ÍNDICE
EL FOLCLORE DE LA ALDEA DE SAN NICOLAS.............5
INTRODUCCIÓN.........................................................7
PARTE I. MÚSICA TRADICIONAL BAILABLE..................9
1.-La parranda de El Toscón
de Tejeda........................9
2.-Juan
Montesdeoca.............................................10
3.-D. Cristóbal
Díaz................................................10
4.-Agrupación La
Aldea...........................................11
PARTE II. CICLO DEL
AÑO..........................................11
1.-La Tradición en la época de Navidad....................11
2.-El carnaval
tradicional.........................................14
3.-Cuaresma..........................................................19
4.-Los cantos de
trabajo..........................................20
5.-Canciones y juegos
tradicionales.........................23
6.-Cultura de
emigración........................................25
7.-La cultura tradicional de los pastores....................26
8.-Descripción de la vestimenta tradicional..............27
FIESTAS DE
SEPTIEMBRE.............................................28
Clemencia Montesdeoca
EL FOLKLORE DE LA
ALDEA DE SAN NICOLAS
(Gran Canaria)
La isla de Gran Canaria ha podido
ofrecer a los recolectores de folklore,
desde los años 60 de nuestro siglo, una gran riqueza de géneros y
variantes de cada uno de ellos que se explican por la misma orografía de la
isla, surcada por profundos barrancos radiales que emanan del alto macizo
central de la cumbre en todas direcciones. Las comunicaciones humanas,
siguiendo los caminos del agua, han sido siempre más fáciles de costa a cumbre,
por los cauces de cada barranco, que entre cauces vecinos. Así han surgido
pequeñas “culturas de barranco” con sus peculiaridades y diferencias.
La Aldea de San Nicolás de Tolentino, situada al poniente de la
desembocadura del profundo barranco de Tejeda, constituye uno de estos núcleos
culturales llenos de cosas propias que encuentran ecos por los modestos pagos (tan aislados)
situados barranco arriba. Allí
sobreviven el romancero, los cantos de trabajo, los ritos de las ánimas, las
danzas estacionales: todo un mundo músico-cultural que un grupo entusiasta de
preservadores de lo suyo nos ofrece en estas grabaciones “auténticas” con amor y con cuidado. Su conocimiento es
“desde dentro”, desde quienes viven o han vivido este folklore, lo que le
confiere al documento un valor óptimo.
Lothar Siemens Hernández
INTRODUCCIÓN
Este trabajo es una
recopilación de la música y las costumbres tradicionales del pueblo de La Aldea
de San Nicolás de Tolentino.
Se encuentra situada La Aldea al
Noroeste de Gran Canaria, bastante alejada de
la capital de la isla, manteniendo unas costumbres y tradiciones que tienden por
influencias de la llamada civilización o progreso a su desaparición. Se ha pretendido recoger un documento sonoro
y en directo de aquellas manifestaciones que se consideran en mayor peligro de
extinción. El pueblo ha sido testigo
de cómo
se ha ido
perdiendo nuestro patrimonio
cultural (casco antiguo, plaza, ermita...),
razón por la que hemos elegido para la portada la foto de nuestra
ermita.
“El casco actual de
nuestro pueblo se encuentra actualmente remodelado y desconocido desde que en
los años 60 sus vecinos, autoridades municipales, insulares y religiosas procedieran a una
progresiva demolición del viejo casco, siendo la ermita barroca de los siglos
XVII-XVIII uno de los elementos afectados. (Artículo del periódico Canarias 7 del
domingo 15 de septiembre de 1991, realizado por Francisco Suárez Moreno)”.
De esta antigua ermita sólo
conservamos las fotos y sus campanas. Ellas tocadas por Don Santiago Perera de
60 años y monaguillo de la misma sirven de introducción con su toque de fiesta
a esta pequeña muestra de música tradicional y cultural oral, de un pueblo que
da vida a un recuerdo.
PARTE I. MÚSICA TRADICIONAL
BAILABLE.
Para ésta hemos contado con
varios informantes:
1.-La parranda de El Toscón de
Tejeda: es un grupo de amigos y
familiares que se reúnen en
diferentes ocasiones:
fiestas del pueblo,
juntas de trabajo... A n t i g u a m e n t e , e r a n
estas parrandas las que animaban los famosos bailes de taifas.
