EFEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA UNA HISTORIA RESUMIDA DE
CANARIAS
CAPITULO III: DE LA ANTIGÜEDAD AL SIGLO XV.
1491 - 1500
Eduardo
Pedro García Rodríguez
1496. En la
primavera, el duque de Medina remitió un segundo navío de Sanlúcar al puerto de
Santa Cruz, con harina, bizcocho, aceite y vino, sumando 748.840 maravedís, a
la deuda de Lugo. Como parte del pago entregó nao, valorada por el propio
gobernador, en 200.000 maravedís y 280 esclavos guanches, que mandó al Guzmán,
en diferentes partidas. Por real albalá firmada en Burgos, a 5 de noviembre
1496, Lugo quedó facultado para repartir la tierra de la isla, "según que
a vos bien visto fuere". Olvidando el real deseo de "que la dicha
ysla se pueble", adjudicó al duque de Medina cuatro leguas cuadradas,
entre los ríos de Abona y Abades, con 1.500 fanegas de sembradura y agua para
regarlas. Insatisfecho el Guzmán, que para nada quería aquella tierra, en su
testamento, redactado en 1507, hizo referencia a "los maravedís que le
pertenecen, por cuenta de Alonso de Lugo, así por los recaudos públicos, como
por la Bobadilla ,
su mujer". Impagados en 1513, Leonor de Guzmán, duquesa viuda, reclamó a
los herederos de Fernández de Lugo, 5.248.160 de maravedís, pendientes desde la
conquista de Canarias. Los que participaron en la guerra, cobraron en cautivos.
Secuestrados los más por la iglesia católica, no tardaron
en pleitear, reclamando sus emolumentos, a Lugo y la corona. Uno de los
demandantes fue Francisco Gorvalán, vecino de Sevilla. Dando a Lugo tratamiento
de capitán de Tenerife, le reclamó 40.500 maravedís, por 4 años de servicio en
la conquista, con sueldo de 9.000 maravedís, sin haber visto un chavo a más de
préstamo de 15.000[1]. Acumuladas "diferencias y
debates", en torno a esclavos, cabezas de ganado y otras rapiñas, los
reyes nombraron jueces árbitros, que solventasen la cuestión. (L. Al.Toledo)
Francisco Gorvalán reclamación a Alonso de Lugo el salario que le correspondía
romo criado y conquistador y por tiempo de cuatro año' y medio de servicios, más
cierta cantidad en metálico «que avía gastado. En cosas a él necesarias e
conplideras». lncitativa del Consejo real para que las autoridades del reino, y
de manera particular las de Sevilla, le
administrasen «entero conplimiento de justicia».
1496. La Orotava fue Menceyato y en su campiña tenía su palacio el
Rey Benchomo ó Benitomo, también denominado Quebe-ey el esforzado, el cual era
viudo é hijo de Quehebi Imobach, y su madre se llamaba Caseloria, la que era
hija del príncipe Serdeto de Anaga. Bautizado tomó el nombre de Cristóbal
Hernández, casó con la hija del Mencey de Tacoronte conocida por Añagua y
después Anna Hernández, dama de grandes cualidades, hermosa y muy querida por
todos los Menceyes. En la batalla de la Matanza salió herido de gravedad en un
brazo, dio pruebas de generosidad devolviendo 47 prisioneros después de dicha
acción de armas y lo mismo hizo con el capitán de la caballería española
Gonzalo del Castillo.
Sus palacios viviendas estaban en
el cerro llamado_de Chichimani, al naciente de la villa de la Orotava,
conocidas aún hoy día por Cueva de los siete palacios y éstas, junto con una
fuente que está por encima denominada de Tamayde, y un lote de tierra en el
valle de Beniso, se lo dieron al conquistador canario Martín Hemández. De esta
unión fueron hijos los siguientes:
1 II Dácil llamada en honor de la
Reina de Castilla Isabel del Castillo, la que casó con Antón Martín, príncipe
de Abona y hubieron hijos á saber.
