LAS
DATAS DE ACENTEJO
Y
BREVE
RESEÑA HISTÓRICA DE LOS DATADOS
CAPITULO VI
507-22.—Diego Peres. 60
f . a las montañuelas de Acentejo arriba al camino
linde con el barranco q. está a par de los Cordobeses; e más otras 60 f . en las cabezadas de las
tas. de Baldés q. son en Tacoronte. Q. digo q. las 60 f . son encima del camino de
Taoro
junto con lo de Goncalo Guares. 3-VI-1504. [1]
En la lista
de los katuten (guerreros) de la compañía auxiliar de Maninidra expuesta por el
criollo Antonio de Viana figura un Diego Peres integrante de la misma.
Otras datas
concedidas a Diego Perez: “Diego Peris de Turel. “Syen f., digo C f., en las cabecadas de
Tacoronte”. Y digo q. si no las podieredes sembar este año q. las sembréis
cuando podieredes. Q. vos den 70
f . 10-X-1502. [Repartidores: Sres. encomiéndoos a Diego
Peres, q. no quede por dalle tas. pues yo no puedo entender en ello. El Adelantado]; ”4 f . para viña encima del
acequia. Más 60 f . q. son encima de las tas. de Diego Mayor fasta la
montaña vera de un barranco q. son en
Taoro. 30-XI-1503” ;
Las tas. q. fueron de vuestro herma no Antón Sanches de Turel q. Dios haya, las cuales
vos doy como a su hermano y heredero.
Reservando su derecho a salvo a Juan Agostín
Salvago, v° de la Gomera ,
para q. vos D. P. le seáis obligado a
pagar los 10 mil e 8 cientos mrs. q. le eran debidos por el dho. A. S. vuestro hermano y después por Espino
en su nombre 8-1-1505” ; “v°. 100 f . q. son en Heneto entre
los dos dragos las cuales vos habéis
sembrado en el año de 1504 y en este
presente año, en las cuales vos el dho. D. P. os habíades entrado a sembrar por mandamiento de mi alcalde
Pedro de Ver-gara. Q. vos do 50 f . 25-11-1505.” .
Figura en
varios instrumentos de la escribanía de Hernán Guerra: “10 de marzo de
1511.-Diego Pérez y Gonzalo Martín, levador, vs., reconocen deber a Juan
López Franco 52 reales y 1/2 por tanto trigo que le compraron, a
pagar a final de mayo. Ts.: Fernán Esteban Cárdeno y Juan Galán.—Gonzalo,
levador, y Diego Pérez de Turel. (fol.143 r.); En 21 agosto de 1511.-Rodrigo
Alonso, gallego, v°., arrienda a Diego Pérez una yunta de bueyes para hacer
la sementera que viene y no otra, con tanto que tenga que sacar
a la era el pan que sembrare en 10 días, por 2 cahíces de pan, trigo,
puestos en las eras por el mes de julio de 1512. Ts.: Tomás Justiniano y
Fernán Esteban.— Rodrigo Alonso. (fol.419 r.)”.
El 18 de
noviembre de 1540 figura como testigo y vecino de El Sauzal en una escritura de poder concedida por
Gonzalo Hernández de Ocampo ante el escribano publico Juan del Castillo.
De la
documentación consultada es todo cuanto hemos podido recabar de este personaje.
656-56.—Antón de la Sierra , conquistador. 15 f . en Centejo linde con
tas. de Juan Delgado, q. Dios haya. 19-IV-1504 [Autógrafo del Adelantado].
Obtuvo además de las de Acentejo tierras en
Masca: “Antón de la Sierra, v°. Dos cahíces de s. en Masca, junto a las
ts. de Juan Delgado y del camino real; linde de un barranco de las ts. de
Juan Benites. Asimismo digo que por cuanto vos A. de la S. decís
que J. Benites vos tiene tomadas 6
f . de ts. de las dichas, que pareciendo vos haber tenido
las dichas ts. y ser vuestras, que luego os las mandaré volver, sin pleito ni
contienda. El Adelantado. 19-VIII-1508.” .