S e l l a m a b a n taifas a la forma de
organizar los bailes hasta ya entrados
los años cincuenta en La Aldea y en
cualquier otro punto de la isla, con variantes según las zonas. Se celebraban
en casas particulares donde
un mandador iba dejando entrar a los hombres por grupos; según las
mujeres dispuestas para bailar, una
taifa daba derecho a dos piezas. Se tocaban
isas, folías, malagueñas, polkas...
2.-Uno de los mayores del
pueblo,D. Juan Montesdeoca, informante del tema “pastorela”, se describe asimismo como un parrandero que
tocaba el laúd y era invitado a estos famosos bailes para interpretar todo tipo
de músicas. Recuerda Don Juan Montesdeoca aquellos bailes sueltos de los
ancianos de principio de siglo, folías, isas sueltas, seguidillas
e incluso un baile llamado el tango canario, Juan Montesdeoca e hijas muy antiguo según él, que se
acompañaba de guitarras, panderos y castañetas.
Más t a r d e n o s c u e n t a q u e empezaron los bailes agarrados y se olvidaron del baile
suelto, dejándoselo para “los más viejos”.
3.-D. Cristóbal Díaz de 6 2 a ñ o s .
O t r o d e l o s informantes que, con su señora Isabel
Mª Vega de 56 años, nos muestra su estilo de
isa de Isabel Vega y Cristóbal Díaz Artenara, así como su habilidad en el toque del laúd, inimitable, pues procede Cristóbal de una familia de
tocadores que por motivos de trabajo han tenido que emigrar de Artenara, su
pueblo natal, en busca de una mejor vida para sus hijos.
4.-Agrupación La Aldea.
Al grupo La Aldea, patrocinador
de este trabajo, lo añadimos como una parte más de los informantes de este
documento. Lo componen unas cien personas,
entre niños, jóvenes y ancianos. Usan una vestimenta del siglo XIX y
principios del XX. Realizan temas del folclore infantil antiguos y tradicionales
y del folclore más reciente, por ejemplo: polcas, mazurcas, pasodobles, puntos
cubanos...
PARTE II. CICLO DEL AÑO
1.-La Tradición en la época de Navidad.
Si preguntamos
a cualquier persona mayor del pueblo sobre el Rancho de Ánimas o los
panderos (nombre que se le da popularmente) es fácil que nos explique cómo eran
e incluso entone alguna de sus coplas.
Esta es una manifestación bastante antigua que se conserva solamente en
tres puntos de la isla de Gran Canaria: Teror, Valsequillo y La Aldea; en esta
última desaparecida en los años
cincuenta y recuperada de nuevo en 1991 por un grupo de personas, en su
mayoría familiares de los antiguos rancheros, que, dirigido por
Evaristo Díaz (más conocido como Fulgencio) de 80 años de edad, ha rescatado esta tradición tal y como se hacía en el
pasado.
Este es
un grupo de hombres y,
curiosamente alguna mujer, que con panderos, panderetas, espada, triángulo, castañetas y una guitarra cantan siempre con
el mismo sonsonete, al niño Jesús, a las ánimas del purgatorio,
etc... El día de la misa del Gallo van a la Iglesia y en el besapiés cantan coplas a l n a c i m i e n t o . L a s coplas son en su mayoría improvisadas.
Salen el 8 d e d i c i e m b r e y s
e recogen el 2 de febrero, coincidiendo con el día de la Concepción y el de l
a C a n d e l a r i a
respectivamente.
Otra de las tradiciones navideñas que tuvieron gran auge a
principios del siglo XX fueron los Autos de Reyes Magos o comedias como le
llamaba la informante Carmita Sosa, que a sus ciento cuatro años aún recordaba
bastantes pasajes de estos Autos de Reyes.
Auto de Reyes
Las informantes:
Juanita Rodríguez de 83 años y Ángela
Benítez de 50 años nos describen el carnaval:
“Lo tradicional era ir de casa en
casa vestidos con ropas viejas, pidiendo
huevos para hacer tortillas de carnaval. Era rara la casa donde no se prepararan de plátano, de calabaza o sólo de
harina de trigo de la tierra”.
