jueves, 27 de septiembre de 2012

CAPITULO III: DE LA ANTIGÜEDAD AL SIGLO XV.









EFEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

 

CAPITULO III: DE LA ANTIGÜEDAD AL SIGLO XV.


1491 - 1500

 

Eduardo Pedro García Rodríguez



1492 agosto.
Leonor  Suárez [Gallinato]  (muger de Pedro del Algaba, Governador que fue de las Islas de Canaria, difunto que Dios aya, vezina de Sevilla en la collación de Santa María) otorga que da  todo su  libre e llenero e conplido poder, según que  lo ella ha de derecho e más deve valer, al Jurado Martín Fernández,  camarero que fue del  .  .  .  señor Adelantado Don Pedro Enríquez  .  .  .  especialmente para que por ella e en su nombre pueda pedir e  sacar  libramiento  .  .  .  del Rey e  de la Reina  .  .  . o de los sus Contadores mayores,  de los 20.000 maravedis  qu'ella  tiene de Sus Altezas de juro en cada un año,  situados señaladamente en  las rentas del almojarifazgo desta cibdad de Sevilla.  .. (J. G.,  fol. 456 v.). (Francisco  Morales Padrón, 1961)  

1492 Agosto 11.
Arriba al puerto de Tamaránt (Gran Canaria) según algunos historiadores la escuadrilla comandada por el aventurero Cristóbal Colón en su viaje de saqueo, depredación  y conquista de Las Indias, tierras que pasando el tiempo serían conocidas como América.

Ésta era la famosa escuadra que el general Alonso Fernández de Lugo vio arribar a la Gran Canaria el día 11 del referido mes. Aquí puso Colón a "La Pinta", una de sus tres naves, el timón que se le había rendido en el golfo, y mudó la vela latina de "La Niña" en otra redonda. Y, habiendo permanecido en Canaria veinte días enteros, salió a primero de septiembre, y el día 4 entró en la bahía de La Gomera, su antiguo domicilio, donde visitó a su adorada Beatriz de Bobadilla, refrescó su aguada, reemplazó los víveres, entró leña y, reforzando el equipaje con algunas gentes del país, siguió su navegación el 7. He aquí el  meridiano de donde partió aquel aventurero para arribar el 11 de octubre a la primera tierra del nuevo mundo, teatro preparado para las  hazañas de los colonos y criollos isleños de Canarias, a quienes está la América en la mayor obligación.

No dejaba Colón de tener bastantes presentimientos de esto y, por tanto, jamás hizo viaje a aquella vasta parte del globo, sin que tomase puerto en nuestras islas. En su segunda expedición, que ejecutó con diecisiete embarcaciones en 1493, avistó el 2 de octubre la isla de Canaria, y el 5 entró en la de La Gomera, donde no sólo tomó gente, aguada y las provisiones de boca necesarias para continuar su destino, sino también simientes, plantas, vacas, cabras, ovejas, puercos, gallinas, etc. De forma que, como notó Antonio de Herrera, de las Canarias salió la primera raza de estos vivientes de que está la América tan cubierta en el día. Colón salió de La Gomera el 7 de octubre del mismo año.

En 1499, día 10 de mayo, volvió a visitar esta isla por la tercera vez y, como aquí supo que cierto corsario francés acababa de apresar dos carabelas españolas sobre sus costas, salió a darle caza y las recuperó felizmente.

De la isla de La Gomera pasó el almirante Colón a la del Hierro. Entonces fue cuando, deseoso de emprender nuevos descubrimientos, destacó tres de sus navíos a la isla Española y con los restantes tomó desde El Hierro el rumbo hacia el Oeste. Finalmente, Cristóbal Colón volvió cuarta vez a Canaria, en cuyo puerto surgió el 19 de mayo de 1502. (Viera y Clavijo, 1991)

1492 agosto 20.
Pedro  de Cales e Johan de Medina e Andrés  Sánchez e  Pedro de la Gomera e Juan de Sevilla e Marcos  e Pedro de Moguer e Diego López e Rodrigo Alvarez e Juan Garrido e Diego Cherino  e Juan de Jerez e Pedro de Frías e Martín de Rota e Diego Navarrete  e
Pedro de Baeca e Fernando de Córdova e Miguel de Córdova e Francisco  de Sevilla e Francisco de Flandes e Pedro de Gibraltar e Pedro de Narchena  e  Pedro  del Alhóndiga  e Pedro Fernández  e  Juan de Castilla  e  Pedro Escudero  e Bartolomé de Triana  e Francisco  de Palos,  canarios  de la Gomera; e Cristóval Delgado e Pedro García, canarios de la Grand  Canaria:  otorgan que fasen  pleito  e postura con  el Capitán Alonso de Lugo   que está presente,  en tal manera qu'ellos  se an obligado  de yr a servir por peones lanceros,  con sus dardos e  espadas, en la conquista que el Rey e  la Reyna han mandado faser a los canarios de las yslas de La Palma e Tenerife; e que están prestos a faser el dicho servicio quando, por el dicho Capitán fueren llamados, e  estén en el  dicho servicio un año; e se á obligado el dicho Capitán a  les dar mantenimiento  desde  el  día que partyeren  al  dicho  servicio del Puerto  de Sauta María;  e  que no  se puedan partir del servicio fasta que sea el  dicho  tiempo  conplido,  salvo  si  la dicha  conquista  se acabare  antes.

