jueves, 23 de octubre de 2014

ANTECDENTES HISTORICOS DE LA INVASION Y OCUPACION DEL ARCHIPIELAGO CANARIO POR LOS EJERCITOS ESPAÑOLES-IV





Eduardo Pedro García Rodriguez


1402. Jean de Bethencourt y su socio Gadifer de Lasalle parten de La Rochela para Cadiz el 1 de mayo de 1402 con doscientos ochenta franceses, a los cuales se unen otros aventureros castellanos.  Tras hacer frente a un motín de la tropa y marinos quienes reclamaban los salarios atrasados de meses, Bethencourt consigue contentarlos pagándoles parte de los mismos gracias a un préstamo concedido por un tío suyo, tras robar un ancla y un esquife a un capitán inglés, prosiguen viaje a Lanzarote a donde llegan a fines de junio. Con ellos van de capellanes los miembros de la secta católica Juan Leverrier, presbítero, y Fray Pedro Boutier (no Bonthier), O.S.B. (no O.F.M.). Bethencourt y Gadifer se apoderan de Titoreygatra (Lanzarote); edifican, un fuerte en Rubicón (Lanzarote) y Bethencourt, por falta de recursos, vuelve a Castilla y a Francia (con un cargamento de esclavos guanches), a gestionar ayudas, dejando a Gadifer como gobernador en la isla y a Berthin de Berneval como comandante del fuerte (Hist., I, 17; BAE, XCV, 65a-b). (Las Casas)
1403 Noviembre 28.  Según una bula de Clemente VI, la titularidad de la invasión y conquista de las Islas Las Canarias, pertenece a los reyes de Castilla, y haciendo uso de su supuesto derecho, Enrique IV expide una Real Cédula, que confirma al pirata Juan de Bethencourt señor feudal de Canarias y vasallo del rey castellano.
1403. Gadifer de La Salle, pirata normando socio del también pirata Jean de Bethencourt, desembarca en la isla de la Gomera capturando como esclavos a cuatro gomeros. En un nuevo intento de desembarco son rechazados.
1403. El pirata normando Jean de Bethencourt gestiona ante Enrique III (no ante Juan II que, dice el Padre Las Casas) su supuesto señorío de Canarias y pide ayuda; y recurre al Papa Benedicto XIII, en Avignon, para pedirle también ayuda material y espiritual: indulgencias y privilegios de cruzada y la creación de un obispado en el fuerte de Rubicón. (Las Casas)
1403? Benahuare (La Palma) Garehagua   (S.XV-XVI). La temprana invasión y conquista de la isla de Eseró (El Hierro,1402), llevada a cabo por los piratas Jean de Bethencourt y Gadifer de La Salle, la convierte en una excelente plataforma desde donde alcanzar con relativa facilidad las costas de Benahuare (La Palma), tanto para comerciar con los nativos como para hacerlos objeto de este comercio.
1404. Juan de Bethencourt, vuelto a las islas a principios de 1404, (con un grupo de colonos franceses) logra poner paces entre los suyos y somete a los indígenas (que se habían rebelado) el 27 de febrero de 1.404. Intenta conquistar la isla Erbania (Fuerteventura) e incluso Tamarant (Gran Canaria), pero no lo logra. (Las Casas).

1404.
Los invasores y colonos organizan un tercio denominado Arqueros Lanzaroteños: pasados algunos años se formaron dos compañías con moriscos y convertidos y en 1482 reinando los Reyes Católicos, se organizó el segundo cuerpo militar de hijos del país.

1405. Juan de Bethencourt, a principios de 1405, logra invadir y apoderarse de Erbania (Fuerteventura). El 31 de enero deja de lugarteniente suyo a Juan de Courtois y se va a Francia, de donde vuelve el 9 de mayo con más soldados y colonos; y entre sus acompañantes se halla su sobrino Maciot {Menaute) de Bethencourt. El 6 de octubre intenta conquistar Tamarant (Gran Canaria) y posteriormente Benahuare (La Palma); pero fracasa y conquista la isla que él mismo llama «1le de Fer» Esero (isla de Hierro), cautiva 111 guanches (incluido el rey de la isla) y los distribuye como esclavos entre sus acompañantes.

1418. Pedro Barba de Campos es enviado por la reina regente de Castilla con tres navíos a las islas para tomarlas y con poder de la reina regente, trata con Maciot que éste le venda las islas, el cual se las vende con poder de su tío el pirata Juan de Bethencourt (Ibid., p. 76b); menos Titoreygatra (Lanzarote).

1418. Enrique de Guzmán, conde de Niebla, vasallo de Castilla, en noviembre de 1418 (después de la muerte de la reina regente), adquiere supuestos derechos sobre las islas (Ibid.); menos Titoreygatra (Lanzarote).

