jueves, 13 de noviembre de 2014

EFEMERIDES DE LA NACION CANARIA




UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

PERIODO COLONIAL 1471-1480


CAPITULO VI



Eduardo Pedro Garcia Rodriguez

1479 abril 13.
Diego  de Cabrera  (criado  de  [1] Pinelo, mercader  ginovés,  estante  en  Sevilla)  vende  a  Juan  de  Córdoba  (hijo  de  Ferrand  González de  Córdoba,  vecino  de  Sevilla)  una  esclava  canaria,  natural de la Grand Canaria, de edad de cuarenta años, de color blanco,  por precio  de 4.600 maravedís.  .(P. A., 1441-1494, fol. 264).
(Francisco Morales Padrón.Canarias en el Archivo de protocolos de Sevilla, en: mdc)

1479 abril 22.
El  licenciado Alfond  González  de Guadalajara (recebtor  de los quintos pertenecientes  al Rey y  la Reyna nuestros Señores  en estos sus  reynos y  señoríos  de Castilla, por  virtud  de poderes  que  tiene  de Sus Altezas  y  por  quanto  dieron  su  carta  execu-  toria)  otorga  a Diego  de Ferrera, Señor de  las Yslas  de Canaria, para  yr  a  executar  en los bienes  y personas  de quantos vecinos y moradores  de la Ysla  de Lanzarote, qu'es  en Canarias, o de otras personas vecinos  de quier Yslas de Canaria, ciertos pesos de oro  (800) que se  traen de la  Mina de Oro, y que las dichas personas devían a los Reyes, del quinto de  una caravela de Portugal que en  la Ysla de Lanzarote fue  tomada por  los  vecinos  de  la Ysla,  segund  en  dicha  carta  executoria  se contiene;  dio  poder a Antón Verde, escrivano de la Ysla de Lanzarote, criado de Diego  de Herrera,  para  cobrar  dichos  800  pesos  de oro,  y  da poder  a Fray  Miguel, franciscano, capellán de los Reyes,  para cobrar  de Antón Verde  lo que tenga cobrado y seguir  cobrando, y para pleitos en razón de dicho… (Francisco Morales Padrón.Canarias en el Archivo de protocolos de Sevilla, en: mdc)

1479 Julio 7. Trujillo. (f.3). Seguro a favor de Alfonso de Salvatierra a quien se ha ordenado armar un carracón y dos carabelas para hacer la guerra a Portugal, concediéndole las presas que hiciese, salvo el quinto de lo de la Mina y Canaria. La Reina. Alvarez de Toledo. . (E.Aznar;1981)

1479 Agosto 11. Trujillo (f.l 00). Ejecutoria de la sentencia dictada por el alcalde de casa y corte contra Juan Guerra, capitán de nao, Alvaro, hijo de Gonzalo de Ayón, Pedro, hijo de Luís Alonso Fijador, Gabriel Pardo, hijo de Pedro Pardo, y Pedro Gironela, catalán, vecinos de Moguer, y Domingo Alonso, vecino de Palos, por robar las naves de Juan Felipe y Juan Miguélez, ingleses. Por dicha sentencia, dada en Trujillo el 28 de julio de 1479, se condenó al primero de los inculpados apena de muerte y a los restantes a 2 años de destierro en las islas de Canaria, más el pago de 5.000 coronas en compensación de las naves y mercancias. Fernando licentiatus. Reg: Diego Sánchez. . (E.Aznar;1981)
1479. Por medio del Tratado Alcaçove – Toledo Portugal se compromete a no intervenir en la conquista de las Canarias con lo que abandonan La Gomera.
1479 Agosto 12. Como llegó la carabela en que iba preso el capitán Juan Rejón a San Lúcar de Barrameda, tomó la posta y presentóse en Sevilla ante el asistente Diego de Merlo y el cronista Alonso de Palencia, comisarios de la conquista desta isla de Gran Canaria. Y, dando sus descargos y vistos ser buenos y ser necesaria la presteza, por la falta de las provisiones y que, tardando de enviar socorro, se ponía en términos de perderse la conquista, acordaron despachar una armada de cuatro navíos con gente y bastimento, y dieron la capitanía de ella a Pedro Hernández Cabrón, vecino y regidor de Cádiz. Vino en estos navíos el obispo de Rubicón don Juan de Frías, proveído por la muerte de don fray Tomás Serrano, natural de Andújar. En aquel tiempo acordaron los comisarios volviese el capitán Juan Rejón a la conquista con el obispo, a quien encargaron los concordase y compusiese y hiciese amigos, dándole la orden que habían de tener y hacer, y sus cartas con los capítulos que tenían de guardar en gobernarse, firmadas de sus nombres; y que, hechos amigos y conformes, todos siguiesen la conquista de la isla de Gran Canaria, como se es encargaba en nombre de Sus Altezas.

