lunes, 27 de octubre de 2014

CIERTO TUFILLO: REPUESTA AL SR. SUÁREZ ÁLAMO




Eduardo Pedro García Rodríguez*

El pasado día 26 del presente mes tuve la oportunidad de leer en el periódico de Winiwuada n Tamaránt (Las Palmas de Gran Canaria) Canarias 7, un articulo titulado: “Ya tenemos Cid guanche”, firmado por Francisco Suárez Álamo, la verdad que al leerlo me embargó un sentimiento de vergüenza ajena tanto por el autor como por el medio donde está publicado.

El artículo en cuestión  desprende el clásico “tufillo” de los artículos escritos por encargo a cambio de algunos euros o determinadas prebendas a que algunos periodistas de servicio y estómagos agradecidos son tan adictos.

El articulista arremete contra D. José Rodríguez, Editor y Director del periódico local El Día, con similar vehemencia a la que el desterrado mercenario castellano Rodrigo Díaz de Vivar “El Cid campeador” y sus hordas de depredadores empleaban en sus cabalgadas de saqueo contra  las ciudades musulmanas del reino de Valencia.

En esta seudo democracia en que vivimos se supone que todos los ciudadanos tenemos derecho a expresarnos libremente, aunque por lo visto “los unos” más que los otros, especialmente cuando los escritos de  “los  unos” son afines con los dogmas sostenidos y propagados por el sistema colonial.

El Sr. Suárez Álamo pretende darnos una lección de historia y afirma que el hecho de portar apellidos europeos especialmente de los diferentes reinos de España presupone la ascendencia de los portadores en dichos reinos, así sin más, el autor aparte de su total ignorancia sobre el tema, pretende dar a su artículo un tono jocoso o de chanza propio de quienes están dominados por  el complejo del colonizado que quiere situarse a la altura (en caso de tenerla) del colonizador o lo que es igual, la del criado frustrado que en sus ratos libres pretende imitar a su señor, y antes sus iguales se muestra despectivo,  altanero y maltratador.

Yo personalmente  agradezco al Sr. Suárez Álamo que no se considere canario de pura cepa, y en el caso de considerarse tal, espero que sea como consecuencia de que su cadena biológica se haya interrumpido en algún momento, ya se encarga el sistema de que tengamos bastante baja nuestra autoestima para encima tener que soportar que determinados individuos puedan considerarse canarios.

El Sr. Suárez Álamo se descuelga con: “Siento, y lo digo de verdad, un gran respeto por los que se puedan sentir a estas alturas de la vida guanches de pura cepa, sobre todo tras seis siglos de mestizaje fructífero, pero lo que resulta inadmisible es que alguien generalice a cuenta del sentimiento de cuantos habitamos en las Islas. ¿O es que el editor del El Día es el paradigma del canario guanche? En ese caso, haría bien en renunciar a sus orígenes. Lo digo porque el Rodríguez con el que se apellida no es precisamente guanche, ni bereber, ni macaronésico, ni ultraperiférico, ni soberanista, ni independentista.”


Sr, Suárez Álamo, creo que micciona usted fuera de la bacinilla  y confunde  mestizaje (mezcla de negro y blanca o de indio y blanca)  con criollismo (hijos de foráneos nacidos en la tierra), además si de verdad siente el respeto que dice, lo primero que debería hacer usted antes de emitir juicios temerarios y gratuitos es informarse  de la historia del país en que vive – o del que vive – pero como posiblemente la inmensa actividad a que tiene sometida sus neuronas tratando de justificar sus pretendidos orígenes ibéricos, le resta tiempo permítame que le indique algunos libros donde puede consultar determinados aspectos de nuestra – que no la suya - secuestrada historia, los cuales si los consulta, contribuirían a disipar sus nebulosas mentales en torno a nuestra realidad étnica, cultural  y colonial, evitando así en lo posible que en el futuro si decide tratar sobre el tema cometa errores impropios de una persona medianamente culta.

