lunes, 2 de diciembre de 2013

CAPTURA EN EL PUERTO DE AÑAZU DE LA FRAGATA ESPAÑOLA PRINCIPE FERNANDO







Eduardo Pedro García Rodríguez

1797 Abril 18.
En 1776 ingleses y españoles, sé enzarzan una vez más, en otra guerra, como consecuencia de la misma, los corsarios ingleses hacen de las aguas  canarias, su campo de operaciones favorito, en la noche del 17 al 18 de Abril de 1797, dos fragatas inglesas destacadas de la armada del almirante Sir John Jervis que mantenía el cerco de Cádiz, se desplazaron hasta el puerto de Santa Cruz de Tenerife y, perpetraron un audaz golpe de mano, amparándose en la  nocturnidad y en la deficiente vigilancia mantenida tanto en los castillos de la plaza como en los navíos. Precisamente esa noche, parte de los tripulantes de la fragata Príncipe Fernando habían decidido pernoctar en tierra quizás con ánimo de degustar los sabrosos caldos de malvasías y aguardientes isleños, que se expendían en las tabernas de la plaza.
El capitán de la fragata Terpsichore, Richard Bowen ordenó arriar un par de botes al agua con una dotación de 80 hombres y, bogando con sigilo, abordaron la fragata de la Real Compañía de Filipinas  El Príncipe Fernando (que en ruta de Filipinas hacía Cádiz, venía al mando del Capitán Juan Ignacio de Doria, y del segundo José Zabala), que estaba  anclada en la rada bajo la protección del fuerte de San Cristóbal, cortaron las amarras y, aprovechando el viento Norte, los ingleses sacaron el navío rápidamente  de la bahía, cuando tocaron a  arrebato desde el fuerte, los corsarios y su presa ya se alejaban del puerto y plaza de Santa Cruz, y fuera del alcance del tiro de los cañones.
La experiencia con el  Príncipe Fernando, debió servir de poco a la guardia y mandos coloniales de los fuertes, pues pocos días después los corsarios ingleses  Cockburn, y  Hallowell, al mando del Minerve y del The Lively respectivamente, en la noche del 2 al 3 de Mayo dieron el golpe sobre la corbeta francesa Le Mutine, abordándola y matando a los tres marineros que estaban de guardia en el puente, la sacaron del puerto sin oposición alguna       al contrario de lo que afirma algún autor, “a pesar de la tenaz resistencia de la dotación y del férreo cañoneo que se le hizo desde el fuerte” de la documentación que hasta el momento hemos manejado, no se desprende que los aprehensores recibiesen repuesta alguna por parte de la guarnición de la plaza, a pesar de que el parte enviado a la corona por el general Gutiérrez  que, naturalmente, está redactado en términos exculpatorios, tratando de salvaguardar la responsabilidad del general ante la pérdida de un navío propiedad del rey, en un puerto del cual él era  su máximo  responsable, hable de una repuesta por parte de las baterías de los fuertes.
Curiosamente, la dotación de La Moutine, cometió los mismos errores que poco más de un mes antes,  habían cometido la tripulación del Príncipe Fernando, así como la guardia de los fuertes. No cabe duda de que este fue un duro golpe para la República Francesa, pues La Mutine, dedicada también al corso, y con una dotación de 145 hombres y 16 bocas de fuego (algún autor apunta que eran 14) había hecho estragos en las comunicaciones navales inglesas.
La Moutine (La Traviesa ó Picara), había zarpado 18 días antes del puerto Bretón de Bres, al mando de la misma venía el capitán Louis Estanislao Xavier Pomiés y el teniente Faust quienes al mando de sus tropas y marinería, desembarcada por los ingleses después del apresamiento del navío, habrían de tener una participación decisiva en la defensa de Santa Cruz frente a la tentativa de Nelson.
En la fragata viajaba como pasajero Mr. Prediger ciudadano holandés al servicio de Francia, quien como embajador del gobierno francés llevaba una comisión secreta para la ciudad india de Madrás. Los franceses no tardaron en reaccionar, y para no perder su cuota de los cuantiosos beneficios que el ejercicio de la piratería en las aguas canarias proporcionaba,  sustituyeron rápidamente a la nave perdida por otra denominada La Mouche, más conocida en la historia de las islas como La Mosca, que en dos años de actividad, apreso seis navíos enemigos y dejo un considerable número de prisioneros en la isla.
Una de las presas más significativa lograda por La Mouche, fue la corbeta Argos, con 50 prisioneros. El cónsul francés decidió remitir los prisioneros a Gibraltar para canjearlos por prisioneros franceses, y los embarcó en la fragata española Reyna Doña Luisa. Cuando los prisioneros ingleses tuvieron conocimiento del puerto de destino, cundió entre ellos el pánico porque algunos eran desertores. Rebasando la Punta de Anaga, decidieron sublevarse y apoderarse del barco, conseguido su objetivo redactaron una carta en la que explicaban a los viajeros que los motivos que les habían motivado a apoderarse  del navío no eran piráticos, sino que temían por sus vidas si eran conducidos a Gibraltar. Arriaron una lancha y en ella embarcaron a los pasajeros con parte de sus equipajes. Estos después de una angustiosa odisea  tuvieron la suerte de recalar en el puerto de las Nieves en la isla de La Palma. (Eduardo Pedro García Rodríguez)
1797 Julio 22.
El desembarco de un destacamento de ingleses por la playa de Valle Seco con objetos de ocupar la altura de Paso Alto para desde allí neutralizar al castillo del mismo nombre, indujo a las autoridades coloniales a la creación de un reducto en la cima de dicho risco.

Servía para proteger el Fuerte de Paso-Alto, y está inscrito en el Registro el 29 de Septiembre de 1900, al folio 216 del tomo 340, libro 101, del Ayuntamiento, finca n° 6623, inscripción I", con 9.490,00 m2 de superficie incluyendo el camino, su cota de 225,00 mts distante 700 mts de la población y 40 de la orilla del mar. Para subir al atrincheramiento existe una vereda de 1,50 mts de ancho término medio, de unos 900 mts de longitud que partiendo del barranco de Tahodio conduce al mismo. Su planta es irregular y está situado en la cresta de la montaña de Paso-Alto. La longitud de su magistral es de 184,40 mts a barbeta contando con 5 emplazamientos y 7 explanadas.

La batería con su camino de acceso, alojamientos, depósitos y algibes fue construida por el Ingeniero de S.M. D. Luís Marqueli a raíz del desembarco inglés en la playa de Valle Seco el 22 de Julio de 1797 y se emplazaron 4 cañones, asegurando así el risco de La Altura contra cualquier eventualidad, y librar de toda amenaza posible al Castillo de Paso-Alto. Fue bautizada por el Comandante General D. Antonio Gutiérrez con el nombre de Santa Cruz de Santiago. El repuesto era abovedado. (José María Pinto de la Rosa, 1996).


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