El actual momento histórico que
vivimos, puede ser todavía más amargo para nosotros y desastroso para nuestra
Patria/ Matria, pues asistimos al instante en que los actores de esta farsa se
quitan la careta y muestran su verdadero rostro. No es solo el petróleo, sino
los rumores cada vez más insidiosos sobre una “retirada definitiva de España de
esta zona de África, con la entrega de Canarias al tirano marroquí y la
renuncia formal a cualquier cuestión futura sobre el Sahara Occidental.
En esta situación, por lo demás
nada extraña si se tiene en cuenta como han actuado hasta ahora con ambos
pueblos, el canario y el saharaui, al menos los segundos estarían en situación
de seguir el combate, pero nosotros, ¿Lo estaríamos? Qué duda cabe que a nivel
individual, a niveles grupales sí, pero otra cosa es ser capaces de responder
como un solo ente, como un solo Pueblo o al menos la mayor parte de él o una
gran parte... Por lo menos de momento, me duele reconocerlo pero no creo que en
las actuales condiciones, pudiéramos presentar un frente unido; Por tanto,
tenemos que cambiar esas condiciones que nos hacen débiles ante el enemigo de
nuestra Patria/ Matria y nuestro Pueblo. Tenemos que cambiar esa situación
entre todos.
El movimiento independentista se
enfrenta, en medio de posturas por ahora poco unitarias, a un gran dilema, que
es uno de las principales causas por las que no han cuajado los numerosos
intentos unitarios. Por una parte, los partidarios de aprovechar la vía
electoral y por la otra los partidarios de la abstención; No es cuestión de
estar repitiendo los argumentos de cada postura, ni tampoco sería juicioso a
estas alturas, en parte porque reconozco que cada una está tan “razonablemente
razonada” que permanecen en un “equilibrio precario” que mantiene todavía viva
la discusión, pero sobre todo porque nos ha tocado vivir una época, en que cada
día es un día nuevo, son tiempos nuevos para los que no valen las soluciones de antaño, ni los recetarios de soluciones
políticas que han funcionado en otros sitios. Nos enfrentamos a unas
realidades objetivas cotidianas, cambiantes casi cada día, acercándonos al
momento crucial al que se refería Secundino Delgado cuando gritaba al mundo: ... ¡Sea cuanto antes, caiga de sus
rostros la máscara y de nuestros rostros la venda!
Españistán se hunde en su segundo
“barroco”; En el primero perdieron el imperio colonial y todo lo que robaron de
él a sangre y fuego, ¿Qué perderán en este, que sacrificarán para salvarse esta
vez? Que nadie dude que a nosotros. Hasta ahora, “las condiciones de lucha”
eran distintas, pero con los nuevos tiempos que se avecinan, de incremento de
la crisis política, económica, social, del pesimismo y toda la negrura que el
hambre y la miseria son capaces de provocar, la lucha es o puede ser además de
por la Libertad ,
por la Supervivencia
frente a Marruecos.
Mientras permanezcamos enredados
en discusiones bizantinas que no nos conducen a nada, no vamos a llegar más
allá de donde hemos llegado en el pasado, ni habrá “testigo” alguno que
recoger, por el simple hecho de que este, está forjado para que sea una mano
colectiva quien lo reciba, y no una parte. Pero independientemente de
disquisiciones teóricas sobre este tema, el hecho es que las condiciones de
lucha han variado sensiblemente y exigen que nos adaptemos a las nuevas
circunstancias.
Puede sonar muy “marxista”,
aquello de Tesis [Participar en las elecciones españolas], Antítesis [Promover
la abstención en las elecciones españolas] y Síntesis [ De ambas en una sola y
distinta], y sin duda lo es, y sin duda también, quizá me parezca apropiada por
“deformación política”, y eso tras haber dicho más arriba que “no valen las soluciones de antaño, ni los
recetarios de soluciones políticas que han funcionado en otros sitios”; Y
no, no es una contradicción ni digo esto por “ser marxista”. Veamos.
Aunque pueda parecer una visión
catastrofista lo de cedernos a Marruecos, no debemos olvidar que “si el padre vendió a los españolísimos
saharauis, el hijo puede hacer lo mismo con nosotros”, pero además, ya de
por sí, todo este tenebroso asunto de las prospecciones es lo bastante serio
como para que se hubieran disparado todas las alarmas entre nosotros. Sin
olvidar el otro, centrándonos en este más inmediato, de igual manera nos pone
en la situación de Luchar por la Supervivencia como Pueblo, como Nación. ¿Y si no
somos capaces de unirnos entre nosotros, como vamos a aspirar a unir en torno a
nuestras ideas y sentimientos a todo o la mayor parte de Nuestro Pueblo? [¿Da
que pensar, verdad?]
Hace tiempo reflexionaba yo sobre
la idea de que ante las posturas encontradas entre nosotros que nos impedían
avanzar por el camino de la
Unidad , debíamos ante todo ser generosos, con nosotros mismos
primero, y luego con los demás compatriotas/ conmatriotas, porque y a pesar de
que a veces un poco desavenida, “son la
familia y no el enemigo”. Generosos –decía- e inteligentes.
Hay una realidad cotidiana que
nos condiciona y nos seguirá condicionando a lo largo de toda la lucha, y que
para nosotros es un hándicap, un esfuerzo añadido al esfuerzo revolucionario de
Liberación Nacional, que se irá incrementando a medida que empeoren las
condiciones de vida de nuestro Pueblo, como reflejo de la crisis metropolitana
y sus continuas espantadas hacia delante; Porque
un Pueblo hambriento solo sigue a quien puede ofrecerle remedio a corto plazo y
no a quien le ofrece banquetes futuros [Podemos frente al PPSOE] Y hay una realidad internacional que sigue
escapándosenos de las manos y una
realidad política “interior” llena de contradicciones internas.
Estamos en un cruce de caminos,
tres caminos que no nos llevan a ningún sitio, bajo la amenaza de un futuro
incierto y tenebroso como nunca. Las dos posturas, en la actualidad, hasta ayer
irreconciliables, hoy no es que sean conciliables, es que son la única
solución, el único camino que podemos seguir para intentar si al menos no
parar, si frenar la que se nos avecina y sobrevivir para continuar la lucha.
Desde la Vieja Fortaleza ,
Rukaden Ait Anaga.
10 Diciembre 2014
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