1 II Francisco del Castillo que
recibió repartos. 211 Anna del Castillo, casó con Rodrigo de Cañizales. 311
María García Izquierdo casó con Juan cabeza, conquistador. 411 Cristóbal
Sánchez. 511 Luís García del Castillo Izquierdo. 611 Mariana García que casó
con Martín Yanes. 711 Pedro García del Castillo, casado con Catalina García.
211 hijo de Benchomo fué Francisca Tacoronte (alias del Castillo) casó con el
conquistador capitán de la caballería Gonzalo del Castillo. Fueron hijos Juan é
Ignés del Castillo, habiendo tenido antes un hijo natural llamado Francisco del
Castillo. 311 hijo de Benchomo, fué Collorampa, después María Hernández; casó
con el conquistador canario hijo del ex-mencey Doramas, llamado Juan Doramas,
le decían también Diego y Pedro. Fueron hijos:
1
María Doramas, casó con Juan Gómez Fregenal. 2º Francisco Doramas casó
con María Díaz. 3º Juan Doramas e1 2º, casó con Isabel Pérez. 4º hijo fue de
Benchomo, Marina Hernández, antes Rosalva, casó con Antonio Palazuelos y fueron
sus hijos. 1º Anna Hernández. 2º Juana Hernández y Sánchez, casó con Márcos Hernández.
3Q Leonor Sánchez Palazuelos. 4º Francisca Hernández, casó con Pedro Hernández.
5º Cristóbal Palazuelos casó primero con Magdalena Luís y segundo con María
Ramírez. 6º María Luís Palazuelos y Hernández Bencomo casó con Benito
Rodríguez. 7º Magdalena Luís Palazuelos.
Respecto al hijo de Bencomo
llamado Ruimán y Cristóbal Hernández que se supone casó con Guacymara de Anaga
no he podido hallar noticias de él, pues Guacymara fué mujer de Tinguaro,
hermano gemelo de Bencomo el que murió en el combate de la cuesta de San Roque.
Viana como poeta ha referido un hecho histórico que parece no existió pues no
hé visto en ningún documento antiguo noticias de Ruimán, a pesar de tener datos
sacados de todas las escribanías de la isla. (Cipriano de Arribas y Sánchez;
1993) Es probable que Arribas haya confundido a Ruimán con Derimán, al cual no
menciona en su genealogía. También confunde a Bentor-Ventor o Ventorey con su
padre Bencomo, el cual posiblemente murió en la batalla de La Laguna, el
Cristóbal Hernández a que hace referencia es en realidad hijo de Bentor y nieto
de Bencomo, quien decidió tomar el nombre de su abuelo como apellido, pasando a
llamarse Cristóbal Bencomo.
1496. Los Realejos […] allí
establecido por Lugo, por lo tanto quedo fundada la parroquia desde el momento
en que el conquistador arregló su ermita, y en el tiempo que allí estuvo
acampado con sus tropas, que fué desde Julio de 1496 hasta Enero de 1497, no
solo logró la entrega de la isla sino que después de cantarse en ella la
victoria,
bautizáronse en un lebrillo de
barro barnizado de verde los Menceyes guanches que se rindieron, sentándose en
tres cuadernos sus nuevos nombres, los que al quemarse el archivo
desaparecieron todos sus documentos antiguos parroquiales. El sitio de este
campamento lo ocupa la plaza y actual iglesia, y fué el núcleo del Realejo alto
ó sea Real español, dominando el barranco de Godinez, pues al otro lado en los
altos de Tigaiga estaban acampados los guanches y de aquí quedó su nombre del
Real guanche, después Realejo de abajo. El primer cura del Realejo que dejó
Lugo fué fray Juan de Villadiego el que recibió como conquistador sus datas de
tierras como consta del libro 2º original, cuaderno 18, fólios 65 y 67.
En 25 de Julio de 1898 celebróse
-al que asistí- con gran pompa el 4º centenario de estos gloriosos hechos. En
la parte exterior de la pared de la iglesia que corresponde á la capilla mayor
se colocó para conmemorar tan solemnes fiestas una gran lápida de mánnol blanco
con la inscripción siguiente:
"Gloriosis hispanis honorabilibus et
incolis pro Cristo subactis et ad catholi-
cam hispaniarum gentem hic adscriptis, hoc ad
perpetuam memorian in IV
centenerio XXV Julii. MDCCCXCVI
Nivaria et Palma".
