Debido a las múltiples sectas
surgidas en torno al primitivo movimiento cristiano, fueron diversos los
evangelios escritos que circulaban, tantos como tendencias cristianas existían,
ello motivo a la iglesia cristiana de Roma en su afán homogenizador a realizar
una selección de aquellos textos que más se adaptaban a sus planteamientos
doctrinales declarándolos como los únicos auténticos, mientras que el resto
fueron declarados espúreos.
Como transportada sobre el
camello de una historia narrada y escrita mucho tiempo después del origen del
cristianismo, los llamados evangelios apócrifos sustentaron el mismo, y
consolidaron muchas de sus creencias, y aunque luego estos fuesen considerados
imposibles, recogen la mítica realidad del cristianismo inicial.
Ya sabemos que los evangelios
actuales son una confirmación tardía llevada a cabo por el Concilio de Trento
(1545), reunión eclesiástica que en el siglo XVI llegó a decisiones finales
sobre el uso y originalidad de los mismos.
Pero vale la pena señalar que la
tradición oral cristiana se inicia ya en eí año 30, y que la misma se asienta
en diversas historias que fueron creándose en torno a la figura de Cristo o
Jesús, historias que resultaron enriquecidas por la imaginación de las sectas
cristianas que aceptaron las mismas como la realidad, como el verdadero dato, como
el dato único.
La recopilación de los llamados
evangelios apócrifos es una muestra de estas visiones, ricas muchas de ellas,
llenas de aliento poético. Claro que con el paso de los tiempos y con el
crecimiento de las ideas desde el siglo I al II, las sectas cristianas, muchas
de ellas judaizantes, crearon una historia que se aferraba más que nada a la
imaginación.
El arte medieval cristiano acoge
tradiciones varias sobre Cristo y su vida. Hasta ese momento no se ha
estabilizado la imagen de los cuatro evangelios oficiales y por tales razones
historias que provienen de los llamados "apócrifos" enriquecen la
paleta y la imaginería medieval, dejando rastros importantes en lo que fuera
luego la iglesia consolidada. El caso el nacimiento de Jesús y otros, se trata
muchas veces tomando en cuenta no los evangelios oficiales, sino los apócrifos,
aunque inverosímiles a veces, más ricos en detalle y pormenores que los
aceptados por la iglesia católica. Las obras pictóricas de Fray Angélico y
Massaccio son buenas muestras de nuestra afirmación. Viejas influencias
judaicas, oriundas de los años iniciales del cristianismo confluyente con ideas
mosaicas, desaparecen dentro de la nueva religión cuando ella alcanza, hacia el
siglo III, su propia autonomía. Esa unidad se inicia con la aceptación de la
misma luego del llamado movimiento gnóstico, acaecido en el siglo E, y que crea
una profunda crisis entre los cristianos.
Como es habitual en la iglesia de
Roma, para justificar el rechazo de aquellos textos que no se ajustaban a sus
intereses, crearon una patraña sabiendo de antemano que la mayoría de los
fanatizados seguidores del romanismo aceptarían a pie juntilla sin cuestionar
las decisiones del obispo de Roma. Así, dieron nacimiento al bulo de que
colocados todos los libros denominados sagrados sobre una mesa e invocado el
espíritu santo, éste bajo de los cielos y de un manotazo arrojó al suelo los
libros que según Roma no habían sido inspirados por Dios. A partir de ese
momento los obispos de Roma se erigieron en únicos interpretes del mensaje del
Maestro Jesús, mensaje que naturalmente interpretaron y continúan interpretando
conforme a sus intereses terrenales, sin que les preocupe en lo más mínimo el
verdadero mensaje que proclamó el fundador del movimiento cristiano.
"Son diversos los Evangelios
escritos en los primeros tiempos del cristianismo, que a pesar de la feroz
destrucción a que posteriormente fueron condenados por el clero romano al
quedar fuera de la selección llevada a cabo escaparon de las llamas, los cuales
han sido calificados por la iglesia católica como apócrifos, algunos de ellos
han sido recuperados recientemente, entre ellos el Evangelio Esenio. En este
texto, se nos muestra a un Jesús que hoy en día sería considerado como un
animista y defensor a ultranza de la naturaleza en su estado más puro, siendo
quizás uno de los primeros ecologistas. En el Evangelio Esenio enseña que la Madre Tierra o lo que
es lo mismo, la
Diosa-Madre debe ser venerada como la verdadera madre del
genero humano y que sus hijos deben vivir en completa armonía con ella para
poder integrarnos en su esencia una vez concluido nuestro ciclo vital. Estos
planteamientos de espiritualidad en armonía con la naturaleza no debieron ser
del agrado del clero romano y por tanto declararon apócrifo dicho evangelio.
