EFEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA UNA HISTORIA RESUMIDA DE
CANARIAS
CAPITULO III: DE LA ANTIGÜEDAD AL SIGLO XV.
1491 - 1500
Eduardo
Pedro García Rodríguez
1492 agosto.
Leonor Suárez [Gallinato] (muger de Pedro del Algaba, Governador que
fue de las Islas de Canaria, difunto que Dios aya, vezina de Sevilla en la
collación de Santa María) otorga que da
todo su libre e llenero e
conplido poder, según que lo ella ha de
derecho e más deve valer, al Jurado Martín Fernández, camarero que fue del . .
. señor Adelantado Don Pedro
Enríquez . .
. especialmente para que por ella
e en su nombre pueda pedir e sacar libramiento
. . . del
Rey e de la Reina .
. . o de los sus Contadores
mayores, de los 20.000 maravedis qu'ella
tiene de Sus Altezas de juro en cada un año, situados señaladamente en las rentas del almojarifazgo desta cibdad de
Sevilla. .. (J. G., fol. 456 v.). (Francisco Morales Padrón, 1961)
1492 Agosto 11.
Arriba al puerto de Tamaránt
(Gran Canaria) según algunos historiadores la escuadrilla comandada por el
aventurero Cristóbal Colón en su viaje de saqueo, depredación y conquista de Las Indias, tierras que
pasando el tiempo serían conocidas como América.
Ésta era la famosa escuadra que
el general Alonso Fernández de Lugo vio arribar a la Gran Canaria el día 11 del
referido mes. Aquí puso Colón a "La Pinta", una de sus tres naves, el
timón que se le había rendido en el golfo, y mudó la vela latina de "La
Niña" en otra redonda. Y, habiendo permanecido en Canaria veinte días
enteros, salió a primero de septiembre, y el día 4 entró en la bahía de La
Gomera, su antiguo domicilio, donde visitó a su adorada Beatriz de Bobadilla,
refrescó su aguada, reemplazó los víveres, entró leña y, reforzando el equipaje
con algunas gentes del país, siguió su navegación el 7. He aquí el meridiano de donde partió aquel aventurero
para arribar el 11 de octubre a la primera tierra del nuevo mundo, teatro
preparado para las hazañas de los
colonos y criollos isleños de Canarias, a quienes está la América en la mayor
obligación.
No dejaba Colón de tener
bastantes presentimientos de esto y, por tanto, jamás hizo viaje a aquella
vasta parte del globo, sin que tomase puerto en nuestras islas. En su segunda
expedición, que ejecutó con diecisiete embarcaciones en 1493, avistó el 2 de
octubre la isla de Canaria, y el 5 entró en la de La Gomera, donde no sólo tomó
gente, aguada y las provisiones de boca necesarias para continuar su destino,
sino también simientes, plantas, vacas, cabras, ovejas, puercos, gallinas, etc.
De forma que, como notó Antonio de Herrera, de las Canarias salió la primera
raza de estos vivientes de que está la América tan cubierta en el día. Colón
salió de La Gomera el 7 de octubre del mismo año.
En 1499, día 10 de mayo, volvió a
visitar esta isla por la tercera vez y, como aquí supo que cierto corsario
francés acababa de apresar dos carabelas españolas sobre sus costas, salió a
darle caza y las recuperó felizmente.
De la isla de La Gomera pasó el
almirante Colón a la del Hierro. Entonces fue cuando, deseoso de emprender
nuevos descubrimientos, destacó tres de sus navíos a la isla Española y con los
restantes tomó desde El Hierro el rumbo hacia el Oeste. Finalmente, Cristóbal
Colón volvió cuarta vez a Canaria, en cuyo puerto surgió el 19 de mayo de 1502.
(Viera y Clavijo, 1991)
1492 agosto 20.
Pedro de Cales e Johan de Medina e Andrés Sánchez e
Pedro de la Gomera e Juan de Sevilla e Marcos e Pedro de Moguer e Diego López e Rodrigo
Alvarez e Juan Garrido e Diego Cherino e
Juan de Jerez e Pedro de Frías e Martín de Rota e Diego Navarrete e
Pedro de Baeca e Fernando de
Córdova e Miguel de Córdova e Francisco
de Sevilla e Francisco de Flandes e Pedro de Gibraltar e Pedro de
Narchena e Pedro
del Alhóndiga e Pedro Fernández e Juan
de Castilla e Pedro Escudero e Bartolomé de Triana e Francisco
de Palos, canarios de la Gomera; e Cristóval Delgado e Pedro
García, canarios de la Grand
Canaria: otorgan que fasen pleito
e postura con el Capitán Alonso
de Lugo que está presente, en tal manera qu'ellos se an obligado de yr a servir por peones lanceros, con sus dardos e espadas, en la conquista que el Rey e la Reyna han mandado faser a los canarios de
las yslas de La Palma e Tenerife; e que están prestos a faser el dicho servicio
quando, por el dicho Capitán fueren llamados, e
estén en el dicho servicio un
año; e se á obligado el dicho Capitán a les
dar mantenimiento desde el día
que partyeren al dicho
servicio del Puerto de Sauta
María; e
que no se puedan partir del
servicio fasta que sea el dicho tiempo
conplido, salvo si la
dicha conquista se acabare
antes.