1420. El rey Juan II de Castilla, por Real Provisión, de Avila, a 29 de agosto de 1420, da en fuero real a Alfonso de Casaus (o de las Casas) las islas de Tamarant (Gran Canaria), (Tenerife), Gomera y Benahuare (La Palma) para que las invada y conquiste «a Dios y al rey»; “donación” que es confirmada por el jefe de los católicos el Papa Martín V por bula del 2 de mayo de 1421.

1420. El rey castellano Juan II cede a favor de Alfonso de Las Casas  los supuestos derechos de conquista sobre las islas no dominadas en el Archipiélago Canario, que eran Tamaránt (Gran Canaria), Benahuare (La Palma), Chinech (Tenerife) y Gomera, no es un suceso casual sino que corresponde aun criterio político bien meditado, una vez que se consideró agotada la vía abierta en 1402 por los piratas Juan de Bethencourt y Gadifer de La Salle, e inadecuada la cesión total de la empresa isleña a un gran noble como era el conde de Niebla. La merced hecha por Juan II, respaldada en los tiempos que siguieron por su privado Álvaro de Luna, era una intervención nueva, indirecta pero efectiva, de la monarquía castellana en la rapiña de las islas.

1424. Hernando de Castro (padre de don Álvaro de Castro), conde de Monsanto, vasallo de Portugal (quien había ido de embajador a Castilla en 1.423 a pregonar la tregua de paces), enviado por el infante don Enrique el Navegante (quien estaba intentando que sus pilotos sobrepasasen el cabo de Bojador y no lo consegian), va con una gran armada de 2.500 hombres de a pie y 120 a caballo a las Islas Canarias para conquistar Tamaránt (Gran Canaria) e imponer el bautizo católico  a los guanches; pero no pudo sostenerla por los grandes gastos y tuvo que retirarse con la mayor parte de la armada (Hist. I, 18; BAE, XCV, 67b y 68b). . (Las Casas)

1425. Expedición de exploración y saqueo portuguesa a las Islas Canarias. Fernando de Castro con sus tropas portuguesas se adentran en la isla en un intento de conquista, siendo sitiados en Argodey por los gomeros.

1425. El rey Juan II de Castilla protesta ante el rey Juan I de Portugal de la acción del infante don Enrique. Se inicia así el pleito de estos reinos europeos ante el papado por la supremacía en la depredación en las Islas Canarias.

1427. Otra expedición portuguesa a las Islas Canarias.

1430. Deseando solventar la guerra constante, que enfrentaba a las coronas de la Península Ibérica, en torno a la tierra del oro, el Papa Martín V dio a la corona de Castilla las Canarias, incluyendo Benahuare (San Miguel de la Palma), única que producía pastel y caña dulce, según Bernáldez, quedando el resto del reino Fez, a Portugal, con Madeira, "Desyerto" y Porto Santo. (L.Al. Toledo)

1430. Guillén de las Casas adquiere el señorío de  las islas (menos Titoreygatra (Lanzarote): Tamaránt (Gran Canaria) y Gomera eran ya suyas por herencia; Chinech (Tenerife) y  Benahuare (La Palma), las adquiere de su hermano; Fuerteventura y Hierro, de Enrique de Guzmán. y pone de lugarteniente suyo a Fernán Peraza.

“La ocupación de Gomera por los europeos no ocurrió ni antes de 1434 ni después de 1445, y el primer señor europeo de Gomera fue Hernán Peraza el Viejo.”(D.J. Wölfel 1990)

1434. El infante Enrique de Portugal apeló al Papa Eugenio IV para obtener el derecho de conquista en las islas habitadas por paganos, y consiguió una bula pontificia a su favor.

1436. El rey Duarte de Portugal, mediante sus embajadores enviados al Concilio de Basilea, suplica al Papa Eugenio IV, en Bolonia, en agosto de 1436, que limite la prohibición de la bula anterior a las islas Canarias habitadas por cristianos y le faculte para conquistar las otras habitadas por infieles y adueñarse de ellas con el fin de convertirlos a la fe (como ya había comenzado a hacerlo el infante) y civilizarlos a los infieles de Canarias los describe la súplica al Papa así: «Has [insulas] indomiti silvestres fere homines inhabitant qui nulla religione coagulati, nullisque denique legum vinculis irretiti, civili conversatione neglecta, in paganitate veluti pecudes vitam agunt» y dice después que son «ferocitate quadam inmanes». Este es, pues, el concepto que, incluso el Papa -debido a tal información- tenía de los indígenas canarios. Estamos ante el antecedente inmediato de lo que se dirá de los indios de América: que eran infrahombres, bestias parlantes.
1436. Llega a las costas de la isla de La Gomera la flota portuguesa encabezada por Tavilla, Picanço y González Atayde, con el fin de reclutar guerreros para asaltar en razzia esclavista la isla Benahuare (La Palma.)
1444. El capitán Lanzarote, volviendo de Arguim, de donde traía muchos cautivos, pasando por Gomera, va a La Palma y cautiva a 17 pastores indígenas; después, al volver a Gomera para dejar a los indígenas de ahí que le habían ayudado, cautivó otros
(Hist., I, 19; BAE, XCV, 78a).
1447. Se produce el primer intento por parte de los invasores europeos establecidos en Titoreygatra (Lanzarote)  de conquistar militarmente Benahuare (La Palma), en la expedición comandada por los  Peraza. La campaña acaba en un estrepitoso fracaso, cuyo resultado más célebre es la muerte de  Guillén Peraza el joven durante una escaramuza en Tihuya.
1449? El infante de Portugal don Enrique el Navegante intenta sojuzgar las islas Canarias, incluso Titoreygatra (Lanzarote) y Gomera, ocupadas por colonos castellanos, y cautivar a éstos (Ibid., 69b).