Veamos algunos de ellos: “Historia de las siete Islas de Canaria” de: Tomás Marín de Cubas, Descripción de las Islas Canarias” de: Leonardo Torriani, “Historia de la conquista de las Siete Islas de Canaria” de: Abreu Galindo, “Historia General de Las Islas Canarias” de: Agustín Millares Torres. Además también le recomiendo que consulte a los siguientes autores: Frai Alonso de Espinosa, Geoge Glas, Rene Verneau, Sabin Berthelot, Chil y Naranjo, Cipriano de Arribas y Sánchez, Bethencourt Alfonso, Fischer, Wölfel, Schwidetzky, Weninger, Fusté, Rösing y Camps, Celso Martín de Guzmán, González Antón, Tejera Gaspar, Francisco García Talavera, entre otros eminentes historiadores e  investigadores.

Además son varias la fuentes escritas donde están debidamente documentadas la ascendencia guanche de la mayoría de los portadores de apellidos europeos, entre ellas los protocolos notariales de la época, También es una fuente interesante el libro de Elías Serra Rafols “Las Datas de Tenerife (libros I a IV de datas originales), en él figuran un gran numero de canarios y guanches con nombres y apellidos europeos, y curiosamente está recogido las de varios moriscos que ostentan el apellido Suárez. ¿Serían europeos estos moriscos?

Pero como presupongo que sus atareadas neuronas no le van a permitir dedicar a la lectura de los textos y autores mencionados el tiempo que merecen, le transcribo algunos párrafos de algunos de ellos para ilustrar su ignorancia, por ejemplo:

Veamos algunos  canarios que participaron en la invasión y conquista de la isla de Chinech (Tenerife) que ya por tan tempranas fechas mucho de ellos portaban nombres y apellidos originarios de la Península Ibérica:

[…]Luego el gallardo Pedro Mananidra/ llegó con los canarios de su bando,
de los cuales se hizo aquesta lista:/ Juan Dara, Rutindana, Bentangayre,/
Alonso de Adargoma, Juan Doramas,/Juan Blasino, Romano, Gamonales,/
Pedro Mayor, y Pedro el de la Lengua,/Juan Pascual, don Hernando Guadarteme,/
Juan Bueno, Luis Guillén, Juan de Santa Ana,/Juan Dome a Dios, Pablo Martín Buendía,/Pedro Quintana, Juan Alonso Ortega,/Cristóbal Gando, Pedro de la Palma,/
Alonso Pérez, Luís Martín del Llano,/Pedro Moreno, Ambrosio de Lorança,/
Juan Plado, Pedro el Grande, Juan Roquero,/Pedro Xinama, Juan Martín Izquierdo,/
Hernando de la Peña, Luís Francisco,/Gonzalo Gueniguado, Pablo Ramos,/
Ramiro Esteves, Pedro Prieto el Tuerto,/Esteban López, Roque de Santa Ana,/
Alonso Rubio, Bernabé Serrado,/García de la Fuente, Diego Pérez,/
Ambrosio de San Juan, Antón Antonio,/Hernando Caballero, Martín López,/
Pedro Fernández, Baltasar Gallardo,/ Hernán Rodríguez, Pedro de la Rosa,/
Juan del Salto, Juan Bales, Pablo Esteban,/Martín Infante, Juan de Teniguado./
Aquí acabó la gente de Canaria,/y la que el General juntó en las islas,/
algunos de los cuales escaparon […] (Antonio de Viana, [1604] 1996).

Como todo estudioso de la historia colonial en canarias sabe, nuestros antepasados fueron obligados a asumir el cristianismo y con él los nombres y apellidos europeos, solamente se les permitió conservar sus nombres originales a determinado  grupo de nobles y notables. Muchos Albertos, Díaz, Gonzáles, Rodríguez, Pérez etc., actuales descienden de la nobleza guanche, y lo triste es que muchos de ellos lo ignora.

