bachillerato en el Establecimiento de Segunda Enseñanza de Santa Cruz de Tenerife, donde tras seis años de intenso estudio concluyó las dos especialidades, Ciencias y Letras. A continuación hizo el preparatorio para la Licenciatura de Pedagogía, pero a pesar de haber estudiado con intensidad a lo largo de un año no llegó a examinarse, con motivo del inicio de la Guerra Civil.

A principios de 1937 se incorporó al servicio militar en el arma de Infantería y fue destinado a las oficinas militares, quedando a cargo del suministro de la cocina. Al poco tiempo ascendió a cabo, graduación con la que embarcó para el frente, en el que permaneció durante 20 meses y 19 días en primera línea de fuego. Sin embargo, a pesar de que se lo sugirieron, no quiso hacer los cursos para alférez provisional.

Durante la Guerra estuvo destinado en Aranda del Duero, Frente de Zaragoza (Suera del Gállego y Peñaflor del Gállego), Guadalajara y Frente de Madrid. En 1938 se incorporó a los  Flechas  Verdes,  divisiones  mixtas  con  italianos,  con  los  que  pasó  por  Calatayud (Zaragoza) e intervino en la ofensiva sobre Cataluña, donde rompieron el frente por Fraga (Lérida) y entraron en Barcelona. Pasó a Arenys de Mar, donde permaneció unos tres meses; de allí se dirigió a Gerona por la costa, pasando por Llagartera y Labisbel, para regresar de nuevo a Arenys de Mar; continuó en esta localidad hasta la ofensiva del Centro. Con motivo de ésta partió con los Flechas Verdes y atravesó el Puente de Toledo, Ciruelos, Chinchón y Cuenca, hasta llegar a Albacete. De allí pasaron a Almanza y Yecla (Murcia), para regresar a Almanza y dirigirse posteriormente a Alpesa (Albacete).

Desde esa última localidad fue destinado a Tenerife, permaneciendo en La Orotava hasta octubre de 1939, en que lo desmovilizaron. Mientras sirvió en la Villa le negaron el ascenso, a causa de los antecedentes políticos familiares, pues su padre había sido primer teniente de alcalde socialista del Ayuntamiento de Fasnia durante el  Frente Popular; no obstante, actuó como si fuese sargento efectivo. Por los méritos contraídos durante su participación en la contienda bélica le fueron concedidas varias condecoraciones: la Medalla de Campaña, una Cruz Roja y una Cruz de Guerra pensionada; también se le expidió el carnet de ex-combatiente.

Tras la desmovilización hizo el curso de Bachiller-Maestro en la Escuela Normal de La Laguna, para lo que tuvo que estudiar libremente 17 asignaturas, entre ellas: Religión, Caligrafía,  Dibujo,  Trabajos  Manuales,  Pedagogía  y  Música;  sólo  le  quedaron  tres asignaturas: Historia de la Pedagogía, 1º y 2º de Música, de las que aprobó las dos primeras en enero de 1941, mientras que la Música de 2º fue superada gracias a la comprensión de doña Mercedes Machado. El título profesional de Maestro de Primera Enseñanza le fue expedido en Madrid el 27 de marzo de 1941, pero en ese año no pudo hacer oposiciones por no pertenecer a la Falange.

Por entonces, en 1940 don Veremundo había sido movilizado de nuevo como cabo de oficinas militares, con motivo de la  II Guerra Mundial, desempeñando las funciones de subayudante del Batallón de Infantería destinado en Los Cristianos y Adeje. Permaneció en esta situación durante unos tres años.

Durante esta segunda movilización obtuvo su primer destino como “maestro interino militarizado”, que fue la escuela de niños de La Victoria de Acentejo, a cuyo frente permaneció del 12 de noviembre de 1941 al 9 de febrero de 1942, con un sueldo de 4.000 pesetas anuales; en ese tiempo tuvo que compatibilizar su actividad docente con la asistencia a las oficinas militares. Como premio a su brillante “labor Escolar y Religiosa”, recibió una felicitación y un voto de gracia por parte de la Junta local de Primera Enseñanza de dicha villa, de la que era secretario el cura párroco don Valentín Marrero Reyes.

Del norte pasó al sur de la isla, al ser nombrado maestro interino de Los Cristianos (Arona) en febrero de 1942, con el mismo sueldo. En esta localidad continuaría cumpliendo su servicio militar, al que dedicaba todos los días libres y períodos vacacionales, incluyendo dos veranos, hasta que fue definitivamente desmovilizado. Por entonces, el 16 de febrero de 1943 se le vino a expedir en La Laguna el título de Bachiller.