También vino en esta armada, en compañía del obispo don Juan de Frías, Esteban Pérez de Cabitos por alcalde mayor de Gran Canaria, nombrado por el rey por toda su vida, dada la provisión en quince días del mes de marzo de 1478 y confirmada en la ciudad de Trujillo, en 17 de mayo de 1479. Llegó esta armada al puerto de Las Isletas de Canaria, a doce de agosto de 1479; fueron muy bien recibidos. Pidió luego el obispo al gobernador Pedro del Algaba y al deán don Juan Bermúdez y a Hernán Peraza, que había venido de Lanzarote con alguna gente y provisión al socorro, se juntasen en la torre; y con ellos estuvieron en la junta el capitán Pedro Hernández Cabrón y Alonso Jáimez de Sotomayor, alférez mayor, y Alonso de Lugo, y Ordoño Bermúdez, y Esteban Pérez Cabitos, alcalde mayor, y Esteban de Valdés, alguacil mayor, y Francisco de Espinosa, y otros muchos nobles hidalgos. El obispo don Juan de Frías comenzó a exhortar y persuadir al gobernador y deán la amistad y conformidad del capitán Juan Rejón, que había venido con él por mandato de los comisarios de la conquista; sobre que hubo muchos dares y tomares, en razón de la traída y venida del capitán Juan Rejón, de que se presumía no resultase algún desconcierto. El obispo dijo que él lo había traído por orden de los comisarios, como lo vían por aquellos recaudos de que hacía demostración, exhibiendo la carta y capítulos que le habían dado y encargado, y la orden que se había de tener y guardar entre sí.

Visto por el gobernador Pedro del Algaba no traía Juan Rejón carta ni provisión de los Reyes Católicos, dijo que él había preso a Juan Rejón y enviádolo a Sus Altezas, por excusar escándalos y diseniones, las cuales no se podían excusar y se habían de seguir con su presencia; y hasta que Sus Altezas provean por su real carta y provisión firmada de su nombre otra cosa, él no puede innovar nada; que no conocía al asistente de Sevilla, ni a Alonso de Palencia; que él proveería lo que cumplía al servicio de sus reyes y señores, y que, si Juan Rejón traía provisión o carta suya, le requería la mostrase, porque, vista por él, cumpliese lo que se le mandase. El obispo respondió que no traen otras cartas ni provisiones, sino los capítulos y cartas que tienen mostradas, firmadas de Diego de Merlo, asistente de Sevilla, y de Alonso de Palencia, los cuales, como del Consejo de Sus Altezas y personas tan graves, no se atreverían a nombrar comisarios, si no lo fueran y tuvieran poder para ello de Sus Altezas. A 1o cual respondieron don Juan Bermúdez, deán, y el gobernador Pero del Algaba, con acuerdo de otros caballeros, que no había lugar de admitir a Juan Rejón con el oficio de capitán de estas islas, por razones y causas que ofrecieron escribir a Sus Altezas; y que así cumplía a la pacificación de la gente que estaba en la conquista; y que suplicaban de lo proveído por los comisarios en los capítulos que el obispo había referido que se había traído de ellos. Era escribano Pedro Ángelo. En este cabildo presentó Esteban Pérez Cabitos su provisión, y fué recibido.

El gobernador Pedro del Algaba quiso prender a Juan Rejón secretamente. Mas el obispo, que lo vino a entender, por excusar escándalos y muertes que no podrían dejar de suceder con la prisión, trató con el gobernador que no lo hiciese, que él le prometía tornarlo a embarcar en los navíos en que había venido y enviarlo a Sevilla, al asistente, como se lo había dado; y con esto se aquietó y aseguró el gobernador .

Acordó el gobernador Pedro del Algaba y el deán don Juan Bermúdez se hiciese una entrada en la banda de Tirahana, pues tenían bastimentos y había gente que había traído el capitán Pedro Hernández Cabrón, el cual pidió esta entrada. Y, tomando parte de la gente que estaba en la conquista y con la que él tenía, se fué la vuelta de Tirahana, yendo en su compañía el obispo don Juan de Frías. Como llegaron, tomaron tierra, no pudiendo hacer presa, porque, como los canarios vieron los navíos, se subieron a los altos y sierras ásperas.