1449. Los colonos Fernán Peraza y Guillén, su hijo, consiguieron mediante pactos establecerse en la Gomera y, construyeron la denominada Torre del Conde en Ipalam  (San Sebastián), en previsión contra las esporádicas revueltas de los gomeros, que solían alentar los portugueses, especialmente interesados en la isla. También consiguieron el dominio total sobre Esero (El Hierro), al parecer con la ayuda del vasco Juan Machín de Arteaga, que había vivido antes en Madeira y casó con una hija del rey  bimbache (herreño).

1451. Fernán Valermón, Pedro Álvares {criado de Rui Galván), Vicente Días y otros vecinos de Lagos, Rui Gonzales {hijo de Juan Gonzales) y otros vecinos de Madeira y de Lisboa, por mandato del infante don Enrique el Navegante, van con cinco carabelas a Titoreygatra (Lanzarote) para apoderarse de ella. No lo consiguen, pero hacen depredaciones en otras islas y llevan presos a algunos colonos castellanos, en Erbania (Fuerteventura) a Juan Iñiguez (Hist., I, 18; BAE, XCV, 70b).

1451. Con motivo de la boda de su hermana Leonor con el emperador Federico III, el rey portugués Alfonso incluyó entre los festejos la presencia de  indígenas canarios: «Después vinieron unos hombre salvajes, que viven en algún rincón del mundo, en unas islas lejanas del mar, pero bajo señorío del señor rey de Portugal, diciendo haber sido enviados por sus jefes a estas bodas, e hicieron a su manera unos bailes muy particulares y dignos de admiración. Que aquella primera aparición en una Corte europea del «buen salvaje» roussoniano haya correspondido a indígenas canarios nada tiene de extraño, pero Portugal estaba más interesado en Guinea, y en 1454 renunció a su presencia en Titoreygatra (Lanzarote) y a su respaldo a los gomeros, mientras que Castilla, cuyos negociadores habían sido el propio duque de Medina Sidonia y el licenciado Juan Alfonso de Burgos, aceptaban el monopolio lusitano en la navegación hacia Guinea. Alfonso V se apresuró a obtener una bula pontificia que lo asegurase: es la «Romanus Pontifex», de 8 de enero de 1455, donde se reconocía el derecho exclusivo de Portugal para navegar y conquistar al S. del cabo Bojador.

1454 de Septiembre 28.   La corona de las españas otorga a los colonos Diego de Herrera y doña Inés Peraza el señorío de Titoreygatra (Lanzarote), en su política de pleno dominio del Archipiélago como base permanente desde donde penetrar al continente para saquearlo, extrayendo oro, esclavos y especias. Los habitantes de la isla tanto los colonos europeos como sus naturales estaban molestos con la tiranía del esclavista Diego de Herrera y comenzó un motín. Los amotinados hicieron prisionera la tripulación de una carabela portuguesa dedicada a la trata de esclavos, la cual una vez liberada por Herrera fue vital en la sofocación de la revuelta.

1455. El Papa Nicolás V, en la bula Romanus pontifex, de Roma a 8 de enero de 1455, concede a Portugal el derecho a conquistar por la costa de nuestro continente hacia el sur sólo a partir de los cabos Bojador y Nam (Marruecos, por tanto, queda fuera) ya defender el monopolio de su imperio marítimo ya conseguido. Parece que don Enrique ha desistido de adueñarse de las islas de Titoreygatra (Lanzarote) y Gomera, después de la negativa de Juan II de Castilla en 1454, aunque la bula no hace alusión alguna a las Canarias.