Permaneció en esta segunda escuela durante siete años y medio, en el transcurso de los cuales se preparó las oposiciones, a las que se presentó en 1944; se celebraron en el Establecimiento de 2ª Enseñanza de Santa Cruz de Tenerife y las superó con éxito, previa la obligatoria “depuración” política. Gracias a su nueva capacitación, el 1 de febrero de 1945 su sueldo ascendió a 6.000 pesetas anuales y el 26 de septiembre de ese mismo año recibió el nombramiento de propietario provisional.

Como reconocimiento a su “labor docente y religiosa” recibió una “amplia felicitación” y un voto de gracia de la Junta local de Primera Enseñanza de Arona, de la que era secretario el párroco don Ricardo Díaz Delgado. Asimismo, se le concedió otra “amplia felicitación” por el alcalde-presidente del Ayuntamiento de dicha localidad, por su “labor docente en la Escuela de Los Cristianos”. Pero don Veremundo hubo de dejar esta escuela el 31 de agosto de 1949, al ser ocupada su plaza por un propietario definitivo, don Mario Monteverde.

Mientras estaba avecindado en Los Cristianos, el 8 de abril de 1944, a los 28 años de edad,  contrajo  matrimonio  en  la  parroquia  de  San  Joaquín  de  Fasnia  con  doña  Úrsula González y González, hija de don Luis González González y doña María González Delgado, naturales y vecinos de dicho pueblo; celebró la ceremonia fray Manuel García Fernández, de la Orden de Predicadores, y actuaron como padrinos don Justino Hernández Monroy y doña María Doris González, siendo testigos don Celedonio González y don Manuel P. Parodi.

Durante su estancia en Los Cristianos, don Veremundo tuvo también una destacada actividad social y deportiva. Dio clases particulares de cultura general y de preparación para el  Bachillerato  y  la  carrera  de  Comercio,  que  interrumpió  en  1944,  al  ser  designado entrenador del “Club de Fútbol Marino”, que por entonces se estaba formando; además, colaboró en la dirección del equipo, gestionó las fichas y buscó un local social, con lo que toda la juventud de Los Cristianos pasó a pertenecer a la incipiente sociedad. Esta extraordinaria labor  deportiva  y social  le  fue  comunicada por  el  alcalde  a  la  Dirección provincial de Falange, gracias a lo cual le concedieron dos puntos extras con efectos en concursos de traslado.

Asimismo, fue secretario de la Junta Local de  Primera Enseñanza de  Arona. En febrero de 1946 se le concedió un Diploma del Frente de Juventudes “por su extraordinaria




labor docente y ciudadana en Los Cristianos”. Pocos meses después, en julio de ese mismo año, se le concedió el premio “Luis María Sobrado” del Frente de Juventudes, por unos murales confeccionados en el colegio.

Sin embargo, en 1947, a causa de una caída, don Veremundo se partió un brazo y recibió  un  fuerte  golpe  tanto  en  la  cadera  como  en  la  cabeza,  lo  que  le  provocó  una hemorragia de oído. Se recuperó en la clínica de don Pedro de las Casas, en Adeje, donde estuvo ingresado durante 15 días, dos de ellos sin conocimiento. Por este motivo, tuvo que dejar los entrenamientos y el fútbol.

Don Veremundo, en una rogativa con la Virgen del Carmen de Los Cristianos por la sequía de 1948. Es el que está más cerca de los cargadores, a la izquierda de la imagen.
[Foto reproducida por Marcos Brito].

De Los Cristianos nuestro biografiado pasó a San Sebastián de La Gomera, donde el 1 de septiembre de 1949 tomó posesión como propietario definitivo de la escuela de niños de Chejelipe de Arriba, con un sueldo de 8.400 pesetas. Permaneció en este destino durante dos años, en el transcurso de los cuales también dio clases particulares de Primera Enseñanza a unos 22 alumnos, mientras que su esposa impartía Corte y Confección a unas 19 alumnas; gracias en parte a este sobresueldo pudieron construir su casa de Fasnia. En esta etapa, el Sr. Martín García ocupó el cargo de delegado del Frente de Juventudes en la capital gomera.

El 1 de septiembre de 1951, el Sr. Martín tomó posesión, en virtud de concurso de traslado, de la escuela de niños de Sabina Alta, en su municipio natal, en el que ya fijó definitivamente su domicilio. Ejerció en este barrio de los altos de Fasnia durante diez años, en los que además dio clases particulares de cultura general y Bachillerato en la propia escuela, fuera del horario escolar. Su labor docente en este barrio fue recompensada por la Junta Local de Primera Enseñanza con un voto de gracia, concedido el 22 de julio de 1955.

