GIGANTES

Hubo entre ellos gigantes de increíble grandeza, que, porque no parezca cosa fabulosa lo que se refiere dellos, no la digo.

De uno afirman todos en general, y se tiene por cosa cierta y averiguada, que tenia catorce pies de largo, y tenia ochenta muelas y dientes en la boca. Y dicen que el cuerpo de este está mirlado, en una cueva grande, sepultura antigua de los reyes de Güímar, cuyo sobrino era, que está en Guadamoxete. Este murió en una batalla...(Fray Alonso de Espinosa) y que recogió Béthencourt Alfonso en la tradición con el nombre de Emotio. La macana… se encuentra en el Museo Municipal, se encontró en una cueva de Araya , tenía un mango de acebiño de dos varas de largo y fue su arama de combate del célebre gigante Emotio. Tambien escribe sobre Miota . guancha gigante de Güímar, y mujer del gigante Emotio. Se cuenta que al ver a su marido derrotado en el campo de batalla, se enfrentó al enemigo matándole e hiriendo a otros.

Marín de Cubas describe otro en Arico al que llamaban "Junicajo" . señala donde esta sepultado y que es muy largo de cuerpo; y también señala el sitio de una hoguera donde se calentó y curó las heridas de todo su cuerpo, untando con manteca y sacado los pedazos de banotes o puntas de palo, que muchos guanches armados contra él solo hirieron y lastimaron; habiendo el primero hecho en ellos grande mortandad, y por último de cansado fue vencido .

María Gómez Díaz. Enero de 2015.

MAESTRAS

”Las maestras eran ancianas de buena vida, hacían loza de barro o greda parda mezclada con arena, platos, gánigos o barrencillos, pilones o cazolones para echar agua; untaban con almagra los cuarteroncillos y bruñianlos con guijarros, cocían la loza en un hoyo en el suelo cubierto de tierra o arena y encima mucho fuego, y salían buenos; sabían moler a tahonilla la cebada tostada, que es un pan llamado gofio, cernían de cuero agujerado muy sutilmente a fuego, y sabiendo estos oficios se podían casar” (Marín de Cubas, p 206).

Aunque Marín y Cubas relega a la mujer guanche un papel secundario en la sociedad, mientras que los hombres eran los guerreros, pues según vemos, algunos autores hablan de una mujer guerrera, pero noble, de una mujer que luchaba por las libertades .Abreu Galindo [(ca. 1590) 1977: 299] afirma que, en tiempos de guerra, los guanches «llevaban consigo sus mujeres con la provisión que habían de comer, y, si morían en la guerra, para que los llevasen a enterrar a sus cuevas».

«Las mujeres eran más valientes que ellos, y en las emergencias iban ellas en adelante y peleaban virilmente, con piedras y con varas largas» [Torriani (1590) 1978: 225].
Las fuentes etnohistóricas nos hablan de guanches que habrían preferido la lucha cuerpo a cuerpo y, en última instancia, el suicidio, antes que verse esclavo. Y, en ese último aspecto, las mujeres no parecen haber sido menos decididas Un claro ejemplo lo constituyen los topónimos del Despeñadero de las Mujeres, el Risco de las Mujeres o el Salto de las Mujeres, todos ellos documentados en nuestras fuentes etnohistóricas [Pérez Saavedra (1982) 1997: 169-170].

Las mujeres siempre han sido, son y serán las responsables de la administración, nuestras mujeres deben recuperar el protagonismo, merecidamente ganado, que siempre tuvieron en nuestra historia.

Maria Gómez Díaz. Enero de 2015.