lunes, 1 de junio de 2015

"El guanche que llevamos dentro del corazón"





Erase una vez, que en una lejana tierra vivían unos, hombres valientes, generosos, fieros pero también de una gran nobleza, aquellos que vivían una celosa libertad natural, pero sobre todo, la lucha por la libertad y la independencia de su patria fueron esos héroes atlánticos, que por tantos siglos habían existido de incógnito a los que con el brillante nombre de conquistadores transformaban el semblante del mundo. Y ellos nuestros ancestros como escondido tras los bastidores del teatro de la naturaleza, se vieron determinados por último a ceder a la fuerza, a perder la sencillez de sus ideas, para dar paso a los vicios y pasiones de la vieja Europa, que poco a poco hizo que se difuminara el paraíso, el Jardín de las Hespérides, la tierra mítica de los clásicos, para confundirlos con el resto de las países.

El estado en la que vivían los antiguos canarios era la verdadera juventud de la especie humana;y, mientras ellos eran felices y se conformaban con sus cabañas rústicas y sus cuevas horadadas , mientras se ciñeron a coser con espinas sus tamarcos de pieles pintados de colores, a adornarse con conchas de mar, cuentas de collares a pintarse los cuerpos , a defenderse con pedernales y dardos de madera, a cortar con tabonas y piedras afiladas, en un pensamiento, mientras fueron guerreros, vivieron libres, ágiles, sanos, robustos y felices del único modo que se le es permitido serlo a los mortales. Luego la conquista vino a quitarles no solo su patria sino a convertirlos en una casta de hombres oscuros. La llegada de los europeos sin duda trastocó la simplicidad de la naturaleza y de las costumbres de los antiguos canarios,

Las islas Canarias es, de esos pocos lugares de la tierra, donde ese nudo gordiano está mejor atado. Frente a lo extranjero, y los inmigrantes, muchos creen que la respuesta más racional consiste en reafirmar la identidad; conservar, lo nuestro para no desarraigarnos. Pero, como dice un dicho Buscar las raíces es una forma subterránea de andarse por las ramas»
Publicado por María Gómez Díaz. Junio de 2015.


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