Eduardo Pedro
García Rodríguez
Desembarcos
ingleses en La Gomera:
Pero no eran solos los piratas franceses los que hacían semejantes ensayos de poder. La nueva marina inglesa, su competidora, y Sir Francis Drake, su primer héroe, después de haber dado la vuelta al globo y revuelto las posesiones coloniales españolas de la América, había venido en 1585 a bloquear y atemorizar esta colonia con una armada de 80 vela. En vano intentó un golpe de mano en Benahuare (La Palma); en vano estuvo amenazando La Gomera. Su conde la supo defender y aun despachó varios avisos a Tenerife, porque algunos desertores aseguraban que el designio de Drake era saquearla y llevarse mil botas de vino para endulzar su viaje al estrecho de Magallanes y costas del Perú. No obstante, ya veremos, a pesar de muchos mal informados historiadores, cuán erradas le salieron siempre esas cuentas en las Canarias a aquel terrible inglés y cómo conocieron sus paisanos que era más fácil o más cómodo hacer en ellas comercio que la guerra por vinos. Con las mismas miras hicieron los galos en Italia su primera irrupción. Drake visitaba nuestras islas y al conde de La Gomera casi todos los años. En 4 de mayo de 1587 se pusieron sobre la del Hierro cinco galeones de su armada y, aunque lejos de haber cometido ninguna hostilidad, quisieron tener tratos con los naturales, so color de católicos e irlandeses; despachó el conde aviso pronto a Tenerife, que se leyó en su ayuntamiento. Así no fueron éstas los reveses más efectivos que recibió entonces La Gomera.
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