E por razón del dicho servicio
cada uno dellos tendrá una parte según se
diere a los otros peones lanceros castellanos e canarios que
estovieren fasyendo el dicho servicio; e
que el dicho Capitán se á obligado a
poner los dicha canarios se uvieren dir
de1 dicho servicio, con el dicho
tiempo o syendo acabada la dicha
conquista, en tierra del Rey Nuestro Señor; e otorgan e prometen
de se no partir. E el dicho Ca-
pitán, seyendo presente,
otorgó e rescibió
en sí la
estipulación deste
contrabto.. . Otro tal pleito e postura
otorgó por .ballestero Pedro de Toledo, criado de Pedro Coronado, estante en
Sevilla, con el dicho Capitán Alonso de Lugo, por el dicho tiempo e prescio
e ccndiciones e penas e
posturas... (J. C. Sol. 454). (Francisco Morales Padrón, 1961)
1492 Agosto 20.
Pedro de Talavera
(trabajador, estante en Sevilla)
otorga que faze pleyto e postura
con el Capitán Alonso de Lugo (vezino desta cibdad
en la collación de San Román) en tal manera que se á obligado de yr a
servir por peón o ballestero, con su ballesta e aljaba e tiros, en la conquista que el Rey e la Reyna han mandado faser a los canarios de las yslas de La Palma e
Tenerife; e que está presto a faser el
dicho servicio quando fuere llamado, y que
esté el dicho servicio fasta un año; e cumplidos
los 4 meses si quisiere venir
que le dar navío en que se venga E por
razón del servicio, sacado el quinto e joya e tres caballerías, de
todas las cavalgadas e presas que se ovieren en la dicha conquista,
yendo con el dicho Capitán devaxo de su vandera, [sacado] el
tercio de todas las otras cavalgadas,
que es del Capitán, de los otros
tercios que quedaren de las dichas presas
e cavalgadas, aya él lo que
le copiese. que se entiende la mitad de la parte que ha
de haver el cavallero, y una parte
e media ... que ha de aver el
ballestero e el lancero, e una parte e quarta el dicho
Capitán; que si éste se sumare con otros
peones y cavalleros, sin ardid o aviso
del dicho Capitán, para
yr a
faser las dichas cavalgadas, que el dicho Capitán aya la
quinta parte de las dichas presas e cavalgadas, e los dichos peones e escuderos
que en ellas se fallaren,
el restante de todas las dichas presas e cabalgadas;
e que el
dicho Capitán sea obligado a le
dar desde el día que partyere desta
cibdad a faser
el dicho servicio todo
el mantenimiento que oviese menester;
e promete de se no partir del
dicho servicio.
E el dicho Capitán, seyendo
presente, otorgó que rescibía en sy la
estipulación deste contrabto. Otro tal
pleito e postura
fizo Cristóval de Santa María,
barbero, besyno desta cibdad
en la
collación de Omniurrm Sanctorum..
Otro fizo Juhan de Palencia, vesyno
desta cibdad en la collacih de Santa Catalina. Otro tal pleito
e postura fizo Johan del Baño,
trabajador, estante en Sevilla,
con el dicho Capitán, segund
de suso. (Z. G., fol. 453
j. (Francisco Morales Padrón,
1961)
1492 agosto 27.
Leonor Suárez [Gallinato] (muger de Pedro del Algaba, Governador que
fue de las Islas de Canaria, difunto que Dios aya, vezina de Sevilla en la
collación de Santa María) otorga que da
todo su libre e llenero e
conplido poder, según que lo ella ha de
derecho e más deve valer, al Jurado Martín Fernández, camarero que fue del señor Adelantado Don Pedro Enríquez especialmente para que por ella e en su
nombre pueda pedir e sacar libramiento
del Rey e de la Reina o de los sus Contadores mayores, de los 20.000 maravedis que ella
tiene de Sus Altezas de juro en cada un año, situados señaladamente en las rentas del almojarifazgo desta cibdad de
Sevilla. (J. G., fol. 456 v.).
