El solsticio de invierno desde las cumbres de la isla de La Palma Cuando llegan estas fechas en nuestro calendario, el cristianismo celebra el nacimiento del hijo de Dios, todo un alarde de asimilación de los antiguos rituales del nacimiento del Sol. Cada Año Nuevo, durante el solsticio de invierno, se produce el mito de la creación cosmogónica, se subraya la importancia del momento original en el que el mundo fue creado y se le atribuye a este acto las virtudes de creador del tiempo y ordenador del universo. Es el tiempo perfecto, la edad en que el cosmos está cargado de toda su fuerza vital. Es el Sol el principal encargado de ordenar los lugares sagrados en el tiempo considerado (solsticios y equinoccios). A partir de aquí el universo adquiere un orden, una armonía, se suceden los días, las estaciones, la muerte y el renacimiento del nuevo Sol.Los solsticios son aquellos momentos del año en los que el Sol alcanza su máxima posición meridional o boreal, es decir, una máxima declinación Norte y Sur con respecto al ecuador terrestre.El cosmos abarca todo lo que existe, tiene sentido. Es la esencia primordial, cargada de símbolos y significados. Por ello, los antiguos canarios buscaron trascender los límites de la humanidad elevando su alma al cielo por medio del mito, la arquitectura, el rito y el símbolo. Todo ello visible en formatos diferenciados -casas almogarenes o efequenes, amontonamientos de piedras, torretas, canales y cazoletas, queseras, círculos de piedra, grabados rupestres tallados en las rocas y objetos materiales cotidianos...- proporciona una convincente prueba del impulso al que esas prácticas dan forma a su cosmovisión. Aquellos hombres y mujeres marcaron el espacio con determinadas construcciones que vincularon al Sol. En el caso de la isla de La Palma, los awara construyeron unos sencillos templos al aire libre, antes de la era cristiana, sobre las cumbres que contornean la Caldera de Taburiente, amontonando piedras (igurar o majanos) de forma circular con un perímetro, en el mayor de los casos, de lajas hincadas en el suelo y rellenos de rocas y/o lajas de distintos tamaños. Se trata de sencillos recintos sagrados que suponen la primera manifestación arquitectónica religiosa en la isla de La Palma. Son más de 60 estructuras.El templo es el centro del mundo, correspondiendo al espacio y al tiempo la necesidad de su recreación periódica. Los templos y otros espacios sagrados, axis e imago mundi, establecieron el orden cósmico, con estructura y normas propias de funcionamiento, se instalaron en un territorio para unirse al cosmos.
Maria
Gómez Díaz
Abril
de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario