EFEMERIDES CANARIAS
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL,
DÉCADA 1851-1860
CAPÍTULO
XLVI-VIII
Eduardo Pedro García
Rodríguez
1858 Enero. La
fragata francesa Wisnou, empujada por un fuerte viento del Este, rompió
las amarras y encalló en las playas de la bahía de Añazu; finalmente se hundió:
aunque parte de la tripulación se salvó en las lanchas, hubo que lamentar ocho muertos.
1858 Enero10. Se funda el Casino de artesanos de
Eguerew (La Laguna),
denominado "El Porvenir".
1858 Enero 27
Aunque fracasó, el proyecto de división de la colonia en
1856, no por eso los diputados por Canaria, don Cristóbal del Castillo y don
Jacinto de León, dejaron de continuar sus gestiones con el deseo siempre de
obtener una independencia completa para los intereses de la isla que
representaban.
Al fin, vieron coronados sus
esfuerzos por el ministerio presidido por don Francisco Javier Istúriz, quien
por medio del real decreto de 27 de enero de 1858 restablecía la división bajo
las siguientes bases:
"Artículo Iº: Se restablece
mi real decreto de 17 de marzo de 1852, por el cual se dividió en dos distritos
administrativos la provincia de Canarias.
Artículo 2º: Se restablecen
igualmente las disposiciones que se adoptaron para la ejecución y cumplimiento
del expresado real decreto".
Esta noticia produjo en Las
Palmas el mismo general entusiasmo que en 1852, y en Tenerife una indignación
que se fundó en la situación anómala creada respecto a las demás provincias de
la monarquía.
Esta segunda tentativa de división,
por más loable que fuera, adolecía del mismo vicio que la primera, es decir,
que no había obtenido la sanción previa de las Cortes. Era un remedio más o
menos hábil, pero no una solución. Creóse un subgobierno en Las Palmas, para
cuyo empleo fue nombrado el que lo había sido de Tenerife don Francisco
Belmonte, con ciertas
atribuciones especiales que facilitaran la tramitación de los asuntos de
localidad. (A. Millares, t.5.1997)
1859.
Informa la Comandancia de
Ingenieros de Canarias sobre la defensa de la isla y propone fortificar los
puertos de Santa Cruz y La
Orotava por mar y tierra, y hace presente que la ciudad de La Laguna es el punto que debe
servir primero como centro y reunión de las fuerzas que guarnecen la isla, para
atender, ya a Santa Cruz, distante de
ella legua y media, ya a La
Orotava que está a unas cinco, y estar además en situación de
rechazar los diferentes amagos que por los pequeños fondeaderos y por las calas
pudiera intentar un enemigo; en segundo lugar, dicha ciudad debe servir de
punto de retirada de las tropas que después de sostener el ataque en alguno de
aquellos puntos y no pudiendo impedir un desembarco, continuasen allí la
defensa de la isla con más ventajas que en la costa.
Inspirado en este criterio fue
sin duda por lo que, a comienzos del siglo XX, se ordenó a la Comandancia de
Ingenieros se redactase un proyecto de construcción de un Establecimiento de Intendencia para la
fabricación de varios productos alimenticios en La Laguna, tratándose incluso
de la adquisición de los terrenos en el camino de Las Mercedes antes de llegar al lugar conocido
por La Cancela.
También se ordenó se construyese en dicha ciudad el Parque de
Artillería y se estudió un Proyecto para cons- truir en los alrededores de la Cruz de Piedra un cuartel
para las tropas de Caballería; posteriormente, terminada la guerra civil
(1936-1939), al decidirse la demolición del Castillo de San Pedro en Santa
Cruz, alojamiento de las Tropas de Ingenieros, se tuvo la
idea de construir el nuevo
alojamiento de estas Tropas en La
Laguna, pero por no facilitar los solares necesarios al
efecto el Excmo. Ayuntamiento de la ciudad, si bien se construyó en el término
municipal lo fue en el lugar denominado La Cuesta. En el año
1950 se ha hecho la expropiación
de parte de los terrenos para la construcción del nuevo Parque de Artillería en
el lugar conocido por La
Glorieta en la carretera de Tejina, cuyo emplazamiento ha
sido aprobado por la
Superioridad así como el Programa de nece- sidades de la
obra.
En una plaza de guerra como Santa
Cruz, no deben radicar servicios e instalaciones militares que quedaran bajo la
acción de que corone la Ciudad
con motivo de que los ingleses quisieron invadir la isla.