(Francisco Morales Padrón, 1961)
1492 Septiembre 30. Zaragoza (f. 58). Orden a don Juan
Bermúdez deán de Canaria y capellán real, para que sobre las rentas de Juan
Ortega, obispo de Almería, conccediendole poder cumplido para que las
arriende, mientras dure la
enfermedad del citado prelado. El Rey y la Reina. Alvarez de Toledo. Comendador Mayor. Ulloa. En
forma: Rodericus. (E.Aznar; 1981)
1492 Septiembre (s.d.). Barcelona (f. 33). Incitativa a Francisco
Maldonado, juez de residencia de Gran Canaria, para que determine en la
petición del obispo, deán y cabildo de la Iglesia de dicha isla, sobre las
tierras y heredamientos que algunos vecinos dejaron a la citado iglesia y que
fueron dadas por el gobernador Pedro de Vera a otras personas, debiendo hacer
la mismo con los bienes del hospital de dicha isla. Don Alvaro. Don Juan de
Castilla. Johannes. Antonius. Franciscus licenciatus. Petrus. Badajoz.
(E.Aznar; 1981)
1492 Septiembre (s.d.). Zaragoza (f. 97). Incitativa a Francisco
Maldonado, juez pesquisidor de la isla de Gran Canaria, para que ordene a
Fernando de Trujillo ya Juan de Mayorga, alcaldes que fueron de Pedro de Vera,
gobernador de la isla, que comparezcan ante el Consejo Real, por haber sido
culpados en la residencia de dicho gobernador, con licencia para poder
prenderlos y enviarlos, a sus costas, ante el Consejo, en caso de que no
entreguen fianzas suficientes. Don
Alvaro. Decanus hispalensis. Johannes. Antonius. Petrus. Mármol. (E.Aznar; 1981)
1492 Octubre 1. Zaragoza (f. 40). Orden a Pedro Martínez de
Córdoba, para que reciba los testigos de Pedro de Vera, gobernador que fue de
Gran Canaria, que apela contra el juicio de residencia que le fue tomado por el
contino Francisco de Maldonado, asignándole para sus costas 155 maravedís diarios,
que le serán pagados por el citado Pedro de Vera. Don Alvaro. Decanus hispalensis. Joannes. Mármol. (E.Aznar;
1981)
1492 Octubre 4. Zaragoza (f. 47). .Incitativa al alcaide de la
fortaleza de Palos, para que determine en la petición de Fernando Martínez
Daza, vecino de tal villa, que reclama de doña Beatriz de Bobadilla, viuda de
Fernando Peraza, el pago de un barco que le robó en la Gemera hace tres años,
cuando regresaba de las pesquerías de los cazones de Guinea, dándole a cambio
dos muchachas canarias que después le fueron tomadas por el obispo de Canaria,
por mandato real, ya que eran cristianas; pues a pesar de la orden dada a doña
Beatriz para que pague dicho barco, ésta se ha negado a hacerlo. Don Alvaro.
Joanes. Antonius. Franciscus licenciatus. Petrus. Mármol. (E.Aznar; 1981)
1492 Octubre 12. Mientras tenía lugar la conquista de
Benahuare (La Palma,) recibía Francisco de Maldonado una nueva real cédula
expedida en Zaragoza, en la que se le autorizaba para deshacer los agravios de
que se quejaban los invasores europeos pobladores en la Isla Tanmaránt (Gran
Canaria,) asistido para ello del escribano de cámara Pedro Muñoz.
1492 Octubre 15. Muerto
Enrique de Guzmán sorpresivamente, el hijo aprendió la lección. Queriendo
hacerse bien quisto en la corte, demandó a Inés de Peraza, como viuda de Diego
de Herrera, no como señora propietaria de las islas y a la Bobadilla, a título
de tutriz de los hijos de Fernán, llamándola Isabel. Reclamaba Gomera, Hierro,
Lanzarote y Fuerteventura "por señorío y otros títulos", con
devolución de las rentas que percibieron, mientras tuvieron las islas. Iniciado
el pleito el 15 de octubre de 1492, al ser desatinado, procurador de la Peraza,
personado en último momento, liquidó la cuestión. El primero de octubre de 1492,
Pedro de Vera estaba en su casa de Jerez, limpio de culpa, porque al obedecer
en silencio, no perdió el real favor. Urgente borrar el recuerdo de su
conquista, a 21 del mismo mes, los reyes mandaron pagar a la tropa.