Evangelios Canónicos y evangelios apócrifos
Dentro del canon: Estos cuatro
evangelios representan dos tradiciones. Los tres primeros (Mateo, Marcos y
Lucas) tienen muchas cosas en común, porque dependen de una misma tradición,
como veremos más adelante. Se les llama "sinópticos", porque pueden
ser leídos en paralelo: "syn" = juntamente; "opsis" =
visión. El evangelio de Juan es notablemente diferente a los tres sinópticos.
Tanto el trazado como los contenidos y el estilo reflejan un clima y una
tradición distintas. No obstante, a pesar de las diferencias, todos ellos
narran los comienzos del ministerio de Jesús relacionado con Juan el Bautista,
recogen sus enseñanzas y acciones, y terminan con el relato de su muerte y
resurrección.
El único evangelista dio un
nombre a su obra fue Lucas. Lo llamó "relato", y explicó que se había
informado minuciosamente antes de escribirlo, y que había procurado hacer una
exposición ordenada (véase Le 1,1-4).
La clasificación de estos relatos
como "evangelios" es, como hemos visto, tardía, pero aporta un dato
interesante: a los cristianos de la segunda mitad del siglo ü d. C. les
resultaba difícil clasificar los relatos que contenían los recuerdos sobre
Jesús con los términos que solían utilizarse para obras similares, porque los
evangelios no se ajustaban exactamente a su estilo y contenido; por eso
decidieron darles un nombre nuevo, y los llamaron evangelios.
Es evidente que los evangelios
tienen una intencionalidad biográfica, pues el propósito de sus autores fue
componer un relato sobre Jesús, contando fielmente lo sucedido (Le 1,1-4). Pero
el criterio que siguieron los evangelistas al componer sus obras fue claramente
pastoral.
Lucas confiesa que su propósito
fue fortalecer la fe de sus lectores (Le 1,4), y Juan escribió el suyo,
"para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que
creyendo, y gracias a él, tengáis vida eterna"(Jn 20,31). Esta finalidad
pastoral hace de los evangelios unos relatos muy particulares. En ellos se
mezcla la fidelidad a la historia y a la tradición sobre Jesús con las
necesidades de las comunidades cristianas, cuya fe intentan fortalecer.
Su contenido está organizado
según un esquema común, cuyas raíces se encuentran en la predicación cristiana
(Hch 10,37-40): comienzos relacionados con Juan Bautista, ministerio público,
pasión y resurrección. Este trazado común sirve para situar dentro de un marco
narrativo los dichos y acciones de Jesús, que habían sido transmitidos y
conservados en las comunidades cristianas. La combinación de todos estos
elementos sólo se encuentra en los evangelios canónicos, y es uno de los
elementos que los distinguen de los evangelios apócrifos, como veremos mas
adelante.
"Los evangelios apócrifos:
Además de los cuatro evangelios incluidos en el canon del Nuevo Testamento, en
los primeros siglos de la iglesia católica surgieron otros escritos que también
recibieron este nombre. Son los evangelios "apócrifos", palabra que
en griego significa "oculto" o "escondido".
¿Un mensaje oculto?: Algunos
grupos cristianos les dieron este nombre porque, según ellos, contenían
enseñanzas ocultas de Jesús, que estaban reservadas sólo a los iniciados. Este
carácter esotérico de algunos de ellos ha hecho surgir un gran interés por los
evangelios apócrifos. La realidad, sin embargo, es que el término
"apócrifo" se utiliza para designar a los escritos cristianos de los
primeros siglos que tenían alguna semejanza en su forma o en su contenido con
los escritos contenidos en el canon del N.T. Los evangelios apócrifos son,
pues, escritos relacionados con la vida o enseñanzas de Jesús compuestos
durante los primeros siglos del cristianismo, pero que no fueron admitidos por
la iglesia católica dentro del canon.
El adjetivo "apócrifo"
se aplica a escritos muy variados, tanto por su contenido y su forma, como por
su procedencia y fecha de composición. Algunos son muy antiguos, otros son más
tardíos; unos fueron escritos para comunidades judeocrisíianas, oíros fiaeron
reelaborados o compuestos por grupos gnósticos. De algunos sólo nos han llegado
las citas recogidas por otros escritores cristianos; otros se han conservado en
traducciones a otras lenguas antiguas. Un grupo importante de ellos, compuestos
o reelaborados en el seno de grupos gnósticos, fueron hallados en 1945 en Nag
Hammadi (Egipto) en los restos de un monasterio copto.
¿Qué interés tienen los
evangelios apócrifos?: Algunos de ellos son interesantes pura el estudio de los
dichos de Jesús, y para conocer cómo pensaban y vivían algunos grupos * cristianos
de los primeros siglos.