E por razón del dicho servicio cada uno dellos tendrá una parte según se  diere a los otros peones lanceros castellanos e canarios que estovieren  fasyendo el dicho servicio; e que el dicho Capitán se á  obligado a poner los dicha canarios  se uvieren  dir  de1  dicho servicio,  con el dicho  tiempo o syendo acabada  la dicha conquista,  en  tierra del Rey Nuestro Señor; e otorgan e prometen de se no partir. E el dicho Ca-  pitán,  seyendo  presente,  otorgó  e  rescibió  en  sí  la  estipulación  deste contrabto..  . Otro tal pleito e postura otorgó por .ballestero Pedro de Toledo, criado de Pedro Coronado, estante en Sevilla, con el dicho Capitán Alonso de Lugo, por  el dicho tiempo  e prescio  e  ccndiciones e penas  e  posturas...  (J. C.  Sol. 454). (Francisco  Morales Padrón, 1961) 

1492  Agosto 20.
Pedro  de Talavera  (trabajador, estante en Sevilla)  otorga que  faze pleyto  e  postura  con  el  Capitán Alonso de Lugo (vezino desta cibdad en  la collación de San Román)  en tal manera que se á obligado de yr a servir por peón o ballestero, con su ballesta e aljaba e  tiros, en la conquista que el Rey e la Reyna  han mandado faser a  los canarios de las yslas de La Palma e Tenerife; e que está presto a  faser el dicho servicio  quando  fuere llamado,  y  que esté  el dicho servicio   fasta un año;  e cumplidos  los 4 meses   si quisiere venir que le dar navío en que se venga  E por razón del servicio, sacado el quinto e joya e tres caballerías,  de  todas las cavalgadas e presas que se ovieren en la dicha conquista, yendo con el dicho Capitán devaxo de su vandera, [sacado]  el  tercio de todas las otras cavalgadas,  que  es del Capitán, de los otros tercios que quedaren de las dichas presas  e cavalgadas,  aya él lo que le  copiese.  que se entiende la mitad de la parte que ha de haver el  cavallero, y  una parte  e media  ... que ha de aver  el  ballestero  e  el lancero, e una parte e quarta el dicho Capitán;  que si éste se sumare con otros peones y  cavalleros, sin ardid o aviso del dicho Capitán, para
yr  a  faser  las dichas  cavalgadas, que el dicho Capitán  aya  la quinta parte de las dichas presas e cavalgadas, e los dichos peones e escuderos que en  ellas  se fallaren,  el  restante de todas  las dichas presas e  cabalgadas;  e  que  el  dicho Capitán  sea obligado  a  le dar desde  el  día que partyere  desta  cibdad  a  faser  el  dicho servicio  todo  el mantenimiento que oviese menester;  e  promete de se no partir del dicho servicio.

E el dicho Capitán, seyendo presente, otorgó que rescibía  en sy la estipulación  deste  contrabto. Otro  tal  pleito  e  postura  fizo Cristóval  de Santa María, barbero,  besyno  desta  cibdad en  la  collación  de Omniurrm Sanctorum.. Otro   fizo Juhan de Palencia, vesyno desta cibdad en la collacih de Santa Catalina. Otro  tal pleito  e postura  fizo Johan  del Baño,  trabajador,  estante en  Sevilla,  con  el  dicho Capitán,  segund  de suso. (Z.  G.,  fol. 453  j. (Francisco  Morales Padrón, 1961)  

1492 agosto 27.
Leonor  Suárez [Gallinato]  (muger de Pedro del Algaba, Governador que fue de las Islas de Canaria, difunto que Dios aya, vezina de Sevilla en la collación de Santa María) otorga que da  todo su  libre e llenero e conplido poder, según que  lo ella ha de derecho e más deve valer, al Jurado Martín Fernández,  camarero que fue del  señor Adelantado Don Pedro Enríquez   especialmente para que por ella e en su nombre pueda pedir e  sacar  libramiento  del Rey e  de la Reina  o de los sus Contadores mayores,  de los 20.000 maravedis  que ella  tiene de Sus Altezas de juro en cada un año,  situados señaladamente en  las rentas del almojarifazgo desta cibdad de Sevilla. (J. G.,  fol. 456 v.). (Francisco  Morales Padrón, 1961)  