No fue posible, por haberse alzado con la caja, el
funcionario Luis de Mesa. Al no haber fondos, los impagos continuaron generando
pruebas. (L. Al. Toledo)
1492 Diciembre (s.d.). Barcelona (f. 32). Incitativa a Francisco
Maldonado, juez de residencia de Gran Canaria, para que, vistas las cartas
reales y las ordenanzas para la población de dicha isla, administre justicia en
la reclamación del obispo, deán y cabildo de la misma sobre tierras y
heredamientos legados a su iglesia por fieles y fallecidos, que fueron
repartidos a otras personas por el gobernador Pedro de Vera. Don Alvaro. Don
Juan de Casti/la. Johannes. Antonius. Franciscus licenciatus. Petrus. Badajoz.
(E.Aznar; 1981)
[1492 ?] [Diciembre] (s.d.) (s.I.) (f. 205). Incitativa a las
justicias de Gran Canaria, para que den cumplimiento de justicia a Diego
Colmenero, vecino de Palos, que reclama a Fernando de Porras, vecino de
Canaria, 16.000 maravedís que le pagó por tres esclavas gomeras, ya que éstas
fueron declaradas libres por el obispo de Canaria, por ser cristianas. Dichas esclavas
son: Isabel de 40 años, Isabel de 18 y una hija de ésta llamada Juana. Don
Alvaro. Johannes. Antonius. Gundisalvus. Castillo. (E.Aznar; 1981)
1493. Las Bulas alejandrinas de
Partición, constituyen una de las últimas aplicaciones de una vieja y extraña
teoría jurídica, elaborada explícitamente en la corte pontificia a fines del
siglo XI, enunciada por primera vez en el año 1091 por el papa Urbano II (pero
que quizá traza su paternidad a Gregorio VIII) y conforme a la cual todas las islas pertenecen a la especial
jurisdicción de San Pedro y de sus sucesores, los pontífices romanos, quienes
pueden libremente disponer de ellas”. (Weckmann, Luís. Constantino el grande y Cristóbal Colón. FCE, México, 1992. p. 24.)
1493. Alonso Fernández de Lugo y sus tropas de mercenarios y
excarcelados, desembarcan en el puerto de Tazacorte, en la isla Benahuare.
Después de emplear las argucias menos heterodoxas que imaginarse pueda, y tras
algunas escaramuzas con los cantones que se habían preparado para la defensa,
consigue con engaños y en un acto de traición, sorprender a Tanausú y sus
guerreros en la entrada de la Caldera de Taburiente. A partir de este momento,
comenzó el saqueo inmisericorde de la isla capturando y esclavizando a los
nativos tanto de los bandos guerra como de paces, los cuales fueron remitidos a
los mercados esclavistas de España, conjuntamente con las pieles de los ganados
depredados, orchilla y demás despojos. Con el botín enviado a España y formando
parte del mismo, iba el valeroso caudillo palmero Tanausú, quien prefirió
dejarse morir de hambre antes que llevar una vida de esclavo, protagonizando
así la primera huelga de hambre que tubo lugar en Canarias.
Dada por sometida la isla, el esclavista Fernández de Lugo, reparte el dominio de las tierras y aguas despojadas entre los mercenarios que le acompañaron en la aventura y entre los mercaderes que le financiaron la operación. Dejando un presidio de guarnición y un gobernador, regresa a Península Ibérica para dar cuenta a los reyes católicos de los resultados de tan “gloriosa victoria”, y solicitar las capitulaciones para la conquista de la isla de Chinech (Tenerife).
Los continuos desmanes que los conquistadores que quedaron en la isla, cometían en los atribulados hawaras, acabaron por agotar la proverbial paciencia de éstos, quienes decidieron alzarse contra el férreo dominio de los extranjeros. Estando Lugo, enfrascado en la invasión de la isla de Chinech (Tenerife), recibió noticias de la rebelión de los benahoritas o hawaras y no queriendo ausentarse de esta isla, envío como su lugar teniente a la de Benahuare (La Palma) a Diego Rodríguez de Talavera con una partida de treinta mercenarios. Llegados a la isla reunieron a un contingente de palmeros de los bandos de paces y con el resto de la guarnición, inició una operación de castigo, consiguiendo reducir a los alzados más que por las armas, por la argucia y engaños. Una ves cautivos, Talavera ejecuto ejemplar y “cristiana justicia” en los por segunda ves vencidos hawaras, pasándolos a cuchillo, ahorcándolos y, mandándolos vivos a la pira.