Viera y Clavijo al tratar de este
asunto dice que el Comandante General Dávila y Guzmán reparó varias
fortificaciones, construyó nuevas trincheras y reductos, «...y trató de
levantar sobre el risco de San Roque una fantástica Ciudadela que coronase la
ciudad de La Laguna...»
lo que era una medida acertadísima a pesar del calificativo de Viera, pues La Laguna, por su situación,
distancia a que se halla del mar, carreteras y caminos que de ella parten,
etc., etc., es el reducto de la isla y la ciudad militar por excelencia, centro
y residencia que debería ser de todas las instalaciones militares, salvo como
es lógico de las correspondientes a la defensa marítima, sin olvidar que las
plazas marítimas suelen siempre tomarse por tierra.
En una plaza de guerra como Santa
Cruz, no deben radicar servicios e instalaciones militares que quedaran bajo la
acción de Registro de la
Propiedad de La
Laguna ellO de Febrero de 1899 al folio 119 vt del tomo 64,
libro 34 de dicho Ayuntamiento, finca n°2.191, inscripción 4a, con una
extensión de 3.930,00 m2.,
y linda al N. con la prolongación del callejón de la Ruda a empalmar con el camino
de Las Mercedes; al S. con la plaza de San Francisco, al E. con la tapia que lo
separa de la huerta que fue del convento franciscano y al O. con la prolongación de la calle de los
Alamos en dirección al camino de Las Mercedes.
Posteriormente se ha ampliado
esta superficie a 5. 12.0,00 m2., tomando parte de este camino, y está la
huerta toda cercada a excepción del lindero Este que se apoya en la tapia que
lo separa de la huerta que fue del convento franciscano, adquirida después por
D. José Palazón y más tarde por el Ejército para ampliación del Cuartel de
Artillería.
En este solar se construyó la Residencia de verano de
S.E. con una superficie de 700,00
m2., en el extremo Sur, compuesta de cuatro crujías, dos
laterales que corren de Sur a Norte, otra de fachada doble y otra intermedia,
resultando en esta disposición un patio delantero y otro posterior rodeados
ambos de galerías en forma de claustro; el proyecto fue aprobado por R.O. de 9
de Junio de 1899 y se terminó la obra en 1901.
1859. Se produce un incendio el Andén (Vallehermoso) isla de La Gomera.
1859
Marzo 30.
En la Historia manuscrita del
Puerto del Arrecife, al tratar de los
volcanes, se hallan noticias del de 1730, las cuales vendrían bien reuniéndolas aquí. -Asimismo, en el Num.° 3, del
periódico titulado «El Guanche», del 30, de marzo de 1859, se halla un
comunicado de la isla de Lanzarote suscrito por Dn. Juan Nepomuceno
Montesdeoca, referente, a que el
pueblo de Tinajo, habiendo sido amenazado por un torrente de lava ardiendo el año 1730, sus vecinos fueron en procesión con una imagen de la Virgen de Dolores hasta
donde pudieron acercarse a la lava,
fijaron allí una Cruz, y ofrecieron si Dios les libraba de aquella destrucción edificar una ermita a N.a
Sra. de los Dolores en
aquel paraje, lo cual cumplieron, por que su enemigo les respetó parando su carrera. -Otro tanto sucedió en
el volcán de 1824, que se desvió de
Tinajo, a pesar que por la inclinación del terreno se temía lo destruyese. El primer punto de esta descripción se halla en el archivo de la parroquia de dicho
lugar, pero escrita al principio del
corriente siglo 19, por algún curioso que no quiso pareciese esta piadosa
tradición. La ermita a pesar de la devoción se fue arruinando últimamente, en términos, que la Sta. Imagen
la llevaron a la parroquia. El año 1851, reedificóse su pequeño templo a solicitud especial de D". Francisco Frías y el 18
de novc. de 1858, fue trasladado
a su ermita con gran pompa, y predicó Dn. Telesforo Saavedra, canónigo de Tenerife, siendo preciso colocar
la cátedra por fuera de la puerta a causa del gran concurso.