Realejo de abajo
Población que tomó este nombre
por acampar en su distrito el Mencey Benchomo con sus huestes, en el alto de
Tigaiga al otro lado del mismo barranco denominado después de Godinez. Viendo
Benchomo maltrechas sus fuerzas en la Victoria y que los Menceyes de Daute y Adeje no
le ayudaban y que la enfermedad llamada modorra de los guanches, los iba
diezmando; desmoralizados y muchos llenos de pavor, en vista de la fortuna de
aquellos extranjeros, comprendieron que toda resistencia habría de ser inútil.
Por de pronto hubo de rehuir el combate, acampando con este motivo en el punto
ya dicho. Por una y otra parte comenzaron las negociaciones de paz –según
tradición, por medio del capitán de la caballería de Lugo D. Gonzalo del
Castillo, influyendo para este fin la hija de Benchomo, que más tarde fué su
mujer, á la que parece amaba desde que estuvo prisionero de Benchomo y que como
se ha dicho le devolvió á los españoles con otros prisioneros -y al fin en 25
de Julio de 1496 se sometió Bencomo y sus aliados al General Lugo como
representante de los católicos Reyes. Lugo por su parte comprometióse á
considerar á los guanches como hombre libres; á no expatriarlos y á
proporcionarles las tierras necesarias para su subsistencia. Cláusulas -que al
parecer-
solo en parte había de cumplir el
conquistador .
El Realejo dicho de abajo es una
población actualmente de 3000 habitantes, situada en la pendiente que baja del
Realejo alto y continúa hasta la orilla del mar .con clima deliciosos, en
especial en su pago de San Agustín, con temperatura de 14° á 28° centígrados.
Únela la carretera que vá á Buenavista y dista 43 kilómetros de
Santa Cruz y 8 de la Orotava y 1 kilómetro del Realejo alto, sin carretera que
les una. Su pago de San Agustín tiene un exconvento que sirve de oficinas y
escuelas públicas, desde su campanario y mirador puede admirarse todo el valle.
En su iglesia puede verse la milagrosa imágen del Cármen muy visitada en sus
festividades por habitantes venidos
de los pueblos Tinerfeños. La
techumbre del Cármen tiene un águila de San Agustín muy primorosamente tallada,
como así mismo su puerta exterior.
Desde los altos del Lance é Icod
el alto destácase á la vista media isla con preciosos panorama. El pago de la
Rambla presenta vistas encantadoras; cae ya fuera del valle y ocupa la costa.
Contemplando desde la ermita de San Pedro en la carretera se puede apreciar
mejor su belleza, con nada comparable.
Desde el barrio citado de S.
Agustín se atraviesan sus calles hasta llegar á la plaza, distante un
kilómetro, donde está situada la iglesia parroquial dedicada á la Concepción,
fundada en 1531, siendo pila desde 1538. Su interior es de tres naves. Su
retablo del Rosario se considera como una verdadera obra artística, merced á la
delicada talla, siendo su techumbre un preciosísimo conjunto de arabescos. Al
pié de la capilla está enterrado su fundador. La techumbre de la otra capilla
colateral y la mayor son obras de arte.
En su cementerio, que como
centinela de su puerta, guarda un hermoso drago de más de 450 años, está
enterrada la primera esposa del que tiene el honor de escribir esta obra,
llamada Dª Hilarla de Abía y Alonso. (Cipriano de Arribas y Sánchez; 1993)
Arribas continúa confundiendo al mencey Bencomo con su hijo Bentor, este no
aceptó las paces con los invasores, suicidándose ritualmente al arrojarse al
vacío desde el Roque de Tigayga.
1496.