1493. Preparativos para la invasión y conquista de Chinech
(Tenerife): Una vez ultimados los asuntos relativos a la conquista de la isla
Benahuare (La Palma), Alonso de Lugo, desde la isla de Tamaránt se desplaza a
España para ultimar el convenio o capitulaciones para la conquista de Chinet
(Tenerife), por esas fechas (octubre de 1493), la chancillería de los reyes
católicos expide un importante conjunto de cédulas tendentes a iniciar la
proyectada conquista. En éstas se concede a Alonso Fernández de Lugo el título
de gobernador de la isla una vez reducida, en la cédula de 28 de diciembre se
le faculta para que proceda en unión de un delegado regio al repartimiento de
las tierras usurpadas (aunque posteriormente esta potestad quedó totalmente en
manos de Alonso de Lugo), por otra de 29 de diciembre los reyes disponen que el
capitán general de la armada Iñigo de Artieta organice el transporte del
ejercito expedicionario, deberá ser llevado a cabo por la armada de Vizcaya,
"Para que lleve a Tenerife, antes de mediados del mes de marzo de 1494,
1.500 peones y 100 jinetes de estos reinos y 400 peones y 60 jinetes de las
islas de Canarias que ya están pobladas por cristianos, así como 1.000 cahíces
de trigo y harina, 300 cahíces de cebada, 2.000 quintales de bizcocho, artillería,
herramientas, bestias y demás mantenimientos, de acuerdo con el asiento hecho
con Alonso de Lugo, gobernador de La Palma, sobre la conquista de Tenerife,
ordenándole que no lleve derecho alguno por dicho transporte e impidiéndole
sacar parte de las tropas una ves desembarcadas éstas en Tenerife."(E.
Aznar Vallejo, 1981,:72.D.348).
Pero
el Capitán General de la escuadra castellana Iñigo de Artieta, con quien Lugo
mantenía una deuda pendiente a cuenta de los quintos que por la invasión y
conquista de la isla de Benahuare (La Palma), el Almirante decía pertenecerles.
Iñigo de Artieta sin negarse a cumplir la real orden, fue exponiendo una serie
de excusas y dilaciones, hasta que finalmente, Lugo tuvo que arrendar naves de
particulares para transportar las tropas mercenarias, animales y pertrechos de
guerra.
Es
evidente que Alonso Fernández de Lugo, era incapaz de mantener algún tipo de
relación con los personajes de su época en la que mediaran intereses
económicos, sin que acabara siendo demandado por estos, o éste los demandase.
De esta regla no pudo sustraerse la relación entre Iñigo de Artieta y Alonso de
Lugo, así éste que siempre fue enemigo peligroso por lo artero de sus métodos,
posiblemente despechado por no haber recibido la colaboración del almirante en
sus planes para la invasión de la isla Chinet
(Tenerife), demanda ante la Corona de Castilla a Iñigo de Artieta, así
el Consejo de Castilla expide Incitativa al conde de Cifuentes don Juan de
Silva, alférez mayor, miembro del Consejo y asistente de Sevilla, para que
"entienda en la petición de Alonso de Lugo sobre los quintos de esclavos y
otras cosas de La Palma, concedidos por el rey para la conquista de dicha isla,
ya que teme que el Almirante Mayor de la Mar le exija la mitad que le
corresponde por merced real, cuando los envíe a vender a dicha ciudad y otros
puertos de Andalucía, y para que informe si dicho Almirante había percibido la
mitad de los quintos obtenidos durante la conquista de Gran Canaria y con que
títulos, para poder resolver en justicia. Mientras dure dicha información, se
ha de registrar ante el escribano que nombre dicho asistente, las presas hechas
por las que ha de dar fineza Alonso de Lugo, a quien no podrá reclamarse la
mitad de tales quintos hasta la resolución real."(Ibidem:72.D.351)
En
cuanto a la cantidad de efectivos que componían el Ejército expedicionario los
cronistas no coinciden en sus apreciaciones, así Fray Alonso de Espinosa
aventura que las tropas invasoras estaban compuesta por unos novecientos
hombres, sin que mencione a los caballos y
la artillería.
Por
su parte, el ingeniero de fortificaciones cremonés Leonardo Torriani, al
servicio de las coronas de Castilla y Aragón en su "Descripción de las
Islas Canarias" nos dice que la expedición invasora constaba de unos
mil soldados y cuarenta caballos, ambos cronistas están totalmente herrados en
sus apreciaciones como veremos a continuación, es bien conocido lo aficionados
que eran los cronistas de la conquista a dar cifras exageradas del numero de
los enemigos y a reducir el de las tropas propias tanto en numero de operativos
como en las bajas habidas de uno u otro bando, por ello vamos a tratar de
aproximarnos al numero real de mercenarios que componían el ejército invasor.
