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[MUERTE DEL
VIEJO VIZCACHA]
4755 Cuando el viejo cayó
enfermo, Viendo yo que se empioraba Y que esperanza no daba De mejorarse
siquiera, Le truje una culandrera'"
4760 A ver si lo mejoraba.
En cuanto lo vio me dijo: «Este no aguanta el sogazo •*; muy poco le doy de
plazo; Nos va a dar un espetáculo,
5765 Porque debajo del brazo
Le ha salido un
tabernáculo673.»
Dice el refrán que en la tropa Nunca falta un güey corneta "*; Uno
que estaba en la puerta
4770 Le pegó el grito ahí no más: «Tabernáculo... qué bruto: Un
tubérculo, dirás.»
Al verse ansí
interrumpido, Al punto dijo el cantor:
4775 «No me parece ocasión
De meterse los de
ajuera. Tabernáculo, señor, Le decía la culandrera.»
El de ajuera
repitió,
4780 Dándole otro chaguarazo m; «Allá va un nuevo bolazo "*; Copo y se lo gano en la puerta•"; A las mugeres que curan Se las llama
curanderas.»
4785 No es bueno, dijo el
cantor, Muchas manos en un plato, Y diré al que ese barato m Ha
tomao de entremetido, Que no creia haber
venido
4790
A hablar entre literatos.
Y para seguir contando La historia de mi tutor, Le pediré a ese dotor Que en mi inorancia me deje,
4795 Pues siempre encuentra el que teje Otro mejor tejedor.
Seguía enfermo,
como digo. Cada vez mas emperrao. Yo estaba ya acobardad
4800 Y lo espiaba dende lejos: Era la boca del viejo La boca de un condenao.
Allá pasamos los
dos Noches terribles de invierno.
4805 El maldecía al Padre Eterno Como
a los santos benditos, Pidiéndole al diablo a gritos Que lo llevara al infierno.
Debe ser grande la
culpa
4810 Que a tal punto mortifica. Cuando vía una reliquia Se ponía como azogado *", Como si a un endemoniado Le echaran
agua bendita.
4815 Nunca me le puse a tiro,
Pues era de mala entraña; Y viendo
heregía tamaña Si alguna cosa le daba, De lejos se la alcanzaba
4820 En la punta de una caña.
Será mejor, decía
ya, Que abandonado lo deje, Que blasfeme y que se queje, Y que siga de esta suerte
4825 Hasta que venga la muerte Y
cargue con este hereje.
Cuando ya no pudo
hablar Le até en la mano un cencerro,
Y al ver cercano su entierro,
4830 Arañando las paredes
Espiró allí entre
los perros Y este servidor de ustedes.
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[EL
INVENTAEIO DE SUS BIENES]
Le cobré un miedo terrible Después que lo vi dijunto.
4835 Llamé al alcalde, y al punto Acompañado se
vino De tres o cuatro vecinos A arreglar
aquel asunto.
«Anima bendita, dijo
4840 Un viejo medio ladiao
•*,
Que Dios lo haiga
perdonao Es todo cuanto deseo. Le conocí un pastoreo ** De terneritos
robaos.»
4845 «Ansina es, dijo el alcalde.
Con eso empezó a
poblar **,
Yo nunca podré
olvidar
Las travesuras que hizo;
Hasta que al fin fue preciso 4850 Que le privasen •"
carniar.»
«De mozo fue muy
guíete, No lo bajaba un bagual; Pa ensillar un animal Sin necesitar de otro,
4855 Se encerraba en el corral Y allí galopiaba
el potro.»
«Se llevaba mal con
todos; Era su costumbre vieja El mesturar las ovejas,
4860 Pues al hacer el aparte
"• Sacaba la mejor parte Y después venia con quejas.»
«Dios lo ampare al
pobresito, Dijo en seguida un tercero.
4865
Siempre robaba carneros. En eso tenia
destreza: Enterraba las cabezas685
Y después vendía los cueros.»