Para ilustrarle un poco más en el tema Sr. Suárez, le reproduzco algunos párrafos de un excelente artículo del Doctor García Talavera:

[…] Los hechos ocurrieron durante las festividades del día de Candelaria de 1588. Dice al respecto un documento recientemente publicado (M. Fariña, 1997), presentado en La Orotava, en diciembre de ese mismo año, por el guanche Pedro Hernández: "...Todos los años, por el día de Nuestra Señora de Candelaria se hace procesión de la Casa de Nuestra Señora hasta la iglesia de San Blas (...) que la Imagen sale en sus andas y en procesión de llevarla sobre sus hombros los Naturales que descienden de los Naturales que eran antes que la isla se ganase y en contorno y en redondo de la dicha Imagen suelen ir todos los Naturales porque es fiesta suya, y la Imagen les pareció a ellos mucho tiempo antes que cristianos ganasen la dicha Isla (...) y estando en este uso antiguo e posesión, el día de Nuestra Señora deste mes pasado de febrero, continuando los dichos Naturales su posesión e costumbre, queriéndose hacer la dicha procesión, cuatro de ellos tomaron las andas de dicha Imagen, yendo los demás junto a ella y la sacaron desde su altar, trayéndola a la capilla de la dicha iglesia, de donde se recomenzaba a hacer la procesión. Y trayéndola sobre sus hombros los dichos Naturales, y estando congregada mucha gente, el dicho Cristóbal Trujillo de la Coba, y Gaspar Yanes, Regidores y otros, con alboroto y escándalo, diciendo el dicho Trujillo que tenía comisión del Gobernador e que venía en su lugar, e con vara de justicia en las manos, fueron rempujando a los dichos Naturales y llegando a los que tenían las dichas andas por fuerza, y sin reverencia de Nuestra Señora se la quitaron por fuerza, y porque los dichos naturales con modestia y mansedumbre decían e requerían al dicho Trujillo de la Coba que no les quitase de su posesión e que aquello les pertenecía por ser Naturales, el dicho Trujillo y los demás les afrentaron delante de la dicha Imagen llamándoles de bellacos e majaderos e pícaros, y en son de quererlos afrentar les decían que eran unos Guanches de baja suerte".[…]
[…] Así, con el mencionado documento fechado en La Orotava el 31 de diciembre de 1588: "...compareció Pedro Hernández en nombre de Francisco Hernández, Juan Fernández, Luís Rodríguez, Francisco González, el capitán Pedro Rodríguez, Salvador González, Alonso Rodríguez, Juan Rodríguez, Diego Díaz de Vera, Antón Sánchez, Andrés Hernández, Lázaro Sánchez, Rodrigo Martín y los demás sus consortes, todos guanches naturales de Candelaria".[…]
[…]"En La Laguna, el 2 de febrero de 1601, otorgan poder a Lázaro Sánchez, en representación de Juan Gaspar, Francisco González, Pedro Delgado, Juan de Torres, Pedro Martín, Bastián Hernández, Francisco González el Mozo, Pedro Díaz, Amador González, el bachiller Luís García, Antón García, Diego de Torres, Juan de Torres, Francisco de Torres, Gaspar Díaz, otro Luís García (...) por nos e por los demás naturales (guanches) ».
"En Garachico, el 19 de marzo de 1601, Juan de Mena el Viejo y Juan de Mena el Mozo, Martín de Mena, Diego de Mena y Pedro de Mena, Melchor Asencio, Antonio Estévez, Juan de Betancort y Pablo de Betancort, Miguel González, Baltasar Asencio, todos naturales (guanches) y, vecinos de las bandas de Daute, otorgan poder a Juan Marrero, natural y vecino de Candelaria ».