En esa época comenzó también su actividad política y social, pues en 1960 resultó elegido concejal y 2º teniente de alcalde del Ayuntamiento de Fasnia. Durante cinco años asumió grandes responsabilidades, que le fueron delegadas por el alcalde-presidente don Miguel Suárez González. En ese período se instaló la corriente eléctrica en Fasnia y La Zarza, y se construyeron dos escuelas en este último barrio, así como viviendas para los maestros.

El 1 de septiembre de 1961 tomó posesión, por un último concurso de traslado, de la escuela de niños nº 3 de Fasnia. En 1964 fue elegido director del colegio, cargo en el que permaneció durante 19 años, hasta su jubilación. En esta etapa se construyó el actual colegio “Guajara” y se sucedieron los reconocimientos a su labor docente: un voto de gracia por la Junta local, el 16 de julio de 1965; dos votos de gracia por la Inspección de Enseñanza Primaria, el 20 de diciembre de 1965 y el 19 de diciembre de 1966; una felicitación por dicha Inspección, en marzo de 1969; y otro voto de gracia, también por la Inspección, el 7 de octubre de 1973.

Una vez establecido en Fasnia comenzó a dar clases particulares de Bachillerato en la propia escuela y luego en un local de la carretera. Posteriormente, la Delegación provincial de Cultura le concedió un aula de Bachillerato Radiofónico, que llegó a contar con más de 40 alumnos; el Estado le pagaba una parte del sueldo y el resto lo cubrían los propios alumnos; las clases eran nocturnas y le ayudaban otros dos maestros, su propia hija y don Arístides Romero Reyes, que impartía Matemáticas y Naturales.

Por esa época, en 1962 el Sr. Martín García participó en la creación del Casino de Fasnia,  formando parte  de  su  primera  junta  directiva  como  secretario  fundador, bajo  la presidencia de don Jorge Rodríguez; permaneció en el cargo durante varios años, hasta que se liberó la hipoteca que se había impuesto sobre los propios bienes de los directivos.

El 27 de enero de 1972 fue nombrado alcalde de Fasnia por el gobernador civil de la provincia, previa la  conformidad de  la  Dirección General de  Administración Local,  por renuncia de su antecesor don Francisco González. El 3 de febrero inmediato tomó posesión de la Alcaldía, aceptando el cargo por consejo de los jefes provinciales y con la condición de que fuese apoyado. El día 5 de este mismo mes, el periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria se hizo eco de su nombramiento, bajo el titular “Nuevo alcalde de Fasnia”: “Ha tomado posesión de sus cargos el nuevo alcalde y jefe local de la localidad de Fasnia, en el sur de Tenerife, acto que estuvo presidido en nombre del gobernador civil y jefe provincial, por el subjefe del Movimiento, don José Estévez Méndez, en unión del inspector provincial, señor Acha Meneses. Tras la toma de posesión del nuevo alcalde de Fasnia, don Veremundo Martín García, hizo asimismo uso de la palabra el alcalde saliente, cerrando el acto el subjefe provincial”.

De su brillante gestión municipal merecen destacarse varias obras: la construcción y dotación del nuevo colegio de la localidad, por unos 25 millones de pesetas; la construcción del polideportivo y dos aulas anejas a dicho colegio; la apertura de la calle que comunica la Avenida Pérez Cáceres con la carretera; la repavimentación y ensanche de la carretera de Los Roques a La Zarza, por un presupuesto que superó los 30 millones; la construcción de la carretera entre La Zarza y la Cruz del Roque, por cerca de 40 millones; la instalación de luz eléctrica en Sabina Alta, La Sombrera, Cruz del Roque y Apartadero; etc.

Desempeñó la máxima responsabilidad local durante cinco años, hasta el 1 de junio de
1977, en que decidió libremente dejar la Alcaldía, siendo sustituido interinamente por don Manuel Oliva Pérez. Como curiosidad, don Veremundo había solicitado la excedencia del Magisterio para dedicarse por entero a la Alcaldía, pero el Gobierno Civil no se la concedió, por lo que tuvo que compatibilizar su cargo político con la dirección del colegio.

Casi al final de su actividad profesional, el 23 de abril de 1982 el Sr. Martín asistió a una comida íntima organizada por sus compañeros del colegio, quienes le entregaron una placa conmemorativa: “En reconocimiento a su labor como Director del C.N. Guajara de Fasnia, de sus compañeros”.