Para el estudio de los dichos de
Jesús, el más interesante de todos es el Evangelio de Tomás. Contiene ciento
catorce dichos, de los cuales setenta y nueve tienen paralelos en los
sinópticos. Según algunos, esta colección de dichos es muy antigua, y es
independiente de los evangelios sinópticos y de sus fuentes. En ella, por
ejemplo, la mayor parte de las parábolas aparecen sin interpretación, lo cual
confirma la hipótesis de que las interpretaciones que encontramos en los evangelios
canónicos de las parábolas de Jesús son obra de la iglesia (véase introducción
a Mt 13,1-52 y comentario a Mí 13,47-50). Parte del original griego se ha
conservado en un papiro del siglo II d. C. El texto completo, con añadidos
gnósticos, es accesible a través de una traducción al copto datada en el siglo
IV d. C., que se encontró en Nag Hammadi.
Los evangelios apócrifos son
también interesantes para conocer la visión de Jesús y de la iglesia que tenían
algunos grupos cristianos en los primeros siglos. Lo más interesantes en ellos,
muchas veces, no es lo que dicen sobre Jesús, sino lo que dicen sobre las
comunidades y grupos en los que fueron compuestos, que revelan el rostro de un
cristianismo más plural. Son pues, de gran importancia para la reconstruir la
historia de los orígenes del cristianismo.
El Evangelio de Tomás: Desde que
en 1945 fue descubierta la
Biblioteca de Nag Hammadi, el Evangelio de Tomás (EvTom) no
ha dejado de suscitar el interés de los estudiosos de los evangelios, algunos
de los cuales ven en él vestigios de un "eslabón perdido" en el
proceso de formación de los evangelios. De todos los apócrifos es, sin duda, el
más interesante para el estudio de los evangelios sinópticos.
En su forma actual EvTom es una
agrupación de ciento catorce logia (dichos) introducidos con la fórmula
"Jesús dijo". La mayoría de las veces estos dichos son independientes
entre sí, pero en algunos casos pueden descubrirse enlaces verbales que
relacionan a varios de ellos. La designación de logia es convencional, porque
en realidad la fórmula sirve para introducir dichos breves, parábolas, y
pequeños diálogos con una punta ingeniosa, a los que solemos denominar
"apotegmas".
El descubrimiento de esta
colección de dichos de Jesús sirvió para reforzar, en cierto modo, una
hipótesis que los estudiosos de los evangelios habían planteado casi un siglo
antes: la existencia de una fuente de dichos que habría sido utilizada por
Mateo y Lucas. Antes de que se descubriera el EvTom se tenía constancia de la
existencia del género literario "Dichos de los sabios" tanto en la
literatura judía como en la griega. La
Misná contiene un tratado que se titula precisamente así
(Pirque Abof), en el cual se encuentran reunidos dichos famosos de los antiguos
rabinos. En la literatura helenística se conocían las Sentencias de Epicteto,
que Diógenes Laercio incluyó al final de su biografía. Se sospechaba que en el
Cristianismo antiguo podían haber circulado también colecciones con los dichos
de Jesús, y este descubrimiento vino a reforzar esa idea.
El descubrimiento del EvTom
resultó aún más interesante por las relaciones de éstos con los dichos de los
evangelios canónicos. Aproximadamente dos terceras partes de estos dichos
(exactamente setenta y nueve de ellos) tienen paralelo en los sinópticos. Estas
coincidencias son mucho mayores cuando se trata de los dichos que sólo Mateo y
Lucas poseen en común, es decir en los dichos procedentes de la fuente común a
ambos. Estas coincidencias han planteado preguntas apasionantes, y algunos autores
han planteado la hipótesis de que el Documento Q, que habría servido de fuente
a Mateo y a Lucas, y la versión más antigua del EvTom serían dos versiones de
una antiquísima colección de dichos de Jesús.
También ha resultado
extremadamente interesante la comparación entre los dichos de los evangelios
sinópticos y los de EvTom. Las sorpresas en este campo han sido innumerables,
lo mismo que las aportaciones para el estudio de la formación de los
evangelios. El EvTom, por ejemplo vino a confirmar una hipótesis que los
estudiosos venían proponiendo desde hacía tiempo acerca de las parábolas.
A través de un análisis de
crítica interna habían llegado a la conclusión de que éstas no contenían en su
origen ninguna interpretación alegórica. Pues bien, en EvTom encontramos sin
ningún comentario alegórico algunas de las parábolas que en los sinópticos sí
lo tienen (p.e. la parábola del sembrador de Me 4,3-9).
Por último, la comparación entre
los evangelios sinópticos y el EvTom ha planteado desde el principio la cuestión
de su origen y de su propio proceso de formación. La única versión completa que
ahora poseemos está escrita en copto y procede del siglo IV, pero sabemos que
esta versión en copto es traducción de un original griego, del cual se han
encontrado algunos fragmentos entre los pariros de Oxyrhinco (POxy 1, 645,
655).