Así mismo también en Taoro tal como se especifica en la data concedida al
colono Diego de Mendieta: “Diego de Mendieta. Antón de Vallejo, escribano público, yo
vos mando q. un título oreginal q. vos tenéis tocante e
pertenesciente a D. M. el cual oreginalmente dad y entregad al dho. tomando
del tal título un traslado abtorizado. El bachiller Mansilla y otras firmas.
28-VII-1523.
[Hoja
aparte; el traslado] Toda la demasía q. hoviere en las tas. q. yo
di a Diego de Cala, vuestro suegro q. h. s. g., q. son en Taoro bajo
de la cuesta, junto de unos almacigos, linde donde tiene las colmenas de
Antón de la Sierra
e Pedro Delgado de Grand Canaria e su entenado, e de parte de arriba la
cueva horadada derecho a las cuevas q. están encima de los almacigos q. están
encima de las colmenas del dho. Antón de la Sierra. ll-XII-1507.” .
Como
el resto de los canarii establecidos en la Isla Chinech
(Tenerife) pronto se integró en el sistema capitalista impuesto por los
invasores europeos, por lo que generó algunos documentos notariales,
especialmente ante el escribano publico Hernán Guerra, los cuales reproducimos:
“ 31 de marzo de 1511.-Antón de la
Sierra , v°., reconoce deber a Alonso López, est., 3.388 mrs.
porque se los prestó, a pagar en dineros de contado y no en otra cosa, a
final del mes de julio. Ts.: Pero Alonso Corrales, Fernán Esteban
Cárdeno y maestre Diego de León.—Fernán Esteban Cárdeno.”
(fol. 188 r.); En la misma fecha, “Antón de la Sierra , v°., reconoce deber a Fernando de Taco-ronte, v°.,
6.460 mrs. por resto de 80 cabras que le compró, a pagar en dineros de contado,
el primer día del mes de agosto. Ts.: Alonso López, Pedro Alonso Corrales y
Fernán Esteban Cárdeno.—Fernán Esteban Cárdeno. (fol. 189 r.); El 2
de abril de 1511 “ Antón de la Sierra , canario, v°., reconoce deber a Fernando de Tacoronte, guanche, v°., 5.000 mrs. de la
moneda de Tenerife por una yegua que
le compró, a pagar en dineros de contado, en el mes de julio, primero que viene. Ts.: Alonso López y Fernán
Esteban Cárdeno, vs. y ests.—Sin firma.”. (fol.191 r)
Bentaguayre; Bentagaire[2].
Famoso
guayre (consejero y capitán a guerra) jefe del cantón de Arguineguín en
Tamarant (Gran Canaria), le fue impuesto por el rito católico el
nombre de Antón de la Sierra , fue uno de los más
singulares katuten (guerrero) de Tamaránt (Gran Canaria) en la época de la
invasión conquista y esclavización de la Isla de Gran Canaria por parte de Castilla,
invasión dirigida en un principio por el obispo Juan de Frías y Deán Bermúdez,
siendo capitán representante de la corona castellana Pedro de Vera, sustituido
posteriormente por el judío converso traficante de esclavos y masacrador de
pueblos Pedro de Vera.
El valor, astucia y coraje de este singular guerrero fue tal que los
cronistas e historiadores nos han trasmitido algunos de sus hechos heroicos en
defensa de la libertad de la matria (patria), como ejemplo vamos a reproducir
dos pasajes, uno de Viera y Clavijo y otro de Millares Torres: …Pero quedaba todavía en Canaria
un hombre que, sosteniendo solo todo el
crédito de su nación, se hacía temer
de los cristianos. Este era Bentaguaya,
uno de los más famosos guaires de Telde,
que había puesto a Doramas bajo los pies en un desafío y deseaba distinguirse de todos modos en la defensa de la patria. Había observado que nuestros conquistadores solían ganar a sus
paisanos con el bautismo, e infiriendo que éste era como un flanco por donde se podría abrir brecha en la plaza y sorprenderla, se vino un día al Real de Las Palmas desarmado y diciendo quería ser cristiano y conquistador.