En Gran Canaria y más
concretamente en La Aldea, aparecen gran
cantidad de informantes que nos aseguran que, antiguamente, solían vestir a los niños de cabras y machos,
con cencerras y pieles. Iban por las calles a modo de ganado con una persona
mayor que era el pastor y un perro. Los niños, unos iban vestidos de cabras y
otros de machos.
Romualdo Ramos y Marcos Sánchez, por ejemplo, eran algunos de
aquellos niños que fueron vestidos de cabra. D. Marcos nos dice:
"... Juan Cayetano, en Los Espinos, nos reunía a todos los
chiquillos del barrio y nos vestía. Nos ponían
sacos tiznados, nos pintaban la cara con carbón, alguno alcanzaba una
salea, nos colgaba unas cencerrillas al cuello y nos llevaba como si fuéramos
un ganado con el perro y todo. Él se ponía
a silbar y llevaba en la mano el
garrote. Todos los chiquillos nos
poníamos a velar a la vez y parecíamos un ganado de verdad, eso a la gente
le hacía mucha gracia, Pestana también de Los Espino lo solía
hacer...."
D e s p u é s d e r e a l i z a r n u m e r o s a s e n t r e v i s t a s c o n informantes de diferentes
zonas de La Aldea, todos nos hablaban de un personaje que
hacía lo mismo que Cayetano Sánchez y más tarde su hijo Juan Cayetano en Los
Espinos
este personaje era
José García. Po r e s t e m o t i v o
v i m o s l a necesidad de entrevistar a
su propio hijo, que quién mejor que él podría informarnos a cerca de
su padre. José García, más conocido por Lengo nos explicó lo
siguiente:
.....Mi padre, se vestía en
carnavales de pastor y reunía a chiquillos y les ponía unos cuernillos y una saleas,
luego les colgaba cencerras y los
llevaba José García calle abajo como un ganado de cabras. Los niños iban
velando y los machos topando. También se
solía vestir de diablo, con unos cuernos de vaca y se pintaba la cara , otro lo
llevaba por la calles amarrado con una cadena y se recorrían así todas las
calles del pueblo..."
Esto que nos confirma
D. José
García y sus hermanos, viene a
demostrar que ya no es un hecho aislado
y que
se repetía en diferentes épocas y en diferentes barrios. También tiene mucho
que ver con las
manifestaciones de
otras islas. Aparecen este tipo de
manifestaciones como dijimos al principio en partes de la Península, en África y
en pueblos de Europa por el
Mediterráneo.
El carnaval canario en concreto,
es un símbolo de renovación del ciclo de la vida. Destruir la rutina
diaria y renovarla. El rito del
carnaval implica, por tanto, desencadenar los impulsos soterrados:
" Los demonios".
De ahí que aparezca la figura del
diablo en distintas manifestaciones carnavaleras.
En La Aldea, aparecen varios
personajes vestidos de diablo en nuestro carnaval tradicional. Un diablo
vestido con sacos viejos, cuernos de vaca y un rabo de palma a l c u a l
l e prendían fuego, de este último nos habló D. Ezequiel Ramírez de La
C a r d o n e r a (fallecido),Lita y Rosario del barrio de El Hoyo, y
confirmado por m u c h o s m á s i n
f o r m a n t e s
Otros nos dicen Ezequiel Ramírez que también
se pintaban la cara con añil. Los informantes entrevistados aseguran que
estos personajes eran muy ocurrentes y que p r o d u c í a n v e r d a d e r o p á n i c o
e n t r e l o s n i ñ o s.
Concretamente el diablo con el
rabo de Palma entraba por las casas corriendo con el rabo prendido de fuego y
la gente le daba dinero para que se fuera enseguida.
Aparte de las cabras, los machos
y los diablos, está la mascarita tradicional que aparece en nuestro carnaval al
igual que en cualquier otro pueblo del archipiélago.
Las mascaritas, vestidas con trajes viejos, con las caras
tapadas con un velo o pañito de barbilla, caña en mano y un cestito para
recoger lo recolectado, se lanzaban a la calle e iban de casa en casa pidiendo
una pesetita, un huevito o una tortilla. En estos días las casas se abrían para recibirlas con gran alegría.