La tradición manuscrita nos lleva
hasta finales del siglo II, que es la datación asignada a estos papiros, una
fecha por otro lado muy similar a la de mayoría de los pariros que contienen los
pasajes más antiguos de los evangelios canónicos." (Santiago Guijarro
Oporto, 2002)
Por otra parte, no deja de
sorprender de los conocimientos que en torno a la medicina y prevención
sanitaria en materia de alimentación hizo gala el Maestro, conocimientos
probablemente adquiridos durante su estancia en Egipto. En una época en que se
abusaba de la alimentación cuando se tenía acceso a la misma, y en que las
condiciones sanitarias con que se elaboran los mismos estaban a años luz de ser
las idóneas, las enfermedades hacían presa fácil en amplios sectores de la
población.
Conceptos manejados en la
actualidad como fruto de los avances de la medicina moderna, ya eran conocidos
y tratados hace más de dos mil años.
Según las creencias de la época,
las enfermedades no eran causadas por trastornos en el organismo sino que eran
producidas por diablos y espíritus malignos que atormentaban a los hombres por
causa de sus pecados, creencia ésta que ha venido siendo hábilmente explotada
por la iglesia católica hasta nuestros días. Si bien los métodos recomendados
por el Maestro para expulsar a los demonios del cuerpo de los enfermos nos
pueden parecer de lo más normal en la actualidad, no eran de uso frecuente en
la época, así tenemos que la primera recomendación de Jesús es la del ayuno,
para así librar al organismo durante un tiempo de la ingesta de las sustancias
posiblemente tóxicas causa de la enfermedad, a continuación aplicación de unas
elementales normas de higiene personal, seguido de una abundante ingesta de
agua para purificar el organismo y una exposición del cuerpo a los agentes
naturales, tales como el aire y la luz solar, iodo ello bajo el patrocinio de
los correspondientes ángeles.
Dos casos de los descritos en este
evangelio llaman mi atención, el primero, es el del enfermo que habiendo
ayunado y seguido los demás preceptos dictados por el Maestro, aún continuaba
siendo víctima de los horribles dolores y le era imposible caminar sobre sus
pies.
A pesar de mi desconocimiento en
temas de medicina, los síntomas expuestos por el doliente inducen a pensar que
podía sufrir de Artritis, enfermedad que según una Enciclopedia es una:
"Artritis reumatoide: es la artritis más frecuente, grave, dolorosa y
potencialmente incapacitante. Se trata de una poliartritis (afecta
habitualmente a múltiples articulaciones) crónica que evoluciona con brotes y
remisiones. Afecta a todas las razas. Su presencia en la población varía entre
un 1% y un 3%, siendo tres veces más frecuente en las mujeres. Además de las
articulaciones puede afectar a otros tejidos conectivos del organismo. Su
síntoma principal es el dolor e inflamación articular, pero puede ocasionar
también fiebre, debilidad y otras alteraciones constitucionales. Se considera
una enfermedad autoinmune: el organismo desarrolla una respuesta inmune contra
sus propios tejidos articulares. No se conocen las causas de esta enfermedad,
aunque se sospecha que existe una predisposición hereditaria que puede estar
provocada por posibles infecciones virales. No se ha descubierto un tratamiento
curativo. La enfermedad se controla mediante fármacos antiinflamatorios y
antirreumatoides, programas de fisioterapia y rehabilitación, termoterapia y
dispositivos ortopédicos para mantener la movilidad y función articular.
Los casos avanzados llegan a
presentar deformidades y rigideces articulares graves que precisan de técnicas
correctoras de cirugía ortopédica.
Las artritis más frecuentes
después de la reumatoide son las causadas por la gota, la fiebre reumática y la
espondilitis anquilosante (ésta afecta de forma primaria a la columna
vertebral)."
A este torturado por el demonio,
el Maestro le recomienda como tratamiento final el sumergir los pies en el
barro, tratamiento que se continúa empleando con éxito en nuestros días e
incluso afamados profesionales de la medicina recomiendan a sus pacientes como
tratamiento de alta fiabilidad la cura mediante la inmersión del cuerpo en el
barro, especialmente del existente en determinados lugares situados a orillas
del mar muerto.
Otro de los pasajes que no pueden
dejar de llamar la atención, es el referido al enfermo que tiene alojado en su
cuerpo al demonio, no deja de ser interesante el método empleado por el Maestro
para obligar a dicho demonio a abandonar el cuerpo del enfermo. Desde mi punto
de vista y con la salvedad anteriormente expuesta el demonio que ocupaba el
cuerpo del paciente podía muy bien tratarse de una Tenia, que como, apunta la Enciclopedia
mencionada es el: "nombre común de un parásito intestinal de los
vertebrados. Las tenias son gusanos planos cuya longitud puede ser desde unos
13 mm hasta unos 9 m. La tenia adulta se caracteriza por la presencia de una
cabeza, o escólex, dotada de una corona de garfios que le permiten anclarse
sobre la pared intestinal de su huésped. En el extremo trasero del escólex hay
un cuello delgado en el que W generan asexualmente los segmentos del cuerpo, o
proglótides (también proglótidos). Cada uno de ellos contiene órganos para la
reproducción sexual, tanto testículos como ovarios; los segmentos más alejados
de la cabeza son los que maduran con más rapidez y, una vez maduros, se separan
del cuerpo del gusano y salen al exterior con las heces del huésped. Estas
proglótides recién desprendidas contienen multitud de huevos y cada uno
contiene una tenia embrionaria.
