sábado, 25 de octubre de 2014

REPUESTA A CONSULTAS DE UN CIUDADANO



QUINTA ENTREGA


Eduardo Pedro García Rodríguez

No hay peor esclavitud que la que se impone
uno mismo por miedo a ser libre.
                                                  Beatriz Feijo.


Islas Erbania y Titoreygatra

Titeroygatra (Lanzarote)  y Erbania o Erbani (Fuerteventura). Albania según recoge Le Canarien pag. 78, participan igualmente de paralelos imazighen ambientados en lo que pudiera ser el mundo africano protomazigio.

 Los grabados rupestres y los podomorfos de Erbania y Titoreygatra, y los alfabetiformes líbicos nos conectan aún más con el mundo mazigio,

La mayoría de los investigadores modernos “oficiales” vienen situando los primeros asentamientos humanos en las islas en torno a los siglos V y  I  a.e.a.

 Como vengo sosteniendo desde hace tiempo, la realidad es que la antigua sociedad canaria debido al hecho de que en determinado periodo histórico Europa se vio sumida en una época de total oscurantismo como consecuencia del auge tomado por el cristianismo, el cual vaticinaba el fin inmediato del mundo, razón por la cual se abandonaron los avances técnicos en la navegación, geográficos, comerciales etc., que había alcanzado el mundo greco-romano.

Como consecuencia de esta situación nuestro continente africano sufrió una serie de convulsiones políticas y económicas debido al derrumbe del imperio romano sucesor del cartaginés. Como es natural esta situación afectó a sus colonias africanas y, las islas Canarias se vieron aisladas y prácticamente ignoradas  durante el oscuro periodo de la alta edad media europea, por tanto, al verse privadas del aporte de manufacturas desde el exterior, nuestros ancestro tuvieron que adaptar su cultura material a los elementos que podían obtener del entorno natural -en las islas no existen metales factibles de ser transformados artesanalmente- la madera, la piedra, los huesos. Las pieles y algunas fibras vegetales.

En cambio, los aspectos morales, culturales, sociales y espirituales alcanzaron un desarrollo muy superior al de los europeos de la época, tanto es así que muchos de sus aspectos continúan vigentes. (Guayre Adarguma)
Todo parece indicar que el norte de África, al oeste del Nilo, en un territorio que englobaría gran parte del Sahara occidental y del Magreb actual, estuvo habitado hace aproximadamente más de 6000 años por una serie de etnias con un sustrato cultural común. Estos pueblos o etnias constituirían, desde el punto de vista lingüístico, lo que se ha denominado área o sustrato líbico-bereber; otros autores hablan de "Protobereber" (J. Desanges, 1982). Tras éste concepto se encontrarían nombres de pueblos de la antigüedad como Temehu y Libios entre Egipto y Libia, Nasamones y Psylles de Libia, Garamantes y Atarantes del Sahara, Gétulos y Numidas de Argelia y Túnez, los Guanches de las Islas Canarias, Zenetes, Mauros y Sanhadja entre Marruecos, Argelia y Malí, etc. (Camps, 1980)
Como hemos visto la iconografía egipcia del Imperio Nuevo ya alude a los "Temehu" o "Tehennu", que se caracterizan por llevar coleta y tener tatuajes, los cuales eran agrupados en dos grupos básicos: los "Libu" (que portan taparrabo) y los "Meswes" (que portaban una funda fálica). Estas fuentes egipcias ofrecen los datos históricos más antiguos sobre lo amazigh (lo líbico-bereber o "protobereber"). Por otra parte, la paulatina desertificación del Sahara fue aislando a muchos de estos grupos pastores en zonas de montañas o empujándolos hacia las periferias húmedas del norte y del sur, donde entran en contacto con otros pueblos e incluso se llegan a mestizar. Como queda dicho las primeras fuentes históricas (Herodoto, Estrabón, Plinio) hablan de distintas tribus y/o pueblos: Amantes, Cinithi, Garamantes, Guzantes, Canarii, Libyophenices, etc. (Muñoz, 1994).
El imaginario egipcio representa el mundo exterior, el peligro, mediante un triángulo isósceles invertido en cuyos vértices se sitúan los sirios, los nubios y los libios. Éstos últimos, los vecinos noroccidentales reciben en los textos jeroglíficos el nombre de tehenu. Un libio o tehenu ha sido identificado en el famoso mango de marfil de un cuchillo procedente de Djebel el-Arak, que se fecha hacia 3500. Es un personaje desnudo, con una larga cabellera y primorosamente protegido con un cartucho fálico.
No hay acuerdo en la atribución étnica de este individuo. Algunos autores han propuesto la presencia de la palabra tehenu en la afamada paleta del Rey Escorpión, así como en un cilindro de marfil de Hieracópolis fechado en el reinado de Narmer (ca. 2600). Esos son los datos atribuidos a los libios-tehenu en el predinástico. La primera referencia segura corresponde a un bajorrelieve del templo funerario de Sahuré (faraón de la I dinastía ca. 2500). Según se aprecia allí, los tehenu serían altos, de rostro afilado y labios anchos, barbados y tocados con un peinado característico compuesto por un moño en la nuca, mechones sueltos hasta los hombros y un pequeño copete sobre la frente.( Jaime Alvar, 2008)
[…] Recientemente, W. Holscher, manejando textos y referencias históricas y arqueológicas, igual que ya había señalado E. Zihlarz, ha diferenciado en las fuentes egipcias los morenos Tehenu, thenios o thnw de las inscripciones de los blancos Temehu o tmh.