1455. El rey Alfonso V de Portugal pide al nuevo rey Enrique IV de Castilla para Martinho Gonzalves de Taide, conde Tauguía (Atauguía) y Pedro de Meneses, conde de Vila Real, el derecho de conquista de Tamarant (Gran Canaria), chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma), a cambio de la renuncia de Portugal a las islas Gomera y Esero (Hierro), atacadas e invadidas en 1553.
1459. Las pretensiones portuguesas le obligaron a defender el señorío. Ese mismo año el Capitán luso Diego de Silva atacó Titoreygatra (Lanzarote) y tamaránt (Gran Canaria), donde fue derrotado, sin embargo, el conde  logró saldar ese episodio con el casamiento de Silva con su hija María de Ayala. Según la historiografía, el mandato de Diego de Herrera se caracterizó por su tiranía con los hombres del señorío. La Corona, castellano-aragonesa finalmente, decidió pasar a la conquista de las restantes islas, comprando los derechos que los Herrera-Peraza tenían sobre ellas. El título de Conde de la Gomera es confirmado, según Real Decreto de 18 de julio de 1670, en favor de Guillén Peraza de Ayala y Rojas, por la Reina Gobernadora  Mariana de Austria. El 2 de octubre de 1985 se expidió carta de sucesión en favor de  María Cotoner y Martos, hermana del Marqués de Adeje.
1460. Diego García de Herrera intenta conquistar Tamarant (Gran Canaria), pero es derrotado por los canarios. Los guanches vencedores ajustician  a cinco de los invasores franciscanos que estaban evangelizando en la isla y los arrojan al mar.

1460. La primera fortificación que se construyó en la isla de Chinech (Tenerife) por los invasores  europeos fue la que levantó Sancho de Herrera (1460-1464), que muy pronto demolieron los guanches.

1461. El colono Diego de Herrera, después de haber comprado las cuatro islas conquistadas por Juan de Letancurt, quiso seguir sus pasos. Empezó con gente forastera y con sus vasallos a asaltar a los canarios, los cuales, estando acostumbrados a la guerra contra diversas naciones, hasta al fin siempre salieron victoriosos. Entre muchas escaramuzas que tuvo con ellos, hubo una memorable, cerca de la villa de Tirahana, en la cual, además de haber perdido mucha gente, fue obligado a retirarse a la orilla del mar, en lugar fuerte.

1461. Diego de Silva, hidalgo portugués al servicio de Herrera,  con doscientos soldados escogidos fue a asaltar la villa de Gáldar. Llegado Silva a Gáldar y trabado que hubo la batalla con los galdarenses, tuvo lo peor, de modo que lo obligaron a retirarse en un sitio cercado de piedra, donde peleaba desesperadamente, siendo aquélla su última defensa.

1461 Agosto 12.
Diego García de Herrera desembarcó en la isla Tamaránt (Gran Canaria), y al acudir los canarios a obsequiarle, ordenó al escribano público Fernando de Párrega, que tomando esta cortesía por sumisión, diese fe de ella. En sus negociaciones con los indígenas recabó le permitiesen la construcción de una Torre en Gando, que como se sabe fue luego demolida por el Guayre Maninidra.

1462. Las aportaciones económicas producidas por la indulgencia pontificia de 1462, que se renovó en 1472 mediante. La bula “Pastor aeternis” de Sixto IV, fueron reclamadas por los reyes de Castilla y Aragón para contribuir a la invasión y conquista de Tamaránt (Gran Canaria), donde participó activamente cortando tantas cabezas de guanches como los mercenarios civiles el obispo de Rubicón, Fr. Juan de Frías. Fue un primer ensayo para combinar evangelización y conquista armada, aunque el resultado dejó mucho que desear porque los conquistadores actuaron de manera brutal,  y muchos naturales considerados cautivos de “buena guerra” eran esclavizados, tanto por parte de los mercenarios castellanos como por el clero católico.

En definitiva, la continua influencia eclesiástica de la iglesia católica, legitimadora y misionera, fue un elemento esencial en el desarrollo del señorío feudal, como después también en la invasión y conquista conocida como realenga, y en el establecimiento de la ocupación castellana en las islas Tamaránt, Bebanahuare y Chinech.

1462. El jefe de la iglesia católica el Papa Pío II ratifica los privilegios concedidos por sus predecesores (Eugenio IV y Nicolás V) a la “evangelización” de las Islas Canarias; aprueba los «pactos de paces» que hiciesen los obispos con los guanches; prohíbe bajo excomunión la esclavización de los guanches de los bandos o reinos de paces; manda que se dé libertad a los que, de los mismos, hayan sido hechos esclavos; y concede amplias indulgencias a quienes cooperen en la redención de cautivos o ayuden a reprimir la depredación y esclavizaci6n de los guanches (Bula Pastor bonus, de Petreoli -Siena-, a 7 de octubre de 1.462). Así, de favorecer las invasiones y conquistas sangrientas con indulgencias de cruzada, se ha pasado a favorecer la “evangelización” pacífica con indulgencias similares.

