viernes, 24 de julio de 2015

ARCHIVO PERSONAL DE EDUARDO PEDRO GARCÍA RODRÍGUEZ-LXXXVII



LA ECONOMÍA CANARIA EN 1980

Industria, tabaco y turismo

El análisis de la evolución del sector industrial durante 1980 debe situarse en las mismas coordenadas con que se ha abordado en años anteriores, ya que en líneas generales persiste la misma problemática de tipo institucional y estructural que ha imposibilitado su desarrollo y que constriñe la participación de la industria en las ma cromagnitudes de la economía provincial.



Entre estas limitaciones tienen importancia la escasez de recursos y de materias primas, la reducida dimensión y fragmentación tanto de las empresas como del mercado interno, los problemas de transporte y de los posibles mercados de exportación, así como la necesidad de incrementar los niveles de cualificación empresarial y laboral y de evitar el proceso de descapitalización observado en el sector, todo lo cual se ha puesto de relieve de diversas maneras a lo largo del año. Hay que referirse de forma específica a la insuficiencia de medidas de fomento para la actividad industrial y al régimen legal no favorable al mismo, cuya modificación como ya señalamos en varios apartados de esta Memoria, es protagonista de un intenso debate que enfrenta a distintas opciones para reconducir la actividad económica en el Archipiélago.

Señalemos que tanto por su incidencia en los transportes como en el coste de la materia prima, las sucesivas crisis energéticas han actuado como un enorme handicap en la marcha de ¡a actividad industrial.

Las circunstancias que concurren en los caladeros en cuanto a las dificultades para firmar acuerdos estables con los países soberanos, y el considerable incremento en los costes de las materias primas han hecho disminuir sensiblemente la cartera de pedidos en la industria de conservas de pescado, aumentando los stocks habituales y manteniendo la actividad productiva en un 60% de la capacidad de las fábricas. Como dato significativo, señalemos que las exportaciones disminuyeron en un 50% con respecto al año anterior, situándose en torno a unas 14.000 Tms.

Las cuarenta y siete empresas del subsector de reparaciones navales —que emplea a unos 1.900 trabajadores— se han encontrado durante 1980 con problemas en cuanto a la carencia casi total de trabajo de barcos nacionales, a la falta de facilidades para los buques extranjeros y al incremento en el precio de los servicios por la especial repercusión que ha tenido el continuado incremento de los crudos. La cartera de pedidos del sector es lamentablemente baja, trabajándose en pequeñas reparaciones a un ritmo que no alcanza el 15%.

La evolución del subsector de cervezas, sin embargo, podría valorarse positivamente, a pesar de la inflación de costos motivada por la crisis energética y a la gran competencia de marcas peninsulares y extranjeras. La producción se sitúa aproximadamente en 1/3 de la capacidad productiva, observándose unas cifras de exportación reducidas en comparación con los volúmenes producidos, pero que revisten importancia si tenemos en cuenta que no las hubo durante 1979.

Los niveles productivos del subsector de cementos se situaron en un 70% de la capacidad productiva, observándose unas exportaciones de 290.000 Tms., similares a la actual demanda del mercado interno. El incremento en el coste de las materias primas se vería sensiblemente reducido si existiera capacidad de financiación para un horno de clincker que disminuyera las importaciones.

En cuanto al subsector de fertilizantes, que funciona al 100% de su capacidad, ha tenido mucha incidencia el precio de los crudos, ya que utiliza el Fuel-oil n.° 2 tanto como combustible como materia prima para el amoníaco. La casi totalidad de fertilizantes se destina al mercado peninsular, enviándose al extranjero 80.000 Tms. de cenizas de pirita.

Por último, el subsector de aguas minerales ha experimentado mejoras técnicas en las plantas embotelladoras de las de Firgas, San Roque y Los Berra-zales,-sin que se haya incrementado la capacidad de embotellado que sigue siendo holgada. Hay autorizados 8 puntos de aprovechamiento entre aguas minerales, aguas minero-medicinales y aguas de manantial que se embotellan en cuatro plantas diferentes.

A la luz de los datos suministrados por la Delegación Provincial de Industria, 1980 ha sido un año de relativa recuperación del sector, a pesar de los comentarios anteriores. Se han duplicado las nuevas industrias creadas en el año, así como los puestos de trabajo generados, y se han triplicado los volúmenes de inversión, lo que ha hecho subir los ratios indicativos del coste por la generación de los puestos de trabajo y de la dimensión media de las; empresas, que sigue siendo excesivamente baja. No obstante estos datos, son muy pocas las inversiones estrictamente industriales que pudieran incidir en la mejora de la situación del sector, destacando por su importancia las de Prefabricados Pesca Canarias, para la elaboración de productos congelados, las de ROCAR, S.A., para la reparación de automóviles, y las de Agramar S.A., para el tratamiento industrial del pescado.

