Sol Rincón Borobia
Se cumplen 249 años del nacimiento del padre de la patria uruguaya, de sangre tinerfeña La emigración isleña fundó ciudades como Montevideo.
Miembros de
la asociación Casa Uruguay Canarias en la ofrenda de flores a José Artigas, en La Laguna.
El uruguayo José Artigas tiene un busto en La Laguna (Tenerife) y otro en
Agüimes (Gran Canaria). Pero no muchas personas saben el porqué, ni conocen el
motivo por el que el pasado miércoles se pusieron flores a sus pies en el
Camino Largo lagunero. Que se sepa, José Artigas nunca estuvo en Canarias ni mencionó
al Archipiélago en sus cartas. Su vida tampoco se estudia en las escuelas de
este Archipiélago.
Sin embargo, José Gervasio Artigas, llamado el
protector de los pueblos libres, reconocido militar federalista y republicano,
considerado por muchos el padre de la patria uruguaya, tenía sangre canaria
corriendo por sus venas: su abuela María Rodríguez Camejo era lagunera.
Por eso, el pasado 19 de junio –día en que Artigas nació hace 249 años–, el cónsul de Uruguay en Canarias, Jorge Figueredo, y algunos ciudadanos, entre los que se encontraban socios de la Casa Uruguay Tenerife, se acercaron al busto de La Laguna y le pusieron flores. También en Agüimes hubo un homenaje a este personaje, uno de los más importantes aquel país.
Artigas fue, en definitiva, un producto de la
emigración canaria, concretamente de la segunda que salió de las Islas rumbo a
Uruguay, en marzo de 1729, por orden del rey.
Y es que con los portugueses ansiosos por hacerse
con aquella zona oriental de América del Sur (que más tarde se llamaría
Uruguay), la corona española tomó la decisión de defender su emplazamiento allí
y enviar a ciudadanos españoles para que poblaran la zona y sirvieran como
disuasorio.
Francisco Aznar Vallejo, catedrático de
Metodología y Didáctica de las Artes de la Universidad de La Laguna, explica una de las
claves de estas primeras expatriaciones españolas de principios del XVIII:
"Para mercadear con América había que pasar antes por la Casa de Contratación de
Sevilla y pagar los correspondientes impuestos. Pero las familias poderosas de
Canarias lograron que la corona les permitiera comerciar en ese continente sin
pasar por la Casa
de Contratación. A cambio, por cada 100 toneladas de mercancía que llevaran en
los barcos, tenían que emigrar a Uruguay cinco familias de cinco miembros cada
una. Eso se denomina tributo de sangre".
Con este acuerdo, el rey Felipe V consiguió su
propósito de comenzar a poblar Uruguay y, por su parte, las influyentes
familias canarias pudieron comerciar en América sin pagar impuestos.
Y así, algunas obligadas por ese tributo de
sangre y otras de forma voluntaria, 50 familias partieron del Archipiélago en
dos tandas. La primera, compuesta por 20 familias, se marchó en agosto de 1726
a bordo del navío Nuestra Señora de la Encina. En cuanto al segundo viaje, se realizó en
1729 con las restantes 30 familias a bordo del San Martín. Todas estas personas
fundaron la ciudad de Montevideo, y entre ellas estaba la abuela de José
Gervasio Artigas, que dejó para siempre La Laguna.
La asociación Casa Uruguay de Tenerife, creada en
2003, lleva tiempo intentando averiguar datos sobre María Rodríguez Camejo,
aunque de momento no ha habido suerte. "Ni siquiera hemos encontrado la
casa donde vivió en La Laguna",
informa Mario Tetes, miembro de la asociación. El cometido no es fácil. Cuando
la abuela de Artigas se instaló en Uruguay, su descendencia directa se quedó
allí. "Por este motivo, lo único que podríamos encontrar en Tenerife son
descendientes de sus tíos-abuelos", explica. Pero ni eso ha sido posible.
Sin embargo, la asociación no tira la toalla y está muy atenta a cualquier pista que salte. Para ella, la figura del militar republicano lo merece. "Para nosotros, José Artigas es el padre de la patria", dice Mario Tetes. "Fue un adelantado de Uruguay, un abanderado de la democracia".