1492 Septiembre 30. Zaragoza (f. 58). Orden a don Juan Bermúdez deán de Canaria y capellán real, para que sobre las rentas de Juan Ortega, obispo de Almería, conccediendole poder cumplido para que las arriende, mientras dure la enfermedad del citado prelado. El Rey y la Reina. Alvarez de Toledo. Comendador Mayor. Ulloa. En forma: Rodericus. (E.Aznar; 1981)

1492 Septiembre (s.d.). Barcelona (f. 33). Incitativa a Francisco Maldonado, juez de residencia de Gran Canaria, para que determine en la petición del obispo, deán y cabildo de la Iglesia de dicha isla, sobre las tierras y heredamientos que algunos vecinos dejaron a la citado iglesia y que fueron dadas por el gobernador Pedro de Vera a otras personas, debiendo hacer la mismo con los bienes del hospital de dicha isla. Don Alvaro. Don Juan de Castilla. Johannes. Antonius. Franciscus licenciatus. Petrus. Badajoz. (E.Aznar; 1981)

1492 Septiembre (s.d.). Zaragoza (f. 97). Incitativa a Francisco Maldonado, juez pesquisidor de la isla de Gran Canaria, para que ordene a Fernando de Trujillo ya Juan de Mayorga, alcaldes que fueron de Pedro de Vera, gobernador de la isla, que comparezcan ante el Consejo Real, por haber sido culpados en la residencia de dicho gobernador, con licencia para poder prenderlos y enviarlos, a sus costas, ante el Consejo, en caso de que no entreguen fianzas suficientes.  Don Alvaro. Decanus hispalensis. Johannes. Antonius. Petrus. Mármol. (E.Aznar; 1981)

1492 Octubre 1. Zaragoza (f. 40). Orden a Pedro Martínez de Córdoba, para que reciba los testigos de Pedro de Vera, gobernador que fue de Gran Canaria, que apela contra el juicio de residencia que le fue tomado por el contino Francisco de Maldonado, asignándole para sus costas 155 maravedís diarios, que le serán pagados por el citado Pedro de Vera. Don Alvaro. Decanus hispalensis. Joannes. Mármol. (E.Aznar; 1981)

1492 Octubre 4. Zaragoza (f. 47). .Incitativa al alcaide de la fortaleza de Palos, para que determine en la petición de Fernando Martínez Daza, vecino de tal villa, que reclama de doña Beatriz de Bobadilla, viuda de Fernando Peraza, el pago de un barco que le robó en la Gemera hace tres años, cuando regresaba de las pesquerías de los cazones de Guinea, dándole a cambio dos muchachas canarias que después le fueron tomadas por el obispo de Canaria, por mandato real, ya que eran cristianas; pues a pesar de la orden dada a doña Beatriz para que pague dicho barco, ésta se ha negado a hacerlo. Don Alvaro. Joanes. Antonius. Franciscus licenciatus. Petrus. Mármol. (E.Aznar; 1981)

1492 Octubre  12.  Mientras tenía lugar la conquista de Benahuare (La Palma,) recibía Francisco de Maldonado una nueva real cédula expedida en Zaragoza, en la que se le autorizaba para deshacer los agravios de que se quejaban los invasores europeos pobladores en la Isla Tanmaránt (Gran Canaria,) asistido para ello del escribano de cámara Pedro Muñoz.

1492 Octubre 15. Muerto Enrique de Guzmán sorpresivamente, el hijo aprendió la lección. Queriendo hacerse bien quisto en la corte, demandó a Inés de Peraza, como viuda de Diego de Herrera, no como señora propietaria de las islas y a la Bobadilla, a título de tutriz de los hijos de Fernán, llamándola Isabel. Reclamaba Gomera, Hierro, Lanzarote y Fuerteventura "por señorío y otros títulos", con devolución de las rentas que percibieron, mientras tuvieron las islas. Iniciado el pleito el 15 de octubre de 1492, al ser desatinado, procurador de la Peraza, personado en último momento, liquidó la cuestión. El primero de octubre de 1492, Pedro de Vera estaba en su casa de Jerez, limpio de culpa, porque al obedecer en silencio, no perdió el real favor. Urgente borrar el recuerdo de su conquista, a 21 del mismo mes, los reyes mandaron pagar a la tropa.