También salían en parrandas con instrumentos de
cuerda dando serenatas por las casas y cantando coplillas como:
Al huevito al huevito que nos marchamos que nos llega la
noche y no terminamos.
3.-Cuaresma.
Este ciclo del año se
caracteriza por el toque de la matraca,
instrumento que sustituía a las campanas
en la Semana Santa. Para esta época podemos encontrar en nuestro pueblo
gran cantidad d e R o m a n c e s
religiosos y oraciones muy antiguas.
Entre ellos y como ejemplo sonoro recogemos los m a n d a m i e n t o s alegres
y la oración de la cuaresma que nos
recita D. Evaristo Díaz, conocido
por Fulgencio Díaz
4.-Los cantos de trabajo.
Fulgencio de 80 años.
Los cantos de trabajo han servido para ayudar a pasar el
tiempo lo mejor posible a pesar de la dureza de las faenas del campo.
LOS CANTARES: Es el nombre con que se conoce
tradicionalmente a las coplas de cuatro versos o cuartetas, que llama la gente
“cantares de cuatro palabras”. Con estos cantares, muchas de las veces también
improvisados, se picaban hombres y
mujeres hasta insultarse en ocasiones y a enamorarse en otras.
Las tonadas usadas eran diferentes según las zonas o según
el trabajo que se esté realizando, así tenemos:
-Cantares de molienda.
-Cantares de tomateros y almacenes.
-Recogida de almendras.
-Descamisando.
En junio se juntaban los tomateros secos y los rastrojos del trigo y la cebada para
las hogueras de S. Juan y S. Pedro. En
las partes más altas de la Cuenca (Carrizal y Toscón) se sembraba
sobre todo el centeno para hacer gofio, la gente se peleaba por ver
quién hacía la hoguera más grande mientras se cantaban canciones como:
A la tirindina, a la tirindana la paja centeno Dolores
Floriana
(Pino Molina de El Toscón de Tejeda)
EL ROMANCE: Se
considera en nuestro pueblo canto de
trabajo ya que éste ha cumplido esa función a través del tiempo.
En toda la Cuenca de
Te j e d a - L a A l d e a p o d e m o s e n c o n t r a r t o d o
t i p o d e Romances, desde los
más tradicionales como las señas del esposo hasta Romances locales y de pliego.
En esta última modalidad d e s t a c a m o s l a
f i g u r a d e Maximiano Matías,
conocido por el sobrenombre de Guajiro que contaba la Maximiano Matías historia diaria
como si de un periódico se tratase. Así nos narra por ejemplo la historia del
Pleito de La Aldea (Pleito Socio-agrario que acabó en 1927 después de 300 años
de lucha).
“Un portugués en mi
tierra” (la visita de un portugués a La Aldea, donde murió).
5.-Canciones y juegos tradicionales.
En este apartado cabe destacar la gran cantidad de canciones
juegos y juguetes encontrados en nuestra cuenca.
Recogemos como ejemplo dos versiones de nanas o arrorró.
Destacamos la dulzura con que son cantados a pesar del duro trabajo realizado
por la mujer aldeana, tanto en el campo como en el hogar.
Ta m b i é n a p a r
e c e n d i f e r e n t e s j u e g o s d e entretenimiento y canciones de corro
como: La señorita X o La torre en guardia.
Aparte de estos juegos y
canciones, son interesantes los juguetes utilizados por nuestros abuelos en su
infancia. Coches hechos con palas de tunera, barcos con la corteza de la
palmera, pistolas de millo, etc... que demuestran la gran imaginación y
creatividad que poseían.
6.-Cultura de emigración.
Es el pueblo de La Aldea uno de
los más marcados por la emigración no sólo al interior de la isla sino fuera de
ella.
En concreto, fue Cuba la segunda patria de alguno de nuestros antepasados. Unos
regresaron trayendo consigo una costumbre y una música que arraigó
bastante entre nuestras gentes y otros se quedaron formando allá una familia.