Pasamos a exponer el cuadro indicativo de la creación de nuevas industrias y ampliación de las ya existentes:

            Nuevas Industrias                                Ampliaciones              
            1978    1979    1980    1978    1979    1980
Número de empresas   243      219      425      64        57        92
Puestos de trabajo       1.249   1.251   2.776   99        131      498
Inversión (Millo'nes de Pts.)     853      520      1.691   1.033   287      695
Inversión/Puesto de trabajo      682.946           415.667           609.150           —        —        —
Puesto de Trabajo/n.° de empresas      5,1       5,7       5,5      

Del total de nuevas industrias creadas o ampliadas, ocho se acogieron a los beneficios del Real Decreto 2.553/79 sobre Zona de Preferente Localización industrial de las Islas Canarias. Estas empresas supusieron un volumen de aversión de 883,7 millones de Pts. y generaron 245 puestos de trabajo obteniendo una subvención global de 101,9 millones de pesetas (11,5% sobre las Aversiones, que supone una subvención por puesto de trabajo de 415.000 Pts.).

Por último, señalemos que han sido también ocho las empresas que se han acogido a los beneficios arancelarios del Real Decreto 702/77 aplicables a las materias primas extranjeras incorporadas a los productos que elaborados en Canarias se envíen a la península e islas Baleares. Asimismo, se han acogido cuatro unidades artesanas al R.D. 2353/78 sobre Zona de Protección Artesana, con una inversión a realizar de 7,8 millones de pesetas.

Por lo que se refiere al Polígono Industrial de Arinaga, la información proveniente de la Asociación Mixta de Compensación revela que hay confirmada la venta de 23 parcelas por una superficie total de 267.897 m2, siendo de destacar las empresas de alimentación y construcción. Por otra parte se encuentran en construcción 208 viviendas promovidas por VISCONSAN. TABACO

La entrada en funcionamiento en Noviembre de 1980 del consorcio entre Tabacalera y algunas de las empresas tabaqueras canarias para crear la empresa mixta Tabacanarias S.A. con un capital de 2.500 millones de Pts. y un total de 1.400 productores, tan sólo resuelve parcialmente algunos de los problemas planteados durante los dos largos años de tensas negociaciones que han precedido a esta sociedad.

La autorización del Consejo de Ministros durante el mes de Febrero para que el monopolio peninsular participe con un 50% (más de 1.000 millones de Pts.) en la nueva sociedad mixta, preveía en realidad la creación de dos tipos de sociedades especializadas, una en la producción de cigarrillos y otra en la producción de cigarros.
En la primera, las sociedades participantes serían: ITACASA (empresa con una participación mayoritaria de Tabacalera), con el 50%; British American Tobacco (la B.A.T. es la mayor multinacional tabaquera que recientemente adquirió el grupo Fierro por unos 1.500 millones de pesetas); con un 27%; el grupo Carlos de la Torre (antiguas propiedades del desaparecido Eufemiano Fuentes); y el grupo Jean.

Las sociedades participantes en la segunda: Tabacalera, con un 50%; Alvaro y Peñamil.
Fuera de esta operación han quedado industriales con un gran peso exportador y con un considerable porcentaje de la mano de obra empleada en el sector, ya que suponen el 60% de las labores canarias vendidas en la Península y ocupan a 2.300 productores.

Durante el mes de mayo se creó el Consejo Tabaquero Canario, como organismo asesor del Ministerio de Agricultura que arbitrará y coordinará los distintos intereses en juego en el sector. Sustituye a la extinguida Junta Sindical Tabaquera de las Islas Canarias, y tendrá por objetivo el máximo aprovechamiento de la potencialidad productora, tanto agrícola como industrial. Entre sus más importantes acuerdos figura la programación de la campaña para 1981, estableciendo un tope máximo de 270 Has. de cultivo, y 645 Tms. máximas de producción.

TURISMO

Las coordenadas de análisis del sector turismo lo sitúan en consonancia con la tónica general depresiva del conjunto de la economía y revelan su especial sensibilidad a la evolución de la coyuntura mostrando algunos aspectos sintomáticos de la nueva fase en que entra la crisis en el Archipiélago, pues si hasta 1978 coexistían indicadores de depresión económica con indicadores de crecimiento (p.e., el número ascendente de turistas llegados), a partir de esa fecha se hace más evidente tanto en el turismo como inflexión en la actividad.

El año comienza con la  generalizada de que el número total de turistas llegados descendería entre 200.000 y 400.000, agravándose la crisis iniciada en años anteriores, y colocando al sector en una situación de encrucijada en cuanto a su evolución futura. Como veremos más adelante, estas previsiones se cumplieron en parte, pues se finalizó el año con una tasa de descenso (10,1%) mayor que la de 1979 (6,7%) y se cifró en 116.000 la disminución de turistas llegados a la provincia.