Por agosto
del año 1814; el que escribe durmió sobre la lava junto a
dicha pequeña ermita en compañía del mismo Dn. Agustín Cabrera
(cuyas cartas preceden en este cuaderno) y otros jóvenes, yendo
de diversión desde Tinajo a la
Geria, bien ajeno del milagro, ni de las
calamidades que pesaron sobre aquel propio terreno en los años que la erupción
los cubría. (José A. Álvarez Rixo, 1982: 230-232)
1859 Abril 3. Viene al mundo en Mazo, Benahuare. Juan
Pérez Díaz. Perteneciente a una familia de destacados políticos coloniales
locales. Fallecería, en Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife), el 22 de abril
de 1908. Su padre, Blas Pérez Sánchez, al igual que sus tíos paternos Alonso y
José Antonio, ocuparía la
Alcaldía de Mazo en varias ocasiones.
Su primo hermano
Alonso Pérez Díaz, de quien fue padrino de bautismo católico con fecha 11 de
julio de 1876, se convertiría en líder de los republicanos de Benahuare (La Palma), y su hijo, Blas
Pérez González (1898-1978), fue ministro de la Gobernación en España
durante con el gobierno de la dictadura fascista del general Franco de septiembre de 1942 a febrero de 1957. Por
su parte, Juan Pérez Díaz, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad española
de Sevilla, fue responsable en Mazo, en los años ochenta y noventa del siglo
XIX, del servicio de atención domiciliaria a los pobres y ocuparía el cargo de
director sanitario del puerto de Tedote n Benauare (Santa Cruz de La Palma). Vinculado al mundo
de la masonería insular, destacaría por altruismo en el desarrollo de su labor
como médico. Su decidida actuación durante la epidemia de fiebre amarilla que
sufrió Benahuare (La Palma)
en 1888, fue recompensada por el colonialismo español con la concesión de la Cruz de Segunda Clase de la Orden Civil de
Beneficencia.
1859 Julio 16.
El Ingeniero D. Salvador Clavijo
informó nuevamente en relación con las fortificaciones de Canarias, en
cumplimiento de lo dispuesto en la
R.O. de 7 de Mayo del mismo año, y entre otros extremos dice
así: «...Más, haciéndome cargo después de
la defensa general de Tenerife, formulaba cuáles deberían ser las defensas de
los puertos de Sta Cruz y la
Orotava, fortificados en el día y que ofrecen verdaderos
puntos de ataque que pueden conducir al interior de la isla para asegurar su
posición. En este pensamiento se considera la ciudad de La Laguna como el punto
céntrico de la isla, que debe servir primero como centro de reunión de las
fuerzas que la guarnecen, para atender; y á á Sta Cruz distante de ella legua y
media, y á al Puerto de la
Orotava, que dista cinco aproximadamente, y estar además en
situación de rechazar los diferentes amagos que por los pequeños fondeaderos y
por las calas que la costa ofrece, pudiera intentar el enemigo. En segundo
lugar dicha ciudad debería servir como punto de retirada á las tropas que
después de sostener el ataque en alguno de aquellos puntos, no pudiesen impedir
un desembarco en fuerza, para continuar allí la defensa de la isla con más
ventajas que se hubiera hecho en la costa... Las defensas de La Laguna deben reducirse, á
mi juicio, á un extenso fuerte ó ciudadela sobre la altura, llamada de S. Roque
al N. de la población y muy próxima á ella. La extensión de esta obra deberá
ser tal que pueda contener sobre dos mil hombres, á favor suyo puede también
defender la población cerrando momentáneamente sus avenidas y disponiendo
convenientemente alguna de sus casas exteriores...» Está fechado el informe
en Santa Cruz de Tenerife el 16 de Julio de 1859 y dirigido al Excmo. Sr.
Ingeniero general, acompañándose además plano de la fortificación propuesta en
la altura de San Roque. (José María Pinto de la Rosa, 1996)
1859 Noviembre 16.
Junto a esta primacía, Gáldar en el siglo
XIX ostentó la capitalidad de la mitad nor-occidental de Tamaránt (Gran
Canaria), elevándose su antigua Alcaldía de Mar a categoría de Ayudantía por
Real Orden del 16 de noviembre de 1859, con jurisdicción en la costa desde
Arucas a Mogán.
1860.
Históricamente, la colonia española del Archipiélago Canario, debido a su
escasa vinculación económica con la metrópoli y a la limitación del espacio
físico insular, agravado en el caso de Canarias por la fragmentación y
dispersión del territorio en diferentes unidades geográficas separadas unas de
otras por el mar, se ha visto abocado al desarrollo de una economía
caracterizada en su esencia por una fuerte dependencia exterior, centrada en la
exportación, especialmente de cultivos agrícolas.