No fue posible, por haberse alzado con la caja, el funcionario Luis de Mesa. Al no haber fondos, los impagos continuaron generando pruebas. (L. Al. Toledo)

1492 Diciembre (s.d.). Barcelona (f. 32). Incitativa a Francisco Maldonado, juez de residencia de Gran Canaria, para que, vistas las cartas reales y las ordenanzas para la población de dicha isla, administre justicia en la reclamación del obispo, deán y cabildo de la misma sobre tierras y heredamientos legados a su iglesia por fieles y fallecidos, que fueron repartidos a otras personas por el gobernador Pedro de Vera. Don Alvaro. Don Juan de Casti/la. Johannes. Antonius. Franciscus licenciatus. Petrus. Badajoz. (E.Aznar; 1981)

[1492 ?] [Diciembre] (s.d.) (s.I.) (f. 205). Incitativa a las justicias de Gran Canaria, para que den cumplimiento de justicia a Diego Colmenero, vecino de Palos, que reclama a Fernando de Porras, vecino de Canaria, 16.000 maravedís que le pagó por tres esclavas gomeras, ya que éstas fueron declaradas libres por el obispo de Canaria, por ser cristianas. Dichas esclavas son: Isabel de 40 años, Isabel de 18 y una hija de ésta llamada Juana. Don Alvaro. Johannes. Antonius. Gundisalvus. Castillo. (E.Aznar; 1981)
1493. Las Bulas alejandrinas de Partición, constituyen una de las últimas aplicaciones de una vieja y extraña teoría jurídica, elaborada explícitamente en la corte pontificia a fines del siglo XI, enunciada por primera vez en el año 1091 por el papa Urbano II (pero que quizá traza su paternidad a Gregorio VIII) y conforme a la cual todas las islas pertenecen a la especial jurisdicción de San Pedro y de sus sucesores, los pontífices romanos, quienes pueden libremente disponer de ellas”. (Weckmann, Luís. Constantino el grande y Cristóbal Colón. FCE, México, 1992. p. 24.)
1493. Alonso Fernández de Lugo y sus tropas de mercenarios y excarcelados, desembarcan en el puerto de Tazacorte, en la isla Benahuare. Después de emplear las argucias menos heterodoxas que imaginarse pueda, y tras algunas escaramuzas con los cantones que se habían preparado para la defensa, consigue con engaños y en un acto de traición, sorprender a Tanausú y sus guerreros en la entrada de la Caldera de Taburiente. A partir de este momento, comenzó el saqueo inmisericorde de la isla capturando y esclavizando a los nativos tanto de los bandos guerra como de paces, los cuales fueron remitidos a los mercados esclavistas de España, conjuntamente con las pieles de los ganados depredados, orchilla y demás despojos. Con el botín enviado a España y formando parte del mismo, iba el valeroso caudillo palmero Tanausú, quien prefirió dejarse morir de hambre antes que llevar una vida de esclavo, protagonizando así la primera huelga de hambre que tubo lugar en Canarias.

Dada por sometida la isla, el esclavista Fernández de Lugo, reparte el dominio de las tierras y aguas despojadas entre los mercenarios que le acompañaron en la aventura y entre los mercaderes que le financiaron la operación. Dejando un presidio de guarnición y un gobernador, regresa a Península Ibérica para dar cuenta a los reyes católicos de los resultados de tan “gloriosa victoria”, y solicitar las capitulaciones para la conquista de la isla de Chinech (Tenerife).