Admitido
con universal complacencia, se aplicó enteramente a examinar con toda
atención el orden del gobierno interior, la disciplina de la
tropa, el estado de las murallas, el método de mudar las guardias y hacer las
centinelas, etc.; y luego que se creyó bastantemente instruido,
hizo fuga y se reunió con los suyos. Es imponderable el estrago que hizo desde entonces este hábil canario entre los nuestros,
pues apenas pasaba noche sin que insultase el Real, sorprendiendo las centinelas y aprisionando los
soldados que solían salir de la plaza a coger marisco u orchilla. Meditó además de eso un golpe capaz de trastornar en media hora los progresos de toda la conquista de Canaria. Procuró reclutar todo el paisanaje que pudo y dividiéndole en dos
cuerpos, los llevó con el mayor silencio al campo enemigo, a fin de darle un asalto general. El cuerpo
de canarios ligeros debía emprender un falso ataque por la parte de tierra, a
fin de sobresaltar la trasnochada guarnición
y obligarla a acudir allí con toda la
fuerza. Desamparada de este modo la parte del mar, debía atacarla el
grueso de la chusma y entrar en la plaza sin dar cuartel. Este plan a la verdad no estaba mal trazado, pero la buena suerte de los españoles o el destino de los canarios
hizo abortar un proyecto que se figuraba indefectible.
Los isleños que debían fingir el
ataque tardaron en la ejecución, y los que
estaban por la parte del mar,
imaginando que cierto ruido que casualmente sobrevino en la plaza era ya efecto del combate de tierra, se avanzaron sin tiempo a la muralla y
montaron al asalto guiados del ejemplo del atrevido Bentaguaya. Inquietóse
toda la guarnición; tocóse
prontamente a rebato y, corriendo a las armas los españoles, hicieron una defensa gloriosa, con muerte de muchos canarios y pérdida de algunos europeos.
Viéndose
los bárbaros rechazados, huyeron precipitadamente a los montes, sin que el
general
Vera se hubiese aventurado a seguirlos, temiendo alguna
emboscada, en que eran tan astutos, y aun la guarnición se mantuvo sobre las
armas
muchas noches.
Tampoco
se durmió Bentaguaya. No se pasaron muchos días sin que volviese a Guiniguada, acompañado de un solo confidente, con quien escaló la muralla por la parte menos defendida; y, como era ladrón doméstico, se encaminó a las caballerizas del general, con ánimo de dar la muerte a aquellos
brutos que los canarios solían temer más que
a los jinetes. Bentaguaya asesinó al palafrenero que estaba en su custodia y luego quitó la vida a dos caballos
andaluces que Pedro de Vera estimaba sobremanera.
Habiendo ejecutado este estrago, tornó a bajar por la muralla, aunque no con
tanto silencio que dejase de
percibirlo la centinela, la que
disparó una piedra con que le hirió en la
cabeza y le derribó dentro del foso sin sentido. La centinela creyó había dado muerte a alguna persona de la plaza, de
aquellas que solían salir a la pesca; y así mantuvo en su puesto sin
tocar al arma, lo que dio lugar a que
Bentaguaya, vuelto en sí, se escapase
de la manera que pudo. [Esta era una
aventura que él mismo contaba después.] (Viera y Clavijo, 1997: 226-227)
“Se
cuenta, que al oír hablar demasiado de la gloria de un plebeyo ennoblecido
llamado Doramas, quiso conocerlo en persona. De esta manera, se presentó en el
bosque de Moya y lo esperó en un sitio que sabía a ciencia cierta que pasaría.
Llegó en efecto Doramas, con su espada de tea al cinto y su rodela de drago,
acuartelada de blanco, negro y rojo, que era su divisa, apoyada sobre el brazo.