Cuando el segmento viviente es
ingerido por otro huésped primario, la proglótide regenera un nuevo escólex,
que se ancla a la pared intestinal, y la tenia reinicia su crecimiento por
gemación asexual. Cuando los huevos son ingeridos, éstos se abren en el tracto
intestinal y liberan formas larvarias que penetran en los tejidos del huésped y
forman quistes. Las formas enquistadas reciben el nombre de cisticercos. El
huésped que alberga esta fase recibe el nombre de huésped intermediario, por
contraste con el huésped primario, en el que la tenia busca el canal
alimentario y se desarrolla en él. Las larvas muestran, a menudo, selectividad
respecto a los tejidos en los que se enquistan; por ejemplo, una especie ataca
el hígado humano y al perro, mientras que otra ataca el cerebro de las ovejas,
produciendo la enfermedad conocida como modorra. Cuando las larvas son
ingeridas por un huésped primario, los jugos gástricos de éste las estimulan y
se desarrollan, convirtiéndose en tenias
adultas. Los adultos se anclan sobre las paredes intestinales y absorben los
alimentos en parte digeridos a través de la superficie de su
cuerpo; las tenias carecen de
boca y de canales digestivos. "
De tratarse de una Tenia, no cabe
la menor duda de que el Maestro sabía perfectamente lo que hacer, ya que su
primera medida en cuanto el demonio asomó la cabeza fue aplastársela con dos
lajas, lo que no queda muy claro es como la supuesta Tenia pudo ascender desde
los intestinos hasta el estomago para desde éste ascender por el esófago
saliendo por la boca en busca de los vapores de la leche de oveja.
Como podemos ver, en el Evangelio
Esenio Jesús predica la exaltación de la Diosa-Madre tierra como verdad incuestionable y a
la que todos los seres humanos nos debemos.
Desde un punto de vista
sanitario, estamos convencidos de que si éste evangelio hubiese sido predicado
en los primeros tiempos de la alta edad media, muchas de las terribles
epidemias que afligieron a la humanidad, tales como la terrible peste negra y
otras similares no se hubiesen producido, pues como es bien sabido estos azotes
de la humanidad fueron producidos por la falta de las más elementales normas
higiénicas, a las que indudablemente contribuyó de manera decisiva las
creencias impartidas por los cristianos que creían que el fin del mundo era
eminente, los cuales además tenían asumido que la higiene personal y colectiva
era cosa de los gentiles, y por tanto, el practicarlas suponía el contaminarse.
Las mediadas para haber evitado aquellos desastres están perfectamente
recogidas en dicho evangelio y que de haberse llevado a cabo se hubiese evitado
tan terribles plagas, cuestiones que tenemos que añadir a las cuentas negativas
que el cristianismo tiene pendiente con la humanidad.
Veamos el Evangelio Esenio según
la traducción del investigador Bordeaux-Szekelly:'
"Y entonces muchos enfermos
y tullidos fueron a Jesús, preguntándole: "Si todo Id sabes, dinos ¿por
qué sufrimos estas penosas llagas? ¿Por qué no estamos enteros como loa demás
hombres? Maestro, cúranos, para que nos hagamos fuertes y no tengamos que vivir
por más tiempo en nuestro sufrimiento. Sabemos que en tu poder está curar todo
tipo de enfermedad. Líbranos de Satán y de todos sus grandes males. Maestro, ten
compasión de nosotros".
Y Jesús respondió: "Felices
ustedes que tienen hambre de la verdad, pues se les satisfará con el pan de la
sabiduría. Felices ustedes que llaman pues se les abrirá la puerta de la vida.
Felices ustedes que rechazan el poder de Satán, pues les conducirán al reino de
los ángeles de nuestra Madre, donde el poder de Satán no puede penetrar."
Y ellos le preguntaron con
desconcierto: "¿Quién es nuestra Madre y cuáles son sus ángeles? ¿Y donde
se halla su reino?".
"Vuestra Madre está en
ustedes y ustedes en ella. Ella les alumbró y ella les da vida. Fue ella quien
dio el cuerpo de ustedes, y a ella se lo devolverán de nuevo algún día. Felices
ustedes cuando lleguen a conocerla, así como a su reino; si reciben a los
ángeles de la Madre
de ustedes y cumplen sus leyes. En verdad les digo que quien haga esto nunca
conocerá la enfermedad. Pues el poder de nuestra Madre está por encima de todo.