Los primeros que usaban el karnata, procederían, al menos en parte, de las zonas cercanas al oeste del delta: Vivieron en Wadi Natrum y ocuparon el Fayun; una rama de ellos, los Msw o Mazykes partiendo de esta región, acabaron dominando Egipto dándole la Dinastía XXII. En el Imperio Nuevo, con el nombre Tw del país Ztj, aún se designa a los Tehenu como habitantes del desierto occidental.

También se pueden reunir noticias desde el Antiguo Imperio. Sobre todo en la IV Dinastía, de los Temehu, tymios o tmh de las inscripciones. Para O. Bates, E. Zyhlarz, H. Holscher y otros, serían los creadores de la cultura C de Nubia. Procederían del norte de África y, tras apoderarse de los oasis de Salima y otros de las regiones del desierto libico, acabaron ocupando la Nubia en su avance hacia el Sur. Antes darían origen a la llamada cultura de Wadi Hawar, en el Kordofan”. (Martín Almagro et. Al; 1968: 324-325)

 […]Del nombre de la tribu Mahu -haria se derivó el de los habitantes del país, que aun hoy se conocen con la denominación de Majoreros. Abreu Galindo escribe Mahoreros; de suerte que la corrupción de esta palabra es evidente y su origen y derivación sin género de duda.

A la vez el prefijo de la voz Mahu-haria, Mahu, tiene su origen en el vocablo Tamohu o T'mahu, con el cual los egipcios designaron algunos ramales pelásgicos de ojos azules y cabellos rubios que invadieron el Delta, y que en general significaba gentes del Norte porque dada la situación geográfica del Egipto y la del Asia Menor, esos pueblos invasores llegaban del Septentrión.

De la unión de ese apelativo con la raíz, se formó el de Mahu-haria y por aspiración y debilitación de vocales, el de majoreros actual, que demuestra su filiación con los arios, o pelasgos, llamados también pre-helénicos.

Por consiguiente, debemos aceptar que la invasión de esta isla (Lanzarote) se efectuó desde la de Fuerteventura atravesando el estrecho de la Bocaína que las separa unos 11 kilómetros, alcanzando tierra por el sur de Lanzarote, en la punta de Matagorda o en la de Pechiguera…

La distancia entre ambas islas se acorta por existir entre ellas un islote o peñón llamado isla de Lobos de tres kilómetros y medio de extensión, que toma su nombre de los muchos lobos marinos que en otra época salían a la orilla a gozar del sol, de cuyas pieles se confeccionaban cintas para curar ciertas enfermedades; también este islote fué nido y refugio de piratas.

