Rukaden Ait Anaga
Aclarado que nuestra organización no debe estar en
manos sino de personas independientes de reconocido prestigio y trayectoria…..,
etc., toca opinar de qué tipo de organización es más eficaz, más operativa,
necesaria, etc., etc. Realmente no hay nada nuevo en modelos organizativos y
todos tienen sus pros y sus contras. La lógica nos dice que según cual se
elija, se debe cargar con la etiqueta/ as con que han sido etiquetados,
estereotipos, etc. lo mejor en estos casos es ser fieles a la tradición y
organizarnos en Tagorores, allá donde se pueda, y cuando crezca el ámbito/ os
territoriales, reproducirse como células, en orden de importancia territorial y
o poblacional. El sentido común nos dice que la necesidad y la dispersión, entroncando
además con las más ancestrales tradiciones de la Democracia, el método
asambleario de ciudadanas/ os libres y comprometidas/ os, reunidos en un lugar cualquiera,
hablando fraternalmente del futuro es lo más natural y acertado, no en vano, según
nos cuentan, la Democracia nació el día en que los ciudadanos se reunieron en
el Ágora pública para tratar de los asuntos que les concernían a todos (aunque
fuera aquella imperfecta democracia ateniense)
El funcionamiento de los Tagorores, y la estructura
de funcionamiento de los mismos responden al mismo esquema de células o comités
o como queramos llamarlo; Desde que salió el novedoso sistema celular en
política, todos se han esforzado en copiarlo, disimulando algunas cosas, pero
básicamente es lo mismo, así que para que insistir. No serán células, sino
Tagorores ciudadanos. Es una Institución Política genuinamente nuestra, ¿No?
Ahora viene un tema que resulta espinoso pues puede
resentirse la sensibilidad de alguien, cosa que por otra parte no es mi
intención que suceda, pero una de las cosas que he aprendido, es que hay gente
muy susceptible “sentimentalmente” hablando (El patriotismo es cosa de
sentimientos también), a pesar de que es
un tema de objetividad política antes que nada.
Desde el nombre de esta organización teórica hasta
su programa, todos tenemos claro que es “marcadamente independentista” en sus
objetivos a medio y largo plazo, es decir, que el objetivo final es la
Descolonización e Independencia de Canarias y la construcción de una República
Social. Parto de la creencia /Personal) de que este es el objetivo final de al
menos la mayoría de nosotros. Pero debemos ser conscientes y esto sería otro
ejercicio de generosidad y honestidad con nosotros mismos, (Por desgracia)
¡¡Somos una minoría (Que crece y se consolida) entre nuestro Pueblo!! Y desde
esta realidad, actuar con inteligencia.
Tengo la firme creencia que un Pueblo Políticamente
Educado o Consciente de su Situación y Papel, no solo es Invencible, sino
Libre. Por lo tanto, uno de nuestras especiales y fundamentales tareas, es
crear las condiciones objetivas para que nuestro Pueblo llegue a esa situación,
tarea ingente que no se consigue de la noche a la mañana, pero en ello estamos
(Todos/ as), debemos continuar y perseverar más. Porque si llegado el caso,
siendo esa minoría que somos, de alguna forma impusiéramos a la mayoría de
nuestro Pueblo nuestra forma de pensar y nuestras formulas políticas,
legitimados en un proceso democrático, civil o militar, estaríamos sembrando
las semillas de un fracaso a medio o largo plazo; Por no hablar de que a mí,
con todos los “palos alcanzados” y el “fuego amigo”, he de decir que los nazis,
vistan de pardo, de rojo o con pieles de cabra, solo despiertan en mí el ánimo
y la más firme convicción y decisión de combatirlos con y por todos los medios
a mi alcance. Aunque en sus documentos figuren apellidos que los hacen
descender por línea materna del Gran Tinerfe o de la Princesa Guacimara y
puedan además demostrarlo con árboles genealógicos y estudios genéticos de
primer orden. Ni como aliados, que como dijo con buen criterio cierto jefe
amerindio, “quien juega con serpientes de
cascabel, aunque estén muertas, corre el peligro de morir envenenado”. A
buen entendedor…
Esto viene a cuento, porque mientras no logremos que
nuestro vea la realidad del acontecer histórico y político de Canarias, debemos
irlo conduciendo por diferentes etapas de conocimiento y crecimiento político y
cultural, paso a paso, casi “a pasito tun tun” permítaseme la expresión. Aunque
lo intento o intentamos con toda nuestra alma, condensar cinco siglos de
explotación y el orgullo de descender de una Cultura y un Pueblo varias veces
milenario, superior ética y culturalmente a los que vinieron de fuera, y que se
entienda y se asuma por parte de alguien, no se consigue en una conversación de
media hora, ni en diez, ni con veinte charlas. Eso requiere algo más; Y para
ello, tienes que conseguir que su atención en el día a día, en los problemas
cotidianos, de comunidad, generales, etc., se centre menos en esas cosas para
atenderte y entenderte. Por ello la necesidad de dar el salto electoral para
desde esas pequeñas tribunas oficiales ir haciendo oír nuestro discurso,
integrador, realista, progresista pero sobre todo, esperanzador.
Por ello, no esconderemos nuestros objetivos
finales, cuando el Pueblo Canario soberanamente así lo decida, pero tampoco
haremos ostentación de ellos. Tenemos un ideario y unos símbolos de identidad
que, si no somos capaces de conseguir que sean compartidos y asumidos
libremente por nuestro Pueblo, estaremos condenados, más tarde o más temprano a
la fractura, y estas cosas solo conducen a contrarrevoluciones, derrocamientos,
la división territorial y en otros más extremos, a guerras civiles. Por tanto,
convencer, no imponer.
En cuanto al programa, a Los Cinco Puntos de la Dignidad Canaria
me remito; Me gustaría otro mejor y más realista y sencillo de aplicar, así que
para comenzar el debate pueden servir, pero no hay porqué hacerme caso. Yo
acostumbro a desconfiar de los “teóricos de la revolución”, así que Uds.
mismos… ¡¡¡Espabílense coño!!! (Pero espabílense ya ¿No?)
Julio de 2014.
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