as de espera sanitaria. ¿Cuántos canarios tienen que acudir cada día a centros de beneficencia para que les den un plato de comida? ¿Cuántos niños famélicos tienen que desayunar y almorzar en la escuela para no caer desfallecidos por la calle?
Su misión no es llevarse bien con los metropolitanos, sino defender los intereses de Canarias y de los canarios y no unos traidores de su pueblo.
¿Qué justicia social puede haber cuando los políticos viven en mansiones, mientras que muchos canarios -tampoco eso nos cansamos de repetirlo- son desahuciados de sus viviendas y arrojados a la calle de mala manera? Las ya citadas colas del hambre y listas de espera sanitaria, la emigración forzada de miles de jóvenes isleños, ¿es eso justicia social? ¿Puede alguien hablar de justicia en un Archipiélago que lleva 600 años ocupado y esquilmado por un país situado en otro continente?
La independencia llegará, lo reiteramos, pero hemos de ayudarla a llegar. Ni un paso atrás. De forma pacífica pero contundente tenemos que hacer cuanto esté en nuestras manos para liberarnos de quienes nos exprimen para beneficio suyo. No puede haber justicia en canarias, mientras persista el colonialismo español. La esclavitud no puede ser justa porque la libertad de las personas y de los pueblos es un derecho divino.
Maria
Gómez Díaz
Enero
de 2014.
Como si todo se redujera a Canarias, en el resto de España también ocurren situaciones similares. Me gusta tu blog, pero yo rechazo la independencia por inviable, y eso de asimilar independentismo canario con el pasado indígena es bastante absurdo, el componente genético mayoritario de los canarios es esencialmente europeo, ningún canario se puede llamar a sí mismo, "mazigio" o "bereber", pecando de anacronismo, uno de los primeros aspectos fundamentales que se aprenden en la carrera de Historia. Es mi humilde opinión siendo un canario imparcial graduado en Historia, sin estar en el bando tanto nacionalista español como en el del independentista canario, ambas corrientes pecan de pseudo-históricas y de reducción al absurdo. Los canarios NO somos un pueblo originado en época prehispánica, somos el producto del choque de dos culturas y su mestizaje, no de un pasado ya desaparecido.
ResponderEliminarDe todas, y "gracias a Dios" los independentistas canarios al igual que los partidos de extrema derecha en Europa, son minoritarios, porque me río bastante del pobre argumento que usan para desvincular el Estado español con Canarias, el cual es totalmente legítimo por vínculos históricos, culturales y genéticos.
EliminarOtro detalle que me gustaría aclarar como investigador "aficionado" de la Prehistoria canaria y sin tintes políticos ya... es que no se puede hablar de la Canarias prehispánicas usando terminología que englobe cada una de las culturas insulares del archipiélago, tan distintas como iguales. Cada vez que leo que se usa la palabra "guanche" para designar a todos los indígenas canarios por igual, se me rompe el alma de historiador, tampoco se puede hablar de deidades por igual en todas las islas, como si los majos adoraran a un tal "Magec" al igual que los guanches. La Canarias prehispánica era un crisol de culturas que llegaron a lo largo de una evolución temporal e incluso en el que se ha atestiguado que hubo conflictos raciales y/o demográficos por la llegada de nuevas gentes, la imagen del "buen salvaje" indígena está bastante anticuado, y curiosamente los que más suelen meter la pata a la hora de hablar de los indígenas canarios son los independentistas ya que adoptan ese discurso ciéntifico y apolítico a su ideología de tintes marxistas ya políticamente hablando, porque la historiografía marxista la valoro, pero esto que se suele hacer, no. Los antiguos canarios NO conformaban una sólida unidad cultural, además de que carecían en gran manera de la identidad como pueblo, sino, no se explicaría que participaran canarios y gomeros en la conquista de Tenerife, esa "nación canaria alzada contra los conquistadores" no existía sino de forma residual, sólo hay que ver como la mayoría de los cantones se aliaron al conquistador en Tenerife. Reflexionen.
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