muy cerca del acantilado.
En primer lugar hay un grupo de tres cazoletas unidas entre sí que terminan en un pequeño canalillo en donde se vertería el líquido en dirección al Oeste, hacia donde comienza la caída del acantilado al barranco. Estas tres cazoletas ocupan un espacio total de 80 cm de longitud. Hacia el Este hay otro gran recipiente con la particularidad de poseer un rebaje subrectangular de 70 cm por 52 cm. El recipiente es ovalado y mide 50 cm por 40 cm y 26 cm de profundidad máxima El rebaje que precede a la roca hace pensar en un acondicionamiento para cubrirlo con una tapa de madera o piedra. Resulta significativo destacar la orientación de estas cazoletas, pues al Oeste se observa el Roque de Agando y al Este se encuentran dirigidas hacia el Teide, aunque éste no se vislumbre desde el emplazamiento de las cazoletas. Con toda nitidez se aprecian el Roque de Agando y los de Ojila, Carmona y la Zarcita, que forman un conjunto geológico singular. En esa misma línea y en el extremo final se percibe el alto del Garajonay, lugar destacado en la cosmovisión de los gomeros.
Maria
Gómez.
Noviembre
de 2013.
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