El interés de los distintos
estados del occidente europeo por los archipiélagos atlánticos en el siglo XIX
está relacionado con la carrera colonial de las distintas potencias europeas
que se discuten su posición hegemónica en los sistemas de tráfico trasatlántico
y en la expansión colonial que en unos pocos años debía someter a la soberanía
de Europa toda Africa y una parte de la península de Indochina. Durante la
segunda mitad del siglo XIX y primera del XX, el crecimiento económico de las
Islas Canarias va a estar en su gran mayoría controlado por las compañías
navieras inglesas establecidas en el Archipiélago (Fyffes Ltd., Elder Dempster
Co. Ltd., Yeoward Bros...). La
Banca, los seguros, las sociedades que realizan la
infraestructura de las principales ciudades canarias son de capital europeo que
aprovechan para sus inversiones en las islas el sistema de Puertos Francos
implantado en 1852 apoyado unánimemente por los sectores dominantes isleños.
La influencia económica y
cultural ejercida fundamentalmente por los ingleses sobre las islas durante
este periodo de tiempo, denominado por algunos historiadores como la etapa de
las «Canary Islands» (1860 a
1914), el cual va a entrar de lleno en la órbita de la economía del
imperialismo británico, fue tan importante que incluso llegó a hablarse de una
«britanización del Archipiélago», Es decir, la intensificación de los
intercambios comerciales y las crecientes relaciones culturales mantenidas por
el Archipiélago con países europeos como Inglaterra, Alemania, Francia u Holanda,
propiciadas en gran medida por el expansionismo ultramarino europeo de finales
del siglo XIX que hizo de las islas una escala obligada de los navíos a vapor
que surcaban el océano Atlántico rumbo a las otras colonias, convirtió a sus
puertos en importantes estacionamientos de suministros de carbón y éstos
conocieron un floreciente tráfico marítimo comercial controlado por capital
extranjero no español.
La colonia de Canarias conoció
unos años de crecimiento económico, pero su marcada dependencia exterior no
siempre posibilitaría su desarrollo económico y social. La distribución de la
riqueza generada por este crecimiento tuvo una desigual distribución entre las
islas y los distintos sectores sociales criollos dominantes. La fragilidad de
este sistema económico es grande, tal como se verá en las graves crisis
internacionales del siglo XX y muy particularmente durante la Primera y Segunda Guerra
Mundial.
El Archipiélago Canario, cuyas
relaciones con la metrópoli se reducían casi exclusivamente a conexiones de
índole política y fiscales, a pesar de su no injerencia en los conflictos
bélicos, va a sufrir los impactos de las contiendas de una forma bastante
negativa al provocar en las islas una de tantas situaciones de gran
inestabilidad económica y social. (María Teresa Noreña et al. 1991)
1860. El suministro de
carbón para los buques de vapor en el puerto de Añazu (Santa Cruz) fue
importante. Se trataba de un producto de importación y de libre comercio. La
iniciativa de la organización del suministro se permitió al comercio
particular. Varias compañías de importación y exportación se formaron o
establecieron en Santa Cruz. En 1881 existían en la ciudad cuatro depósitos a
la orilla del mar, organizados para poder suministrar con un ritmo de 30
toneladas por hora. El carbón se cargaba en lanchas, en cuatro muelles, de los
cuales tres pertenecían a los depósitos particulares, y luego un vaporcito de
20 toneladas arrastraba las lanchas hasta ponerlos al flanco de los navíos: de
este modo se habían suministrado en 1880 un total de 115 vapores, con 10.075
toneladas de carbón.
La
primera compañía establecida en la colonia para el suministro de carbón parece
haber sido la compañía Bruce, Hamilton, Davidson, Lebrun y Compañía, autorizada
en 1850 a
poner tinglados en la playa próxima a la batería de San Pedro, bajo las
restricciones determinadas por la real orden de 13 de febrero de 1845. Estas
restricciones eran importantes: por aprovechar la playa, la empresa corría el
riesgo de verse obligada a abandonarla a requerimiento del gobernador militar
de la plaza, sin ninguna indemnización. Y fue exactamente lo que pasó en 1876,
cuando los Hamilton tuvieron que transferir su tinglado a Valleseco. A pesar de
este peligro, los depósitos de carbón para el suministro de escala se
multiplicaron rápidamente: Virgilio Ghirlanda (1851), Juan Cumella (1857),
Hermanos Cory (1862), Davidson (1868), Juan Croft (1891), Inocencio Fernández
del Castillo (1891), y varios más, cuya fecha de instalación se ignora. En 1881
existían cuatro carboneras, tres de ellas con su muelle y con una capacidad de
suministros de 30 toneladas por hora.
