domingo, 2 de febrero de 2014

VALENTIN SANZ CARTA




 

1849.

Nace el criollo Valentín Sanz Carta. Pintor, fue alumno de Gumersindo Robayna y Nicolás Alfaro en la Academia Provincial de Bellas Artes, en Santa Cruz, donde ingresó con apenas nueve años. En esta etapa, que dura hasta  1875, se deja influir por los maestros ya citados, además de interesarle el romanticismo de Truilhé y los nuevos aires realistas planteados por Pedro Tarquis de Soria.

Realizó posteriormente estudios en Madrid, becado por la Diputación Provincial para formarse en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado. En 1882 logró, gracias al entonces ministro de Ultramar en la metrópoli, el criollo grancanario Fernando León y Castillo. En aquella ciudad, además de participar en algunos certámenes como la Exposición Madrileña de Acuarelas de  1880, obtuvo un alto grado de reconocimiento público, como lo prueba, la adquisición por parte de la Casa Real española de la obra El alba en los campos de Asturias, en 1879.

Embarca en calidad de dibujante en una expedición a Cuba que tenía por objetivo estudiar la flora antillana.

En 1826, siendo profesor de San Alejandro, se casa en La Habana con Dolores de la Cruz Muñoz, en el tiempo que residió en Cuba visitó Tenerife en dos ocasiones, en 1892 y en 1896, con ocasión del viaje de bodas.

En 1886 obtiene la cátedra de Paisaje de la Academia Nacio0nal de Bellas Ar6es San Alejandro de la Habana. De este período llama la atención la ejecución de varias obras de temática paisajística cubana y no es justo valorarlo sólo por su aporte artístico en la plástica cubana de la segunda mitad del Siglo XIX; sino al mismo tiempo, su permanente actividad docente durante el período 1886-1898; dado por la capacidad de influir en un conjunto de artistas y también profesores de pintura de la Academia San Alejandro.
La actividad profesoral de Valentín Sanz se muestra a través de la obra de sus principales discípulos; tales como Ángel Porro Primelles, Concepción Mercier García, Aurelio Melero Fernández de Castro, Manuel D. Lluch Beato, Adriana Billini Gautreau, Eduardo Morales Morales, Rosa San Pedro Humares, Manuel del Barrio LlorensMaria Ariza DelanceTeódulo Jiménez Hernandez y Antonio Rodríguez Morey los que constituyen la simiente de la escuela del paisaje cubano. Muchos obtienen importantes premios nacionales e internacionales; e incluso, también se dedican a la enseñanza de las Artes plásticas en Cuba.

Sanz logró cambiar el proceso de Enseñanza-Aprtendizaje, limitado hasta entonces al contexto tradicional del aula, pese a la abierta resistencia del entonces Director de la Academia Miguel Melero, él empleaba sus propias obras como base material de estudio en las copias de cuadros a través de diversas técnicas (al Lápiz al Carbón, a la Sepia, al Creyón, a la Acuarela o al Óleo), propiciaba y, en ocasiones, costeaba múltiples excursiones a diferentes lugares de interés en la ciudad de La Habana, como el Jardin Botanico y las márgenes del río Almendares.
De este modo obtiene éxitos crecientes mediante la motivación participativa de sus alumnos, a la vez que logra en la enseñanza del paisaje un proceso de observación y ejecución en el lugar, que inicialmente ha complementado con el entrenamiento de las diversas técnicas del Dibujo y la Pintura.
Fallece en La Habana en el mes de octubre del año 1898, debido a una enfermedad contagiosa que había contraído en una visita a Nueva York.

 

 




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