jueves, 16 de julio de 2015

"Benijo"



El valle de Benijo estuvo habitado por los guanches, tal como se demuestran los diferentes hallazgos arqueológicos que se han encontrados en la zona, y pertenece al menceyato de Anaga.



Cuando terminada la conquista de la isla por Alonso Fernández de Lugo en 1496, el valle de Benijo, rico en aguas, fue entregado a varios propietarios hasta que finalmente pasó en el siglo xvii a manos de las grandes familias absentistas que ya controlaban varios valles adyacentes.

El caserío aparece ya en 1536 constituido por casas, chozas, bodega y lagar, pero siempre fue escasamente poblado por los arrendatarios de los propietarios absentistas. Las tierras de Benijo fueron dedicadas al cultivo de la caña de azúcar y la viña.
El lugar tuvo una ermita dedicada a Santiago Apóstol que fue erigida hacia 1630 por el dueño de la heredad, Diego Pereira de Castro. Dicha ermita acabaría arruinándose a mediados del siglo xviii y no volvió a ser edificada.

El caserío fue desde su origen un pago del lugar de Taganana hasta la agregación de este último a Santa Cruz de Tenerife en 1877, pasando a ser ambos barrios de la capital.
En cuanto a las comunicaciones, como el resto de caseríos del macizo de Anaga, los habitantes de Benijo se comunicaban mediante diferentes caminos hasta la construcción de la carretera en la década de 1980. Esto significó la apertura del caserío al turismo, que a su vez ha posibilitado la permanencia de este enclave rural.

Publicado por María Gómez Díaz. Julio de 2015.

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