El paso se facilitaba de una isla a otra mediante el peñón ya indicado, si bien no negamos que también llegaron directamente de África tribus arias, pero la afirmación de Abreu Galindo al decir: “Los naturales destas dos islas Lanzarote y Fuerteventura se llaman Mahoreros...” (Libro 1º, capítulo IX página 29) confirma nuestro aserto de que los Mahu-harias poblaron ambas islas.

Asimismo, el nombre de Haría, raíz de la voz Mahu-Haria, demuestra la filiación que pretendemos establecer con las gentes que invadieron a Fuerteventura. Todos sabemos que Haría es el pueblo más septentrional de Lanzarote, que sería el punto extremo de las correrías de aquellos hombres, o por lo menos el postrer recinto fortificado de la isla.

También hemos de hacer notar que el cabo o punto de Fariones, de Hario-nes, guarda similitud con las voces ya analizadas por nosotros, sin que pueda esto considerarse como meras casualidades, pues desde el punto de vista filológico están comprobados su origen como un hecho probado, si bien no se ha prestado a este estudio la importancia que merece.” (Buenaventura Bonnet y Reverón, 1925)

 “Capraria, hoy Fuerteventura, se llamaba entre los indígenas, Erbanne o Erbane. Erban(n)e debe contener de algún modo el concepto de “cabra” o de “macho cabrío” .

Entre los senhaza de Serair, en Marruecos, los ait ammart y los ibeqqoyen al macho cabrío le llaman a’arban, pl. i’arbanen, La palabra es auténticamente bereber y no árabe, aunque contiene el sonido ‘ain. Del kabilia conozco yo, por investigaciones propias, una serie de ejemplos en los que se da ain en palabras bereberes, v.g. en a’arur “espalda”, a’bud “vientre”, ta’qqait “granito, diminut, de grano”, y otros más.

Erban(n)e será pues, desarrollo ulterior de un ‘arban sin artículo, o de una forma parecida, y la terminación e podrá ser considerada como equivalente a la –a de Tebicena.  Erban (n)-e significará isla “rica en cabras”. (Werner Vycichl, 1952)

Maxorata

En el momento de la invasión de  la isla por los piratas normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, la isla  Fuerteventura estaba dividida en dos bandos, unos seguidores del rey Guize y otros de Ayoze. Los territorios de estos cantones  eran Maxorata (al norte) y Jandía (al sur), separados por una muralla (de la que aún se conservan restos) en el istmo de La Pared. El nombre antiguo de la isla, Herbania, hace referencia a esta muralla.