Y destruye a Satán y a su reino, y tiene gobierno sobre todos sus cuerpos y
sobre todas las cosas vivas." (1 "Tenia", Enciclopedia
Microsoft® Encarta® 99. © 1993-1998 Microsoft Corporation.)
crónica que evoluciona con brotes
y remisiones. Afecta a todas las razas. Su presencia en la población varía
entre un 1% y un 3%, siendo tres veces más frecuente en las mujeres. Además de
las articulaciones puede afectar a otros tejidos conectivos del organismo. Su
síntoma principal es el dolor e inflamación articular, pero puede ocasionar
también fiebre, debilidad y otras alteraciones constitucionales. Se considera una
enfermedad autoinmune: el organismo desarrolla una respuesta inmune contra sus
propios tejidos articulares. No se conocen las causas de esta enfermedad,
aunque se sospecha que existe una predisposición hereditaria que puede estar
provocada por posibles infecciones virales. No se ha descubierto un tratamiento
curativo. La enfermedad se controla mediante fármacos antiinflamatorios y
antirreumatoides, programas de fisioterapia y rehabilitación, termoterapia y
dispositivos ortopédicos para mantener la movilidad y función articular.
Los casos avanzados llegan a
presentar deformidades y rigideces articulares graves que precisan de técnicas
correctoras de cirugía ortopédica.
Las artritis más frecuentes
después de la reumatoide son las causadas por la gota, la fiebre reumática y la
espondilitis anquilosante (ésta afecta de forma primaria a la columna
vertebral)."
A este torturado por el demonio,
el Maestro le recomienda como tratamiento final el sumergir los pies en el
barro, tratamiento que se continúa empleando con éxito en nuestros días e
incluso afamados profesionales de la medicina recomiendan a sus pacientes como
tratamiento de alta fíabilidad la cura mediante la inmersión del cuerpo en el
barro, especialmente del existente en determinados lugares situados a orillas
del mar muerto.
"La sangre que en nosotros
corre ha nacido de la sangre de nuestra Madre Terrenal. Su sangre cae de las
nubes, brota del seno de la tierra, murmura en los arroyos de las montañas,
fluye espaciosamente en los ríos de las llanuras, duerme en los lagos y se
enfurece poderosa en los mares tempestuosos".
"El aire que respiramos ha
nacido del aliento de nuestra Madre Terrenal. Su respiración es azul celeste en
las alturas de los cielos, silba en las cumbres de las montañas, susurra entre
las hojas del bosque, ondea sobre los trigales, dormita en los valles profundos
y abraza en el desierto."
"La dureza de nuestros
huesos ha nacido de los huesos de nuestra Madre Terrenal, de las rocas y de las
piedras. Se yerguen desnudas a los cielos en lo alto de las montañas, son como
ídolos, levantados en el desierto, y están ocultos en las profundidades de la
tierra."
"La delicadeza de nuestra
carne ha nacido de la carne de nuestra Madre Terrenal; carne que madura
amarilla y roja en los frutos de los árboles, y nos alimenta en los surcos de
los campos."
"La luz de nuestros ojos y
el oír de nuestros oídos nacen ambos de los colores y de los sonidos de nuestra
Madre Terrenal, que nos envuelve como las olas del mar al pez, o como el aire
arremolinado al ave".
"En verdad les digo que el
hombre es hijo de la
Madre Terrenal , y de ella recibió el Hijo del Hombre todo su
cuerpo, del mismo modo que el cuerpo recién nacido nace del seno de su madre.
En verdad les digo que son uno con la Madre Terrenal ; ella está en ustedes y ustedes en
ella. De ella nacieron, en ella viven y a ella de nuevo retornarán. Guarden por
tanto Sus leyes, pues nadie puede vivir mucho ni ser feliz sino aquél que honra
a su Madre Terrenal y cumple Sus leyes. Pues la respiración de ustedes es Su
respiración; la sangre de ustedes Su sangre; los huesos de ustedes Sus huesos;
la carne de ustedes Su carne. Los intestinos de ustedes Sus intestinos; los
ojos de ustedes y sus oídos son Sus ojos y Sus oídos". :
En verdad les digo que si dejasen
de cumplir una sola de todas estas leyes, si dañasen uno sólo de los miembros
de todo el cuerpo de ustedes, se perderían irremisiblemente en la dolorosa
enfermedad de ustedes y sería el llorar y rechinar de dientes. Yo les digo que,
a menos que sigan las leyes de su Madre, no podrán en ningún modo escapar a la
muerte. Y quien abraza a las leyes de su Madre, a él abrazará su Madre también.
Ella curará todas sus plagas y él nunca enfermará. Ella le dará larga vida y le
protegerá de todo mal; del fuego, del agua, de la mordedura de las serpientes
venenosas. Pues ya que la madre de ustedes les alumbró, conserva la vida en
ustedes. Ella les ha dado Su cuerpo, y nadie sino Ella les cura. Feliz es quien
ama a su Madre y yace sosegadamente en Su regazo. Porque la Madre de ustedes les ama,
incluso cuando le dan la espalda. Y ¿Cuánto más les amará si regresan de nuevo
a Ella? En verdad les digo que muy grande es Su amor, más grande que la mayor
de las montañas y más profundo que el más hondo de los mares. Y aquellos quienes
aman a su Madre, Ella nunca les abandona. Así como la gallina protege a sus
polluelos, como la leona a sus cachorros, como la madre a su recién nacido, así
protege la Madre
Terrenal al Hijo del Hombre de todo peligro y de todo
mal".