Don Veremundo, que como hemos visto recibió a lo largo de su dilatada carrera numerosos  votos  de  gracia  de  ayuntamientos  e  inspectores,  alcanzó  la  jubilación  del Magisterio el 10 de marzo de 1983, a los 67 años de edad, 42 de ellos dedicados a la docencia. Ese mismo día se le tributó un homenaje en el patio de su colegio de Fasnia, en el transcurso del cual se representaron obras de teatro, se recitaron poesías, etc.; asimismo, se le entregaron diversas placas: “Los alumnos del C.P. Guajara de Fasnia, en agradecimiento a su labor como Maestro y Director, en el día de su Jubilación”; “Sus compañeros, en reconocimiento a su labor docente, como Maestro y Director, en el día de su Jubilación”; “A Veremundo Martín García, sus ex-alumnos y amigos en su jubilación”.

Finalmente, se le tributó un nuevo homenaje popular en el Club Náutico de Güímar, al que asistieron los ex-alumnos de Fasnia, compañeros, amigos, diversas autoridades, el inspector  jefe  y  otros  dos  inspectores  de  E.G.B.;  en  el  transcurso  de  dicho  acto  se  le entregaron diversos regalos, entre ellos uno concedido por CajaCanarias y otro por el Ayuntamiento de Fasnia. Fue un acto muy emotivo, que don Veremundo agradeció con voz entrecortada.

Sus  mayores  aficiones  fueron  el  fútbol  y  la  gimnasia.  También  trabajó  en  la Agricultura y, tras su jubilación, se volcó en el cuidado de un par de fincas que poseía en la “Suerte Atravesada”, dotadas de casa, charca, cobertizo y unos 40 árboles, entre los que se encontraban naranjeros, limoneros, ciruelos y bicacos, que atendía con cariño.
El último cargo que ocupó, durante algunos años, fue el de secretario de la Junta Parroquial de San Joaquín de Fasnia, pues dado su entusiasmo y vitalidad aún le quedaba mucho que aportar a los demás.

Fallecimiento y descendencia

El maestro nacional don Veremundo Martín García falleció el viernes 20 de junio de 1997, a los 81 años de edad, después de recibir los Auxilios Espirituales. A las tres y media de la tarde del día siguiente se efectuó el sepelio, desde la cripta de San Joaquín de Fasnia a dicha parroquia, en la que se oficiaron las honras fúnebres y a continuación recibió sepultura en el cementerio de San Isabelino de dicha localidad.

El jueves 26 de ese mismo mes, a las siete de la tarde, se ofició una misa por su alma en la misma iglesia de San Joaquín, a la que invitaban, en sendas esquelas publicadas en El Día, tanto sus familiares como el párroco y la Junta Parroquial de Fasnia. Y el domingo 20 del mes de julio inmediato se ofició otra misa en la misma parroquia, a la que invitaba en una esquela publicada en El Día el alcalde y la Corporación municipal, como reconocimiento al “Ex Alcalde del Iltmo. Ayuntamiento de Fasnia”.

Le sobrevivió su esposa, doña Úrsula González González, quien murió el sábado 8 de septiembre de 2007, a los 88 años de edad, después de recibir los Santos Sacramentos. A las tres y media de la tarde del día siguiente se efectuó el sepelio, desde la sala nº 5 del Tanatorio Tenerife a la iglesia parroquial de San Joaquín de Fasnia, en la que una hora después se oficiaron las honras fúnebres, y a continuación recibió sepultura en el cementerio de San Isabelino de dicha localidad.

En el momento de su muerte continuaba viuda de don Veremundo Martín García, con quien había procreado una única hija: doña Irene Inés Martín González (1945), también maestra, que contrajo matrimonio con don Antonio Tejera Gaspar, natural del Río de Arico, catedrático de Etnología y Prehistoria de la Universidad de La Laguna, concejal de Fasnia, delegado territorial de Cultura de la provincia, asesor del Gobierno de Canarias y Premio Canarias de Patrimonio Histórico, con sucesión2. (Octavio Rodríguez Delgado)  [blog.octaviordelgado.es]

Notas:
1   Sobre este personaje puede verse también el artículo de este mismo autor: “Personajes del Sur (Fasnia): Don Veremundo Martín García (1916), maestro, entrenador de fútbol y alcalde de Fasnia” (I y II), El Día (La Prensa del domingo), 13 y 20 de marzo de 1994. Con posterioridad, la reseña biográfica se ha visto enriquecida con nuevos datos.
2 Doña Irene y don Antonio han tenido dos hijos: don Jorge Luis y don Lorenzo Tejera Martín.



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