lunes, 26 de enero de 2015

"El mencey Don Enrique Canario"




El rey de Icod, el mítico Belicar de que escribiera Viana, había recibido el nombre de Enrique Canario.

El mencey se puso, el apellido de Canario, como referencia al lugar de procedencia. A pesar de haber sido derrotado y llevado a la esclavitud, su condición de nobleza le hace merecedor del término de Don y para ello licencia real...algo que no estaba al alcance de cualquiera en esa época y tambien había recibido la libertad antes de su forzoso cautiverio de 1500. ¿Cuándo?, no se sabe, aunque es posible que fuera desde el momento en que fue acogido e la corte sabemos, aunque es posible que fuera desde que los monarcas lo acogieron en la corte.

En cualquier caso, era una libertad limitada, obligado a seguir a la Corte sin la remota posibilidad de retornar a Tenerife. Su estancia previa en la Corte viene acreditada en el texto mencionado: [...] Patiño, contino de nuestra casa lo tomo (al mencey) e trasporto fuera de nuestra Corte e lo vendio a quien tobo por bien [...]

Es posible que Don Enrique Canario se fuera a vivir a Sevilla, donde había
una colonia de canarios liberados bastante numerosa.

En un documento judicial de 1508 aparece un Don Enrique guanche que presenta una denuncia contra Alonso de Lugo en el juicio de residencia incoado por Lope de Sosa. La acusación de trataba sobre las injustas esclavizaciones del Adelantado contra los guanches del bando de paz de Anaga al finalizar la conquista.

No obstante, la identidad de este Don Enrique se aleja de la del mencey
icodense. Ya que en estos años aparece como protagonista uno de los hijos del antiguo mencey de Anaga, homónimo del icodense. En 1508 Don Diego de Anaga y don Enrique de Anaga, hijos del rey de Anaga, otorgaron un poder al procurador Antón Ortega ante el escribano Juan Ruiz de Berlanga102. Si hubiera alguna duda de que este Enrique fue el que presentó la denuncia contra Lugo, por otro documento se descarta por completo: el 18 de septiembre del mismo año don Enrique, natural de Tenerife, hijo del que fue Rey de Anaga, como denunciante de los guanches libres que fueron vendidos por cautivos en Tenerife y fuera de ella, porsí mismo y en nombre de todos los otros guanches, nombró procurador a Antón de Ortega y le dio poder general.

A partir de esa fecha no se tienen noticias de este Don Enrique de Anaga, sólo el 29 de noviembre de 1509 aparece otro documento, donde aparece el nombre el nombre de don Enrique, pero sin apellido, comprando ganado a don Fernando Guadarteme. Por lógica, debe tratarse del Enrique de Anaga. Con tan pocas noticias es imposible plantearse la vuelta del mencey icodense a su isla de Tenerife.
    con Lourdes Izquier.
María Gómez Díaz. Enero de 2015.



"Poemas de Nicolás Estévanez"

Un barranco profundo y pedregoso,
una senda torcida entre zarzales,
un valle pintoresco y silencioso,
de una playa los secos arenales;
Un cabrero en la cumbre que silbaba,
una bella pastora que corría,
una rústica flauta que llenaba
los riscos y las grutas de armonía;
En el aire reflejos y cambiantes,
en el cielo colores trasparentes,
en la noche luceros rutilantes,
crepúsculos brillantes y esplendentes;
Un gallardo mancebo en la montaña
que las cabras monteses perseguía
en la cima del monte una cabaña
y un torrente que al valle descendía;
Tales fueron los goces fugitivos
de cien generaciones ignoradas;
éstos fueron los cuadros primitivos
de las risueñas islas Fortunadas.
Publicado por: María Gómez Díaz. Enero de 2015.


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