El invasor y colono Mateo Viña “Conquistador de la isla de
Tenerife,” intervino en la batalla de la Matanza de Acentejo, si bien no lo
hizo con las armas sino con sus capitales, ya que fue uno de los que
anticiparon al de Lugo sus dineros para la empresa. Era genovés y mercader
establecido en Gran Canaria y vino con Alonso Fernández de Lugo a Tenerife
desde principios de la conquista, como armador y proveedor de la expedición;
luego acompañó al Adelantado en el viaje a la Corte (1496) durante el cual
presentó en Almazán a los menceyes prisioneros. Recibió importantes datas de
tierras en Tenerife: albalá por el que le reconoce el Adelantado la propiedad
de la cuarta parte de los esclavos y ganados hurtados en Tenerife y de toda la
tierra de Anaga y toda la tierra de Daute entre la heredad de Cristóbal de
Ponte y la de Gonzalo Yanes (16-VII-1497).
El que luego fuera Adelantado de Canarias,
Alonso Fernández de Lugo, distingue al mercader y conquistador Viña con varias
datas; en una de ellas se contiene:..
"doy facultad a vos Mateo Viña, conquistador y regidor de esta isla de
Tenerife, para que veais, si unas aguas y tierras que están en Daute entre la
heredad, de la una parte Cristóbal de Ponte y de la otra Gonzalianes, portugués,
y si ella vos agradare podáis sacar las dichas aguas y aprovecharos de ellas,
en las tierras que se pudiesen aprovechar, para que en ella faceis y fagais,
una heredad de azúcar y de otra cualquier cosa que vos queráis, porque desde
ahora vos asigno y doy las dichas tierras y aguas, por repartición y vecindad,
por cuanto vos, desde el primer día que yo vine a conquistar la dicha isla,
viniste conmigo, con vuestros criados, y fuísteis uno de los armadores e
conquistadores, hasta que se ganó; en lo cual hiciste mucho servicio a sus
Altezas, así con lo mucho que gastastes, como con lo que servistes con vuestra
persona".
La extensión de tierras entregadas a
Mateo Viña fue muy abundante; por ello tuvo que recurrir al préstamo de dos
millones de maravedíes, concedido por el Duque de Medina Sidonia para ponerlas
en producción. Roturó parte de ellas, las plantó de cañas y fabricó un molino
harinero. Posteriormente y por los mismos motivos económicos, tuvo que recurrir
a la familia Interián (Agustín Interián), lo que le obligó, a la postre, a
dividir con sus descendientes la propiedad de la hacienda.
Hijo
y uno de los herederos de Mateo Viña fue
Fabián, del mismo apellido, quien impulsó el desarrollo de su hacienda,
compartiendo la mitad con los Interián.
Fabián Viña Negrón y María Luis Pajarón, hija del
hacendado y alcalde de San Pedro, otorgan su testamento mancomunado ante
Quiñones en 8 de octubre de 1582. Declaran todos sus bienes y ordenan sus
mandas especificando lo que le vino por la dote de María Luis, su mujer, hija
de Juan de Regla y de Isabel Mateos: "la
heredad de viña y morales, casa de bodegas y de criar seda, que todo ello es en
este lugar de Garachico, por arriba del puerto, con todo el arboledo y
aprovechamiento que en la dicha heredad está, que toda ella linda por abajo con
camino Real, por arriba las canales del agua que llaman de Mateo Viña
(no menciona al Interián), por un lado
y por el otro lado, otro barranco, el de Lope de la Vega".
Este documento nos sirve para confirmar, una vez
más, el lugar en donde estaba la Madre del Agua de Viña e Interián: sobre el
puerto de Garachico, por arriba las canales, y entre dos barrancos (el de Lope
de la Vega u Hondo de San Pedro y el otro de Los Reyes), según citan
posteriores propietarios de esta finca, hoy notoria y conocida por "San Martín", por haber
pertenecido a Luís de San Martín LLerena.
Por este mismo testamento, Fabián y su
mujer mandan construir la ermita de San Andrés en el promontorio que dominaba
la cala o playa, la que hoy es parroquia del mismo nombre en el dividido barrio
de La Caleta de Interián. Lo hizo por el gran amor y devoción que le tenía a
este apóstol.
María Luis, la hija de
Juan de Regla, ya viuda de Fabián y próxima a su muerte, ordena su testamento
individual invocando a la Santísima Trinidad, a la Virgen y a todos los santos.
