lunes, 27 de octubre de 2014

MUJERES AFRICANAS SINGULARES-XXXIV


No bajar la guardia en ningún momento
Por Maima Mahamud Nayem,  miembra de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis
La mujer saharaui se prepara para vivir en paz, pero como mujer, aún le quedan muchas conquistas por consolidar y otras por conseguir.
 
Con los inicios de la revolución, la mujer saharaui tuvo que cumplir con éxito las tareas que le fueron encomendadas en aquellas difíciles condiciones. Se le exigió, por ejemplo, encargarse de la educación de los niños, de la organización de las posiciones de retaguardia -absolutamente desprotegidas en aquel entonces-, de la administración, etc. A pesar de no contar con ninguna experiencia en esos ámbitos, supo llevarlas a cabo con éxito.
Como mujer saharaui veo con recelo nuestro futuro, porque esta paz tan anhelada puede que también sea la causa de que veamos desmoronarse tantas conquistas de los tiempos de la revolución. La historia ha demostrado que en los tiempos de lucha las mujeres siempre han ocupado un lugar al lado de los hombres, pero cuando llega el final, los hombres ocupan los puestos más importantes en todos los ámbitos y las mujeres quedan marginadas total o parcialmente, a veces sin sus derechos más elementales.
Quiero ilustrarlo con dos ejemplos: el caso de Domitila, boliviana, luchadora contra la explotación de los mineros, que pasó más calamidades y fue más explotada que cualquier hombre; o el de las mujeres españolas en la época franquista, que lucharon por la democracia compartiendo esta lucha con los hombres; en los dos casos, cuando se logró el objetivo, los puestos de trabajo más importantes fueron ocupados por los hombres. Las mujeres tuvieron que empezar, entonces, una nueva lucha.
Nuestras mujeres tienen conciencia de su derecho a la paz y a la libertad, pero no tienen conciencia de sus propios derechos como mujeres: el derecho en el seno de la familia, el derecho al trabajo, sus derechos con sus esposos...
 La paz para las mujeres saharauis no puede significar estar descansando en sus casas, sin luchar por ningún objetivo concreto. La mayoría piensa que la paz conllevará todas las tranquilidades, que llegará el momento del descanso para siempre. Pensar así es un grave error, ya que las actuales conquistas son sólo el primer paso de los muchos que hay que dar en el futuro. Ésta es una buena base para empezar, pero si la perdemos se desmoronarán todos nuestros sueños sobre la democracia e igualdad de derechos.
Quiero alertar a nuestras mujeres para que no bajen la guardia en ningún momento, ya que la verdadera lucha sólo acaba de empezar, la lucha para que la mujer ocupe el lugar que le corresponde en un Sáhara libre, sin ser discriminada ni marginada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario