Eduardo
Pedro García Rodríguez
1825.
Marzo. Agustín Millares Cantero ha reseñado que mientras viajaba hacia
Gibraltar. el navío "Carme”', a
las órdenes del gaditano Joaquín Ylabert, fue capturado por el buque colombiano "María Isabel", al mando de un
tal Pedro Dantant.
Conducidos al Sur de
Gran Canaria el día 24, allí le despojaron de 21 prendas y dos onzas de
oro, además de unos ocho mil reales de vellón.
Durante
este mismo año, el místico "Nuestra
Señora de las Nieves'" fue abordado por otro corsario de aquella República.
Sin embargo, mientras se dirigía a Puerto Cabello
en el mes de septiembre, la tripulación consiguió recuperarle tras matar al capitán enemigo y arrojar por la borda a
todos sus hombres. Luego retornaron a
Santa Cruz de Tenerife. (En: Manuel de Paz-Sánchez, 1994)
Desde 1825 existió el rumor de la
existencia de un convenio firmado en Colombia consistente en atacar o
apoderarse militarmente de alguna de las Islas Canarias y de hecho se llevaron
a cabo algunos intentos. El General Pedro Briceño, el día 12 de abril de 1826,
manifestaba por carta a Simón Bolivar: “es indudable que en el momento en
que podamos destruir los restos de la escuadra española que cubre a Cuba, damos
la libertad a aquella isla, a Puerto Rico y a las Canarias, que desean ser
también americanas”.
1826.
En el Arrecife de Lanzarote se
había estacionado en 1808, una goleta corsario española de Dn. Juan
Gavazzo, genovés, y su contramaestre Juan
Bachicha, o Bautista, se quedó y casó allí. A éste se agregó otro
genovés también del mismo nombre que casó con una hermana de la mujer de su paisano; de modo, que para distinguirlos era
uso decir Bachicha el de Dolores que era el primero, y Bachicha el de Lorenza que era el segundo. Este hizo una
expedición para Montevideo con su
familia y más de 200 pasajeros el año 1826, en el bergantín «Andújar»,
y en las islas de Cabo Verde encalló y se sumergió, el bajel, salváronse
todos y tuvo que fletar otro, para conducir
estas gentes a su destino.
Pero
el cuñado y sus hijos, antes de ésta, y hasta el día han hecho varias
expediciones enriqueciéndose con los bienes raíces que han percibido a
cómodos precios a los apresurados transmigrados que en nada reparan
por huir de la escasez de su sosegada patria, sin advertir, que van a
desembocar al torbellino de la guerra donde los arrebatan por fuerza para
servir en ella y han muerto muchos centenares faltos de quien les
proteja de tales violencias. Hemos visto censurados y lamentados estos desastres
en algunos periódicos españoles, atribuyéndolos a descuido del gobierno
que no ha puesto allí un cónsul, cuando el verdadero mal proviene del
bárbaro y venal embarcadero. (J.A. Álvarez Rixo, 1982:167-168)
1825. Mayo 11. El Corregidor
de Gran Canaria, el servillista Salvador de Terradas, ponía en manos del
Regente de la Audiencia -Juan Nicolás de Undabeytia- una comunicación reservada
en la que le informaba del "convenio hecho en Colombia" para dirigir
"sobre estas Islas, desde Margarita, una Escuadra, para apoderarse de alguna de ellas, o de la de La Madera, con el fin de tener
expedito, y seguro en estos mares, las correrías insurgentes contra nuestra
Nación; y que esto ha sido a consecuencia de las maquinaciones, ofertas y planes del que fue Doctoral de esta
Santa Iglesia Catedral don Graciliano
Afonso, prófugo hoy en Caracas por haber sido Diputado de las llamadas Cortes, y a quien parece le distinguen en
aquellos países, y con lo que daría el último golpe de ingratitud a su
Patria".
La noticia
se remitió a la Corte y tanto el Regente como el Comandante
General trataron de obtener más información al respecto, sin que, en definitiva, Terradas pudiera
ampliar sus noticias. Pero, nada tenía de extraño
esta clase de rumor. (Manuel de Paz-Sanchez, 1994)
No hay comentarios:
Publicar un comentario