Destacamos algunos puntos o cláusulas de sus
últimas voluntades, todas ellas relacionadas con las instituciones religiosas
del lugar y principalmente sobre aspectos sociales de la época.
Manda que su cuerpo sea enterrado con el
hábito de San Francisco en la iglesia de Santa Ana del lugar de Garachico, si
Dios fuese servido de llevársela, para que luego fuesen trasladados sus huesos
a la capilla que mandaron hacer sus padres, y que por esta fecha estaba a medio
construir, como veremos.
Que el día de su enterramiento le acompañen
todos los religiosos y sacerdotes que hubiesen en el lugar, diciendo una misa
de cuerpo presente, con ofrenda de pan, vino y cera. Dando sus albaceas, por cada oficio, seis fanegas
de trigo, seis carneros y media pipa de vino -seis barriles-; ordenando que en
el convento de San Francisco se le diga y haga otro oficio, siendo la ofrenda
la misma: carneros, pan y vino.
Dice que por cuanto está fatigada y no puede
hacer memoria de todas las cosas que posee y tiene, da poder al padre guardián
de San Francisco, fray Bartolomé de Calanaria (sic), (¿Candelaria?) y a los
señores curas beneficiados Alonso de Torres y Blas Toro, para que en todas las
cosas y hacienda que ella tiene y no las declarara en este testamento, lo
puedan disponer y mandar repartir.
Lo que si
tiene lucidez para declarar María Luís, es cuando dice que tiene licencia de
obispos anteriores para hacer una capilla a la advocación de Santa María de la
Asunción en la parroquia de Santa Ana, la cual esta comenzada "a más del medio", diciendo
que es su voluntad que se acabe con la mayor presteza y se paguen de sus bienes
todos los gastos que se hicieren hasta acabarla de todo punto, poniendo en ella
una imagen de bulto, de la dicha advocación, pidiendo que fuese muy devota (que
moviese su presencia a devoción y fervor), y de buena mano (buena hechura)
trayendo, además, lo que haga falta para adornar el altar de la capilla "para que Dios sea servido y la imagen
de Ntra. Señora esté con toda la veneración debida".
Continuando con el testamento, manda que se
dé de limosna a la iglesia parroquial de Santa Ana dos mil doblas, para ayuda
de su obra, atendiendo a la pobreza que tiene. En otra cláusula posterior
rectifica el donativo: "por cuanto
yo he mandado muchas mandas y mi heredero queda cargado, es mi voluntad que a
la dicha iglesia no se le den más de mil doblas, de suerte, que de las dos mil
sólo se le den mil doblas".
A Martín Cabeza[2][1], por los buenos servicios que le ha hecho
y por parentesco que con él tiene, 700 ducados. Desconocemos este parentesco.
De
limosna al convento de San Francisco de Garachico, para sus obras, cien
ducados. Así mismo a la capilla de La Veracruz, del mismo convento, cincuenta
ducados.
A
Catalina de Gallegos, su sobrina y de Fabián Viña, por los buenos y antiguos
servicios que le había hecho a ella y a su marido, deja toda la viña que ha
heredado de sus padres, con los morales; de barranco a barranco, en que está la
casa de la seda y la casa que al presente vive Martín Cabeza, con cargo y
condición de que las capellanías de misas y aceite impuestas sobre ella, y que se dicen en el convento de San
Francisco las pague, y dé al dicho convento, en cada un año, seis arrobas de
aceite para la lámpara y dos botas de vino para las misas del sábado y las dos
fiestas de Nuestra Señora, que se han de decir por las almas de sus padres.
Corrigiendo más adelante que, "para
no venir a menos y si vayan a más estas misas de los sábados y de N. Señora, se
den tres botas de vino en lugar de dos", al convento franciscano.
Hemos dicho que María Luís era hija de Juan
de Regla, al cual el Adelantado le dio una data de tierras y aguas en Garachico
y comprendía la viña que va de barranco a barranco -del de Los Reyes al Hondo
de San Pedro, llamado posteriormente de
Lope de La Vega- es la actual finca de San Martín, es decir, lo que queda, ya
que fue primeramente sepultada por el aluvión de San Dámaso, en 1645 y luego
por el volcán de Mayo de 1706.