La temporada de invierno se saldó con un considerable descenso del turismo europeo que puede estimarse en torno a un 25% para el caso del alemán y entre un 30% y un 50% para el caso del escandinavo. Las razones habría que buscarlas en la ya conocida inadecuación entre el precio y la calidad de los servicios, y el entrecruce de otras que hacen más referencia a la incidencia que sobre las unidades económicas familiares tiene la crisis generalizada en los países emisores, y a las nuevas estrategias de los tour-operadores en búsqueda de otros mercados donde no sólo se dé la situación de oligopsonio de demanda, sino también la de oligopolio de oferta, mediante inversiones de los mismos grupos financieros en obras de infraestructura.

En el capítulo del incremento de precios, ha tenido gran incidencia la continuada subida de los crudos. A la ya conocida circunstancia de que el queroseno de aviación es entre un 20-35% más caro en Canarias que en otros puntos del territorio nacional, hay que sumar que con la última subida del petróleo, la Administración española quiso equiparar el precio del queroseno a su coste real, pues hasta entonces se mantenía un precio político que lo hacía un 45% más barato que en Europa. El resultado fue que mientras la subida supuso un 10-15% para el queroseno de aviación europeo, para el español representaba un 55-60%, haciendo temer una considerable recesión de los charters nacionales.

La medida paliativa de subvencionar en 2 pesetas el litro de queroseno para todas las compañías nacionales de vuelos charters pudo convertirse en un excelente instrumento de potenciación para los centros turísticos del territorio nacional, y especialmente para Canarias, dada su lejanía y la obligada utilización casi exclusiva del transporte aéreo. Sin embargo, esta medida se adoptó también para los vuelos charters al extranjero, incentivando las salidas de España y distanciándose claramente de la política turística del resto de países europeos en momentos de crisis, que es potenciar las vacaciones de sus ciudadanos dentro del propio país.

En cuanto a los precios de oferta de hoteles y apartamentos, se confirma la tendencia al alza que anunciábamos en anteriores Memorias, motivada tanto por la liberalización de precios de 1978 como por el resultado de los convenios laborales, que disminuyen la rentabilidad hasta entonces sustentada en unos bajos costes salariales.

Un tema de especial preocupación en los sectores ligados a la actividad turística ha sido las distintas campanas en Europa sobre la baja calidad de los servicios. Durante la celebración en Febrero de la Bolsa de Turismo de Berlín —que es uno de los congresos turísticos más importantes del mundo, que reúne a 160 países— los tours operadores alemanes pusieron de manifiesto en sus conclusiones que Gran Canaria era la zona turística con peor imagen, tanto por lo que se refiere a aspectos de infraestructura (limpieza, basuras, seguridad ciudadana...) como a la ya comentada inadecuación entre el precio y la calidad de los servicios.

Como resultado de esta situación a grandes rasgos señalada, han hecho aparición nuevos mercados turísticos, afianzándose otros tradicionalmente competitivos con similares características de horas-sol año y lejanía de los centros emisores. Con más valor sintomatológico que anecdótico los periódicos recogían la noticia de que un grupo de inversores españoles con intereses en la industria hotelera canaria negociaba la instalación de un importante complejo turístico en la isla de Bubaque (Guinea Bissau) con una inversión de 10 millones de dólares.

Los adversos resultados de la temporada de invierno provocaron la adopción de medidas en los círculos empresariales para reactivar la llegada de turistas peninsulares en la de verano. Entre estas medidas cabe destacar el inicio de la campaña "Península 80" con el objetivo de atraer a 500.000 turistas peninsulares con una subvención en el paquete de costes por turista de 10.000 pesetas. Junto a esto, el dossier presentado a la  Administración recogía reivindicaciones ya comentadas como la subvención al queroseno, el incremento de la seguridad y vigilancia policial en las zonas turísticas, etc..., pero sobre todo hay que mencionar dos tipos de medidas con implicaciones más allá que las meramente turísticas. La primera es la ampliación hasta 25.000 pesetas de la franquicia aduanera en península, que se encontraba situada en un máximo exento de 2.500 Pts. y de ahí hasta 10.000 se pagaba un derecho único del 10%, con lo que se pretende revitalizar el atractivo del "shopping" en Las Palmas, que ha perdido importancia turística, comenzando a oírse ya rumores de cierres y dificultades de los más importantes hoteles de la ciudad. La segunda es la exigencia de una política de "cielo abierto", que posibilite la llegada a las islas de compañías aéreas extranjeras sin la necesaria reciprocidad de vuelos del monopolio estatal Iberia a sus países de origen, con lo que se pretende reducir en un 90% la dependencia con respecto a los tour-operadores.
Revista Aguayro
Año XII nº 137, octubre de 1981.
(Archivo Personal de Eduardo Pedro García Rodríguez)



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