Personaje que habitó en una cueva del barranco que lleva su nombre. Hubo quien aseguraba que provenía de Chinet (Tenerife), mientras otros afirmaban que era natural de la Gomera, que vivía de forma ermitaña y al que se acudía para pedir consejo como adivino. Cierto día llegó a la isla un inglés que tenía como destino Playa de Santiago.
Presumía de ser antropólogo y
empezó a sobornar a los lugareños para que lo
condujeran hacia algún yacimiento aborigen. Esa misma noche se le acercó un
joven diciéndole: "Yo conozco un lugar secreto, lleno de instrumentos,
utensilios y restos prehispánicos, le llaman la Cueva de Chinguarime".
Al día siguiente se pusieron en camino hacia la cueva, en donde nadie había
estado antes pues se decía que era custodiada por los espíritus de los muertos.
El inglés desestimó tales supersticiones tomándoselo a risa. Al llegar al lado
del camino, el joven gomero decidió esperar al foráneo; el británico empezó la
subida de la cueva, pero al llegar a la entrada resbala y empieza a rodar,
desnucándose. Pero lo más curioso ocurrió cuando unos arqueólogos fueron en
busca de fama a costa de la cueva, y ésta se les vino abajo sepultando todos
sus secretos.
Publicado por: María Soledad García Bethencourt
Marzo de 2014.
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