1462. Enrique IV de Castilla se casa con Juana, hermana de Alfonso V de Portugal; y, según. Barros, concede el “derecho” de conquista de las Islas Canarias a don Martinho Gonzalves de Taide, conde de Tauguía (Atauguía), por haberle traído la reina a Castilla,  aunque quedando las islas bajo la soberanía de Castilla. Así quedó resuelto diplomáticamente entre esos dos reinos europeos, por el  momento, el asunto de la invasión y saqueo de las islas que aún quedaban por conquistar.

1464. Los colonos Diego López de Illescas, obispo de Rubicón, y Diego García de Herrera, autodenominado señor de Canarias, firman «pactos de paces» y comercio con los régulos de los nuevos bandos o reinos de Chinech (Tenerife), el -21 de junio de 1464. Herrera siguiendo las costumbres europeas de la época, hace simulacro de toma posesión de la isla, desplazando piedras y rompiendo ramas de árboles, lo que causó hilaridad entre los guanches. Los guanches le permitieron construir un torreón y casa de contratación en Añazu n Chinet (actual Santa Cruz de Tenerife) pero los intentos de esclavización en algunos menceyatos, las rapiñas y violencias posteriores llevadas a cabo por los bandoleros de Herrera movieron a los guanches a demoler el torreón y Herrera tuvo que retirarse de la isla derrotado.

1466. El Papa Paulo II, por la bula Rationi congruit, de Roma, 1466 (ante dada a 16 de septiembre de 1464, como otra del mismo nombre dirigida a las Ordenes militares de Portugal), dirigida don Pedro de Meneses, conde de Vila Real, capitán y gobernador de Ceuta, a quien Enrique IV de Castilla había concedido en 1455 el derecho de conquista de Tamaránt (Gran Canaria) Chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma), le concede autorización para invadir y conquistar tales islas. (Con ello ratifica la  concesión de Pío II, del 13 de octubre de 1463)

1469 Junio 24. Fondea en el puerto de la Isleta en Tamaránt (Gran Canaria) la armada invasora enviada por los nefastos reyes católicos, tal como recoge don Tomás Marín de Cubas: “Después que sus Altezas Don Fernando II de Aragón y V de Castilla por casamiento con la Infanta Doña Isabel admitieron á su cuidado la conquista de las tres Islas que quedaban sólo á la conversión de sus moradores paganos proponiendo excesivos gastos sin mirar á otro fin que al bien de sus almas aunque ocupados con las guerras de Granada despacharon sus provisiones para una buena Armada con lo necesario al Asistente  de Sevilla Diego de Melo y dióseles despacho por el cronista Alonso de Plasencia  en seis navíos grandes y dos pequeños por General al capitán Juan Rejón caballero aragonés que había servido contra Portugal y por Alférez  Mayor á su cuñado Alonso Jáimez de Sotomayor  de treinta lanzas de á  caballo hijosdalgo y otros aventureros pagados y lenderos  y el Licenciado Don Juan Bermúdez por acompañado del General con título de Deán de la Iglesia de San Marcial de Rubicón vecino de Sevilla natural de la Tierra del Condado de Niebla; acompañábanle religiosos de San Francisco de la Provincia de San Miguel y otros clérigos; fueron 600 hombres de guerra y capitanes Rodrigo solórzano, Ordoño Bermúdez, Juan Cevanos ó Caballos, Francisco Espinosa y otros. Pregonóse el bando para embarcarse en el Puerto de Santa María el día 20 de Mayo de 1469 años, ofreciendo grandes repartimientos en tierras y aguas á los aventureros y á los que se avecindasen. Salieron del Puerto día 13 de Junio, negaron á dar vista á Canaria á 23 de Junio, dieron fondo en el Puerto de las Isletas el día 24 del señor San Juan Bautista, de madrugada, con luna, traían buenos prácticos, los do vecinos de Lanzarote que fueron á deponer á Doña Inés Peraza y Diego de Herrera.

1475. Después de dos días de movimiento popular contra la tiranía de los colonos asesinos Diego García de Herrera e Inés Peraza, liderado por el joven Juan Mayor, el lunes 20 de agosto, se reúnen gran número de vecinos ante escribano, y dan extenso poderes a Juan Mayor y Juan de Armas (canarios) para que, pasando a la Corte, expusieran las quejas de los vecinos contra el señorío de Diego de Herrera, un tirano sin fe ni ley, despótico, vengativo, concusionario y, expoliador ávido de rapiña y posible hijo putativo. Con el poder redactaron un amplio dossier en el que exponían los agravios y ofensas sin cuento que los vecinos de Titoreygatra (Lanzarote) venían recibiendo por parte del despótico Diego de Herrera, al tiempo que por conveniencia se declaraban fieles y respetuosos súbditos de la monarquía. Los mensajeros, fueron despachados, y con facultad para negociar hasta la suma de 15.000 maravedises, para los gastos de litigio garantizados por los principales sublevados.