Doramas pasó sin saludar y esto hizo enfadar a Bentaguayre, arrojándole éste un
puñado de tierra, que era entre ellos el ultraje más sangriento, diciéndole al
mismo tiempo: “Aquí estoy”, grito de guerra que lanzaban siempre en sus
desafíos. Sorprendido Doramas con tan imprevista agresión, embraza el escudo y
echa mano a la espada con intención de defenderse, pero antes que pudiera
hacerlo, se adelantó Bentaguayre y lo agarra con sus robustos brazos y lo
arroja al suelo poniéndole una rodilla en el pecho, lo oprime de tal manera que
le corta la respiración y le desarma, “Quién eres”, le pregunta casi ahogado el
vencido Doramas. “Date a conocer tu primero y luego te contestaré”, le replica
Bentaguayre. “Soy un plebeyo que ha sabido hacerse grande sirviendo fielmente a
su patria”. Al escuchar tan nobles palabras, Bentaguayre se levanta conmovido y
tendiéndole la mano le dice: “Desde hoy seré tu amigo, cuéntame en el número de
tus aliados”. Y efectivamente cumplió su palabra peleando en la batalla de
Guiniguada contra el ejército de Rejón mandando uno de los cantones del norte
junto a Tazarte y Autindana.” (A. Millares Torres)
Participo
en la invasión de Tenerife con la compañía de Maninidra, estableció su
residencia en el Realejo de Abajo donde a parte de las labores agrícolas se
dedicó a la cría y explotación de ganado menor cabruno y ovejuno, además de
colmenero en Taoro y Acentejo. Estuvo casado con la también canarii María
González.
Algunos de los descendientes de
Bentaguayre en Chinech
Pedro de
la Sierra, Don.
Hijo de Antón de la Sierra y María González
Maninidra (nieta de Maninidra), el noble
canarii Antón de la Sierra (el famoso
Guaire canarii Bentaguayre), casado
con Francisca de Bethencourt (o Bermúdez),
la cual era hija de Juan de Bethencourt y de María Delgado, y hermana de Catalina
Rodríguez.
Juan de la Sierra ,
Don.
Vecino de Güímar, natural de la
isla de Tenerife, otorga poder a Juan Marrero y a la persona que él sustituya
para que los represente ante los tribunales de Justicia “en razón del uso e
costumbres e preminencias que tenemos los naturales de esta Isla en llevar las
handas de Nuestra Señora la Virgen María de Candelaria cuando se saca en
público en procesión”. La Orotava, 21 de Marzo de 1601, ante Roque Suárez.
Nicolás
de la Sierra, Don.
Quien
siguiendo la confusa costumbre de la época en materia de apellidos retomó el apellido “Sierra” de su bisabuelo
paterno, el cual casó en 1673 con
Ana Francisca, hija de Francisco Hernández de Fuentes y de María Rodríguez. Fueron vecinos del entonces pago chasnero de El Malpaís del Valle del Ahijadero,
habiendo dejado varios hijos de su
matrimonio de los que descienden la mayoría de los actuales Sierra de Arona y de Vilaflor. (Nelson Díaz, 2002, t.2: 329)
Juan de
la Sierra, Don.
Descendiente
del noble canarii Antón de la
Sierra , casado
en 1704 con María García Vieira, natural de Vilaflor e hija de Lorenzo Yanes, natural de Santa Úrsula, y de
Catalina Martín Vieira, que lo era de La Orotava. La pareja se
avecindó en El Malpaís del Ahijadero.
(Nelson Díaz, 2002, t.2: 329)
Pedro
Rodríguez de la Sierra
Hijo de Nicolás de la Sierra y Ana Francisca, casados en 1673. Descendiente del noble canarii Antón de la Sierra Pedro celebró
nupcias en la parroquia de Vilaflor, en el año 1723, con Beatriz
González, hija de Mateo Miguel González y de
Águeda González. El citado Pedro otorgó su testamento en el Valle del
Ahijadero el 10 de mayo de 1759, habiendo dejado tres hijos de su matrimonio. (Nelson Díaz, 2002, t.2: 330)
Domingo
de la Sierra (o Rodríguez de la Sierra), Don.