"En Candelaria, el 18 de marzo de 1601, Pedro Hernández, Fernando Pérez, Juan Pestano, Marcos González, Gaspar Pérez y Líis Hernández naturales (guanches), otorgan Poder a Juan Marrero, guanche, para que los represente ante la Real Audiencia de Canaria. En un documento aparte, carta de poder a Juan Marrero concedida por los naturales de Candelaria, el capitán Juan AIbertos, Leonardo Rodríguez, Juan Cabrera Real, Juan López de la Fortaleza, para que prosiguiera el pleito en curso".
"En Buenavista, el 18 de marzo de 1601, Felipe Martín y Juan Delgado el Viejo, Luís Martín y Luís de Ibaute, Melchor Jácome, Diego Jácome, Gaspar González del Valle, Antón Martín, Antón Pérez, Leandro Martín, Nicoloso Martín, Lorenzo Hernández, Pedro Martín Betancort, Manuel Martín, Amador Hernández, Juan Rodríguez del Valle, Luís Martín y Pedro Martín (hermanos), Sebastián Hernández, Baltasar Guerra, Gaspar Díaz, Bastián González, Domingo Hernández, Baltasar Díaz y Esteban Martín, naturales (guanches) y vecinos del Beneficio de Daute, dan poder a Juan Marrero, natural de Candelaria ".
"En la Orotava, el 21 de marzo de 1601, Juan de Rivera, Cristóbal de Palanzuelos, Juan de la Sierra, Agustín Hernández y Juan Hernández, Domingo Rodríguez, Alonso Pérez, hijo de Inés Pérez y Martín González, vecinos de Güimar, y naturales de la isla de Tenerife, otorgan poder a Juan Marrero...". […]
[…]A esta larga nómina de guanches podemos añadir algunos más, reseñados en otros documentos de la época. Así, en la probanza de nobleza de la familia Armas-Negrín de Tenerife se presentan como testigos en La Laguna, Buenavista y S. Pedro de Daute (Garachico), en 1568: "Juan Líis, natural de Tenerife, Juan de Regla, también guanche, Marcos Rodríguez, igualmente guanche; los guanches de 100 años Hernando Delgado y Rodrigo Hernández, Pedro González, también guanche..."
Y en los protocolos de Sancho de Urtarte, entre 1573 y 1583, referidos al Valle de Güímar, aparecen los siguientes guanches: Juan Fernández Hidalgo, hijo del mencey don Fernando de Anaga, Miguel de Güímar, Hernando de Baute, antiguo hidalgo de Naga, casado con doña Ana, hija del mencey de Abona; Andrés de Güímar, casado con doña María, hija del mencey de Adeje, apellidado también Llerena y gran defensor de sus hermanos guanches ante los Reyes de España; don Juan de Tegueste, pariente del mencey y abuelo de Francisco Hernández, mayordomo de la ermita del Socorro en 1588. Todos estos notables guanches vivían en Candelaria. A su vez, en Chacaica (Güímar), entre otros vivía el guanche Mateo de las Casas, junto a varios indígenas de Gran Canaria.
En cuanto a la pervivencia de la etnia guanche, cosa que están fuera de toda duda según viene demostrando los recientes estudios genéticos, ya en el siglo XIX el ilustre medico tinerfeño Dr. Betancourt Alfonso no legó sobre el particular el estudio que reproduzco a continuación:
[...] Salvo los muertos en combate que fueron menos de lo que presumen los ponderativos, entre guerreros, mujeres, viejos, muchachos y niños acogidos a los convenios, puede asegurarse sin pecar de exagerado, que constituyeron las nueve décimas partes de la nueva población con relación a los españoles; y como de este asunto hemos de ocuparnos con mayor amplitud al tratar de la conquista de Tenerife, lo tomamos por ahora de ejemplo y aplazamos para entonces las razones en que apoyamos nuestros asertos.