¿Cuántos aldeanos no tienen algún familiar en Cuba? Nuestros informantes nos describen sus viajes y lo que allí hicieron. Podemos escuchar entre otros: las décimas de Don Juan
Hernández de 92 años, que vivió 17 años en Cuba. El manzanillo, cantado por Don Marcelino Hernández que murió
de 87 años y lo aprendió de sus padres y de verlo bailar después de las juntas
de trabajo, además de los puntos cubanos o puntos canarios al son cubano. Por
lo general, se cantan en forma de cuartetas cuando se usan como cantares picados, y las décimas
cuando tiene un carácter narrativo. Las
cuartetas usadas son improvisadas, la mayoría de las veces.
7.-La cultura tradicional de los pastores.
Es tan extensa que se podría dedicar un trabajo
exclusivo a ella. En esta pequeña muestra
se puede oír desde el sonido
de las
cencerras hasta el silbo de c o m
u n i c a c i ó n e n t r e e l l o
s. L a afinación de las cencerras tiene
su c i e n c i a , n o s cuenta don
Jesús, pastor de Tifaracá ( B a r r a n c o
q u e desemboca en la Cuenca
Tejeda-La capaz de fabricar hasta doscientas cencerras con sonidos diferentes
para distinguir su ganado.
Los pastores de la zona son las personas más sabias en
cuanto a geografía se refiere, conocen cada montaña, cada barranco,
las hierbas que allí crecen, la medicina tradicional y todo lo
relacionado con estos aspectos de
la vida natural. El silbo fue el lenguaje utilizado para comunicarse y poder
salvar con ello la accidentada orografía de nuestra cuenca.
8.-Descripción de la vestimenta tradicional.
Donde se destaca la elaboración
artesanal del lino, como base no sólo de la indumentaria sino también para el
uso de la ropa del hogar. Nos informa Juanita Rodríguez, de 83 años, que
recuerda con cariño esta época.
FIESTAS DE SEPTIEMBRE
Terminando el verano las
gentes del pueblo se preparan
para las fiestas principales. “El
Charco” se celebra cada 11 de septiembre coincidiendo con la celebración del Patrono San Nicolás de
Tolentino. La base original de esta fiesta representativa de La Aldea viene
heredada de los Antiguos Canarios de la isla y se encuentra en la desembocadura
de la cuenca Tejeda-La Aldea.
Chil y Naranjo nos cuenta (estudios históricos y climatológicos...
Las Palmas 1876-79, El pleito de La Aldea. Francisco Suárez).
En los charcos profundos echaban la savia del
cardón y de la tabaiba, con cuya sustancia se narcotizaban los peces que subían
luego a la superficie en donde los cogían; método que aún se emplea en varios
puntos de la isla y principalmente en La Aldea de San Nicolás y se conoce con el nombre de embarbascar...
(Estudios históricos, climatológicos... Las Palmas 1876-79).
Documento que se
encuentra en los archivos
parroquiales, siendo obispo Don
Francisco Delgado y Venegas
(1776).
“Que hallándose su Itma.
informado del desorden que siempre ha habido en este lugar cuando se celebra la
embarbasca o Fiesta del Charco, que está donde dicen la mar ciega, echándose en
él y mezclándose hombres y mujeres casi desnudos, olvidando con las
obligaciones de cristiano, aquel
pudor y
vergüenza, natural de todo
racional, pecando mortalmente en tal depravada diversión, no sólo todos los que
se echan en el Charco, sino también aquellos que conociéndose frágiles y en peligro próximo de caer en
alguna tentación, se hallan presentes;
por lo que siendo preciso dar una providencia que corte este abuso tan
perjudicial a las buenas costumbres,
manda su Itma. pena de excomunión mayor IPSO FACTO INCURRENDA, de
cuatro ducados de multa que se le
sacarán aplicados desde luego a la fábrica de la Iglesia, y de quince días de
cárcel. Que ninguna mujer se entre en el Charco cuando se embarque ni en otra ocasión mezclándose con
los hombres y a éstos bajo las mismas penas no lo hagan delante de las mujeres
desnudándose enteramente y para esta ejecución de su Itma., en virtud de esta comisión, en forma al P. Capellán que
es o fuere de esta Ayuda de Parroquia, quien haciendo la correspondiente
justificación de su contraversión pondrá en tablilla de la Iglesia a los que se
hallasen incursos en dichas penas, exigiéndoles poner en la
cárcel para lo que se impartirá el
auxilio del Juez Real”.