«Y qué costumbre
tenía:
4870 Cuando en el jogón estaba, Con el mate se agarraba •* Estando los piones juntos; Yo tayo, decía, y apunto*", Y a ninguno
convidaba.»
4875 «Si ensartaba algún asao
•*, ¡Pobre! como si lo viese: Poco antes de que estuviese •", Primero lo maldecía. Luego después lo escupía
4880 Para
que naides comiese.»
«Quien le quitó esa
costumbre De escupir al asador Fue un
mulato resertor Que andaba de amigo suyo.
4885 Un diablo, muy peliador, Que le llamaban Barullo.»
«Una noche que les
hizo Como estaba acostumbrao, Se alzó el mulato enojao
4890 Y le gritó: "Viejo indino
Yo te he de
enseñar, cochino, A echar saliva al asao".»
«Lo saltó por sobré
él juego Con el cuchillo éh la mano;
4895 ¡La pucha, el pardo liviano! En la mesma atropellada Le largó una
puñalada Que la quitó otro paisano.»
«Y ya caliente
Barullo,
4900 Quiso seguir la chacota "•; Se le había erizao la mota Lo quem empezó
la.reyerta. El viejo ganó la puerta Y apeló a las de gaviota •".»
4905 «De esa costumbre
maldita Desde entonces se curó; A las casas no volvió, Se metió en un cicútal "** Y allí escondido pasó
4910 Esa
noche sin cenar.»
Esto hablaban los presentes; Y yo, que estaba a su lao, Al oír lo que
he relatao, Aunque él era un perdulario,
4915 Dije entre mí: «Qué rosario Le están resañdo al finao *.»
Luego comenzó el
alcalde A registrar cuanto había, Sacando mil chucherías
4920 Y guascas y trapos viejos, Temeridá «* de trevejos Que para nada
servían.
Salieron lazos, cabrestos, Coyundas y maniadores,
4925 Una punta6* de amadores.
Cinchones, maneas,
torzales •", Una porción de bozales Y
un montón de tiradores.
Había riendas de domar
"*,
4930 Frenos y estribos quebraos, Bolas, espuelas, recaos "*, Unas pavas ™, unas ollas, Y un gran manojo
de argollas De cinchas que había cortao.
4935 Salieron varios
cencerros, Alesnas, lonjas "•,
cuchillos, Unos cuantos coginillos m, Un alto de gergas viejas. Muchas botas
desparejas m
4940 Y una infinidad de anillos.
Había tarros de
sardinas, Unos cueros de venao. Unos ponchos augeriaos. Y en tan tremendo entrevero
4945
Apareció hasta un tintero Que se
perdió en el juzgao.
Decía el alcalde
muy serio: «Es poco cuanto se diga; Había
sido como hormiga.
4950
He de darle parte al juez, Y que me
venga después Con que no se los persiga.»
Yo estaba medio azorao De ver lo que
sucedía;
4955
Entre ellos mesmos decían Que unas prendas eran suyas, Pero a mí me parecía Que esas eran aleluyas ™*.
Y cuando ya no tubieron
4960
Rincón donde registrar, Cansaos de
tanto huroniar Y de trabajar de
balde, «Vámosnos, dijo el alcalde, Luego lo haré sepultar.»
4965 Y aunque mi padre no era
El dueño de ese hormiguero. El allí, muy
cariñero ™, Me dijo con muy buen modo: «Vos serás el heredero
4970 Y te harás cargo de todo.»
«Se ha de arreglar
este asunto Como es preciso que sea; Voy a
nombrar albacea Uno de los circunstantes.
4975 Las cosas no son como antes, Tan enredadas y feas.»
¡Bendito Dios!
pensé yo. Ando como un pordiosero, Y me
nuembran heredero
4980 De toditas estas guascas. ¡Quisiera saber
primero Lo han hecho mis vacas!
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