Descendiente
del noble canarii Antón de la Sierra, casado en primeras nupcias, en 1744, con Ignacia Delgado Bethencourt,
natural del pago de Cabo Blanco e hija de José Delgado de Mena y de
María de Bethencourt Linares. La nueva pareja se estableció en Cabo Blanco,
donde el referido Domingo de la Sierra
otorgó su testamento el 30 de agosto de 1806, declarando no haber dejado
sucesión con su segunda esposa María Asunción de Mena, hija de José de
Mena y de María González Abreu. Con su primera esposa, la referida Ignacia Delgado, tuvo varios hijos. (Nelson Díaz, 2002, t.2: 329)
Nicolás Rodríguez de la Sierra, Don.
Hijo de don Pedro Rodríguez
de la Sierra y descendiente del noble canarii Antón de la Sierra. Casado
en 1751 con María de Linares, hija de
Juan de Linares García y de Catalina de Morales. (Nelson Díaz, 2002, t.2: 330)
Lorenzo
Rodríguez Sierra, Don.
Descendiente del noble canarii Antón de la Sierra Casó
en 1794 con María Agustina Torres, hija de
José Torres y de María Domínguez. (Nelson Díaz, 2002, t.2: 330)
Lorenzo Sierra de Torres, Don
Descendiente
del noble canarii Antón de la Sierra. Natural de Arona y casado en 1823 en Vilaflor
con María Agustina Delgado García, dejó
larga sucesión que continuó el
apellido Sierra. (Nelson
Díaz, 2002, t.2: 330) natural del pago de Jama e hija de Nicolás Delgado Llarena y de María García González. La nueva pareja se estableció en dicho caserío chasnero.
Antonio
Juan de la Sierra Delgado, Don.
Descendiente
del noble canarii Antón de la Sierra, venido
al mundo en el entonces pago chasnero
de Cabo Blanco en el año 1780. Contrajo primeras nupcias en la iglesia de Arona con María Martín Lemus,
natural de La Escalona e hija de
Pedro Martín Lemus y de Agustina Rodríguez de León. De este primer matrimonio descienden los Sierra de Cabo
Blanco y de La Sabinita.
Una vez viudo, Antonio Juan de la Sierra Delgado
contrajo segundas nupcias en Vilaflor, en el año 1850, con Candelaria Aponte
Martín, natural de La Escalona e
hija de Juan Antonio Aponte Alonso y de María Martín Lemus. Se avecindaron en La Escalona donde dejaron
sucesión que continuó el apellido Sierra
en dicho pago. (Nelson Díaz, 2002,
t.2: 329)
Lorenzo
Sierra de Torres, Don.
Descendiente
del noble canarii Antón de la Sierra. Natural de Arona y casado en 1823 en Vilaflor
con María Agustina Delgado García, dejó
larga sucesión que continuó el apellido
Sierra. (Nelson Díaz, 2002, t.2: 330) natural
del pago de Jama e hija de Nicolás Delgado
Llarena y de María García González. La nueva pa reja se estableció en dicho caserío chasnero.
María de la Sierra Delgado, Doña.
Descendiente
del noble canarii Antón de la
Sierra , natural
del pago de Cabo Blanco, donde
falleció en el año 1818. (Nelson
Díaz, 2002, t.2: 329).
176-18.—Pedro de Çamora o Çamorano. Toda la ta. q. desmontardes
sin las 12 f .
q. vos tengo dadas en Asentejo encima de la fuente del Adelantado y la de
Guillen Castellano. Digo q. vos do conplimiento a 30 f . 20-VIII-1504.
Anteriormente
había recibido otra data: “Pedro Zamorano. Una fuente q. es entre la del
Adelantado y el agua q. se diz de Gillén, la cual vos doy con 12 f . de ta. en la redonda.
Q. digo q. vos do el dho. c. de ta. con tal q. no sea en la Dehesa ni dado y el
agua vos doy con condición q. hagáis un dornajo para las vacas q. esté entre el
agua y la huente q. habéis de hacer y quede desenbargado para los
ganados q. puedan entrar a beber. 30-VII-1504.” .