Los cristianos se metieron la tierra adentro en su seguimiento, tomando todo lo que hallaron en el lugar, que fué cebada, higos, y mucho ganado. Y, queriendo salir del lugar con la presa para los navíos, un canario cristiano que había ido con ellos les dijo que no saliesen del lugar donde estaban, porque todos los canarios estaban allí juntos, y
había muchas cuestas que descender muy agrias, y en ellas corrían gran peligro; que se estuviesen que dos allí dos días, pues tenían qué comer, y los canarios no tenían ninguna provisión y se derramarían en buscarla, y les sería más fácil la bajada. Mas el capitán Pedro Hernández Cabrón, como no había experimentado ni visto el ánimo y ligereza de los naturales, dijo que él no tenía temor a gente desnuda, y que tenía los navíos sin gente, que habían de ir adormir en ellos. (Fr. J. De Abreu Galindo)
1479  Agosto 24.  Una importante expedición militar invasora a la captura de esclavos, acaudillada por el obispo Juan de Frías y el capitán de la mar Pedro Hernández Cabrón, sufrió una seria derrota en los alrededores de La Caldera por obra de los valientes e indómitos guanches  de  Tirajana. Los castellanos experimentaron cuantiosas pérdidas en muertos y heridos; al mismo tiempo que revestía circunstancias trágicas la difícil retirada. Pedro Hernández Cabrón después de haber depredado en Tirahana con sus tropas de mercenarios inicia la marcha hacía la costa donde estaban fondeados los navíos. Como los canarios vieron ir a los cristianos al puerto, comenzaron también ellos a ir en su seguimiento; ya media cuesta, que es áspera y alta, dieron en los cristianos con grande ímpetu y gritería, que parecía hundirse la tierra, y los desbarataron, y mataron veinte y seis cristianos y hirieron más de ciento. Perdieron muchas armas, y fueron presos algunos cristianos. La gente que había quedado en los navíos, como vieron venir los cristianos huyendo y desbaratados, llegáronse cuanto pudieron a tierra con los bateles y barcas, y con algunos tiros que les tiraron los hicieron apartar, y la gente se pudo embarcar y el capitán Pedro Hernández Cabrón volvió al puerto, herido de una pedrada en la cabeza, y desembarcó la gente y municiones que le habían quedado y los mantenimientos. Y, vista la discordia que había entre el gobernador y el deán contra Juan Rejón, y que el obispo no había podido componerlos ni acordarlos, acordaron se embarcase Juan Rejón en los navíos y se volviese a España, y daría cuenta a los comisrios de cómo las desgracias sucedidas habían sido causadas de las discordias que traían ]os que gobernaban la conquista y así volvió Pedro Hernández Cabr6n a Castilla a buen tiempo, y trujo consigo a Juan Rejón; y dieron cuenta a los comisarios de la gran necesidad en que quedaban los de la conquista de la isla de la Gran Canaria. (Fr. J. De Abreu Galindo)
1479 Diciembre (s.d). Toledo (f. 33). Provisión, a petición de fray Andrea de Añis, nuncio y comisario apostólico de la santa indulgencia y conversión de Canarias, para que tanto él como Pedro de Setién, tesorero general de dichas indulgencias, y sus colaboradores puedan predicar por todo el reino la bula de Sixto IV, también valedera para los reinos de Portugal y Navarra, y de la que fue primer nuncio fray Andrea de Bolaño, ya difunto. Dicha petición está motivada por las maniobras de ciertas personas que pretextando la anulación de la bula pretenden utilizar la limosna para otros fines y por la comprometida situación de las tropas enviadas desde Sevilla, en número superior a los tres mil quinientos hombres, para la conquista de Gran Canaria, en la que han fundado la Villa de Las Palmas, El Rey. Camañas. Reg: Diego Sánchez. . (E.Aznar; 1981)

1479 Diciembre (s.d.). Toledo (f. 34). Mandamiento con emplazamiento, a petición de Pedro Gómez de Celaya, tesorero de la bula de la santa indulgencia y conversión de las islas de Canaria en el obispado de Calahorra, contra fray Pedro, comendador de la Orden de la Merced de la ciudad de Logroño, que ha de restituirle las bulas que le tomó y pagarle los daños que le ha causado. El Rey. Camañas. (E.Aznar;1981)

1479 Diciembre (s.d.). Toledo (f. 35). Mandamiento a petición de fray Andrea de Añis, nuncio y comisario apostólico para la conversión de las islas de Canaria, contra Francisco de Quemada, provisor del obispado de Calahorra, que tiene embargadas las limosnas de la bula para la conversión de Canarias, para que levante dicho embargo y permita la recaudación a todo el que tenga poder del nuncio o de Pedro de Setién, tesorero general. El Rey. Camañas. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar;1981)