1860. El italiano
Angelo Parodi crea en la playa de la
Cantera isla de La
Gomera una factoría de salazón de Atún.
1860.
Se utilizaban líneas de vías
férreas para transportar, en vagones (carros con ruedas para vía) tirados por
animales o empujados por los propios trabajadores, carbón y otras mercancías
que se descargaban en los embarcaderos y llegaban a los almacenes construidos
en la zona portuaria. (Fuente: Rafael
Cedrés – análisis de fotografías, entrevistas y datos sueltos en documentos).
1860. La presencia, sobre todo de criollos de la colonia canaria,
en las costas del continente le sirvió a España, cuatro siglos después, para
reclamar a Marruecos antiguas reivindicaciones territoriales frente a las
islas, que más tarde cristalizaron en la concesión de Sidi Ifni y Sáhara
Occidental. Fue a raíz del tratado de Tetuán (1860) cuando se inicia el proceso
de localización de la antigua fortaleza de Santa Cruz de la Mar Pequeña,
sucediéndose las expediciones y campañas en su búsqueda. En ellas intervinieron
eminentes militares y políticos españoles, como Jorge Juan, Fernández Duro y
Alcalá Galiano, así como algunos
ilustres criollos, el notario de Arrecife Antonio María Manrique, abuelo
del recordado artista lanzaroteño César Manrique y el médico y etnógrafo
tinerfeño Juan Bethencourt Alfonso, autor, entre otras, de la gran obra
"Historia del Pueblo Guanche".
Estos dos destacados canarios contribuyeron, con sus datos de Puerto Cansado recogidos "in situ" y los planos aportados (1882), a corregir el error de otros autores que, de manera interesada, habían localizado Santa Cruz de la Mar Pequeña en Sidi Ifni.
A pesar de todas estas
vicisitudes e incidentes, los canarios siguieron frecuentando las costas
continentales, faenando en las pesquerías del extenso litoral comprendido entre
el Cabo Guir y Cabo Bojador, en los primeros siglos postconquista, hasta
ampliarlas a las ricas aguas tropicales de Cabo Blanco y Banco de Arguín.
1860 Abril 27. El
título de Duque de Tetuán es
concedido, según Real Decreto al criollo Leopoldo O´Donnell y Jorris, I Conde
de Lucena, por la Reina
Isabel II.
1860 Mayo 2.
El mando militar en la colponia
concede la autorización para instalar los 650 metros de vía férrea
entre el puerto y la cantera de “San Pedro” por las que circularán los carros
(vagonetas de pequeño tamaño) tirados por animales que transportarán las
piedras para la ampliación del puerto de Santa Cruz. El ancho de estas vías era
de 1.220 milímetros.
(Fuente: libro: Historia del Puerto de Santa Cruz de Tenerife – Alejandro
Cioranescu).
Imagen tomada de: http://www.patriciaensaturno.com/category/libros-del-universo/
Quiero testificar sobre cómo me curaron del herpes. He estado viviendo con esta enfermedad durante los últimos 11 meses, he hecho todo lo posible para curar esta enfermedad, pero todos mis esfuerzos resultaron abortivos hasta que conocí a un viejo amigo mío que me contó sobre un médico a base de hierbas llamado Dr. Oniha, dijo. Me dijo que el Dr. Oniha tiene cura para todo tipo de enfermedades, aunque nunca creí en eso porque creo que no hay cura para la enfermedad del herpes. Pero decidí intentarlo cuando contacté al Dr. Oniha, me dijo que tiene una cura para el herpes que curó con hierbas medicinales. Ordeno la medicina a base de hierbas, que el Dr. Oniha me envió a través de un servicio de mensajería que utilizo y ahora he aquí que el herpes se ha ido y ahora tengo mi vida de regreso, si estás ahí viviendo viviendo con esta enfermedad, me agradarás para contactar también al Dr. Oniha y curar esta enfermedad de su cuerpo. Soy un testimonio vivo de la cura herbal del Dr. Oniha. Gracias una vez más al Dr. Oniha por ser enviado por Dios. contacte al Dr. oniha a través de su información de contacto.
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