1476. Mayo 28. Burgos (f. 363). Carta al Almirante mayor, a los concejos y vecinos del arzobispado de Sevilla y obispado de Cádiz, ya los capitanes de cualquier tipo de embarcación, a petición de Diego de Berrera, señor de las islas Canarias, para que consientan que éste saque pan y otros mantenimientos para la gente de guerra, a pesar de las medidas existentes contra dichas sacas. Merced destinada al sostenimiento .de las islas ya sometidas y a la conquista de las que no lo están, y bajo la condición de emplear dichos mantenimientos para el citado fin y no venderlos a los enemigos de la fe o a portugueses. El Rey y la Reina. Avila. Registrada: Diego Sánchez. (E.Aznar Vallejo. 1981)

1476 Noviembre 16. Toro (f. 746). Comisión a Esteban Pérez, vecino de Sevilla, a petición del concejo y vecinos de Lanzarote, que defienden la pertenencia de dicha isla al rey, para que averigüe quiénes conquistaron dicha isla y en nombre de quién lo hicieron, quiénes han sido sus poseedores, a quiénes pertenece por derecho y con qué título Diego de Herrera ha ejercido su señorío. Se le ordena recibir testimonio de cuantas personas puedan informarle, incluidos Diego de Herrera y su mujer, debiendo enviar dichos testimonios, junto a las demás pruebas, firmadas por él y por el escribano ante quien pasaren, en un plazo inferior a tres meses, y se le conceden cien maravedis diarios de salario, que le han de pagar Diego de Herrera y el concejo de la isla a partes iguales. El Rey y la Reina. Camañas. Reg: Diego Sánchez. .(E.Aznar Vallejo. 1981)

 1477. Isabel y Fernando, reyes de Castilla y Aragón, por Real Cédula, de Sevilla, a 20 de septiembre de 1477, secundando las bulas Regimini gregis de 1434, Bonus pastor de 1462 y Regimini gregis de 1476, recogen a los indígenas traídos de la Gomera a Andalucía como esclavos y vendidos como tales, para enjuiciar el caso.

1477. Isabel y Fernando, reyes de Castilla y Aragón, por Real Cédula, de Sevilla, a 28 de septiembre de 1477, reiteran lo mandado por  la Real Cédula anterior.

1477 Febrero 19. Toledo (f. 284). Orden a los concejos y vecinos de Andalucía, para que permitan a Pedro de La Algaba sacar bizcocho y otros mantenimientos, necesarios para la armada que debe aparejar en las costas de dicho reino con destino a la conquista de Canaria.

1477 Septiembre 20. Sevilla (f. 587). Orden a Pedro Osorio, alcaide de la fortaleza de Palos, para que tenga en secuestro a los canarios que se lleven a vender a dicha villa, ya que son cristianos o están en camino de convertirse. Se le concede poder cumplido para realizar esta misión y se ordena al concejo y vecinos de la villa que le presten todo favor y ayuda. El Rey y la Reina. Ariño. Reg: Diego Sánchez. .(E.Aznar Vallejo. 1981)

1477 Septiembre 28. Sevilla (f. 521). Orden a las justicias de las villas de Palos, Moguer, Huelva, Gibraleón, Lepe y demás lugares de la costa de la mar, para que secuestren y pongan en poder de personas llanas y abonadas a los canarios vendidos en dichas villas, ya que algunos son cristianos y otros están en camino de convertirse, la que no harán si se producen cautiverios. El Rey y la Reina. Ariño. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar Vallejo. 1981)

1477 Octubre 15. El convenio firmado en Sevilla  entre los Herreras y la corona castellana dejaba en poder del Reino de Castilla los supuestos derechos de conquista, posesión y dominio de Tamaránt (Gran Canaria), Chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma).
La principal  razón que empujó a la Reina Isabel de Castilla  a  invadir y conquistar las Islas Canarias aún no sometidas: fue la de alejar del Estrecho  de Gibraltara las incursiones  agarenas, que durante siete siglos pusieron en jaque a las fuerzas vivas de Castilla y al restos de las monarquías cristianas de la Península Ibérica. La posición estratégica de las Islas Canarias situadas en el noroeste de África era vital para mantener a salvo las fronteras  castellano-aragonesa.
1477 Noviembre 18. Sevilla (f.324). Comisión a Gómez de Nebro, contador del sueldo, para que tome a Juan de la Guerra y Juan Alfonso Izquierdo las cuentas de las presas de oro y esclavos que hicieron en las islas de Canaria y de La Gomera y en otras partes, y. que condujeron a las villas de Palos y de Moguer, sin haber pagado el quinto real, otorgándole poder cumplido para encarcelar a Juan de la Guerra y Juan Alfonso Izquierdo mientras duren las pesquisas, cobrar el quinto de éstas y otras presas, y dar cartas de pago y finiquito de lo que cobre. El Rey. Gonzalez. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar Vallejo. 1981)