En la
mencionada cédula de 29 de diciembre de 1493, se dicta el convenio para el
transporte de las tropas desde la metrópoli a Tamaránt (Gran Canaria), en éste,
quedó estipulado como limite máximo para el embarque de la totalidad de las huestes
mercenarias reclutadas la fecha 15 de marzo de 1494 que se componían según el
asiento, de <<...mil e quinientos peones e çiento de caballo, y
además estipula que, e de las islas de Canaria, que están pobladas de
Cristianos, cuatroçientos peones e sesenta de caballo...>>. Por este
documento queda claro que, el ejército conquistador reunido en la Isleta,
Tamaránt (Gran Canaria), constaba de 1.900 peones y 160 caballos, para cuyo
transporte según testimonio del propio Alonso Fernández de Lugo se emplearon 30
navíos, a éstos habría que sumarles los guanches aportados como
auxiliares - a quienes Lugo les debió la vida- por los Menceeyes de Naga,
Güímar, Abona y Adexe los cuales podemos cifrar a la baja
en unos 600 guerreros, teniendo en cuenta que de los resto de las hordas de
Lugo que alcanzaron el lugar de Añaza (Santa Cruz) después de la derrota
de Centejo, estos lograron embarcar con engaños a 300 de los auxiliares
güímareros (los cuales fueron vendidos como esclavos), nos induce a pensar que
el numero de auxiliares fue mayor del que Proponemos, por tanto, el total
estimado para el contingente invasor es de 2.500 peones y 160 caballos, este
dato queda corroborado por el historiador don Tomás Marín de Cubas, quien
posiblemente lo tomó de A. Cedeño y que refiriéndose a la segunda entrada de
los españoles dice: ."Buscáronse espías y dieron por aviso que no tenía
gente junta de pelea para venir a buscarlos a la playa, porque había gran
mortandad en la tierra, o ya fuese por estar apestados por la corrupción de más
de 2000 cuerpos que quedaron por enterrar el año pasado en la batalla de
Centejo...".
1493. Las Bulas alejandrinas de
Partición, de 1493, constituyen una de las últimas aplicaciones de una vieja y
extraña teoría jurídica, elaborada explícitamente en la corte pontificia a
fines del siglo XI, enunciada por primera vez en el año 1091 por el papa Urbano
II (pero que quizá traza su paternidad a Gregorio VIII) y conforme a la cual todas las islas pertenecen a la especial
jurisdicción de San Pedro y de sus sucesores, los pontífices romanos, quienes
pueden libremente disponer de ellas”. (Weckmann, Luís. Constantino el grande y Cristóbal Colón. FCE, México, 1992. p. 24.)
En primer término, la concesión de Clemente VI de las islas Canarias en 1344 a Don Luis de la Cerda,
constituye una clara aplicación de la vieja doctrina
omni-insular. De la Cerda se apresta a conquistar las islas, y la autoridad
papal le concede la investidura a cambio del pago anual de un censo de
400 florines de oro, y del
compromiso de “convertir a los habitantes de las islas a la fe cristiana”. El
Drenario de San Pedro era el tributo que el papado exigía de las islas en las
cuáles, de acuerdo a la doctrina
omni-insular, ejercía jurisdicción. El drenario, exigido originalmente,
sufrió alteraciones en su naturaleza a través del medievo, siendo considerado
limosna en unos momentos, y verdadero tributo en otros (bien como diezmo o
impuesto eclesiástico, o como censo temporal),
en palabras de Weckmann.
En el
mismo sentido, el papa Nicolás V confirma las posesiones portuguesas frente a
las costas africanas por medio de la bula Romanus
Pontifex, en 1455. Los más importantes descubrimientos portugueses son las
Azores y Cabo Verde (utilizadas más tarde como referencia de Alejandro VI para
trazar la línea de partición), cuya concesión es confirmada en la bula Inter caetera de Calixto III en 1456.
1493.
Aún no había recibido Isabel la bula de Alejandro
VI, cuando en mayo de 1493 pareció ineludible remitir navíos "a la parte
del Mar Oceano, a lo que agora descubrio por nuestro mandado" Cristóbal
Colon. Prudente la reina, indicó el camino sin dar lugar a confusiones,
probando que lo conocían, al menos, Juan II de Portugal y el Duque de
Medina. No queriendo perder lo ganado, en 1495 la Católica se hizo investir
reina de sus posesiones en Africa, por el Papa, para caso de fracasar el
invento colombino. Con excepción de unas Canarias, que quizá comprendiesen las
islas, hoy conocidas por tales, de tan poco valor que no pudieron
despertar ambiciones, no tenía la Soberana un pie de tierra en Africa, estando
por hacer la conquista de Melilla. Basada la propiedad del oro
americano en falacia evidente, el miedo a perderlo persiguió a Isabel. Y hemos
de admitir que a sus descendientes. ". (Luisa Álvarez de Toledo)
1493.
Colón vuelve a la isla de La Gomera (una de las de la colonia de Canarias) al mando de diecisiete
navíos, rumbo nuevamente a América en su segunda expedición de invasión y
saqueo. Aquí visita a su adorada Beatriz de Bobadilla, y se suministra de agua,
animales vivos y vegetales comestibles sobre los que se basó la primera
agricultura y ganadería en las colonias de América.