Carta de Grau Bassas
a Padilla el 18 de septiembre de 1887.
El viaje de salida fue malo pues
nos perdimos en el camino y recalamos, ya oscurecido, en Veneguera en cuyo
lugar no hallamos más que perros pues los vecinos se encontraban en La Aldea
donde se celebraba la fiesta del patrono
San Nicolás. No hubo más remedio, pues, que a aquella hora cruzar los malos
caminos y dormir en La Aldea, a la cual llegamos a las once de la noche. Al día
siguiente, muy temprano, fui a mi cortijo distante unas dos leguas y allí descansé todo el día, pues siendo al día siguiente la
fiesta del charco debía asistir a ella. No puede usted imaginarse nada más
original que esa fiesta digna bajo todos
los conceptos de ser presenciada tanto por gente estudiosa como por diletantes.
Allí encontrará usted el tipo canario puro en la gran mayoría de los
concursantes entregados a la expansión más sensual inimaginable. Las mujeres, en las cuales se conservan más
pronunciados los caracteres de la raza,
bailan y cantan, corren y luchan con verdadero frenesí y los alegres alaridos y
los sones y la más espontánea expansión no cesa hasta las 3 de la tarde en que
el alcalde da la voz de ¡al charco!. Con anticipación hombres y mujeres
provistos cada cual de sus arreos (cestos, guelderas, pedazos de red,
etc.), se hayan preparados en la orilla y cuando suena
la deseada voz todos se precipitan en el agua armados de sus correspondientes
chismes y no se preocupan de otra cosa, más que de recoger abundante pesca, de modo que el imprudente compañero o
la inesperada piedra del fondo hacen perder el equilibrio a pescadores tomando
posiciones muy artísticas, sí, pero que no permite la Iglesia y enseñando cosas que no son para vistas. Estos percances
producen en el público estrepitosos aplausos y este jaleo sigue en aquellos
organismos de bronce hasta que la noche no permite ver más y se retiran a sus
casas cantando y sonando guitarras, corriendo y gritando como locos. ¿Cree
usted que a descansar?. No señor, a freír el producto de su pesca y a continuar
el baile y el jaleo; esta gente tiene algo de demonio por lo incansable, yo
salí loco. Yo creo que en esto es donde se caracteriza más la raza canaria.
MÚSICA TRADICIONAL Y CULTURA ORAL EN LA ALDEA DE SAN NICOLÁS
GRAN CANARIA
C Proyecto Cultural
de Desarrollo Comunitario La Aldea. Textos: Lidia Sánchez González.
José Pedro Suárez
Espino.
Marcial González Medina. Ancor Suárez Sánchez. Alberto
Padrón Bolaños. Antonio González González.
Dirección, coordinación e investigación: Lidia Sánchez y José
Pedro Suárez.
Recopilación: Lidia Sánchez, José Pedro Suárez, M.
Santamaría y J. M. Alonso
Edición realizada por: Agrupación Etnográfica La Aldea.
Proyecto Cultural de Desarrollo Comunitario La Aldea. Www.proyectolaaldea.com
Colaboración: Miguel Ángel Montelongo Martín.
Cabildo de Gran Canaria. Fedac. La Caja de Canarias.
Ayto. La Aldea de San Nicolás. Adargoma Suárez Sánchez Ágora
Suárez Sánchez
Diseño y maquetación: Víctor M. Valencia Martínez.
Fotografías: Fotos cedidas por familias del Proyecto Comunitario La Aldea
Correcciones: Antonio González González.
Depósito Legal: M-10844-1992.
La grabación fue realizada por la unidad móvil de Tecnosaga,
en el mes de diciembre de 1.991.
Impresión: Imprenta Pérez Galdós, S.L.U.
C/. Profesor Lozano, 25 (El Sebadal)
35008 Las Palmas de Gran Canaria www.ipgaldos.com
Distribuye: TECNOSAGA, S.A. C/. Dolores Armengot, 13. 28025
MADRID Teléfono: 914 665 900. Fax: 914 618 653. http://www.tecnosaga.com.
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