viernes, 15 de agosto de 2014

OSCAR DOMINGUEZ PALAZON


1957 diciembre 31.

Se suicida en París (Francia) Oscar Domínguez Palazon

LOS DERROTEROS VITALES

El autor de esta obra nació en La Laguna (1906), pero vive su infancia en Tacoronte.

Los primeros rudimentos de la pintura los recibe de su padre, pintor aficionado. En 1927  está  ya  en  París,  como  corresponsal  de  los  negocios  de  su  familia  en  la exportación de plátanos. Vuelve a Canarias al año siguiente para cumplir el servicio militar, y en 1929 está de nuevo en la capital francesa, donde en 1934 es admitido en el grupo surrealista. Gracias especialmente a sus contactos pudo celebrarse en 1935, la II Gran Exposición Internacional Surrealista, que tuvo como sede especial la capital tinerfeña. Su última visita a las Islas tuvo lugar en 1936, de modo que su residencia va a estar especialmente en París, donde era conocido como “el dragón de Canarias”.

Estuvo casado con Maud Bonneaud (Limoges, 1921-Madrid, 1991), coleccionista y autora de esmaltes y esculturas surrealistas. Una vez divorciada de Oscar Domínguez caso en 1955 con Eduardo Westerdahl, siendo conocida  com Maud Westerdahl.

Tras una intensa actividad artística en la capital francesa, se suicida el 31 de diciembre de  1957.  La  acromelagia,  su  afición  a  la  bebida  y  los  trastornos  depresivos-  fue internado en un sanatorio psiquiátrico en tres ocasiones- terminaron por abocarlo a esta fatal decisión.

LA TRAYECTORIA ARTÍSTICA

Domínguez tuvo etapas diversas en su trayectoria artística, desarrollada, como se indicaba, esencialmente en París.

La etapa surrealista (1929-1938)

La influencia más marcada la recibe de Marx Ernst y Salvador Dalí. A este periodo corresponde Máquina de coser... Algunos de sus motivos ya los había utilizado Dalí, como la presencia del piano, el león o las figuras informes. Él aporta, sin embargo, aspectos propios del medio canario, tales son los terrenos volcánicos o el drago, así como las mariposas (en relación con las colecciones que su padre tenía). Los trabajos realizados entre 1933 y 1937 muestran un vocabulario formal que bebe de los propiamente dalinianos. Pero como indicaba el profesor Fernando Castro, Domínguez sólo adopta la manera de Dalí, pero no se apropia del contenido del lenguaje (1978, p.
45)
Desde el punto de vista técnico, es indudable que apenas hay paralelos entre la obra del catalán y el nuestro, pues la habilidad en el dibujo que muestra Domínguez es más bien modesta.

En 1934 inaugura una nueva técnica muy utilizada por el grupo surrealista, la decalcomanía.

En la pintura de Domínguez hay determinados objetos recurrentes, tales son las latas de sardinas y los abrelatas, porrones, imperdibles, pianos, fonógrafos, despertadores, cerraduras, máquinas de fotos, bicicletas, máquinas de coser y escribir, revólveres... En el orden animal destacaron los toros, leones, caballos, gallos y mariposas. Entre los vegetales, el drago.

Etapa cósmica (1938-1939)

Sin abandonar los presupuestos surrealistas, pues son plasmaciones realizadas sin control de la conciencia, Domínguez realiza paisaje cósmicos que recrean formaciones volcánicas, erupciones lávicas, corrimientos de tierra. Algunas telas de etos momentos recuerdan la pintura de Ives Tanguy.

La Guerra: etapa de las redes y las mujeres desmontables (1939-1942)

Los años que abarcan esta fase de la guerra mundial es bien parca, por lo que se trata de un período poco conocido.
La etapa de las redes recibe este nombre por las composiciones apretadas en las que toda la tela parece estar cubierta por alambres de espino. Ejemplo de ello es El Bosque (1938)

La faceta de las mujeres desmontables se caracteriza por el predominio de la figura femenina, frecuentemente con miembros extremadamente alargados, deformes, especialmente las manos.

Etapa metafísica: el influjo de Chirico (1942-1943)

Esta etapa supone la primera exposición individual del artista (1943). Allí se exhibe una  obra  que  recuerda  a  Chirico.  Ahora  aparecen  objetos  simbólicos  incluidos  en paisajes extraños, silenciosos, enigmáticos. Las formas son también distintas, pues muestra composiciones equilibradas, de preciso dibujo, anticipo de su etapa picassiana. Ejemplo de ello en Danse à Saint-Tropez (1942).