Este colono
no figura como conquistador, por otra parte no debió tener una presencia
notable en los inicios de la sociedad colonial pues no generó más documentación
que las datas mencionadas.
712-63.—Pedro
Vizcaíno. “Beso las manos de V. M. a la
cual plega saber en como en las Matancas están unas cuevas mías q. V. M. me mandó dar y un pedazo de ta. cabe las
cuevas”. Le sean dadas las tas. y cuevas. Alonso de Lugo. S. f.
(Quizás de 1508.).
Este canari
componente de la compañía de katuten auxiliares comandados por Maninidra, como
los otros conquistadores le fueron concedidas varias datas de las tierras
usurpadas en diferentes lugares de las Isla Chinech, entre ellas las
siguientes: “Pedro Vizcaíno. “Beso las manos de V. M. a la cual plega saber en como en las Matancas están unas
cuevas mías q. V. M. me mandó
dar y un pedazo de ta. cabe las cuevas”. Le sean dadas las tas. y cuevas.
Alonso de Lugo. S. f.;
Pedro Viscayno, en vuestra vecindad. En
Asentejo arriba de la fuente, arriba del camino q. va para el barranco de los Guanches ... c. sembradura. Alonso de Lugo.
20-V-...; Pedro Viscayno. Unas tas. q.
están camino de Goy-mad con la cueva
horadada q. está más adelante de la cueva de Guillen, bajo de la montañeta cabe
de la dha. cueva fasta la mar. Más le
doy a P. V. una cueva
en Acentejo para los ganados, todo fasta la mar, la cual cueva es en la
Matanca. Doyle 3 c. de ta. donde demanda y una cueva. Alonso de Lugo. S. f.; Pedro Biscayno, natural de Gran
Canaria. Por los muchos servicios q. habéis
fecho a Su Alteza e en especial porque fuestes
conquistador en estas dos islas de Tenerife e San Miguel de la Palma, 10 f . en Higan linde abajo la montañeta q. está
abajo del camino q. va a la Laguna y
de la parte de Arautaba un barranquillo
q. va a las cuevas de Higan y de arriba tas. del Rey. 17-IV-1500.” .
Estuvo
casado con la también canari Constanza
Fernández. Figura como testigo en un contrato de arrendamiento de
“setenta y dos ovejas de vientre” entre el colono, Licenciado Francisco d Alzola
y el portugués Juan Yenez vecino de Tegueste, ante el escribano publico Juan
del Castillo el 22 de noviembre de 1540.
496-11.—Fernando de Torres. Unas tas. de s. q. son
en Acentejo, las cuales hoy día tenéis sembradas q. son 60 f . por cuanto vos las
habéis rompidas de nuevo y son vuestras conforme a las ordenanzas desta isla.
12-IV-1505.
Las
finanzas de este colono no debieron ser muy fluidas en un principio a juzgar
por los diversos compromisos de pago contraídos con otros colonos algunos de
los cuales fueron otorgados ante el Escribano Hernán Guerra: “5 de
octubre de 1510.-Fernando de Torres reconoce deber a Jaime Joven, mercader, 6.312 mrs.
por ropa que le compró. Los pagará en dineros de contado o en tanto azúcar
blanco, puesta en esta villa de San Cristóbal, en el mes de mayo
de 1511. Ts.: Antón de los Olivos y Fernán Esteban
Cárdeno.—Hernando de Torres. (fol. 433 r.); 18 de noviembre de
1510.-Fernando de Torres, v°., reconoce deber a Martín Sánchez, trabajador,
6.000 mrs. de la moneda de Tenerife por dos vacas de arada con sus crianzas
que le compró. Los pagará en dineros de contado, por el día de
San Juan de junio de 1511. Hipoteca las vacas y dos bueyes, uno
“Corrido” y otro “Cherripote”. Ts.: Alonso Núñez y Andrés
Sánchez.—Hernando de Torres. (fol. 544 r.); 5 de Febrero de 1511.-Fernando de
Torres, v°., reconoce deber a Francisco de Se-púlveda 4.000 mrs. de la
moneda de Tenerife por ropa que le compró, a pagar en dineros de contado,
por todo el mes de abril. Hipoteca una yunta de bueyes, «Dorado» y
«Berraco», que son del hierro o marca de Pero López de Villera. Ts.: Diego Fernández y
Juan Galán.—Fernando de Torres. (fol. 47 r.); 5 de abril de 1511.-Fernando de Torres, v°.,
reconoce deber a Juan Méndez 6.000 mrs. de la moneda de Tenerife por una yegua que
le compró, a pagar en dineros de contado, en el mes de agosto. Ts.: Pero Rodríguez,
Juan Galán y Fernán Esteban Cárdeno.—Fernando de Torres. (fol. 192 r.); 25 de agosto
de 1511.-Hernando de Torres, v°., vende a Pero Fernández, v°., unas casas, en
esta villa de San Cristóbal, que lindan con casas de Juan Ruiz de
Requena y Nicolás de Baena. Se las vende por precio de 5.000 mrs.