De hecho, Uruguay no tiene una, sino tres
banderas: la de la República,
la de Los 33 orientales (que conmemora el desembarco en 1825 de treinta y tres
uruguayos en la playa de la
Agraciada para recuperar la independencia del país), y la de
Artigas, esta última en azul, blanco y rojo.
Fundación
Francisco Aznar Vallejo explica que la fundación
de Montevideo por parte de las 50 familias canarias (y, por extensión, la
fundación de Uruguay) se llevó a cabo de forma pacífica. De hecho, aclara,
"al único sitio al que fuimos con espadita fue a Tenerife, en Colombia.
Concretamente, en el margen derecho del río Magdalena". Este lugar fue
conquistado en el siglo XVI por el hijo del adelantado Alonso Fernández de
Lugo, "una persona de no muy buena reputación en todos los sentidos".
Pero a parte de este episodio violento, la
llegada de isleños a otros lugares de América fue en son de paz. Y Uruguay no
fue una excepción. Aznar Vallejo resalta que de los tres millones de ciudadanos
que tiene ahora este país, un millón y medio viven en Montevideo. Y, como dato
de la influencia isleña allí, informa de que a las personas que habitan fuera
de esa ciudad se les llama canarios, especialmente a los que viven en
Canelones.
"Ocurrió que, cuando los canarios fundaron
Montevideo, el Rey les dio unos doblones, algunos aperos de labranza y un
solar. Pero, además, les dio una chacra fuera de esa ciudad. Pasados 15 años de
aquello, ya no había ningún isleño en Montevideo. Vendieron el solar y todos se
marcharon a la chacra".
La explicación de esta decisión, añade este
catedrático, hay que buscarla en las tradiciones y habilidades del pueblo
canario. "A nuestra gente le gusta más cuidar un terreno y cuatro vacas
que estar en la ciudad vendiendo cosas. Nosotros nunca hemos sido
comerciantes".
Y como todas las chacras estaban en Canelones, allá se fueron. "De hecho, hace diez años este lugar cambió el nombre por Comuna Canaria", dice Aznar Vallejo, quien también informa de que el intendente de ese departamento uruguayo, Marcos Carámbula, viaja con mucha frecuencia a Canarias porque su familia es de Lanzarote.
Y como todas las chacras estaban en Canelones, allá se fueron. "De hecho, hace diez años este lugar cambió el nombre por Comuna Canaria", dice Aznar Vallejo, quien también informa de que el intendente de ese departamento uruguayo, Marcos Carámbula, viaja con mucha frecuencia a Canarias porque su familia es de Lanzarote.
Precisamente de esta Isla emigraron muchos
canarios hacia Uruguay en los siglos XVIII y XIX. El cronista del municipio de
Teguise, Francisco Hernández, informa de que más de 300 personas de ese pueblo
se fueron a Uruguay durante los primeros años del XIX, "coincidiendo con
un periodo de sequía en la Isla",
que los obligó a buscarse la vida en aquel país.
Además, Hernández explica que las autoridades de
Uruguay también demandaban pobladores lanzaroteños por encima de otros isleños,
"porque sabían trabajar muy bien la tierra".
Una vez allí, estos canarios dieron al país
grandes personajes. Por ejemplo, Alfonso Espínola Vega, natural de Teguise, que
fue un famoso médico y filósofo. Amigo y discípulo del famoso químico francés
Louis Pasteur, Espínola recibió condecoraciones en Francia, Italia y Uruguay
por la labor desempeñada durante una epidemia de viruela en 1881 y 1882.
Francisco Hernández también nombra a Ildefonso de
León, natural de El Mojón (Teguise), que fundó la ciudad de Tala, en el
departamento de Canelones.
Y de Lanzarote también era Jacinto Vera y Durán,
que nació en 1813 en el barco que transportaba a sus padres (naturales de
Tinajo) a Uruguay. Una vez allí, Vera y Durán se convirtió en el primer obispo
católico de Montevideo.
En realidad, la lista de personalidades uruguayas
llegadas directamente de Canarias o descendientes de canarios es muy larga.
Tanto, que el cronista de Teguise asegura que no le paran de llegar cartas
desde Uruguay preguntando por sus antepasados.