1478. Los Reyes Católicos siguiendo sus planes de expansión en África planean la conquista de los bandos o reinos de Tamaránt (Gran Canaria) que no han querido hacer pactos de paces ni convertirse al catolicismo. No se trata de una guerra de conquista apoyada en indulgencias y privilegios de cruzada contra infieles enemigos del catolicismo que hayan hecho mal a los reinos cristianos; se trata de una guerra de conquista apoyada subrepticiamente en indulgencias de “evangelización”, guerra proyectada contra infieles reacios a la misma “evangelización” que se les ha ofrecido y para que, sometidos por la fuerza de las armas, estén en condiciones óptimas -así se entiende- para aceptarla y convertirse. Lo aprueban el cardenal legado Rodrigo de Borja, Fray Juan de Zamora, (O.F.M.), comisario de Canarias, y Fray Andrés de Zumis, también de la secta católica de los franciscanos (O.F.M)., nuncio de Guinea. S e abre así la veda a la caza y esclavización de los guanches por parte de las coronas de Castilla y de Aragón y de la iglesia católica.

1478. Ante el cariz que tomaba el establecimiento de los invasores europeos y dada la imposibilidad de expulsarlos de la isla, los canarios desarrollaron una nueva estrategia adaptativa. Después de un infructuoso acuerdo con los portugueses afines de 1478, abandonan los asentamientos del litoral y se repliegan a poblados más resguardados de las incursiones castellanas, contando con recursos alimentarios almacenados en los Cenobios (graneros-fortaleza) de diferentes puntos de la isla para el desarrollo redistributivo. A tenor de la centralización de su sistema político, inician un proceso de pactos y treguas con los invasores acercándose ocasionalmente al Real.

1478. Cuando comenzó la denominada Guerra de Canaria declarada unilateralmente por el reino de Castilla,  para invadir y conquistar la  isla de Tamaránt,  por iniciativa de los Reyes Isabel De Castilla y Fernando de Aragón  (1478-1483), la comarca posiblemente llamada Ajodar y hoy conocida como Aldea de San Nicolás   al ser montañosa sirvió de refugio a los canarios con lo que se convirtió en un centro de operaciones militares. Y, en la fortaleza natural de Ajódar, probablemente ubicada en la actual montaña de Los Hogarzos (1.010 m), la resistencia guanche infligió una humillante derrota al ejército invasor, en el invierno de 1483, con la muerte del capitán Miguel de Mújica y su compañía de 200 ballesteros vizcaínos que habían sido traídos de la Guerra de Granada, para acabar con la resistencia Guanche. 
1478. En Tamaránt (Gran Canaria), en esta isla nació Doramas, era moreno y fuerte, se parecía a Hércules, recio y musculoso, desde luego no era Hércules, era Doramas, y a pesar de su juventud vivía intensamente lo que estaba pasando en su pueblo, la insólita llegada de extranjeros que pretendían conquistar la isla. El Guanarteme o rey había muerto dejando dos niños de corta edad lo que hacía más difícil el momento. Doramas no pertenecía a la nobleza pero era respetado por sus desvelos y por su valentía frente a los conquistadores, de tal forma que llegó a ser nombrado Guanarteme o jefe de uno de los dos bandos en que se dividía la isla.
1478.  El Papa Sixto IV, por Breve del 8 de abril de 1.478, concede indulgencias para la conversión (=conquista-sometimiento-esclavización-conversión) de Tamaránt (Gran Canaria).

1478. Juan Bermúdez, deán de Rubicón, como capitán responsable de la invasión y conquista, y Juan Rejón, criado de la reina Isabel, como capitán ejecutivo de las tropas, mercenarias a los que se añadió después Pedro de Algaba como gobernador, inician el 24 de junio en nombre de los Reyes Católicos y bajo la alta dirección del obispo Juan de Frías, la conquista de Gran Canaria con más de 600 hombres. El obispo Juan de Frías lleva en otra armada los indígenas de Gomera para devolverlos a su tierra, según mandato de los Reyes Católicos. Pero la acción de conquista tuvo escasos resultados de-
bido a las diferencias entre los capitanes ya la escasez de recursos. En este intento, tanto el obispo Frías como el deán Bermúdez cortaron más cabezas de guanches que las tropas de Rejón.