Los continuos desmanes que los conquistadores que quedaron en la isla, cometían en los atribulados hawaras, acabaron por agotar la proverbial paciencia de éstos, quienes decidieron alzarse contra el férreo dominio de los extranjeros. Estando Lugo, enfrascado en la invasión de la isla de Chinech (Tenerife), recibió noticias de la rebelión de los benahoritas o hawaras y no queriendo ausentarse de esta isla, envío como su lugar teniente a la de Benahuare (La Palma) a Diego Rodríguez de Talavera con una partida de treinta mercenarios. Llegados a la isla reunieron a un contingente de palmeros de los bandos de paces y con el resto de la guarnición, inició una operación de castigo, consiguiendo reducir a los alzados más que por las armas, por la argucia y engaños. Una ves cautivos, Talavera ejecuto ejemplar y “cristiana justicia” en los por segunda ves vencidos hawaras, pasándolos a cuchillo, ahorcándolos y, mandándolos vivos a la pira.
1493. Preparativos para la invasión y conquista de Chinech (Tenerife): Una vez ultimados los asuntos relativos a la conquista de la isla Benahuare (La Palma), Alonso de Lugo, desde la isla de Tamaránt se desplaza a España para ultimar el convenio o capitulaciones para la conquista de Chinet (Tenerife), por esas fechas (octubre de 1493), la chancillería de los reyes católicos expide un importante conjunto de cédulas tendentes a iniciar la proyectada conquista. En éstas se concede a Alonso Fernández de Lugo el título de gobernador de la isla una vez reducida, en la cédula de 28 de diciembre se le faculta para que proceda en unión de un delegado regio al repartimiento de las tierras usurpadas (aunque posteriormente esta potestad quedó totalmente en manos de Alonso de Lugo), por otra de 29 de diciembre los reyes disponen que el capitán general de la armada Iñigo de Artieta organice el transporte del ejercito expedicionario, deberá ser llevado a cabo por la armada de Vizcaya, "Para que lleve a Tenerife, antes de mediados del mes de marzo de 1494, 1.500 peones y 100 jinetes de estos reinos y 400 peones y 60 jinetes de las islas de Canarias que ya están pobladas por cristianos, así como 1.000 cahíces de trigo y harina, 300 cahíces de cebada, 2.000 quintales de bizcocho, artillería, herramientas, bestias y demás mantenimientos, de acuerdo con el asiento hecho con Alonso de Lugo, gobernador de La Palma, sobre la conquista de Tenerife, ordenándole que no lleve derecho alguno por dicho transporte e impidiéndole sacar parte de las tropas una ves desembarcadas éstas en Tenerife."(E. Aznar Vallejo, 1981,:72.D.348).
 Pero el Capitán General de la escuadra castellana Iñigo de Artieta, con quien Lugo mantenía una deuda pendiente a cuenta de los quintos que por la invasión y conquista de la isla de Benahuare (La Palma), el Almirante decía pertenecerles. Iñigo de Artieta sin negarse a cumplir la real orden, fue exponiendo una serie de excusas y dilaciones, hasta que finalmente, Lugo tuvo que arrendar naves de particulares para transportar las tropas mercenarias, animales y pertrechos de guerra.
 Es evidente que Alonso Fernández de Lugo, era incapaz de mantener algún tipo de relación con los personajes de su época en la que mediaran intereses económicos, sin que acabara siendo demandado por estos, o éste los demandase. De esta regla no pudo sustraerse la relación entre Iñigo de Artieta y Alonso de Lugo, así éste que siempre fue enemigo peligroso por lo artero de sus métodos, posiblemente despechado por no haber recibido la colaboración del almirante en sus planes para la invasión de la isla Chinet  (Tenerife), demanda ante la Corona de Castilla a Iñigo de Artieta, así el Consejo de Castilla expide Incitativa al conde de Cifuentes don Juan de Silva, alférez mayor, miembro del Consejo y asistente de Sevilla, para que "entienda en la petición de Alonso de Lugo sobre los quintos de esclavos y otras cosas de La Palma, concedidos por el rey para la conquista de dicha isla, ya que teme que el Almirante Mayor de la Mar le exija la mitad que le corresponde por merced real, cuando los envíe a vender a dicha ciudad y otros puertos de Andalucía, y para que informe si dicho Almirante había percibido la mitad de los quintos obtenidos durante la conquista de Gran Canaria y con que títulos, para poder resolver en justicia. Mientras dure dicha información, se ha de registrar ante el escribano que nombre dicho asistente, las presas hechas por las que ha de dar fineza Alonso de Lugo, a quien no podrá reclamarse la mitad de tales quintos hasta la resolución real."(Ibidem:72.D.351)