Y es en torno a esta especie de segregación cantonal que la investigación se ha visto asaltada por una revelación inusitada. Según ha constatado la arqueóloga Mª Antonia Perera Betancort en los trabajos etnográficos que realiza para su tesis doctoral,  los pobladores isleños de Jandía no se consideran habitantes de Fuerteventura. La factura geomorfológica de esta península, que le confiere cierta independencia respecto del conjunto insular, tampoco habría pasado inadvertida para los primeros residentes amazighes, pues ese topónimo H́ənnəd́ señala un ‘lugar cerrado, encerrado o resguardado.
Erbane. Fv. ant. desus. Neso. Nombre dado a la Isla por su antigua población amazighe. Con 1.660 kilómetros cuadrados de superficie, es la segunda que posee mayor extensión de las que integran el archipiélago canario. Entre Gran Canaria, al SO, y Lanzarote, al NE, se halla a 28º 26' de latitud Norte y 14º de longitud Oeste. Expr. t.: Albanne, Albanye, Arbanne, Arbanýe, Erbania, Erbanne, Erbanye, Erbenne, Erbennye. Var.: Arbano.
§ «[...] puis passerent en lisle derbanne ditte fortauenture» [LC (ca. 1420: 4v) 2003: 16].
§ «Erbanne» [LC (ca. 1420: 17r; 18v; 34r) 2003: 67; 72; 135].
§ «Erbãne» [LC (ca. 1420: 20r; 32r) 2003: 79; 127].
§ «Lisle derbane qui ce dit forte auenture cõtiẽt vint τ quatre lieuez fransoises de long τ.vij de large τ en tiel lieu ýa elle ne contient q̄ vne lieue la est vn mur grant τ large qui cõprent le pais tout a trauers de lune mer a lautre [...]» [LC (ca. 1420: 35r) 2003: 139].
§ «Erbane» [LC (ca. 1420: 28v; 31v; 32v; 35r; 36r) 2003: 112; 124; 128; 139; 143].
§ «[...] en lisle Dalbanne nonmee forteaventure» [LC (d. 1494: 5r) 2003: 165].
§ «Cõment mon$r de bethencort se partit de lille lancelot por aler en lille derbane ditte fortauenture [...]» [LC (d. 1494: 5r) 2003: 165].
§ «Erbane» [LC (d. 1494: 28r; 43r; 53r) 2003: 257; 316; 357].
§ «Albanye» [LC (d. 1494: 25v; 26r) 2003: 246; 249].
§ «Erbanye» [LC (d. 1494: 25v; 38r; 42v; 49r; 60r) 2003: 246; 297; 314; 341; 385].
§ «Arbanne» [LC (d. 1494: 40r) 2003: 305].
§ «Erbennye» [LC (d. 1494: 41v) 2003: 310].
§ «Erbanne» [LC (d. 1494: 46r; 48v; 49v; 51r; 53r; 54r; 55r) 2003: 328; 338; 342; 349; 357; 360; 365].
§ «Erbane» [LC (d. 1494: 53r) 2003: 357].
§ «Arbanýe» [LC (d. 1494: 59r) 2003: 381].
§ «Erbenne» [LC (d. 1494: 60r; 61v; 62r; 64v; 66r; 68r; 70r) 2003: 385; 390; 392; 402; 409; 417; 425].
§ «[...] y lasegunda Fuerte ventura y primero Erbanía» [Gómez Escudero (ca. 1484) 1934: 45].
§ «Erbania» [Marín 1694, I, 19: 37v].
Cf. § «Estaba dividida esta ysla de Fuerteventura en dos Reynos, vno desde donde esta la Villa asta Jandia, y la pared de ella; y el reí desta parte se llamô Ayoze; y el otro; desde la villa asta Corralexo; y este se llamô guize» [Abreu (ca. 1590: I, 11) d. 1676: 15v].

ANÁLISIS
— *ăr-(n)-wwan > erbban, comp. m. sing.
N. B. La consonante bilabial [b] puede encubrir la asimilación de la preposición (n) determinativa (n + w > ww > bb > b), por lo que no queda claro si se produce un estado de anexión sintético o analítico.
= lit. ‘lindero de piedra’, p. ext. 'frontera pétrea'.
*ă-r, s. m. sing. de [R] ‘lugar’, ‘borde, orilla’, ‘lindero’.
*r > l, por neutralización o alternancia voluntaria.
*a-wan (w) > wwan > bban > ban, n. vb. concr. m. sing. de [W·N] ‘hecho de ser o estar pesado’, ‘piedra’, p. ext. ‘bloque de piedra’, 'muro, pared'.
*ww > bb > b, por correspondencia regular y eventual abreviación de geminada.

Comentario
No hay suficientes elementos de juicio todavía para garantizar que ésta fuera la denominación de toda la isla.

Vocabulario comparativo

Γ

Γ·R·B
(Taš) aɣwrab, pl. iɣwrban || s. m. Muro. Cf. (semítico) *'abn, m. ‘piedra’.


M
M·R 
(Mc, Taš) tamra (tm), pl. timra, tamriwin || s. f. Borde, orilla. 2. Pendiente, vertiente escarpada. 3. Vuelto (de un vestido).
(A) imri (yi), pl. imran; (Taš) imiri, sing. || s. m. Grandes piedras clavadas en mitad de la tierra, que sirven para amojonar una propiedad.

