UNA HISTORIA RESUMIDA DE
CANARIAS
ÉPOCA COLONIAL: DECADA 1901-1910
CAPITULO –VI
Eduardo Pedro García Rodríguez
1902 mayo 17.
La mayoría de edad del rey de la metrópoli Alfonso xiii.
“La
jura del adolescente-rey fue vista como el posible punto de partida para romper con el
decadente sistema de la restauración, denunciado de forma constante por cuantos sectores consideraban necesario un profundo saneamiento de la vida política del país.
En La Laguna
incluso la prensa católica hace suya esta aspiración, aún cuando siga dando como respuesta un trasnochado modelo de virtudes
cristianas. Tras reconocer las
innumerables dificultades a las que habrá de hacer frente el nuevo soberano,
afirma La Propaganda
que las aspiraciones del pueblo
«no exigen derroche de pólvora ni efusión de sangre. Los errores y desaciertos
pasados no se corrigen con las armas», sino con la justicia, la caridad y el
espíritu cristiano.
Ni
el gobierno liberal de Sagasta, confirmado inicialmente en su puesto, ni
posteriormente el conservador de Silvela, parecen sin embargo capacitados para
dar respuesta a las exigencias de cambio.
La Laguna
no conoce grandes sobresaltos durante estos meses, abriendo en agosto de nuevo
sus puertas un reformado Teatro Viana, que dispondrá a partir de
entonces de luz eléctrica. Sólo en octubre, los
rumores de supresión del episcopado tinerfeño producen la consiguiente oleada de exposiciones al Rey por parte
del Obispo, Cámara Agrícola, Claustro del Instituto y Ayuntamiento.
En
este contexto las primeras elecciones provinciales fijadas para el 8 de marzo y
las generales de 26 de abril, alcanzada la mayoría de edad
del rey y muerto Sagasta, no pasan inadvertidas en La Laguna, ciudad
en la que La Región
Canaria plantea el dilema reduciendo la campaña a
un enfrentamiento entre pactistas, como denomina a la coalición formada por
conservadores y liberales de León y Castillo, y auténticos
tinerfeños. El triunfo conservador en las provinciales irá acompañado
de las denuncias por parte de la prensa liberal de fraude electoral.
Es en estos momentos previos a la convocatoria a cortes cuando surgen
las acusaciones mutuas, de actuación como agentes electorales, entre el Alcalde
de Real Orden, José Suárez y González, y la mayoría conservadora
de la Corporación.
Esta última manifiesta, en sesión de 18
de marzo, su disconformidad con la actuación del Alcalde, especialmente en el
desarrollo de las elecciones a Diputados provinciales. La presidencia
responde al voto de censura en sesión de 25 de marzo, en un
largo escrito en el que se denuncian las continúas ausencias de los
representantes conservadores a las sesiones del Ayuntamiento.
El enfrentamiento se prolonga en las sesiones siguientes, y La Región
Canaria hace extensiva entonces su denuncia a los concejales
y personal del Ayuntamiento, al director del Hospital de Dolores, al recaudador
de Contribuciones y al director del Instituto, Adolfo Cabrera Pinto,
al que acusa de poner «en movimiento a los empleados de aquel centro
docente, que hasta la fecha había permanecido alejado de nuestras
contiendas políticas». No se aceptaban pues las declaraciones de limpieza
electoral proclamadas por Maura desde el Ministerio de la Gobernación.
La primera
repercusión del resultado electoral en La
Laguna sería la suspensión en mayo del Alcalde, decretada
por el Gobernador Civil Santos Ecay y el procesamiento en junio del director
de La
Región Canaria José
Darmanín y Delgado.
La
tensión política aún se incrementará con el nuevo anuncio de supresión
de
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