Teodoro Santana
Explicaba Karl Marx que, en cualquier sociedad, las ideas dominantes son las
de la clase dominante. Y en Canarias las ideas dominantes son las de los
dominadores, la de los colonizadores que siempre se han reivindicado como
españoles y como europeos. Ocurre desde la colonización, tras el pacto -incluso
de sangre entre la élite dirigente canaria y los nuevos amos conquistadores,
traicionando a la inmensa mayoría de los canarios, hasta el punto de llevar en
comandita el negocio de esclavos, por no hablar del reparto de tierras y hasta
de títulos nobiliarios.
Todos los esfuerzos ideológicos se
dirigieron a la "españolización" de la mano de obra restante, con la
eliminación más implacable del lenguaje, la religión y las señas de identidad
de los canarios. Acompañado todo ello con el mito de la extinción física de los
canarios originarios, burda mentira repetida ad nauseam hasta hoy en día. Un
genocidio cultural persistente en el tiempo, que ha servido para mantenernos en
la ignorancia y el sometimiento.
A lo que se suma, como no podía ser de otra
manera, una visión sobre nuestro continente propia del más rancio colonialismo
imperialista, según la cual África no es más que un descampado de negros en
taparrabos, salvajismo, hambre, barbarie y moscas. Frente a ese infierno,
Europa nos ha sido presentada siempre como el reino de la civilización, el
paraíso de la riqueza, la tierra prometida del bienestar. ¿Quién no quiere ser
rico, europeo, cristiano y blanco? ¿Quién va a preferir ser africano y
miserable? ¡Europa, Europa, aunque sea como criados!
Nada más insultante para la burguesía
colonial y dependiente que ser tachada de africana. O mora. Somos
"españoles" por la gracia de Dios y por derecho de conquista.
¿Canarias colonia? Por favor, sí somos europeos. Bastante nos hemos dedicado a
borrar todas las huellas del crimen. Por si acaso, eliminemos toda la Historia de Canarias de
escuelas e institutos, incluso la contada por nosotros.
En un debate reciente, una cargo público
(o carga pública) del PSOE se atrevía a despachar nuestra realidad colonial
haciendo el chiste fácil de que "Canarias no es una colonia, es un
perfume". Pues sí, aunque ella lo decía para menospreciar -y
menospreciarse-, la verdad es que su ex abrupto refleja una realidad: para las
clases dominantes, tanto la metropolitana como la cipaya: lo
"canario" es sólo un aroma con el que adornar su discurso, algo
meramente superficial para tapar la fetidez de nuestra realidad.
Cierto es que Canarias y lo canario es hoy
algo mucho más amplio, complejo y evolucionado que lo meramente amazigh. Que
los componentes del resto de África, de América Latina, de Europa y de nuestro
propio desarrollo histórico, son parte indisoluble de lo que somos. Pero,
precisamente por ello, la amputación de cualquiera de esos componentes
conformadores de nuestro pueblo sólo sirve para ocultar aún más nuestra
realidad.
Para mantener esta ideología dominante,
tanto el imperialismo español como la clase capitalista colonizada poseen
poderosos mecanismos, desde la religión a la escuela, desde los medios de
comunicación -tanto estatales como locales- hasta las universidades. Una
implacable maquinaria contra la que es muy difícil resistirse.
Pero la izquierda que quiera acabar con el
capitalismo en Canarias no puede rehuir la batalla porque sea difícil,
acomodándose en el hegemonismo ideológico españolizante y europeizante, esto
es, en la visión del enemigo de clase. Provenientes históricamente de las
clases dominantes, los dirigentes de la izquierda en Canarias también prefieren
ser blancos, españoles y europeos. Participando así de la posición imperialista
y colonialista, por mucho que se la vista de "roja" ¡Y qué cómodo
resulta que todo el "pensamiento" y la acción política venga ya
elaborados desde la metrópoli!
De esta manera, no sólo se es incapaz de
acertar con "el análisis concreto de la realidad concreta", sino que
se despeja el campo de batalla para que lo ocupe la extrema derecha
"independentista", revestida del guanchismo más trivial y simplón,
auténtico ariete contra cualquier proceso serio de descolonización y superación
del capitalismo en nuestra patria.
A esa izquierda imperialista y
españolizante poco le preocupa el permanente genocidio cultural de nuestro
pueblo, la amnesia forzada sobre nuestras raíces amazigh -y sobre todas las
demás-. Aún más, es un tema que les da repelús, una complicación que no quieren
asumir: ¡bastante ocupados están en panfletos y elecciones, en sus pequeñas
tiendas y en sus componendas!
Pero a medida que el mito europeo se
descompone, y a medida también que los proletarios comiencen a asumir la
dirección de sus propias organizaciones, todo esto tenderá a cambiar. Y sólo
quienes estén dispuestos a afrontar completamente la realidad compleja y
difícil del capitalismo en Canarias, podrán marchar con nuestro pueblo hacia delante,
hacia donde crece una Canarias Libre y Socialista.
Teodoro Santana. 7 de febrero de 2013
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