N
N 
n, ən, nn || prep. (Introduce un complemento determinativo, cuyo substantivo se expresa con el estado de anexión, y sirve para señalar el origen, la pertenencia o la naturaleza de algo o alguien). De. Ej. aman n terwa ‘el agua del río’.
n, ən || prep. que introduce un complemento del nombre si está en sing. De. Ej. išt n tmeṭṭuṭṭ ‘una mujer’, lit. ‘una de mujer’.
(Kb) n || prep. que introduce un complemento demostrativo en construcciones de valor expresivo. De. Ej. aya-d n uγrum ur yuda ‘este pan es insuficiente’, lit. ‘esto de pan no basta’.

R
R 
(Zen) ōr, al || s. m. Lugar. (Kb, Mc) ir (yi), pl. iran (yi) || s. m. Borde. 2. Orilla. 3. Lindero.

W
W·N < H·W·N 
(Kb) awen > yebbwen || vb. n. Ser o estar pesado. 2. Ser o estar lento (de inteligencia).
(Kb) tawent (tw), tawunt; (Y) təwint, pl. tiwina || s. f. Yunque. 2. Gran piedra que sirve para aplastar las aceitunas (Kb).
(Taš) taggunt, pl. tigguna, f.; aggun < awwūn, pl. igguna, m. || s. Piedra para pulir objetos de alfarería.
(H, WE, Y, D) təhunt, pl. tihun; (Y) təwint, pl. tiwina || s. f. Gran piedra.
(Mb) twunt, pl. (raro) tiwuna || s. f. Especie de mortero de piedra muy ancho; larga piedra cóncava en el centro que sirve de mortero.
(Ghat) tuwənt, tawənt, pl. čiwin || s. f. Molino. (Dr. Ignacio Reyes, 2006)

Titeroygatra y Erbania o Erbani (Fuerteventura). Albania según recoge Le Canarien pag. 78, participan igualmente de paralelos imazighen ambientados en lo que pudiera ser el mundo guanche protomazigio.

 Los grabados rupestres y los podomorfos de Erbania y Titoreygatra, y los alfabetiformes líbicos nos conectan aún más con el mundo mazigio,

La mayoría de los investigadores modernos “oficiales” vienen situando los primeros asentamientos humanos en las islas en torno a los siglos V y  I  a.e.a.

 Como vengo sosteniendo desde hace tiempo, la realidad es que la antigua sociedad canaria debido al hecho de que en determinado periodo histórico Europa se vio sumida en una época de total oscurantismo como consecuencia del auge tomado por el cristianismo, el cual vaticinaba el fin inmediato del mundo, razón por la cual se abandonaron los avances técnicos en la navegación, geográficos, comerciales etc., que había alcanzado el mundo greco-romano.

Como consecuencia de esta situación nuestro continente africano sufrió una serie de convulsiones políticas y económicas como consecuencia del derrumbe del imperio romano sucesor del cartaginés, que como es natural afectó a sus colonias africanas y, las islas se vieron aisladas y prácticamente ignoradas  durante el oscuro periodo de la alta edad media europea, por tanto, al verse privadas del aporte de manufacturas desde el exterior, nuestros ancestro tuvieron que adaptar su cultura material a los elementos que podían obtener del entorno natural -en las islas no existen metales factibles de ser transformados artesanalmente- la madera, la piedra, los huesos. Las pieles y algunas fibras vegetales.