"Pues en verdad les digo que
males y peligros innumerables esperan a los Hijos de los Hombres. Belcebú, el
príncipe de todos los demonios, la fuente de todo mal, acecha en el cuerpo en
el cuerpo de todos los Hijos de los Hombres. Él es la muerte, el señor de toda
plaga y, poniéndose una vestimenta agradable tienta y seduce a los Hijos de los
Hombres. Promete riqueza y poder, y espléndidos palacios, y adornos de oro y
plata, y numerosos sirvientes. Promete gloria y renombre, sensualidad y
fornicación, borrachera y atracón. Vida desenfrenada, holgazanería y ocio. Y
tienta a cada cual según aquello por lo que más se inclina su corazón. Y el día
en que los Hijos de los Hombres ya se han vuelto esclavos de todas estas
vanidades y abominaciones, entonces él, en pago de ello, les arrebata todas
aquellas cosas que la
Madre Terrenal tan abundante les dio. Les arrebata su
respiración, su sangre, sus huesos, su carne, sus intestinos, sus ojos y sus
oídos. Y la respiración del Hijo del Hombre se vuelve corta y sofocada,
trabajosa y maloliente como la de las bestias inmundas. Y su sangre se vuelve
espesa y fétida, como el agua de las ciénagas; se coagula y ennegrece como la
noche de la muerte. Y sus huesos se vuelven duros y nudosos; se deshacen por
dentro y por fuera se resquebrajan, como una piedra cayendo sobre una roca. Y
su carne se vuelve grasicnta y acuosa; se corrompe y se pudre con costras y
forúnculos que son una abominación. Y sus intestinos se llenan de inmundicia
detestable rezumando corrientes en putrefacción; y en ellos habitan numerosos
gusanos abominables. Y sus ojos se enturbian, hasta que la noche oscura los
envuelve; y sus oídos se tapan, como el silencio de la tumba. Y por último, el
Hijo del Hombre perderá la vida. Pues no guardó las leyes de su Madre, sino que
sumó un pecado a otro. Por ello le son arrebatados todos ios dones de la Madre Terrenal : la
respiración, la sangre, los huesos, la carne, los intestinos, los ojos, los y
los oídos y, por último, la vida con la que coronó su cuerpo la Madre Terrenal.
"Pero si el pecador Hijo del
Hombre se arrepiente de sus culpas y las repara, y regresa de nuevo a su Madre
Terrenal y se libera de las garras de Satán resistiendo sus tentaciones,
entonces la Madre
Terrenal recibe de nuevo a su Hijo pecador con amor y le
envía sus ángeles para que le sirvan. En verdad les digo que cuando el Hijo del
Hombre resiste al Satán; que habita en él y no hace su voluntad, en esa misma
hora se hallan ahí los ángeles de la
Mdre para servirles con todo su poder y liberarle por entero
del poder de Satán.
"Pues ningún hombre puede
servir a dos señores. Porque o bien sirve a Belcebú 55 sus demonios o sirve a
nuestra Madre Terrenal y a sus ángeles. O sirve a la muerte o sirve a la vida.
En verdad les digo qué felices son aquellos que cumplen las leyes de la vida y
no vagan por los caminos y no vagan por los caminos de la muerte.
Y cuantos le rodeaban escuchaban
sus palabras con asombro pues sus palabras tenían poder y enseñaba de manera
bien distinta a la de los sacerdotes y escribas.
Y aunque el sol ya se había
puesto, no se fueron a sus casas. Se sentaron alrededor de Jesús y le
preguntaron: "Maestro ¿cuáles son esas leyes de la vida? Quédate con
nosotros un rato más y enséñanos. Queremos escuchar tu enseñanza para que
podamos curarnos y volvernos rectos.
Y el propio Jesús se sentó en
medio de ellos y dijo: "En verdad les digo que nadie ser feliz, excepto
quien cumple la Ley "
Y los demás respondieron:
"Todos cumplimos las leyes de Moisés, nuestro legislador, tal como están
escritas en las sagradas escrituras.
Y Jesús les respondió: "No
busquéis la Ley
en esas escrituras pues la Ley
es la vida es la Vida ,
mientras que lo escrito está muerto. En verdad les digo que Moisés no recibió
de Dios sus leyes por escrito, sino a través de la palabra viva. La Ley es la palabra Viva del
Dios Vivo, dada a los profetas vivos para los hombres vivos. En dondequiera que
haya vida está escrita la ley. Pueden hallarla en la hierba, en el árbol, en el
río, en las montañas, en los pájaros del cielo, en los peces del mar; pero
búsquenla principalmente en ustedes mismos.