En cuanto a la cantidad de efectivos que componían el Ejército expedicionario los cronistas no coinciden en sus apreciaciones, así Fray Alonso de Espinosa aventura que las tropas invasoras estaban compuesta por unos novecientos hombres, sin que mencione a los caballos y  la artillería.
Por su parte, el ingeniero de fortificaciones cremonés Leonardo Torriani, al servicio de las coronas de Castilla y Aragón en su "Descripción de las Islas Canarias" nos dice que la expedición invasora constaba de unos mil soldados y cuarenta caballos, ambos cronistas están totalmente herrados en sus apreciaciones como veremos a continuación, es bien conocido lo aficionados que eran los cronistas de la conquista a dar cifras exageradas del numero de los enemigos y a reducir el de las tropas propias tanto en numero de operativos como en las bajas habidas de uno u otro bando, por ello vamos a tratar de aproximarnos al numero real de mercenarios que componían el ejército invasor.
En la mencionada cédula de 29 de diciembre de 1493, se dicta el convenio para el transporte de las tropas desde la metrópoli a Tamaránt (Gran Canaria), en éste, quedó estipulado como limite máximo para el embarque de la totalidad de las huestes mercenarias reclutadas la fecha 15 de marzo de 1494 que se componían según el asiento, de <<...mil e quinientos peones e çiento de caballo, y además estipula que, e de las islas de Canaria, que están pobladas de Cristianos, cuatroçientos peones e sesenta de caballo...>>. Por este documento queda claro que, el ejército conquistador reunido en la Isleta, Tamaránt (Gran Canaria), constaba de 1.900 peones y 160 caballos, para cuyo transporte según testimonio del propio Alonso Fernández de Lugo se emplearon 30 navíos, a éstos habría que sumarles los guanches aportados como auxiliares - a quienes Lugo les debió la vida- por los Menceeyes de Naga, Güímar, Abona y Adexe los cuales podemos cifrar a la baja en unos 600 guerreros, teniendo en cuenta que de los resto de las hordas de Lugo que alcanzaron el lugar de Añaza (Santa Cruz) después de la derrota de Centejo, estos lograron embarcar con engaños a 300 de los auxiliares güímareros (los cuales fueron vendidos como esclavos), nos induce a pensar que el numero de auxiliares fue mayor del que Proponemos, por tanto, el total estimado para el contingente invasor es de 2.500 peones y 160 caballos, este dato queda corroborado por el historiador don Tomás Marín de Cubas, quien posiblemente lo tomó de A. Cedeño y que refiriéndose a la segunda entrada de los españoles dice: ."Buscáronse espías y dieron por aviso que no tenía gente junta de pelea para venir a buscarlos a la playa, porque había gran mortandad en la tierra, o ya fuese por estar apestados por la corrupción de más de 2000 cuerpos que quedaron por enterrar el año pasado en la batalla de Centejo...".
1493. Las Bulas alejandrinas de Partición, de 1493, constituyen una de las últimas aplicaciones de una vieja y extraña teoría jurídica, elaborada explícitamente en la corte pontificia a fines del siglo XI, enunciada por primera vez en el año 1091 por el papa Urbano II (pero que quizá traza su paternidad a Gregorio VIII) y conforme a la cual todas las islas pertenecen a la especial jurisdicción de San Pedro y de sus sucesores, los pontífices romanos, quienes pueden libremente disponer de ellas”. (Weckmann, Luís. Constantino el grande y Cristóbal Colón. FCE, México, 1992. p. 24.) En primer término, la concesión de Clemente VI de las islas Canarias en 1344 a Don Luis de la Cerda, constituye una clara aplicación de la vieja doctrina omni-insular. De la Cerda se apresta a conquistar las islas, y la autoridad papal le concede la investidura a cambio del pago anual de un censo de 400 florines de oro, y del compromiso de “convertir a los habitantes de las islas a la fe cristiana”. El Drenario de San Pedro era el tributo que el papado exigía de las islas en las cuáles, de acuerdo a la doctrina omni-insular, ejercía jurisdicción. El drenario, exigido originalmente, sufrió alteraciones en su naturaleza a través del medievo, siendo considerado limosna en unos momentos, y verdadero tributo en otros (bien como diezmo o impuesto eclesiástico, o como censo temporal),  en palabras de Weckmann.