En cambio, los aspectos morales, culturales, sociales y espirituales alcanzaron un desarrollo muy superior al de los europeos de la época, tanto es así que muchos de sus aspectos continúan vigentes. (Guayre Adarguma)
Titeroygatra. Este último vocablo está recogido en "Le Canarien", en 1405, y proviene del substantivo femenino tirregt="brasa encendida o apagada", entre los Ait-Segrouchen del Atlas Medio, que al combinarse con el demostrativo femenino plural "Ti"="estas"nos da la forma Titirregt="estas (tierras)de la brasa", en clara referencia a la actividad volcánica de la isla anterior a la conquista, localizada en el norte: volcán de la Corona, Haría (Atlas Interins.,1990:41). La evolución sería:
Titirreguet <> Titerregueter<> Titerrogatar <> Titerogatara <> Titeroygatra, por una compleja corrupción del término que pensamos pudiera arrancar de la transcripción que hicieron del mismo los franceses de Jean de Bethencourt, llegados a la isla a principios del s.XV: añadido del fonema"er","afrancesando" la voz isleña, cambios vocálicos de la "e" en "o" y "a", añadido castellanizante posterior de una "a" final y pérdida definitiva de la "a" intermedia. (Francisco Pablo De Luka, en: www.elguanche.net/tamazgha/faina.htm)

Torcusa

[…] Si hemos de hacer caso a Le canarien,  que es el primer texto que se detiene por extenso en ella (Lanzarote), los aborígenes la llamaban en su lengua  Tyterogaka (texto G, 142) o Tytheroygatra (texto B, 348). Las explicaciones que se han querido dar a esas  dos formas por parte de quienes se han ocupado de traducir la lengua guanche son tan dispares como  disparatadas, a base de descomponer la palabra en  cuantos elementos o formantes convenía para sus  caprichosas hipótesis. Como Gómez Escudero dice que a Lanzarote la llamaban Tite, Marín y Cubas  asentó que  tite era el nombre de una tribu  africana entre Mazagán y Mármora, en el cabo de Cantín  (1993: 251), lo que explicaría el origen de los de Lanzarote; Viera y Clavijo descompuso el nombre en  tres segmentos: Tite-roy-gatra (1982: I, 67), sin ofrecer nunca su significado; Marcy le propuso un origen  del tuareg  tatergaget con el significado de 'la que está quemada' o 'la ardiente', lo que visto desde hoy  parece muy convincente, pero no en la época en que fue habitada por los «majos», en que faltaban 18  siglos para que surgieran las montañas «del fuego»; Vycichl cree que la voz  Lanzarote es una  españolización de la voz aborigen (procedente del bereber) anzar, que significa 'lluvia', nombre que sería  no sólo inmotivado sino totalmente contrario a la condición de la isla; Wölfel lo pone en relación con la  expresión bereber  atte regga, que significa 'hombre, buen corredor', en nada aplicable a Lanzarote; y  Álvarez Delgado propone descomponer el vocablo en  ti-terog-akaet, que significaría 'montaña colorada',  en referencia expresa al topónimo actual de Las Coloradas, lugar en que desembarcaron los normandos y  que llamaron Rubicón.

Otro nombre guanche se ha asignado a Lanzarote, el de Toicusa o Torcusa, que según parece era el  que le daban los «majos» de Fuerteventura. Es decir, que la isla de Lanzarote tenía dos nombres, bien  fuera llamada por sus propios habitantes (Titeroygatra, según  Le Canarien) o por los pobladores de  Fuerteventura (Toicusa o Torcusa). Millares Torres (1977: I, 177)  atribuye este nombre de  Toicusa a una obra inédita de Marín y Cubas, y nos informa que eran los  naturales los que llamaban así a la isla. Wölfel (1996: 716) cree que se trata de una mala lectura de Teguise. (Geoagrafía y toponimia de Lanzarote y de los islotes de su demarcación)