Esta franja de terreno le fue dada a Juan de
Regla en los siguientes términos:"Doy a vos, Juan de Regla, vecino de esta
isla, una fanegada de tierra, para huerta y arboledo junto con vuestro parral, que cae a el puerto de Garachico, con
todas las aguas que habéis regado y regáis vuestro parral, sin perjuicio que
así mismo vos reguéis dicha huerta y parral".
Otra data,
completa el espacio señalado entre ambos barrancos: " A vos, Juan de Regla (...) toda la demasía de tierras de
tres fanegadas, que fue dado a Diego de León encima del puerto, bajo del risco
de las canales, entre los barrancos que han por linderos, el barranco de Las
Cuevas (Los Reyes), por la borda del risco a donde está dicho puerto, y de la
otra parte el barranco que viene de la fuente del Realejo a dar a el mar, la
cual tierra es para viña..."
La Fuente
del Realejo es la que se denominaba de Rixo o Rijo, hoy conocida por Fuente de
La Atalaya, cuyas aguas iban al dornajo público, situado junto a la Cañada Real
que servía de paso para los ganados de la costa a las bandas del sur. Andando
el tiempo, sus aguas han ido a parar a un lavadero público, propiedad del
municipio de El Tanque, y el sobrante es recogido para el riego.
Prosiguiendo con las cláusulas del
testamento de María Luis encontramos que a la antedicha Catalina de Gallegos le deja los
solares y casas que tiene en el barrio de Los Reyes, con cargo y condición que
cada año, por el día de Ntra. Señora de Los Reyes, le mande una misa cantada
con sus vísperas, perpetuamente.
La ermita de Ntra. Sra. de los Reyes,
acogió en ella los cuadros y las imágenes de la desaparecida ermita de San
Telmo, entre ellas la imagen de su patrón.
Es su voluntad, dice la señora del Viña, que
las casas en que vive las tengan Juan Mateo Viña y Bartolomé de Cabrera -sobrino
de ella-, las cuales partan entre ambos y haya el uno tanto como el otro. Estas
casas estaban cerca del Castillo de San Miguel, puesto que la muralla terrera y
defensiva de esta fortaleza corría hasta la casa de Fabián Viña, constructor de
esta fortaleza y su primer alcaide.
Declara que una beatas que están en
Canaria, que se llaman las Ortegas, son familiares suyas y que se le den
doscientas doblas para sus reparos.
Continúa declarando que
había dado el patronazgo de la capellanía que habían fundado a Bartolomé de
Cabrera, señalándole, para pagarla, la viña que dicen de "El Gago".
No podía faltar la mención en este
testamento, tratándose de una hacendada de regular enjundia, a los esclavos.
Tiene a María, Catalina, Perico Sape y Juanillo, a los que deja horros
--libres- con cargo y condición que sirvan un año a la iglesia, advirtiendo que
Pedro Viña, otro de los esclavos, lo deja libre de todo punto, de suerte que
ninguna cosa pague ni sirva.
Cierra el capítulo de las voluntades dando al
hospital del lugar cien doblas, e igual cantidad a la cofradía del Santísimo
Sacramento, de la parroquia de Santa Ana y también, que el día de Ntra. Señora
de septiembre, se den 20 doblas, cada año, para ayudar a casar una huérfana, la
cual sería elegida y nombrada por los beneficiados de Santa Ana y guardián del
convento de Nuestra Señora de Los Ángeles, de la orden de San Francisco.
Declarando por su universal heredero,
del remanente de sus bienes raíces, derechos y acciones, después de cumplido y
pagado su testamento, a Mateo Viña de Vergara, sobrino del dicho Fabián Viña,
su marido y vecino de esta isla.
Bartolomé de Cabrera fue nombrado patrono de
la capellanía que instituyeron María Luís Pajarón y Fabián Viña Negrón, Regidor
de la isla y Alcaide de la fortaleza de Garachico. Esta capellanía de misas
perpetuas todos los días del año se habían de decir en la iglesia de Santa Ana,
con condición de que cuando se terminase la capilla colateral que Juan de Regla
mandó hacer en la dicha iglesia, las misas se dijesen en ella, y el capellán
que las hubiere de decir, al terminar cada una de estas, haya de rezar un
responso sobre la sepultura de ambos.
