En el verano de 1887, Max Quedenfeldt dedicó parte de sus tres meses de estancia en el archipiélago canario a estudiar el silbo gomero. Por primera vez lleva a cabo un estudio serio y sistemático del fenómeno con resultados definitivos. Hasta entonces las descripciones del silbo habían estado centradas más en lo anecdótico y promovidas por la curiosidad que por el interés en conocer su funcionamiento.
La imagen que presentamos hace referencia a las entonaciones de frase del habla de los canarios. Con la ayuda de Francisco Guigou -por entonces, director de música de Santa Cruz-, Quedenfeldt presenta en su estudio una reproducción en pentagrama de las distintas tonalidades del habla canaria respecto a esas frases comunes que aparecen en la imagen. El objetivo era determinar las diferencias entre ellas y desvelar el patrón tonal que seguía el silbo gomero.
Maria Gómez Díaz
ABRIL DE 2014.
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