Pues en verdad les digo que todas
las cosas vivas se encuentran más cerca de Dios que las escritura que está
desprovista de vida. Dios hizo la vida y todas las cosas vivas de tal modo que
enseñasen a los hombres, por medio de la palabra siempre viva, las leyes del
Dios verdadero. Dios no escribió las leyes en las páginas de los libros, sino
en el corazón de ustedes y el espíritu de ustedes. Se encuentra en la
respiración de ustedes, en la sangre de ustedes, en los huesos de ustedes, en
sus ojos y en sus oídos y en cada pequeña parte del cuerpo de ustedes. Están
presenten el aire, en el agua, en la tierra, en las plantas, en los rayos del
sol, en las profundidades y en las alturas. Todas les hablan para que entiendan
la lengua y la voluntad del Dios Vivo. Pero ustedes cierran sus ojos para no
ver, y tapan sus oídos para no oír. En verdad les digo que la escritura es la
obra del hombre, pero la Vida
y todas sus huestes son la obra de nuestro Dios. ¿Porqué no escuchan las
palabras de Dios que están escritas en Sus obras? ¿Porqué estudian las
escrituras muertas, que son la obra de las manos del hombre?"
"Cómo podemos leer las leyes
de Dios en algún lugar, de no ser en las Escrituras? ¿Dónde se hallan escritas?
Léesnoslas de ahí donde tú las ves, pues nosotros no conocemos más que las
escrituras que hemos heredado de nuestros antepasados. Dinos las leyes de las
que hablas, para que oyéndolas seamos sanados y justificados".
Jesús dijo: "Ustedes no
entienden las palabras de la Vida ,
porque están en,la Muerte.
La oscuridad, oscurece sus ojos, y sus oídos están tapados
por la sordera. Pues les digo que no les aprovecha en absoluto que estudien las
escrituras muertas si por sus obras niegan a quien se la ha dado. En verdad les
digo que Dios y sus leyes no se encuentran en lo que ustedes hacen. No se
hallan en la glotonería ni en la borrachera, ni en una vida desenfrenada, ni en
la lujuria, ni en la búsqueda de la riqueza, ni mucho menos en el odio a sus
enemigos. Pues todas estas cosas están lejos del verdadero Dios y de sus
ángeles. Todas estas cosas vvienen del reino de la oscuridad y del señor de
todos los males. Y todas estas cosas las llevan en ustedes mismos; y por ello
la palabra y el poder de Dios no entra en ustedes, pues en el cuerpo de ustedes
y en sus espíritus habitan todo tipo de males y abominaciones. Si desean que la
palabra y el poder del Dios Vivo penetre en ustedes, no profanen sus cuerpos ni
sus espíritus; pues el cuerpo es el templo del espíritu, y el espíritu es el
templo de Dios. Purifiquen, por tanto, el templo, para que el Señor del templo
pueda habitar en él y ocupar un lugar digno de él.
"Y retírense bajo la sombra
del cielo de Dios, de todas las tentaciones de sus cuerpos y de sus espíritus.
Que vienen de Satán".
"Renuévense y ayunen. Pues
en verdad les digo que Satán y sus plagas solamente pueden ser expulsados por
medio del ayuno y la oración. Vayan por su cuenta y ayunen en solitario, sin
descubrir su ayuno a hombre alguno. El Dios Vivo lo verá y grande será la
recompensa de ustedes. Y ayunen hasta que Belcebú y todos sus demonios les
abandonen y todos los ángeles de nuestra Madre Terrenal vengan a servirles.
Pues en verdad les digo que a no ser que ayunen, nunca se librarán del poder de
Satán ni de todas las enfermedades que de Satán vienen. Ayunen y oren
fervientemente, buscando el poder del Dios vivo para que ustedes se curen.
Mientras ayunan, eviten a los hijo de los hombres y busquen los ángeles de
nuestra Madre Terrenal, pues quien busca hallará".
"Busquen el aire fresco del
bosque y de los campos, y en medio de ellos hallarán al ángel del aire.
Quítense el calzado y las ropas y dejen que el ángel del aire abrace sus
cuerpos. Respiren entonces larga y profundamente, para que el ángel del aire
penetre en ustedes. En verdad les digo que el ángel del aire expulsará de sus
cuerpos toda inmundicia que lo profane por fuera y por dentro. Y así saldrá de
ustedes toda cosa sucia y maloliente, igual que el humo del fuego asciende en
forma de penacho y se pierde en el mar del aire. Pues en verdad les digo que
sagrado es el ángel del aire, quien limpia cuanto está sucio y confiere a las
cosas malolientes un olor agradable. Ningún hombre a quien no deje pasar el
ángel del aire podrá acudir ante la faz de Dios. Verdaderamente, todo debe
nacer de nuevo por el aire y por la verdad, pues el cuerpo de ustedes respira
el aire de la Madre
Terrenal , y el espíritu de ustedes respira la verdad del
Padre Celestial.
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