Las misas se aplicarían por: El lunes a las
Animas del purgatorio. El martes a San Sebastián y San Fabián, con conmemoración
de difuntos. El miércoles a San Andrés. El jueves a Las Llagas de Ntro. Señor
Jesucristo. El viernes a La Pasión de
Ntro. Señor. El sábado a Nuestra Señora de La O. Y el domingo al Santísimo
Sacramento.” (En: usuarios.arsystel.com/pedrobaez/ingenios/mateovina.htm)
1496 Enero. Tortosa. Incitativa a Alonso Fajardo, gobernador de
Gran Canaria, para que entienda en la petición de algunos escuderos y peones
que reclaman a Alonso de Lugo el pago de sus salarios en la conquista de Tenerife; dichos peones y escuderos se habían
refugiado en Gran Canaria, en número de 60 jinetes y 300 peones, tras el
fracaso del primer desembarco en Tenerife, isla a la que volvieron con la
promesa de Alonso de Lugo de que serían pagados y en la que construyeran dos
fortalezas y una villa, muriendo la mayoría de ellos en la conquista. El Rey y
la Reina. Parra. Acordada: Rodericus. (E. Aznar; 1981)
1496 Enero 1.
272-28.-Juan de Uramas, Rodrigo
el coxo, Francisco de León y Fernand de León. «Muy virtuoso señor: omildes
servidores de V. M.-J. de U., R. el c., FcO. de L. y F. de L. canarios, con la
reberencia q. devemos besamos las manos de V. M. al cual suplicamos nos quiera
facer merced de unas tas. q. son en Asentejo q. lindan con el barranco q. V. M.
bolvió el día del desbarate para arriba fasia el drago grande questá al asomada
de el camino de los cavallos con unas cuevas q. disen en las mismas tas. q. son
en el barranco del medio de las mismas tas ...Dese a cada 3 c. de senbradura y
las cuevas si no son dadas». 15-1-96.
1496 Enero 8. Valladolid. Comisión al conde de Cifuentes don Juan
de Silva, alférez mayor, miembro del Consejo y asistente de Sevilla, para que
entienda en la petición de Eufragia y Leonor de Lugo, vecinas de Sanlúcar de
Barrameda, que reclaman las casas y viñas que les dejó en herencia en dicha
villa su madre, muerta hace catorce años, de las que se apoderó el duque de
Medina Sidonia, por deudas que su padre, fallecido hace dos años, tenía con él.
Obispo de Astorga. A/cocer. Villalón. Pedrosa. Ramírez. (E. Aznar; 1981)
1496 Enero 15. Dto.272-28.-Juan de Uramas, Rodrigo el coxo,
Francisco de León y Fernand de León. «Muy virtuoso señor: omildes servidores de
V. M.-j. de U., R. el c., Fco. de L. y F. de L. canarios, con la reberencia q.
devemos besamos las manos de V. M. al cual suplicamos nos quiera facer merced
de unas tas. q. son en Asentejo q. lindan con el barranco q. V. M. bolvió el
día del desbarate para arriba fasia el drago grande questá al asomada de
Asentejo fasta el camino de los cavallos con unas cuevas q. disen en las mismas
tas. q. son en el barranco del medio de las mismas tas... Dese a cada 3 c. de
senbradura y las cuevas si no son dadas». 15-1-96.
1496. Enero 20.
Tortosa. Alonso Fajardo, govemador de
Canaria. Sueldo de peones. Comisión al govemador Alfonso Fajardo sobre el
sueldo que Alonso de Lugo deve a ciertos escuderos y peones que fueron en la
conquista de la ysla de Tenerife.
Don Fernando e doña Ysabel, etc. A vos el bachiller Alonso
Fajardo, nuestro govemador en la ysla de la Grand Canaria, salud e gracia.