1493,
Tedote,
Benahuare (La Palma) Agacensie.
Benahuare (La Palma, s. XV). Junto con sus hermanos Ventakayce y Tinisuaga,
gobernaba el cantón de Tedote (hoy Santa Cruz de La Palma), una de las doce
demarcaciones prehispánicas que existían en el momento de la conquista en la
isla de Benahuare (La Palma). El Tedote de ayer es equiparable territorialmente
con los actuales municipios de Tdote n Benhuare (Santa Cruz de La Palma) y Las
Breñas. La semblanza histórica de Agacensie o Aguacensio está ligada en esta
ocasión a una de esas raras pero devastadoras tormentas que a veces asolan las
Islas, acompañadas de rápidas y abundantes precipitaciones. Agacensie y sus
hermanos fueron sorprendidos por la repentina crecida del barranco que hoy
lleva su nombre cuando estaban “holgándose con muchas mozas que pretendían
casar con ellos”. Ventakayce fue el único de los tres hermanos que sobrevivió
gracias a que su cuerpo fue lanzado contra un árbol y, malherido, consiguió
salvarse agarrándose fuertemente al mismo. Agacensie murió. Su memoria se
recuerda aún hoy en un barranco y una fuente de la comarca de Las Breñas que
llevan su nombre.
1493.
El tercer Gobernador colonial de
Gran Canaria D. Alonso de Fajardo (1493- 1497) de la casa marquesal de los
Vélez -título del Reino con grandeza creado en 1507 a favor de Pedro de
Fajardo- fue el primero que por el año 1494 trató de fortificar metódicamente
la isla y comenzó la construcción de este castillo de La Luz a una legua larga
de la ciudad donde Juan Rejón había empezado una Torre, colocando en él dos
cañones montados y pertrechados; sucesivamente, por orden de S.M. se fue
agrandando y reparando hasta dejarle como un cuadrado de 17 varas 2 pies de lado, con 40 pies de altura, de muy
sólida construcción sobre un arrecife en la parte Sur del puerto de Las
Isletas, con almacenes para mantener hasta 80 hombres y varias piezas de
Artillería, en cuya forma aunque imperfectamente acabado, tomó parte en la
gloriosa defensa de las dos invasiones principales que sufrió la isla a finales
del siglo XVI.
En un informe de Leonardo
Turriano no consideraba acertado su emplazamiento y para mejorarlo propuso
agregarle cuatro baluartes en sus ángulos. Hacía constar la inmejorable
situación del istmo de Guanarteme y después de rebatir la idea de otros téc
nicos de construir un fuerte en la punta de Santa Catalina en uno de los
extremos de la playa, para protección de ésta y defensa del puerto, optaba por
proyectar en la gola un pequeño fuerte que al par que defendía el puerto
principal y el del Arrecife -la playa de Las Canteras- cerrase el paso hacia
ciudad de un posible desembarco en Las Isletas.
Para penetrar en el castillo era
necesario atravesar la puerta, antepuerta y contrapuerta situadas en
encrucijada sin mirarse una a otra. En lo alto existía una plaza de armas donde
jugaba la Artillería; pasadas las tres puertas se entraba en el patio y el
edificio constaba de tres plantas; el primero se utilizaba como caballeriza,
depósito de pólvora, municiones, algibe, etc.; el segundo, intermedio, servía
de alojamiento de la guarnición, y el tercero era destinado a vivienda del
Alcaide o Castellano.
1493? Benahuare (La Palma)
Mayantigo o Aganeye (s. XV). Uno de los personajes más populares de la
antigua Benahuare después de Tanausú es quizás Mayantigo. En el momento de la
invasión y conquista era el capitán del bando de Aridane, que se extendía desde
Tazacorte “hasta donde dicen las Cuevas de Herrera, Amagar, Tijuya”. Este
antropónimo, que según las fuentes históricas significa “pedazo de cielo”,
quería destacar los dones de “gentileza y buena apostura” que caracterizaban su
persona. Pero esto no fue siempre así, pues era costumbre entre los hawaritas
utilizar los nombres para reflejar “los hechos y sucesos” acaecidos a lo largo
de la vida de un hombre. Quiso el destino que a raíz de un enfrentamiento con
Chentire, señor de Ahenguareme (Fuencaliente), recibiera una herida en un brazo
que terminó gangrenándose, por lo que el mismo Mayantigo “con la mano derecha
se tronchó el brazo por el codo” en un desesperado esfuerzo por salvar la vida.
A partir de ese momento se le conocería como Aganeye, que quiere decir brazo
cortado.
