lunes, 23 de febrero de 2015

Veo veo...., mucho mamoneo II. Soberanía alimentaria ¿Es Posible o es una utopía?



La mayoría de opiniones que he oído al respecto coinciden en que no; Que se trata de una utopía. Coincido en lo de utopía, pero yo digo que es realizable, que podemos producir la mayor parte de los alimentos más importantes, como verduras, hortalizas, pescado, y otras cosas. Curiosamente, quienes con más ahínco defienden que no es posible la soberanía alimentaria, tienen tanta experiencia práctica en Agricultura como la que yo tengo en Radioastronomía por ejemplo.
En otras épocas, cuando la población residente no era tan numerosa como en la actualidad, no solo las actividades agrícola- ganaderas y pesqueras surtían el mercado de consumo interior, sino que tenían que atender las necesidades de una población flotante, no tan numerosa como en la actualidad claro, pero además las necesidades de todos los barcos que hicieran escala en Canarias, en sus rutas del Atlántico. Si nos retrotraemos en el tiempo lo suficiente, ha sido siempre así, y cuanto más lejos vayamos, encontramos la misma realidad, además de menor cuantía de tierras en explotación [La Población flotante se puede controlar legalmente a través de una oferta turística determinada] Dado nuestro escaso territorio insular y los graves condicionantes de nuestra orografía, sumados a la Conservación de un Patrimonio Natural [Que es preciso Conservar], no podemos pretender aspirar a producir todos nuestros alimentos en Canarias, pero si la mayoría o al menos los más importantes e indispensables.
Claro, no se trata de llegar de repente y plantar y ya está, de la misma forma que no es soplar y hacer botellas, que se dice por ahí; No es como darle al interruptor y encender la luz. Hace falta un trabajo previo, hace falta una Decisión Política que emprenda una Política de Conservación del Patrimonio Rústico y Natural coherente, que diseñe unas Políticas Agro- Ganaderas, Forestales, Hidrológicas, etc., que nos permitan Conservar, Restaurar y rentabilizar lo poco que aún tenemos. Una Dirección política que cree los mecanismos legales, educativos y financieros necesarios, para emprender todos juntos, como Productores y como Consumidores, un curso acelerado sobre cómo sacar provecho para nosotros mismos, de nuestros Recursos Naturales sin depender en exclusiva de nadie y sin poner en peligro nuestro futuro, perdiéndolos irremediablemente en políticas insensatas, suicidas y que solo acentúan nuestra Dependencia del exterior.
Claro, solo hay una condición especial e indispensable para ello, ser soberanos también políticamente. O al menos con la suficiente “fuerza democrática o política” para que el gobierno de turno emprenda el camino de la Soberanía alimentaria. Solo hace falta eso, lo demás es perfectamente posible con un mínimo de planificación, compromiso y educación ciudadana, porque como todo en este mundo, que algo sea recogido en los papeles de la burocracia oficial, no significa que en la realidad tal cosa sea plasmada en el acontecer diario de las comunidades humanas, por lo demás generalmente alejado de la percepción de los despachos de la “dirigencia política”.
La producción agrícola ganadera no es una ciencia exacta que pueda aplicarse por igual en todos sitios, ni es una operación matemática simple, sino que su resultado final [La obtención de comida] depende de muchas variables y muchos son los factores que deben contemplarse para su adecuada planificación. La Tierra, regándola con sudor, puede proporcionarnos también el alimento indispensable para nuestra supervivencia. Supervivencia Libre, sin que nadie pueda condicionar ni nuestra Libertad ni nuestras Decisiones como si fuéramos peces... Porque por la boca vive y muere el pez.
Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.

Febrero 2015

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