JANE MILLARES SALL
Nació en Las Palmas de Gran
Canaria. Es hija del catedrático Juan Millares Carlo y Dolores Sall Bravo de
Laguna.
Durante la Guerra Civil de los españoles, el padre fue destinado a
Lanzarote, donde se traslada toda la familia. Al término de ésta, regresan a
Gran Canaria.
Poseedora de una importante voz
fue alumna de Lola de la Torre , pero abandona las clases al nacer su primer hijo.
Con el apoyo de su hermano Manolo
comienza a pintar. En 1955 realiza su primera exposición y presenta un cuadro,
“Maternidad”, a la Bienal
de Las Palmas de Gran Canaria.
Ha participado en numerosas exposiciones y ha sido la primera mujer en
exponer en solitario en las Islas, en la Sala del Museo. Ha expuesto también en Madrid y
su obra se ha vendido a muchos coleccionistas.
Lo canario en Jane, sus mujeres
marcadas por el indigenismo que le es propio, las calas y el paisaje
hacen de esta mujer autodidacta –a quien
Felo Monzón llamaba “la increíble Jane”– todo un referente en
nuestra pintura.
Fue Medalla de Oro de
Canarias en el año 2005, además de Hija
Predilecta de Las
Palmas de Gran Canaria.
Como resumen de su amplio currículum, cabe
destacar que es la primera mujer que expone en solitario en Las Palmas de Gran
Canaria, así como la única mujer que puede ser considerada como partícipe del
movimiento artístico indigenista en Canarias. Pese a la sociedad en la que le
toca vivir, de familia intelectual y de izquierdas perseguida por la dictadura
franquista y la mediocridad cultural de algunos círculos de poder, y en un
entorno social abiertamente machista.
Jane Millares se abre paso sin apenas estudios,
con una decidida vocación y sensibilidad, siendo la primera mujer que expone en
solitario en Las Palmas de Gran Canaria con una intensa actividad creativa que
comparte con el mantenimiento de una familia formada por cinco hijos (uno de
ellos fallece a los pocos años de nacer) y un marido, Luis Jorge Ramírez
(periodista, Medalla de Oro de Canarias, Hijo Predilecto de Las Palmas de Gran
Canaria, Hijo Adoptivo de Teror), que la anima a emprender y continuar la
aventura de la creación artística.
En la faceta escultórica es autora de piezas y
bustos, así como de las figuras de Cho Juáa y Casildita.
El San Martín Centro de la Cultura Contemporánea
inaugura la primera retrospectiva sobre
la obra de Jane Millares titulada 'Diario de una pintora'
La polifacética obra de la
artista grancanaria Jane Millares Sall, una de las más interesantes y
desconocidas de las Islas, podrá contemplarse por primera vez a través de una
retrospectiva en el San Martín Centro de la Cultura Contemporánea.
La muestra, que se inaugura hoy a las 20.30 horas y que lleva el título de Jane
Millares Sall. Diario de una pintora, permanecerá hasta el próximo 29 de julio
y recorre toda su producción con más de un centenar de obras suyas en la que,
aparte de cuadros, se encuentran también dibujos, documentos y esculturas.
La iniciativa que ha dado lugar a esta
exposición, comisariada por Laura Teresa Morales, tiene su origen en un amplio
trabajo de investigación que ha dado lugar al material necesario para editar un
libro con prólogo de Martín Chirino, sobre la historia, vida y obra de la
artista, que es muy probable que se publique en Canarias y la Península.
Jane pertenece a la saga familiar de los
Millares, uno de los apellidos con más renombre artístico de las islas, que
arranca oficialmente con el historiador, compositor y periodista Agustín
Millares Torres y entre los que se encuentran también sus hijos Luis y Agustín
Millares Cubas, creadores del teatro costumbrista canario y del primer léxico
de Gran Canaria, a quienes siguen en la línea sucesoria y creativa Juan y
Agustín Millares Carló, catedrático y paleógrafo, respectivamente, a los que la
victoria del franquismo situó entre los mutilados de paz (término acuñado por
el pintor Manolo Millares sobre los represaliados por la dictadura) y el
exilio.
Jane Millares Sall nació el 2 de agosto de 1928
en Gran Canaria y es la única mujer que puede ser considerada como partícipe
del movimiento artístico indigenista en el Archipiélago. Todos sus hermanos
destacaron como notabilísimos escritores músicos y pintores (en una o varias
facetas artísticas a la vez: Agustín, José María, Juan Luís, Manolo, Sixto,
Eduardo -Cho Juaá-, Yeya y Totoyo). Pero Jane, sin embargo, en una sociedad
machista y misógina fue víctima del silencio cultural al que condenaron a
numerosas artistas, intelectuales y científicas, como sucedió a sus primas
Josefina o Lola de la Torre.
De ahí que, como ejemplo, entre otros olvidos en la Biblioteca de Artistas
Canarios que publica el Gobierno de Canarias, y que ya va por el número 48,
sólo figura una mujer canaria entre los artistas seleccionados, que es Lola
Massieu.
A esto habría que unir el carácter tímido de
Jane, y la circunstancia de casarse con tan solo 16 años con el periodista Luis
Jorge Ramírez y atender a la familia. La penuria de la época y la falta de
ingresos llega hasta el punto de que su hermano Sixto, también escritor, muere
de tuberculosis con apenas veinte años cumplidos.
En el año 37 empieza a dibujar y fue gracias a su
marido que su obra no queda en la intimidad y terminara siendo totalmente
desconocida. Su habilidad para convertir cualquier cosa en elementos
decorativos o en soportes para ella poder pintar anima a su marido a estimular
su faceta artística. Era él quien llegaba a casa y le decía que tenía una
muestra en tal galería y le marcaba una fecha, tanto para la obra que iba
realizando en sus ratos libres como con otros trabajos que completarían las
sucesivas colecciones que formarían su cronología de exposiciones.
Su primera exposición tuvo lugar en 1955 en el
Museo Canario con una sorprendente exhibición de cuadros indigenistas con un
estilo y contenido diferenciado al de los artistas de este estilo en las islas,
convirtiéndose también en la primera mujer que expuso en solitario en Canarias.
A partir de entonces se producen múltiples exposiciones y numerosos premios.
En la obra de Jane siempre hay aspectos sociales,
con una presencia muy destacada de referencias a la mujer y la maternidad, pero
también sobre temas concretos de la realidad social y política con cuadros
sobre, por poner algunos ejemplos, el garrote vil con relación a la ejecución
del perseguido político el Corredera, o sobre el desembarco contra la
revolución cubana en Bahía Cochinos mostrado como una especie de Guernica de
destrucción y barbarie.
Jane también pintó sobre el sufrimiento que
produjo el fascismo, con un cuadro impactante donde refleja un rostro espantoso
con una mano alzada. En su obra también aparece su visión lúdica del paisaje
canario, su arquitectura, sus tradiciones, y en casi todos con la mujer como
centro, la dulzura en su mirada, sus gestos y, sobre todo, en su relación con
los niños. (Alberto García Salh, en La Provincia )
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