Tyterogaka. Lz. ant. desus. Neso. Nombre dado a la Isla por su antigua población amazighe. Con 846 kilómetros cuadrados de superficie, es la más nororiental de las que integran el archipiélago canario. Se localiza a 29º 3' de latitud Norte y 13º 37' de longitud Oeste. Expr. t.: Tite, Tyte, Tytheroygaka.
§ «[...] et quant a lisle lancelot qui sappelle en leur langage týterogaka τ est pres du grant et de la faisson de lisle de rodez il ýa grant foison de vilagez τ de bellez maisons et souloit estre moult peuplee de gens mais les espaigneulx et les arragonnoýz τ aultrez coursaire demer les ont par maĩtez foiz pris et mẽnez en suages tant quilz sont demourez pou de gens [...]» [LC (ca. 1420: 36) 2003: 143].
§ «Tytheroygaka» [LC (d. 1494: 51) 2003: 349].
§ «[...] que son Lançarote assi llamada por Lencelot Maí Lícel que antecedentemente hauia alli fabrícado un castillo, y porlos naturales llamada Tite» [Gómez Escudero (ca. 1484) 1934: 45r].
§ «Tyte» [Marín 1694, I, 6: 13v].
§ «Tite» [Marín 1694, I, 19: 37v].
ANÁLISIS
— *ti-tərūɣăy-akk > titerôqqak, comp. f. sing.
= lit. ‘una toda amarilla'.
*ti, pron. indef. f. sing. de [T] 'una'.
*tə-rūɣ-ăy > terôɣe > terôqq > terôq, adj. vb. f. sing. de [R·W·Γ] ‘(color) amarillo, dorado, ocre’.
*ū > ô, por asimilación a la consonante uvular ɣ /ʁ/.
*ɣ /ʁ/ > qq > q, por correspondencia regular (y eventual abreviación de geminada en final absoluto).
*hak > akk > ak, invar. de [K] ‘totalidad’.

Comentario
La lengua amazighe moviliza dos raíces para expresar el color amarillo: [W·R·Γ], en los dialectos septentrionales, y [R·W·Γ], con metátesis de las dos primeras consonantes, en el Sahara meridional. La forma isleña coincide exactamente con esta última, por cuanto adelanta la vibrante a la posición del primer radical, lo cual abona la hipótesis de un poblamiento lingüístico de esta isla, sobre todo en su vertiente más próxima a Fuerteventura, por grupos adscritos al ámbito conocido hoy como tuareg.

Vocabulario comparativo
K
K < H·K 
(H, Teg) (h)ak, akk; (D) hak; (Kb) akw, akwkw, yakw; (Taš) akkw || invar. Totalidad, todo, enteramente. 2. Cada.

R
R·W·Γ = W·R·Γ 
(H, WE, Y) irwaɣ || vb. cual. Ser o estar amarillo.
(H) tərûɣe, pl. tərûɣawîn; (Y) tărwăq, pl. tărwăɣen; (WE) təruɣe, pl. širuɣawen || adj. vb. f. De color amarillo.
(H) ûraɣ, pl. ûraɣän, m.; tûraq, pl. tûraɣîn, f. || adj. vb. Etno. Nombre propio de tribu.
(Kb) wriɣ, iwriɣ; (Teg) əwrəɣ; (Mb) əwəɣ || vb. n. Ser o estar amarillo, volver amarillo. 2. Ser o estar pálido, palidecer, ser o estar lívido. 3. Palidecer intensamente. 4. Dorarse.
(Kb) tawerɣi (tw); (Mb) taweɣi (tə); (Teg) təwrəɣ || adj. vb. f. sing. Color amarillo. 2. Palidez, lividez.
(Kb, R, Taš, Teg) awraɣ (u), pl. iwraɣən, m.; tawraɣt, (Teg) tawraxt (tə), pl. tiwraɣin (tə), f.; (Mb) awaɣ (u), pl. iwaɣən, m.; tawaxt (tə), pl. tiwaɣin (tə), f. || adj. vb. Amarillo.
(Sw) auraɣ, pl. uraɣən || m. Color verde.
Cf. (hb) yaroq, ‘verde, amarillo’.

T
 (H, Y) tyə, pl. tyə [ti] || pron. ap. sgvo. indef. f. Una. (Dr. Ignacio Reyes)

Como podemos observar los especialistas no siempre están de acuerdo en la interpretación de los gentilicios y toponimia antigua de nuestra islas, por ello, desde estas páginas abogamos para que los filólogos y estudiosos de nuestra lengua ancestral aúnen esfuerzos y criterios para crear la Academia de la Lengua Canaria-que no es lo mismo que la Academia Canaria de la Lengua.

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