jueves, 24 de abril de 2014

LAS CABECERAS DE IZCAGUA





Las Cabeceras de Izcagua (Las Lajes, Garafía), en concreto a un amontonamiento de piedras situado a 2.030 m de altitud, en la margen izquierda de una barranquera. El majano posee un perímetro de rocas y lajas grandes de unos 11 m con un relleno que tiene como base un sustrato de tierra y piedras pequeñas y por encima se apilan un centenar de rocas más grandes. Su diámetro aproximado es de unos 3 m y la altura de 1,30 m. Contiene grabados rupestres y presenta un estado muy malo de conservación con muchas piedras caídas. Desde este lugar, el primer amanecer del solsticio de invierno es todo un espectáculo al producirse por el pico más destacado del entorno, Roque Chico.Este acontecimiento no es algo aislado pues se repite en todo el contorno superior de La Caldera de Taburiente, en la misma fecha, en distintos lugares y con referencias naturales sobre las montañas de las islas de La Palma y Tenerife. La constante repetición de un acontecimiento constituye una prueba irrefutable, una convicción compartida por toda una comunidad. La elección de un lugar para emplazar un majano nos aporta un principio de comprensión sobre la intención espacial de la cultura awara. Desde estos lugares el espacio se conceptualizó y se sacralizó. Se establece un vínculo vertical jerarquizado de una triada eterna -grupo de tres diferentes figuras y/o elementos divinos o míticos especialmente vinculados-. Se parte del amontonamiento de piedras, continúa en un destacado punto del relieve y culmina con la aparición del primer Sol del Año. Se trata, por lo tanto, de un verdadero simbolismo cosmogónico. Se encomendaban pues a las celebraciones del Año Nuevo, al comienzo y con la esperanza de que el mundo se renueve, que pueda comenzar una nueva historia en un mundo regenerado; es decir, creado de nuevo.Según Mircea Eliade la cima de la montaña cósmica no sólo es el punto más alto de la tierra, es también el punto donde dio comienzo la creación. Cada 21 de diciembre los awara rememoraban el mito del origen, la génesis del principio, experimentando una hierofanía o la manifestación de lo sagrado. Lo sagrado se visualiza y se eterniza.

Maria Gómez Díaz

Abril 2014.

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