martes, 24 de febrero de 2015

Sangre de drago, gran cicatrizante



Es un buen remedio en caso de gastritis, colitis ulcerosa y síndrome del colon irritable.

En el alto Amazonas, en Perú, Ecuador y Brasil, a una altitud de entre los 1.200 y los 3.000 metros, en el interior de los bosques lluviosos de montaña, tiene su hábitat natural la sangre de drago (Croton lechleri), un árbol de la familia de las euforbiáceas que puede llegar a medir entre 10 y 25 metros de altura, con hojas en forma acorazonada, lustrosas, y flores de color blanco verdoso.



El poder curativo de su látex ha sido bien conocido desde antiguo por los habitantes nativos. La primera referencia escrita de sus usos medicinales se remonta al siglo XVII. Fue documentada por el naturalista español Bernabé Cobo. Ya entonces se observó cómo los indígenas se servían del látex para sellar heridas en la piel, frenar la infección y acelerar la cicatrización. Pero lo usaban también sobre fracturas, heridas y hemorroides.

La sangre de drago ha merecido un interés creciente por parte de la comunidad científica, y hoy día resulta fácil de encontrar en herbolarios y muchas farmacias de Europa. Se emplea como remedio astringente, hemostático, antiinflamatorio, antiviral, antibacteriano y, en menor medida, digestivo y aperitivo.

En uso tópico, la sangre de drago ayuda a desinfectar heridas y a combatir el herpes simple. Se utiliza asimismo como antiséptico vaginal y sobre llagas en la boca. También puede ayudar a sanar otros daños en la mucosa bucal, incluidos los infligidos tras una extracción dental. Alivia el dolor, reduce la reacción inflamatoria y ayuda a que se forme costra y a que la piel se regenere de manera rápida.

Para infecciones gástricas

En uso interno la sangre de drago se indica para proteger y reparar las mucosas gastrointestinales. Combate con eficacia la acción de la bacteria intestinal Helicobacter pylori, responsable de muchas úlceras gastroduodenales, al alcalinizar el medio donde prosperan y dificultar así su reproducción. Se indica también para mediar en infecciones gástricas e intestinales en gastroenteritis, gastritis, colitis ulcerosas, diarreas y síndrome del colon irritable. En tal caso se puede tomar el látex directamente o en extracto, 3 gotas tres veces al día.

Un bálsamo para la piel

En uso externo se destina a aliviar quemaduras, dermatitis, picaduras, mordeduras y úlceras de la piel.

La forma tradicional de preparar un remedio con sangre de drago es disolviendo el látex en una infusión de llantén o malvavisco para usarla en forma de lavado, enema o friegas sobre el área afectada de la piel. También se puede aplicar directamente, hasta que quede absorbido. Se verá que pasa del rojo intenso original al blanco. Hay que procurar no teñir la ropa.
Precauciones. Por su elevado contenido en alcaloides, esta planta está contraindicada en el embarazo, la lactancia y en niños menores de 12 años. Y por el riesgo de que genere irritación gástrica, sobre todo en dispepsias hipersecretoras, se aconseja acompañarla con infusiones demulcentes a base de llantén o malvavisco.

Presentación.Extracto líquido y látex fresco.


Jordi Cebrián


Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»

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