El amigo, convecino y compañero de docencia
Juan J. Martínez Sánchez. En su libro “La Orotava, Sus calles, su
historia” en las páginas 106 – 107 y 108, con la colaboración de
Antonio Delgado Arbelo, nos habla del notable médico oriundo de Lanzarote don Tomás Zerolo Herrera una legitima gloria de la
medicina canaria, y un personaje querido de la Villa de la Orotava, del que se dice cobraba altas minutas a
los ricos que sin herederos forzosos que luego "redistribuía" entre
los pobres. La Villa
de La Orotava,
en gratitud, en 1912, puso su nombre a la antigua calle “El Agua”, donde
construyó su casa y vivió: “…Fue
Licenciado en Medicina por la universidad de Madrid y se instala en La Orotava al casar con Doña
Isabel Fuentes vecina de esta Villa. Nos habla de su quehacer el Acta Municipal
del día 20 de enero de 1910, sesión de Pleno que comienza a las 7,30 de la
tarde y termina a la 8,15. En ella leemos la opinión de sus convecinos: Médico
notable e insigne patriota. Creador de la obra Climatoterapia de la
tuberculosis pulmonar presentada el año anterior en Italia. Verdadero prodigio
de la cirugía. Coordinador de la lucha contra la invasión de cólera en la Capital llenando de
tranquilidad a la población. Nunca regatea sus servicios médicos. Subdelegado
de Medicina de éste partido. Inspector Municipal de esta localidad. Médico del
Hospital de la
Santísima Trinidad de esta Villa, devolviendo a muchos las
vidas por su arte de operar a más de verdadero patriota.
Don Juan del Castillo León en su pregón indica que
don Tomas Zerolo Herrera (1851 - 1910). Aunque nació en Arrecife, puede
considerarse un "orotavense". Oriundo de Génova, por su padre, eran
sus hermanos, don Antonio, el laureado poeta, y don Elías, fundador y director
de la "Revista de Canarias", aquel insuperable exponente de la
intelectualidad isleña, de la segunda mitad del XIX. Su juventud constituye una
.odisea dramática y novelesca en que la tabla salvadora fue un innato arte de
grabador.
Regresa de Madrid en 1879, con la carrera de
medicina, y pronto, junto a Eduardo Domínguez Áfonso, se convierten los mejores
cirujanos de Tenerife. Por su consulta orotavense pasaron más de 20.000 enfermos.
Se decía que la destreza de sus manos le permitían manejar el bisturí coma si
fuese pluma de inspirado dibujante, coma publicista, destaca su
"climatoterapia de la tuberculosis pulmonar. Premio de la Academia de Medicina de
Barcelona, si bien la mayoría de sus publicaciones versan sobre el Valle,
"Orotava y Vilaflor, estaciones sanitarias de Tenerife", y "el
clima de La Orotava
coma agente terapéutica", así coma su brillante parlamento en los juegos
florales de La Orotava,
de 1901, las primeras de Canarias, en las que por cierto fue premiado con la
flor natural su hermano, don Antonio, y formó en la Corte de Honor, su hija, la Srta. Isabel Zerolo y
Fuentes. En fin, fue don Tomás una legitima gloria de la medicina canaria, y un
personaje querido de la Villa,
del que se dice cobraba altas minutas a los ricos que sin herederos forzosos
que luego "redistribuía" entre los pobres. La Orotava, en gratitud, en
1912, puso su nombre a la calle del Agua, donde construyó su casa y vivió.
Entre sus hijos, destacaron don Tomás (1893-1956),
también ilustre cirujano y don Miguel (1896-1975), ex-Alcalde de Santa Cruz,
alfombrista "herético", y como su progenitor, también personaje
querido de la Villa.
Son, en suma, los Zerolo, una familia vinculada a La Orotava, fluctuante entre el bisturí y la toga, entre el Arte y la Política…” (Bruno Juan Álvarez Abreu, 2013)
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