En el mismo sentido, el papa Nicolás V confirma las posesiones portuguesas frente a las costas africanas por medio de la bula Romanus Pontifex, en 1455. Los más importantes descubrimientos portugueses son las Azores y Cabo Verde (utilizadas más tarde como referencia de Alejandro VI para trazar la línea de partición), cuya concesión es confirmada en la bula Inter caetera de Calixto III en 1456.
1493.
Aún no había recibido Isabel la bula de Alejandro VI, cuando en mayo de 1493 pareció ineludible remitir navíos "a la parte del Mar Oceano, a lo que agora descubrio por nuestro mandado" Cristóbal Colon. Prudente la reina, indicó el camino sin dar lugar a confusiones, probando que lo conocían, al menos,   Juan II de Portugal y el Duque de Medina. No queriendo perder lo ganado, en 1495 la Católica se hizo investir reina de sus posesiones en Africa, por el Papa, para caso de fracasar el invento colombino. Con excepción de unas Canarias, que quizá comprendiesen las islas, hoy conocidas por tales,   de tan poco valor que no pudieron despertar ambiciones, no tenía la Soberana un pie de tierra en Africa, estando por hacer la conquista de Melilla.   Basada la propiedad   del oro americano en falacia evidente, el miedo a perderlo persiguió a Isabel. Y hemos de admitir que a sus descendientes. ". (Luisa Álvarez de Toledo)
1493.
Colón vuelve a la isla de La Gomera (una de las de la  colonia de Canarias) al mando de diecisiete navíos, rumbo nuevamente a América en su segunda expedición de invasión y saqueo. Aquí visita a su adorada Beatriz de Bobadilla, y se suministra de agua, animales vivos y vegetales comestibles sobre los que se basó la primera agricultura y ganadería en las colonias de América.
1493,
Tedote, Benahuare (La Palma)  Agacensie.   Benahuare (La Palma, s. XV). Junto con sus hermanos Ventakayce y Tinisuaga, gobernaba el cantón de Tedote (hoy Santa Cruz de La Palma), una de las doce demarcaciones prehispánicas que existían en el momento de la conquista en la isla de Benahuare (La Palma). El Tedote de ayer es equiparable territorialmente con los actuales municipios de Tdote n Benhuare (Santa Cruz de La Palma) y Las Breñas. La semblanza histórica de Agacensie o Aguacensio está ligada en esta ocasión a una de esas raras pero devastadoras tormentas que a veces asolan las Islas, acompañadas de rápidas y abundantes precipitaciones. Agacensie y sus hermanos fueron sorprendidos por la repentina crecida del barranco que hoy lleva su nombre cuando estaban “holgándose con muchas mozas que pretendían casar con ellos”. Ventakayce fue el único de los tres hermanos que sobrevivió gracias a que su cuerpo fue lanzado contra un árbol y, malherido, consiguió salvarse agarrándose fuertemente al mismo. Agacensie murió. Su memoria se recuerda aún hoy en un barranco y una fuente de la comarca de Las Breñas que llevan su nombre.
1493.
El tercer Gobernador colonial de Gran Canaria D. Alonso de Fajardo (1493- 1497) de la casa marquesal de los Vélez -título del Reino con grandeza creado en 1507 a favor de Pedro de Fajardo- fue el primero que por el año 1494 trató de fortificar metódicamente la isla y comenzó la construcción de este castillo de La Luz a una legua larga de la ciudad donde Juan Rejón había empezado una Torre, colocando en él dos cañones montados y pertrechados; sucesivamente, por orden de S.M. se fue agrandando y reparando hasta dejarle como un cuadrado de 17 varas 2 pies de lado, con 40 pies de altura, de muy sólida construcción sobre un arrecife en la parte Sur del puerto de Las Isletas, con almacenes para mantener hasta 80 hombres y varias piezas de Artillería, en cuya forma aunque imperfectamente acabado, tomó parte en la gloriosa defensa de las dos invasiones principales que sufrió la isla a finales del siglo XVI.