Etapa Picassiana (1944-48)

Domínguez había conocido a Picasso durante la guerra. Su obra muestra la admiración por el malagueño, como así lo indican la deformación y esquematización de la figura humana. El tinerfeño conserva, sin embargo, su sesgo personal. Es la época, además, de sus exposiciones en la antigua Checoslovaquia, país en que más muestra se hicieron de su obra, tras Francia. “Mujer peinándose” (1945)

Etapa de esquematización o del “triple trazo” (1949-1953)

Su pintura muestra un refinamiento de línea y color. Es la etapa de “los ateliers”, los talleres, pues el artista recrea el suyo con asiduidad. “Ninette llega a la puerta del país de las maravillas” (1952)

Etapa final (1954-1957)
Este período supuso la vuelta a la decalcomanía, ahora utilizada con tela y óleo. “Composición” (1955-56).

Una de sus últimas obras, realizada en 1957, es Le clown. El profesor Fernando Castro indicaba de ella que es una visión agria, despiadada y trágica en la cual autoironiza su propia deformación acromelágica y el papel de payaso que le estaba tocando interpretar, rodeado de un auditorio de snobs y pedantes. Esta obra revela el más absoluto desengaño de la vida y manifiesta la hondura de sus frustraciones y su inevitable insatisfacción. Es un   anuncio de su próxima muerte (1978, p. 61). Ya en abril de 1956, tras un internamiento, comentaba en una carta a Maud y Eduardo Westerdhal: pueden estar seguros de que esta vez la cura ha sido radical. Después de pasar cinco semanas en el infierno, estoy completamente curado y completamente feliz (...).  Mi  decisión  es  irrevocable.  He  terminado  con  la  vida  mundana  y  todos  los esnobard et imbéciles que me rodeaban (Catálogo, 1996, p. 305).

LA FORTUNA DE ÓSCAR DOMÍNGUEZ

El pasado año 2006 supuso el centenario del nacimiento del artista. Para celebrar este fecha, distintas instituciones publicas y privadas han organizado iniciativas diversas que tienen como fin homenajear al artista, al tiempo que colocarlo en el lugar que le corresponde, no en vano fue uno de los autores más destacados de la vanguardia española, aunque residiera gran parte de su vida en Francia.
Entre estas iniciativas anotamos las siguientes:

La exposición Éxodo hacia el sur: un itinerario de automatismo absoluto (1938-
1942), con sede en el Instituto Cabrera Pinto de La Laguna, y bajo comisariado de Ana Vázquez de Parga (del 30 de septiembre al 10 de diciembre de 2006). La muestra quedó dividida en cinco secciones: La sombra terrestre (I), Encuentro en Chemillieu (I), Las Nuevas tendencias (I), Marsella, la comunidad lúdica (IV), y Supervivencia del surrealismo en el París ocupado: la main plume (V), y recogió la labor desarrollada por las nuevas generaciones del surrealismo en la década de 1930. Se mostraron trabajos de más de una veintena de autores, entre los que citamos a Bretón, Tanguy, Ernst, Dalí, Magritte, Brauner, Lam, Massón, Matta y el propio Domínguez.  La  exposición  se  acompañó  de  un  ciclo  de  cinco  conferencias, desarrolladas en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, del 14 al 18 de noviembre pasado.

Congreso Internacional Surrealismo siglo XXI, llevado a cabo en la Universidad de
La Laguna.

La muestra Óscar Domínguez. El surrealismo volcánico, celebrada en el Instituto
Cervantes de París (mayo-junio de 2006).

Creación del Instituto Óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea (IODACC), ubicado junto al Mercado Municipal de la capital tinerfeña, que será abierto en 2008.

Reedición de la monografía Óscar Domínguez y el Surrealismo  (1978), trabajo de
Fernando Castro, profesor de la Universidad de La Laguna.

 Reedición de Gaceta de Arte y el Boletín Internacional del Surrealismo.

Ciclo de conferencias sobre el Surrealismo, desarrolladas en el C.E.P., Centro de
Profesores I, de la capital grancanaria.

Realización de la película Óscar, el color del destino. Se trata de un homenaje al pintor, interpretado aquí por el actor norteamericano, aunque de origen portugués, Joaquim de Almeida. Recreada en clave de suspense, la dirección corresponde al tinerfeño  Lucas  Fernández,  y  cuenta  con  actores  como  Victoria  Abril,  Emma Suárez, Tony Cantó, Jorge Perugorría y la canaria Kira Miró. El rodaje se realiza en Madrid, París, Praga y Tenerife. Se prevé su estreno durante los meses de mayo- junio de 2007.

 La muestra multimedia Óscar, desarrollada por Delirium Teatro, que recorrió el
Archipiélago el pasado durante el pasado mes de noviembre.