1479 Diciembre (s.d). Toledo (f. 76). Mandamiento, a petición de Fray Andrea de Añis, nuncio apostólico de la Santa Indulgencia y conversión de las islas de Canaria, y de Pedro de Setién, tesorero general de dicha bula, contra una persona [el nombre en blanco] para que les entregue ciertos maravedis que les ha embargado. El Rey. Camañas. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar;1981)

1479 Diciembre (s.d.) (s.I.) (f. 36). Provisión, a petición de fray Andrea de Añis, nuncio de la Santa Indulgencia y conversión de Canarias, y de Pedro de Setién, tesorero general de la bula, para que todas las personas que haya tomado dicha bula sin pagarla lo hagan ahora, sin tener en cuenta el embargo puesto por Francisco Ortiz, alegando breves pontificios, ya que el Consejo Real ha fallado a favor de las bulas presentadas por fray Andrea de Añis. Se concede poder cumplido a las justicias para que puedan embargar los bienes de los que se nieguen a pagar y se ordena a los concejos que les den favor y ayuda, con sus personas y armas, para llevarlo a cabo. El Rey. Camañas. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar;1981)

1479 Diciembre (s.d.) (s.l.) (f. 38). Seguro a favor de fray Andrea de Añis, nuncio de la Santa Indulgencia y conversión de Canarias, y de Pedro de Setién, tesorero general, así como de los predicadores, receptores y recaudadores de dicha bula para la conversión de Canarias, ordenándose que se les proteja y se les procure alojamiento gratuito y alimentos a precios razonables. Sigue cédula real dirigida ai juez conservador de dicha indulgencia, para que éste dé sus cartas a Pedro de Setién ya los demás tesoreros. . (E.Aznar;1981)

1479 Diciembre 20. Toledo (f. 39). Comisión a Rodrigo de Marmolejo, contino de la casa real, a petición de fray Andrea de Añis, nuncio de la santa indulgencia y conversión de las islas de Canaria, para que investigue sobre las bulas que circulan por el reino; debiendo realizar su información en un plazo de seis meses, y presentarla, sellada y firmada por un escribano público, ante el rey, que decidirá en este asunto. Se ordena al dicho Rodrigo de Marmolejo detener a los culpables y secuestrar sus bienes, mientras llega la deci~ión real. El Rey. Camañas. Acordada y señalada: Alcocer y Lillo. Reg: Diego Sánchez. (E.Aznar;1981)

1479 Diciembre 20. Toledo (f. 40). Comisión a Rodrigo de Marmole contino de la casa real, a petición de fray Andrea de Añis, nuncio de la santa indulgencia y conversión de las islas de Canaria, para que investigue sobre las falsas bulas que circulan por el reino; su información debe realizarla en un plazo de seis meses y presentarla, sellada y firmada por un escribano público, ante el rey, quien decidirá en este asunto, entretanto debe detener a los culpables y secuestrar sus bienes; para todo lo cual, se ordena a los concejos y demás personas que le den favor y ayuda y se le otorga poder cumplido. El Rey. Camañas. (E.Aznar; 1981)

1480. El Papa Sixto IV, por la bula Varíís quamvís dístractí curís, de Roma?, a 22 de noviembre de 1480, debido a las depredaciones y abusos cometidos, retira de la jurisdicción del nuncio apostólico de Canarias, a Fray Andrés Zumis, de la secta católica de los franciscanos establecidos en Canarias, pasándolos a la del vicario general de las mismas, Fray Alonso de Zamora. 1.480. Fray Alonso de Zamora, (O.F.M.), parece que fue nombrado este año «nuncio y comisario apostólico» de Guinea, pues figura cómo tal el 20 de diciembre de 1480. Parece asimismo que poco después fue suprimida la nunciatura (¿En 1487, a la vez que la vicaría general?). El nombramiento de nuncios para Guinea y Canarias nos indica que por aquellas fechas, el Vaticano consideraba a las Islas Canarias como un reyno africano por someter, pero no como una colonia de las coronas de Castilla y Aragón.

1480. Las continuas pugnas y desacuerdos entre los mercenarios invasores castellanos: las desavenencias motivadas por el reparto de las rapiñas entre el mercenario Juan Rejón, y  el clérigo católico deán Bermúdez, Pedro de Algaba y el obispo Frías contribuyeron a constantes discrepancias tácticas y luchas por el poder, careciéndose de acciones globales y efectivas conforme aun plan bélico coherente, acentuado por la falta de alimentos y refuerzos.


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