Sepades que por parte de los escuderos e peones que fueron con Alfonso de Lugo
a la conquista de la ysla de Tenerife nos fue fecha relal;ión disyendo: quellos
fueron, en nuestro servicio, con el dicho Alonso de Lugo, e que la primera vez
e después otras muchas en la dicha conquista se hallaron con él, donde diz que
fueron muertos muchos dellos e robados e feridos; e se fueron a la ysla de la
Grand Canaria, para allí se reparar fasta LX de cavallo e tresyentos peones; e
quel dicho Alonso de Lugo les rogó, pues que en ello usasen temor de Dios e
nuestro, que se fuesen con él a la dicha ysla de Tenerife a faser doS
fortalesas; e que ellos, por nos servir e por los juramentos e promesas quel
dicho Alonso de Lugo les fiso que serían pagados e satisfechos, e se bolvieron
e fueron con
él; e que estovieron travajando
en las dichas fortalesas e en la villa que se fase, peleando e fasyendo la
guerra a loS canarios, donde diz que fueron muertos los más dellos; e que el
dicho Alonso de Lugo dis que no les ha querido pagar cosa alguna del dicho
Servicio, aunque por su parte a seydo requerido muchas veses, poniendo a ello
sus escusas e dilaciones; e que a cabsa dello andan destruydos e perdidos,
pidiendo por Dios, e soplicándonos e pidiéndonos por merced les mandásemos
remediar con justicia, o como la nuestra merced fuese.
E nos tovímoslo por bien; e
confyando de vos que soys tal persona que guar daréys nuestro servicio y el
derecho de las partes, e con diligencia faréys lo que por nos vos fuere encomendado
e mandado, nuestra merced e voluntad es de vos encomendar e cometer. E por la
presente vos encomendamos e cometemos, el dicho negocio o cabsa: por que vos
mandamos que llamadas e oydas las partes a quien toca e atañe lo susodicho,
breve e sumariamente, syn dar lugar a luengas ni dilaciones de malicia,
solamente savida la verdad, syn pleito e costas, fagades e administredes entero
complimiento de justicia a los dichos escuderos y peones, por manera que, por
falta della, no tengan causa ni razón de se nos venir más a quexar sobre ello;
e mandamos a las personas a quien tocae atañe lo susodicho, e a qualesquier
otras personas que para ello devían ser llamadas e de quien entendierdes de ser
ynformados, que vengan e parescan ante vos a vuestros llamamientos e
emplasamientos, a los plasos e so las penas
que les pusyerdes, etc. Ca para
todo ello, con sus ync;idenc;ias, etc., vos damospoder complido. Dada en la
cibdad de Tortosa, XX de enero año del nascimiento de nuestro señor Jhesu
Christo de milI e quatroc;ientos e noventa e seys años.=Yo el Rey.=Yo la
Reyna.=Yo Juan de la Parra, etc. Acordada.=Rodericus. (A. Rumeu 1975:440)
1496 Febrero 28. Tortosa. Confirmación de la venta que Alonso de
Lugo, gobernador de Tenerife y La Palma, hizo a Francisco Palomar, mercader
genovés, vecino de Valencia, de noventa fanegas de tierra, un ingenio de azucar
y un molino de pan en Agaete, con la condición de que éste pagase anualmente
doscientas arrobas de azucar y cuatro arrobas de confite a Francisco de
Riberol, mercader genovés. Van insertas la carta de merced a favor de Alonso de
Lugo y la carta de venta, sus fechas: Santa Fe 20 de febrero de 1492, la
merced; Real de las Palmas 9 de agosto de 1494, la carta de venta. El Rey y la
Reina. Parra. Concertada: Rodericus. (E. Aznar; 1981).
[2][1]
Martín Cabesas era hijo de Juan Cabesas y María García Izquierdo. Fueron sus
hermanos: 1) Leonor Cabeza, que casó con Bartolomé Joven, cirujano. 2) Felipe
García, que casó con Isabel Hernández. 3) Isabel Cabeza, que casó con Antón
Martín del Castillo. 4) Juan Cabeza y 5)
Hernán García, que casó con Catalina Pérez. Era Martín Cabesas nieto por línea
paterna de Martín Cavesa y Leonor Peres, vecinos y naturales de las Casas de la Reina , en el Maestrazgo de
Santiago, en Castilla.
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