Homenaje al artista en el cementerio parisino de Montparnasse, realizado en la primavera del pasado 2006. Los restos del pintor descansan desde el 3 de enero de 1958 en el panteón de los Noailles, junto a los de Sartre, Baudelaire, Cortázar o Man Ray, entre otros.

MÁQUINA DE COSER ELECTRO-SEXUAL

1934. Óleo sobre tela. 99 x 80 cm. Colección particular a. Lo que se ve.

En primer plano observamos un cuerpo femenino que sale de unas formas vegetales, o es engullido por ellas. Sobre su espalda cae sangre que atraviesa un embudo. Este fluido surge de la boca de un toro. Sobre la cabeza del animal hallamos una paleta, elemento que se repite más arriba. Detrás, una máquina de juegos, y sobre ella un imán orientado hacia arriba.
En la plasmación dominan los tonos pardos y verdosos. Frente a ellos, el blanco del textil y el embudo, y el rojo y amarillo de la sangre y las paletas.

La tela  tiene un indudable sentido erótico. La mujer aparece aquí como una imagen pasiva, a merced de sus caprichos, siguiendo quizá los recuerdos infantiles y la excesiva protección que recibió, generalmente de personajes femeninos, cuando era niño. En
1938,  varios años después de realizar esta obra, Domínguez realizó, para los Cantos de Maldoror del conde de Lautréamont, una ilustración en la que ensambla de nuevo la figura femenina y el mundo vegetal. Al estar enraizada en el suelo, la mujer es puesta del lado de la pasividad, de la inacción.

La obra aparece bien descrita por el profesor Castro en su obra Antología Crítica del
Arte en Canarias. Comentarios a la colección de diapositivas. Guía del profesor” (nº
140, pp. 148-149). La comenta así:

Tendido en diagonal aparece un desnudo femenino (maniquí o estatua), que una planta carnívora trata de engullir. Mientras, sobre su dorso cae un hilo de su sangre (rojo sobre blanco) que destila la enorme cabeza de un toro (minotauro). La paleta de pintor que se halla junto a la cabeza del animal constituye un símbolo autobiográfico: la sangre derramada es la sangre de Domínguez, es el pigmento - incandescente como la lava - que su paleta destila. No es una visión abstracta del amor y de la muerte, sino su visión; no es una teoría, sino una vivencia. Por eso, el amor aparece asociado a los signos de la muerte y del sacrificio, pero también aparece asociado al arte (la paleta del pintor); porque para los surrealistas no había distinción entre el amor, la poesía y la muerte.


BIBLIOGRAFÍA

-    BOZAL, Valeriano (1995): “La facción surrealista en Tenerife”. En Arte del siglo
XX en España. Pintura y escultura. 1900-1939. Madrid.
-    CASTRO, Fernando (1978): Óscar Domínguez y el Surrealismo. Santa Cruz de
Tenerife.
-    IDEM (1987): Antología crítica del arte en Canarias. Comentarios a la colección de diapositivas. Guía del profesor. Edición de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.
-    LUCIE-SMITH, Edward (1992): La sexualidad en el Arte Occidental. Ediciones
Destino. Barcelona.
-    GUIGOU, Emmanuel (1997): “Las exposiciones de Óscar Domínguez”. En Gaceta de Arte y su época. 1932-1936. Catálogo. Centro Atlántico de Arte Moderno, pp.
197 a 211.
-    SÁNCHEZ  ORTIZ,  Emilio  (1992):  Eduardo  Westerdahl.  Colección  La  Era  de Gaceta del Arte, nº 1. Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.
-    VV.AA. (1985): Santa Cruz de Tenerife. Esculturas en la calle. Consejería de
Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.
-    IDEM (1996): Óscar Domínguez. Antológica. 1926-1957. Catálogo. Edición de la
Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.
-    -(1997): Gaceta de Arte y su época. 1932-1936. Catálogo. Edición del CAAM y la
Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.
-    -(2001): Óscar Domínguez, surrealista. Catálogo de la exposición organizada por la
Fundación Telefónica, Madrid, del 29 de noviembre de 2001 al 13 de enero de 2002.
-    -(2005): La part du jeu et du rêve. Óscar Domínguez et le surrealisme. 1906-1957.
Exposición en el Musée Contini de Marsella del 25 de junio al 2 de octubre de 2005.
-    WESTERDHAL,  Eduardo  (1971):  Óscar  Domínguez.  Edición  de  la  Dirección
General de Bellas Artes. Colección Artistas Contemporáneos, nº 17.
-    ZAYA, Antonio (1992): Óscar Domínguez. Colección La Era de Gaceta de Arte, nº
3. Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.








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