"Desgraciadamente, no tenemos tiempo para contestarlas todas. Y, a veces, es imposible averiguar nada porque sólo te dan datos como que el tatarabuelo de la familia se llamaba Juan", indica.
"Desgraciadamente, no tenemos tiempo para contestarlas todas. Y, a veces, es imposible averiguar nada porque sólo te dan datos como que el tatarabuelo de la familia se llamaba Juan", indica.
En cuanto a los canarios de otras islas que
destacaron en Uruguay, el investigador palmero David W. Fernández, licenciado
en Historia por la
Universidad Central de Venezuela, recoge algunos de ellos en
su trabajo Los canarios en Uruguay.
Así, están José Fernández Romero (de Santa Cruz
de La Palma),
que fue el autor del primer tratado de navegación por el Río de la Plata; Francisco Aguilar y
Leal (de Santa Cruz de Tenerife), que llegó a convertirse en senador de la República y fue uno de
los activistas más importantes en la liberación de Uruguay; o Filomeno García
Costa (natural de Ampuyenta, en Puerto de Cabras, Fuerteventura), que fue
nombrado limosnero del convento franciscano de Montevideo.
Más migraciones
Las migraciones de canarios a Uruguay fueron
constantes después del XVIII. Según documenta David W. Fernández, entre 1833 y
1841, hubo una oleada de inmigrantes, unos 22.000, casi todos canarios y
agricultores. Por eso, gracias a estos pobladores, la agricultura en Uruguay
experimentó un gran desarrollo.
Este investigador habla además de un cuadro del
pintor Juan María Blanes, en el que se ve gente en la playa del Buceo,
esperando un barco con canarios a bordo. Las familias desembarcaban en esta
playa "y se sentaban en el muelle primitivo sobre cajas de madera que
hacían de baúles para esperar las carretas de bueyes que las llevarían hasta
Maroñas", desde donde se les distribuía luego a Canelones, Montevideo y
San José.
Para entonces, el prócer de la patria uruguaya,
José Gervasio Artigas, ya era un célebre militar y estadista. Poco después, en
el año 1850, moriría cuando tenía 86 años. Tras él quedó un país en el que los
canarios tuvieron un papel fundamental.
Otras migraciones
La historia de la emigración canaria toca
diferentes países americanos. Muchas ciudades de este continente han crecido de
la mano de los inmigrantes que llegaron del Archipiélago. Entres ellas, San
Antonio de Texas, en Estados Unidos. Allí vive un gran referente tinerfeño y
célebre cirujano cardíaco y torácico: Alfonso Chiscano. Éste explica que aunque
la mayoría de los canarios emigrantes en el XVIII se instalaron en Luisiana, al
sur de Nueva Orleans, las 53 personas que lo hicieron en San Antonio de Texas
tienen una gran historia que contar: ellas fundaron el primer cabildo que hubo
en los Estados Unidos.
Según explica, el primer Pleno que se celebró en
esa institución fue el 2 de agosto de 1731, fecha que aún hoy se conmemora.
"El canario siempre ha sido muy amigo del pleito, y en el Cabildo siempre
estaban peleándose", cuenta como anécdota.
Pero cuando la última descendiente directa de
esos canarios se casó con un norteamericano llamado John Smith, los apellidos
isleños comenzaron a desaparecer, a la par que el idioma, "y la influencia
canaria terminó a finales del año 1800".
Chiscano informa de que hoy en
día, además del pimer Pleno del Cabildo, en San Antonio de Texas se celebra
cada año la llegada de los primeros canarios (que fue el 9 de marzo de 1731),
con representación teatral de esa llegada, y también el día de la Virgen de Candelaria. (La Opinión, 23.06.2013 | 01:08 )
acabo de comprobar que desciendo de María Rodriguez Camejo por la línea de José Antonio Luis Rodríguez, hijo de su primer matrimonio con Francisco Luis Rodríguez que llegaron juntos a Uruguay. Hay muy buena información de la familia en el libro de Juan Alejandro Apolant en Genesis de la Familia Uruguaya.
ResponderEliminarMuy orgullosa de mis raíces canarias.
Atentamente,
Ana Yannicelli