En un informe de Leonardo Turriano no consideraba acertado su emplazamiento y para mejorarlo propuso agregarle cuatro baluartes en sus ángulos. Hacía constar la inmejorable situación del istmo de Guanarteme y después de rebatir la idea de otros téc nicos de construir un fuerte en la punta de Santa Catalina en uno de los extremos de la playa, para protección de ésta y defensa del puerto, optaba por proyectar en la gola un pequeño fuerte que al par que defendía el puerto principal y el del Arrecife -la playa de Las Canteras- cerrase el paso hacia ciudad de un posible desembarco en Las Isletas.

Para penetrar en el castillo era necesario atravesar la puerta, antepuerta y contrapuerta situadas en encrucijada sin mirarse una a otra. En lo alto existía una plaza de armas donde jugaba la Artillería; pasadas las tres puertas se entraba en el patio y el edificio constaba de tres plantas; el primero se utilizaba como caballeriza, depósito de pólvora, municiones, algibe, etc.; el segundo, intermedio, servía de alojamiento de la guarnición, y el tercero era destinado a vivienda del Alcaide o Castellano.
1493?  Benahuare (La Palma)  Mayantigo o Aganeye (s. XV). Uno de los personajes más populares de la antigua Benahuare después de Tanausú es quizás Mayantigo. En el momento de la invasión y conquista era el capitán del bando de Aridane, que se extendía desde Tazacorte “hasta donde dicen las Cuevas de Herrera, Amagar, Tijuya”. Este antropónimo, que según las fuentes históricas significa “pedazo de cielo”, quería destacar los dones de “gentileza y buena apostura” que caracterizaban su persona. Pero esto no fue siempre así, pues era costumbre entre los hawaritas utilizar los nombres para reflejar “los hechos y sucesos” acaecidos a lo largo de la vida de un hombre. Quiso el destino que a raíz de un enfrentamiento con Chentire, señor de Ahenguareme (Fuencaliente), recibiera una herida en un brazo que terminó gangrenándose, por lo que el mismo Mayantigo “con la mano derecha se tronchó el brazo por el codo” en un desesperado esfuerzo por salvar la vida. A partir de ese momento se le conocería como Aganeye, que quiere decir brazo cortado.
1493? Benahuare (La Palma)  Tanausú   (el terco o el que tiene hígados, sinónimo de valiente), según los textos de la conquista castellana-Aragonesa, acaudillaba el bando de Aceró (lugar fuerte) identificado con La Caldera de Taburiente. Este Caudillo hawara es objeto de una especial atención por parte de los cronistas, reflejando la imagen de un hombre que ejerce un importante liderazgo entre los suyos, como lo demuestran los enfrentamientos que protagoniza frente al cabecilla del bando de Tijarafe, Atogmatoma. Tanausú hace frente a los conquistadores en La Caldera de Taburiente, lugar inexpugnable y con abundantes recursos para resistir un largo asedio. El mercenario Alonso  de Lugo decide optar por la vía de la negociación, y bajo la promesa de recibir un buen tratamiento y regalo. Tanausú resuelve negociar  en la Fuente del Pino, donde será víctima de la traidora emboscada que le tiende el futuro Adelantado. Era según algún cronista el 3 de mayo de 1493 y el fin de la conquista de Benahuare (La Palma), fue embarcado hacia España como regalo a los Reyes Católicos, pero en la travesía, en un último gesto de rebeldía, se dejará morir de hambre, llevando a cabo la primera huelga de hambre registrada en Canarias.
 1493.
Acabada la Conquista de Tamarant (Gran Canaria), los repartimientos de tierras y aguas constituyeron las medidas que tomó la Corona castellana para que las islas se poblaran de colonos europeos.
En el caso de Gran Canaria, la isla se dividió en tres distritos de repartimiento: Winiwuada (Las Palmas), Telde y Gáldar. Este último se extendía desde Aumastel hasta la Aldea de San Nicolás. En cada uno de ellos se eligieron tres diputados, que actuaban en unión del delegado del gobernador colonial repartidor, al modo de las juntas de partidores del siglo XIII. Los primeros electos fueron Alonso Jaimez, Diego Zorita y Martín de Escalante por Las Palmas; Pascual Tellez, Juan Sánchez de Morón y Diego Ramírez por  Gáldar; y Juan Velez, Diego Valdivieso y Alonso Zorita por Telde.
 La base legal para la realización de repartimientos en Gran Canaria, La Palma y Tenerife fueron los poderes otorgados por los monarcas a favor de sus respectivos invasores gobernadores. En ellos se contiene una serie de normas generales para su ejecución, las más importantes de las cuales eran: reserva de dehesas y ejidos para pasto común, distribución de acuerdo con los méritos y estado de los destinatarios, y obligatoriedad de una residencia no inferior a cinco años con casa poblada.
 Las concesiones no podían perjudicar a los montes, especialmente a los de Doramas, Gáldar y Lestical; ni a las dehesas y pastos comunes. También quedaba prohibida la tala de ciertas especies como escobón y almácigo. Por último, debían respetar las acequias, los caminos (incluidas las veredas de ganado); y las serventías, especialmente las establecidas para abrevaderos de animales. En las zonas de predominio ganadero, los beneficiarios no podían “correr” ni “penar” los ganados, so pena de su pago por el infractor o los vecinos más cercanos. 
La variedad de los bienes repartidos era muy grande, ya que éstos afectaban, aparte de las tierras y aguas, a solares para vivienda, corrales, tenerías o bodegas aprovechamientos mineros, cuevas para morada o majada, asientos para colmenas, elaboración de quesos, hornos de pez, licencias para construir un muelle o una casa, de carga  o descarga de navíos, etc.
 Como queda dicho, las tierras repartidas se distribuyen en varias zonas. En primer lugar, la franja costera desde Gáldar a Telde, pasando por Guía, Moya, Arucas, Tenoya y Las Palmas. En este caso se trata de un proceso de intensificación, al ser la primera zona ocupada. Más novedosa resulta la posesión de las medianías, movimiento que concluye en la sierra.
 A pesar del predominio de las tierras, en el Libro de Repartimientos de Gran Canaria, figuran otros bienes, repartidos de forma autónoma o en unión con aquellas. Entre ellos, las cuevas constituyen el grupo más numeroso. Las hay de la más diversa condición y uso. En unos casos se trata de instalaciones usadas desde época aborigen, en otros se trata, cuando menos, de lugares con importantes innovaciones, recogidas bajo diversas fórmulas: “edificada y puesta puertas”, “hecha”, “adobada y aderezada”, “ciegas para aderezarlas”, “ para adobarlas”… Sus usos pueden ser varios: como viviendas, para guardar aperos o para guardar ganado. (Sergio Aguiar Castellano)

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