1478 Mayo 13. Sevilla (f.106). Confirmación, a petición del secretario y cronista real Alonso de Palencia, de la capitulación asentada por éste, en nombre de Su Alteza, con don Juan de Frías, obispo de Rubicón, y con los capitanes .don Juan Bermúdez, deán de las islas de Canaria, y Juan Rejón, criado de la reina, sobre la armada para la conquista de Gran Canaria y otras islas pobladas de infieles. En dicha capitulación, que va inserta -Sevilla 20 de abril 1478-, se concede al obispo la orchilla de las islas mientras dure la conquista y los reyes se obligan a aportar 20 lanzas de la Hermandad. La Reina. Avila. Reg; Diego Sánchez. (E.Aznar Vallejo. 1981)

1478 Junio 24.  Llega a Tamaránt (Gran Canaria) una escuadra invasora transportando una expedición de mercenarios compuesta por «600 peones y gentes de a caballo» al mando de Juan Rejón, acompañado por el deán Juan Bermúdez quien llevaba espada. Al cinto con la que cortó la cabeza de decenas de canarios. Tras desembarcar en la rada de Las Isletas, la hueste se dirigió a un arroyo «de agua continua a la mar» denominado Winiwuada o Guiniguada, situando en su margen un campamento que tomó el nombre de «Real de Las Palmas», por la abundante existencia de palmeras, las cuales fueron taladas para fortificar el campamento.

1479. El rey Fernando el Católico, en la Real Provisión, de Toledo, de diciembre (el día en blanco), de 1479, dice que el Papa Sixto IV, por la bula Pastoris aeterni de 1472, concedió indulgencias para la conversión de Canarias y para que «los [guanches] que por la predicación no se quisieren convertir, fuesen conquistados por la fuerza de las armas»; y que el Papa le encargó «ayudar a la dicha conversión y conquista».

1479 Agosto. una importante expedición militar, acaudillada por  el obispo Juan de Frías y el capitán de la mar Pedro Hernández Cabrón,  sufrió un serio descalabro en los alrededores de La  Caldera, por obra  de los valientes e indómitos aborígenes tirajaneros. Los castellanos  experimentaron cuantiosas pérdidas en muertos y heridos; al mismo  tiempo que revestía circunstancias trágicas la difícil retirada. La  batalla se dio el 24 de agosto, festividad de San Bartolomé, cuya  protección invocaron los soldados en derrota. Éste es el motivo del  culto y devoción al apóstol y del co patronazgo sobre la Villa.
1479. En la Isla de Thenerife hizo una entrada Alonso Fernández antes de irse á España las Compañías de la Hermandad el año 1479; llevando práctico entró de noche á la parte de Icod, trajo á Canaria (Tamaránt) buena presa de ganado que halló acorralado, muy manso, todo cabrío, tres mujeres, dos hombres y algunos muchachos, que dormían en cuevas, y mucho sebo, carne salada 263, panes de cera y cantidad de velas de cera medio encentadas y una á modo de cirio pascual encentado, cueros de cabra y cebada, dejáronse allá otras mayores cantidades de todo ésto, y molinitos ó tahonillas de mano, cazuelas y platos de barro tosco. (Marín de Cubas [1694] 1993:168-72)

1480 Febrero 4. Toledo (f. 2). Orden al concejo de la ciudad de Sevilla, para que rec1ute en su término 100 ballesteros de monte, que deben unirse al gobernador Pedro de Vera que marcha a la conquista de Gran Canaria. El Rey y la Reina. Camañas. Señalada: Villalón y Lillo. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar;1981)

1480 Febrero 4. Una real cédula promulgada en la metrópoli por los Reyes Católicos en la ciudad de Toledo, ordena a Pedro de Vera, genocida y gobernador impuesto de Tamaránt (Gran Canaria) que “proceda al repartimiento de todos los exidos (campos de labor) y dehesas y heredamientos de a dicha ysla entre los caballeros e escuderos e marineros e otras personas que en dicha isla están”. Este repartimiento empezaría tres años antes de concluir la conquista de la isla, que finalizó el 29 de abril de 1483.

1480 Febrero 4. Toledo (f. 2). Orden al concejo de la ciudad de Sevilla, para que rec1ute en su término 100 ballesteros de monte, que deben unirse al gobernador Pedro de Vera que marcha a la conquista de Gran Canaria. El Rey y la Reina. Camañas. Señalada: Villalón y Lillo. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar; 1981)


1480 Febrero 4. Una real cédula promulgada en la metrópoli por los Reyes Católicos en la ciudad de Toledo, ordena a Pedro de Vera, genocida y gobernador impuesto de Tamaránt (Gran Canaria) que “proceda al repartimiento de todos los exidos (campos de labor) y dehesas y heredamientos de a dicha ysla entre los caballeros e escuderos e marineros e otras personas que en dicha isla están”. Este repartimiento empezaría tres años antes de concluir la conquista de la isla, que finalizó el 29 de abril de 1483.

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