Al celebrase la paz de Tahoro de los Realejos y hablando en cifras redondas, existían en Tenerife 20.000 guanches de todas edades y sexos aunque predominando mujeres y niños, de los cuales unos 5.000 continuaron rebelados en medio de los montes sin querer darse a partido, y los otros 15.000 se mezclaron con un millar entre conquistadores y pobladores formando los núcleos de las veinte y tantas poblaciones actuales. Cuanto a mujeres europeas, como aconteció en las demás islas, eran contadas.

De los 1.000 entre conquistadores y pobladores que se avecindaron durante los primeros lustros, salvo unos cuantos extranjeros que por su escaso número nada significa, unas pocas docenas eran portugueses, como 200 indígenas isleños en su mayoría de Canaria y el resto de españoles, que siendo casi en la totalidad solteros se casaron con las guanchas. Aparte de que esto era natural, sábese por tradición, por lo que arrojan los archivos y sobre todo por el testimonio nada sospechoso de un comisionado inquisidor de aquella época, que hizo un padrón secreto de todas las islas, y sacó a la luz el erudito Sr. Millares.

En lo esencial los hechos expuestos son exactos y sólo falta aplicarles las conocidas leyes de la herencia y de cruzamiento; con las circunstancias en esta ocasión de hallarse favorecido el coeficiente o grado de afinidad sexual, por estar comprendido en el grupo llamado por Mr. Broca de homogenesia eugenésica o absoluta, puesto que tanto los naturales de las otras islas, portugueses españoles como guanches de Tenerife, proceden del mismo manantial íbero-libio.

Siguiendo con el ejemplo de los 1.000 conquistadores y pobladores casados con otras tantas guanchas, pues los pocos que ya lo estaban para el caso es lo mismo porque se amancebaron, resultó:
1.º hijos mestizos de primera sangre.
2.º Simplificando el ejemplo para más fácil comprensión, mestizos de segunda sangre (que es el primer grado de retorno), que comprende a los vástagos del cruzamiento de los mestizos anteriores con guanchas, que eran las que abundaban.
3.º Mestizos de tercera sangre (segundo grado de retorno) o sea los nacidos de la segunda sangre casados con guanchas de pura raza y así sucesivamente hasta que en el quinto o sexto cruzamiento de retorno, como la población no era alimentada con elementos de fuera sino de la tierra, desapareció por lo general todo vestigio de mesticismo (mestizaje) y reapareció el tipo de raza de la madre o séase del guanche con todos sus caracteres […].

Por otra parte, es evidente que el sector de la población guanche que no se mezcló con los invasores fue la mayoritaria, especialmente los alzados, y la mayoría de los Menceyatos del Sur, los cuales por razones orográficas y como consecuencia de los tratados de paces,  estuvieron prácticamente vedados para los conquistadores y colonizadores durante muchos decenios después de la conquista. Cuenta un viajero inglés del siglo XVII, refiriéndose a los guanches de Güímar que: <<aún el más pobre de ellos, tiene en menos precio el casar con mujer  española>>.

Sr. Suárez Álamo, espero que lo antedicho le sirva para despejar su ignorancia en torno al origen de los nombres y apellidos europeos en esta colonia de España en el noroeste de África. Por otra parte, es posible que usted vea los informativos de las cadenas de televisión. Dígame, El Presidente de Venezuela tiene los rasgos físicos de de un natural de Cuenca? Yo creo que no y sin embargo se llama Hugo Chávez  Frías, y el de Bolivia, ¿Acaso se parece con un nativo de Madrid? También pienso que no y ya ve usted, se llama Evo Morales, como puede ver de lo más español.

Ciudad colonial de Eguerew noviembre de 2007.

*Miembro de la Asociación Sociocultural Kebehi Benchomo.


Fuentes consultadas:
Antonio de Viana
Antigüedades de las Islas Afortunadas
Edición facsímil. La Laguna 1996.

Dr. Francisco García Talavera-Casañas
Guanches del siglo XVII
En: persona.telefonica.terra.es/web/mleal/articles/tribuna/26.htp

Juan Bethencourt Alfonso
Historia del Pueblo Guanche, t. I.

Francisco Lemus Editor, La Laguna 1991.

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