de la moneda de Tenerife, que recibe. Ts.: Alonso Manuel y Fernán Esteban
Cárdeno, vs. y ests.—Hernando de Torres. (381 r.); 26 de agosto de
1511.-Fernando de Torres, v°., reconoce deber a Mateo Viña, v°., 25 fs. de trigo
y por un buey, «Candelero», que le arrienda por un año, desde el día de
la fecha; pagará las 25 fs. de trigo, puestas en su casa, en un
plazo de un año. Si el buey se cansare no estará obligado a darle
otro, teniendo que devolverlo bueno y sano como se lo entrega.
Ts.: Alonso Manuel y Fernán Esteban.— Fernando de Torres. (fol.
365 v.); 3 de septiembre de 1511.-Hernando de Torres, v°., reconoce deber a Antón
Ruiz, mercader, 12.300 mrs. de la moneda de Tenerife por trigo y vino que le compró;
pagará los 12.300 mrs. en dineros de contado, a mediado del mes
de junio de 1512. Hipoteca dos yuntas de bueyes mansos, «Cortidos»,
«Berraco», «Hermoso» y «Dorado»; dos vacas, «Clavellina» y «Cabrita», con
sus crianzas; y un caballo castaño del hierro de Ordaz. Ts.: Alonso Manuel, Fernán
Esteban y Diego Fernández
Amarillo.—Hernando de Torres. (fol. 467 r.); 19 de septiembre de
1511.-Hernando de Torres, v°., otorga poder general a Lope de Arceo, pr. de c. Ts.: Lorenzo Hordán y Fernán Esteban
Cárdeno.— Hernando de Torres.
(fol.572 v.); 20 de octubre de
1511.-Fernando de Torres, v°., reconoce deber a Juan Yanes, clérigo, v°.,
5.400 mrs. por trigo que le compró; le pagará en dineros de contado y no en otra cosa, el día de San Juan de
junio de 1512. Ts.: Hernán Esteban
Cárdeno y Juan Galán.—Hernando de Torres. (fol. 599 r.)”.
Es probable que una rama de este apellido se afincara en las bandas
del sur de la Isla
según se desprende de unos documentos hechos públicos por el historiador Nelson
Díaz:
Pedro de
Torres. Testó en Tijoco el 28 de abril de 1699. Orde na ser
enterrado “en la parroquial de Ntra. Sra. de la Encarnación ” de Adeje.
(Nelson
Díaz Frías, 1999:358) Pedro de Torres Acevedo y Martel. Otorgó su testa mento, por
medio de su hijo el Presbítero don Gaspar de Torres, ante elescribano
de La Orotava Pedro
Miguel Gutiérrez el 7 de febrero de 1786.