1493? Benahuare (La Palma) Tanausú (el terco o
el que tiene hígados, sinónimo de valiente), según los textos de la conquista
castellana-Aragonesa, acaudillaba el bando de Aceró (lugar fuerte) identificado
con La Caldera de Taburiente. Este Caudillo hawara es objeto de una especial
atención por parte de los cronistas, reflejando la imagen de un hombre que
ejerce un importante liderazgo entre los suyos, como lo demuestran los
enfrentamientos que protagoniza frente al cabecilla del bando de Tijarafe, Atogmatoma.
Tanausú hace frente a los conquistadores en La Caldera de Taburiente, lugar
inexpugnable y con abundantes recursos para resistir un largo asedio. El
mercenario Alonso de Lugo decide optar
por la vía de la negociación, y bajo la promesa de recibir un buen tratamiento
y regalo. Tanausú resuelve negociar en
la Fuente del Pino, donde será víctima de la traidora emboscada que le tiende
el futuro Adelantado. Era según algún cronista el 3 de mayo de 1493 y el fin de
la conquista de Benahuare (La Palma), fue embarcado hacia España como regalo a
los Reyes Católicos, pero en la travesía, en un último gesto de rebeldía, se
dejará morir de hambre, llevando a cabo la primera huelga de hambre registrada
en Canarias.
1493.
Acabada la Conquista de Tamarant (Gran Canaria), los
repartimientos de tierras y aguas constituyeron las medidas que tomó la Corona
castellana para que las islas se poblaran de colonos europeos.
En el caso de Gran Canaria, la isla se dividió en tres
distritos de repartimiento: Winiwuada (Las Palmas), Telde y Gáldar. Este último
se extendía desde Aumastel hasta la Aldea de San Nicolás. En cada uno de ellos
se eligieron tres diputados, que actuaban en unión del delegado del gobernador
colonial repartidor, al modo de las juntas de partidores del siglo XIII. Los
primeros electos fueron Alonso Jaimez, Diego Zorita y Martín de Escalante por
Las Palmas; Pascual Tellez, Juan Sánchez de Morón y Diego Ramírez por
Gáldar; y Juan Velez, Diego Valdivieso y Alonso Zorita por Telde.
La base legal para la realización de repartimientos
en Gran Canaria, La Palma y Tenerife fueron los poderes otorgados por los
monarcas a favor de sus respectivos invasores gobernadores. En ellos se
contiene una serie de normas generales para su ejecución, las más importantes
de las cuales eran: reserva de dehesas y ejidos para pasto común, distribución
de acuerdo con los méritos y estado de los destinatarios, y obligatoriedad de
una residencia no inferior a cinco años con casa poblada.
Las concesiones no podían perjudicar a los montes,
especialmente a los de Doramas, Gáldar y Lestical; ni a las dehesas y pastos
comunes. También quedaba prohibida la tala de ciertas especies como escobón y
almácigo. Por último, debían respetar las acequias, los caminos (incluidas las
veredas de ganado); y las serventías, especialmente las establecidas para
abrevaderos de animales. En las zonas de predominio ganadero, los beneficiarios
no podían “correr” ni “penar” los ganados, so pena de su pago por el infractor
o los vecinos más cercanos.
La variedad
de los bienes repartidos era muy grande, ya que éstos afectaban, aparte de las
tierras y aguas, a solares para vivienda, corrales, tenerías o bodegas
aprovechamientos mineros, cuevas para morada o majada, asientos para colmenas, elaboración de quesos, hornos de pez,
licencias para construir un muelle o una casa, de carga o descarga de
navíos, etc.
Como
queda dicho, las tierras repartidas se distribuyen en varias zonas. En primer
lugar, la franja costera desde Gáldar a Telde, pasando por Guía, Moya, Arucas,
Tenoya y Las Palmas. En este caso se trata de un proceso de intensificación, al
ser la primera zona ocupada. Más novedosa resulta la posesión de las medianías,
movimiento que concluye en la sierra.
A
pesar del predominio de las tierras, en el Libro de Repartimientos de Gran
Canaria, figuran otros bienes, repartidos de forma autónoma o en unión con
aquellas. Entre ellos, las cuevas constituyen el grupo más numeroso. Las hay de
la más diversa condición y uso. En unos casos se trata de instalaciones usadas
desde época aborigen, en otros se trata, cuando menos, de lugares con
importantes innovaciones, recogidas bajo diversas fórmulas: “edificada y puesta
puertas”, “hecha”, “adobada y aderezada”, “ciegas para aderezarlas”, “ para
adobarlas”… Sus usos pueden ser varios: como viviendas, para guardar aperos o
para guardar ganado. (Sergio Aguiar Castellano)
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