sábado, 25 de octubre de 2014

HUNDIDORES DE BARCOS






Chaureo n Eguerew

Si te confían el mando de un buque y al trazar el rumbo no atiendes a la indicaciones del servicio metereológico que te recomienda dirigirte tres grados al norte para una navegación serena, pero confiando en tu supuesta capacidad conduces el barco al centro de una tormenta y acabas hundiéndolo, puedes achacar el naufragio a la mala suerte y, algunos lo creerán así.

Sí se te confía el mando de un segundo barco con instrucciones precisas de conducirlo a un determinado puerto y, una vez próximo al destino, cuando vas costeando recibes la señal del faro correspondiente indicándote que te alejes de la costa pues corres el peligro de encallar y, tu haciendo uso de tu supuesta suficiencia desoyes las indicaciones del farero y acabas incrustando el navío contra unos arrecifes  hundiéndolo, puedes a aducir que tuviste mala suerte pues la niebla ocultaba los peñascos y, algunos lo creerán así.

Sí a pesar de los desastres anteriores  empleando tu piquito de oro consigues que determinados ingenuos deslumbrados por tus cuentos de hazañas marineras te confíen el gobierno de otro navío en la esperanza de que lo conducirás al puerto previsto y, una vez en puerto durante las maniobras de atraque haciendo uso una vez más de tu supuesta suficiencia desoye las indicaciones de los prácticos del puerto y acaba empotrando el buque contra el muelle y hundiéndolo, compañero… tú no tienes mala suerte… ¡Eres un puñetero hundidor de barcos.!

Aviso a posibles armadores, consignatarios, cargadores y tripulaciones. Son muchos los supuestos “capitanes” hundidores de barcos que pretenden continuar navegando en la mar del independentismo canario, algunos de ellos con patentes de corso concedidas por el sistema imperante, los cuales se presentan con excelentes credenciales en las que naturalmente no suele mencionarse los barcos que han hundido y las tripulaciones que han ahogado.

Junio de 2010.



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