Casó con Paula Casañas García, con la que tuvo por hijos a don
Gaspar de Torres; a doña Susana de Torres Casañas, mujer de don Nicolás Casañas Alayón, y a
Pedro, que murió de 5 años. Declara que su hijo don Gaspar de Torres
vive en La Orotava
en casa de los Excmos. Señores y Marqueses de Adeje y Condes de La Gomera , y en la actualidad
vive con la Marquesa
viuda,
a quien “da gracias por el patrocinio y especial favor que siempre le ha
dispensado”. Declara que cuando casó con su mujer no trajo al matri monio
bienes de especial consideración. Declara tener un partido de cabras, en
Ajabo, a medias con la
Casa-Fuerte. Declara que los señores deAdeje han
mirado siempre a su familia “con especial cariño y atención desde sus
más remotos antecesores y por lo mismo encargaba a sus hijos,
nietos y descendientes les sirvan con amor y reconocimiento a dichos Se ñores en cuanto se ofrezca y sea posible”. Declara haber arrendado ala Casa-Fuerte un partido situado en la Vera de Erques, jurisdicción
de Isora: así como unas ovejas a medias con Miguel de Vargas.
Deja a su sobrina María, hija de su compadre Agustín Casañas y de
María Delgado de Llarena.
una casa de piedra seca y sitio contiguo que compró en Taucho, así como una yunta, y todo ello se lo deja porque la crió en su casa de pequeña.
nietos y descendientes les sirvan con amor y reconocimiento a dichos Se ñores en cuanto se ofrezca y sea posible”. Declara haber arrendado a
una casa de piedra seca y sitio contiguo que compró en Taucho, así como una yunta, y todo ello se lo deja porque la crió en su casa de pequeña.
Deja a su
criado Antonio Ángel una oveja o una cab: cuatro cofradías de
Adeje (Santísimo Sacramento, Virgen del Francisco y Las Ánimas) dos reales a las tres
primeras, y d vellón a la última. (Nelson
Díaz Frías, 1999:358)
Pedro de Torres Martel. Otorgó su testamento el 10 de mayo de 1764.
Casó con María de Acevedo y tuvieron por hijos a Pedro; María, casada con
Pedro García del Castillo; José; Pablo; Juana, casada con Alejo Bello, y
Antonio. Tiene media fanega de tierra en Los Lomitos en Taucho; también
tiene tierras en Taucho donde dicen Los Rafeles, en La Pared Nueva , en La Tablada , en la Suerte de la Vieja , en Ajabo sobre el
Camino Real; tiene acción y derecho del barranco de Ajabo al de Arbeñime; tiene
tierras en La Era Alta ;
tiene una casa de teja en Tijoco de abajo que heredó de sus abuelos; tiene
terrenos indivisos del barranco de Las Moradas al de Erque.
Compró a los herederos de Bernardo Acevedo tierras en el Llano de Ucanca ”y estas me las han quitado las monjas del Lugar de Ycod de los Vinos”. (Nelson Díaz Frías, 1999: 359).
[1] Los cordobeses eran varios
hermanos canarii que formaron en la compañía de Maninidra, actualmente en la
zona de La Resbala
en La Matanza
de Acentejo una familia es conocida por el sobrenombre de “Los Cordobeses”.
.
[2] Bentagoia. m. GC. ant.
desus. Antr. Nombre de uno de los dos hijos de Artemi, al que correspondió la soberanía sobre
el bando de Telde. Expr. t. Abentagoyhe, Bentagai,
Bentagaiche, Bentagasi, Bentagay, Bentagaya, Bentaghoyhe, Bentago, Bentagoche,
Bentagoihe, Bentagoje, Bentagoya, Bentagoyhe, Bentaguaya, Bentaguayre,
Ventagahe, Ventagaihe-semidan, Ventagay, Ventagorhe, Ventagoy, Ventagoya,
Ventagoyhe. Var.: Bentejuí.
― bentagoyya < *we-n-taguyyăt, comp. m.
‘el que grita o alerta’.*wa-n, we-n, pl. wi-n, m.; ta-n, pl. ti-n, f. loc. det. de [W/T+N] ‘el/la de’.
*ta-guyyă-t,
tă-ɣuyyi-t, n. vb. f.
sing. de [G·Y > Γ·Y·(T)] ‘grito’, ‘llamada, invocación’, ‘lamento’,
‘alerta’. (Dr. Ignacio Reyes García, 2004)
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