CAPITULO II
Eduardo
Pedro Garcia Rodríguez
Época colonial
Antecedentes
1401. Desde principios
del siglo XV el control del trafico mercantil en el Mediterráneo Oriental
estaba controlado por los musulmanes, había crisis demográfica en Europa, el
oro y la mano de obra, trafico de esclavos, se buscaba en África, las
condiciones técnicas permitían organizar expediciones con estos fines a las
costas del norte y occidente africano. Todo ello provocó que el eje de la
actividad económica europea se desplazara del Mediterráneo al Atlántico. Las
Islas Canarias fueron entonces redescubiertas y utilizadas por esos
comerciantes y navegantes europeos como base y objeto de sus operaciones
especialmente esclavistas. Entre los años 1401 y 1402 los europeos financiaron
expediciones que invadieron se instalaron y conquistaron con poco esfuerzo las
islas de Erbania (Fuerteventura), Titoreygatra (Lanzarote), Esero (El Hierro) y
La Gomera, Establecieron en ellas sus señoríos y comenzaron su explotación.
Realizaron incursiones a las costas del continente y las otras islas para
capturar esclavos que era una mercancía muy preciada en aquellos tiempos.
Las islas de Chinech (Tenerife), Tamaránt (Gran Canaria) y Benahuare (
También
1478. Concluyó el
sometimiento de Tamaránt (Gran Canaria), después de prolongados años de lucha,
sin que hubiesen vencedores ni vencidos puesto que la asimilación de la isla a
la corona de Castilla se llevó a cabo mediante un pacto o tratado entre reynos
y que posteriormente la corona castellana traicionó como era habitual en ella.
1493. Concluye la invasión
de Benahuare (La Palma ).
1496. Es sometida la isla
Chinech (Tenerife,) en similares circunstancias que las otras dos,
mediante el tratado de Los Realejos, tratado que nunca fue respetado por los
invasores tal como era habitual en ellos.
Las islas invadidas por mercenarios de Castilla, desde sus inicios, adoptaron sistemas administrativos basados en los propios de la metrópoli. En cada isla había un consejo de diputados europeos que se reunía en cabildo cuyo presidente era el gobernador y que era el representante de las islas ante la corona en los enclaves fronterizos. El gobernador de Benahuare (
Invasión y saqueo de las islas
1402. El pirata
normando Jean de Bethencourt y su socio Gadifer de Lasalle parten de La Rochela para Cadiz el 1 de
mayo de 1402 con ochenta franceses, a los cuales se unen otros aventureros
castellanos. Tras hacer frente a un
motín de la tropa y marinos quienes reclamaban los salarios atrasados de meses,
Bethencourt consigue contentarlos pagándoles parte de los mismos gracias a un
préstamo concedido por un tío suyo, tras robar un ancla y un esquife a un
capitán inglés que subastaba una presa en el puerto de Cádiz, prosiguen viaje a
Titoreygtra (Lanzarote) a donde llegan a fines de junio. Con ellos van de
capellanes los miembros de la secta católica Juan Leverrier, presbítero, y Fray
Pedro Boutier (no Bonthier), O.S.B. (no O.F.M.). Bethencourt y Gadifer se
apoderan de la isla, edifican, un fuerte en Rubicón y Bethencourt, por falta de recursos, vuelve
a Castilla y a Francia (con un cargamento de esclavos guanches), a gestionar
ayudas, dejando a Gadifer como gobernador en la isla y a Berthin de Berneval
como comandante del fuerte (Hist., I, 17; BAE, XCV, 65a-b). (Las Casas)
1402. El Guanarteme Artemi Semidan, muere en Arguineguín
defendiendo la independencia de la patria ante el ataque de las tropas
invasoras del pirata normando Jean de
Bethencourt.
Es el descendiente y heredero de los fundadores de
su dinastía Andamara y Gumidafe, único Rey de Tamaránt (Gran Canaria,) lo que
de muestra la unidad territorial y el carácter unitario del reino y monarquía,
con capital en Agaldar. El topónimo Gáldar es la
derivación directa de su formula original Agaldar, cuya raíz etimológica
contiene el morfema G-D relacionado con el radical "IGDAR" que a su
vez tiene dos cabeceras semánticas: Fortaleza, Prominencia, que se relaciona
con el sitio aludiendo a su Montaña.
1403 Noviembre 28. Según una bula de Clemente VI, la titularidad
de la invasión y conquista de las Islas Las Canarias, pertenece a los reyes de
Castilla, y haciendo uso de su supuesto derecho, Enrique IV expide una Real
Cédula, que confirma al pirata Juan de Bethencourt como señor feudal de Canarias y vasallo del rey
castellano.
1403. Gadifer de La Salle , pirata normando socio
del también pirata Jean de Bethencourt, desembarca en la isla de la Gomera capturando como
esclavos a cuatro gomeros. En un nuevo intento de desembarco son rechazados.
1403. El pirata
normando Jean de Bethencourt gestiona ante Enrique III (no ante Juan II que,
dice el Padre Las Casas) su supuesto señorío de Canarias y pide ayuda; y
recurre al Papa Benedicto XIII, en Avignon, para pedirle también ayuda material
y espiritual: indulgencias y privilegios de cruzada y la creación de un
obispado en el fuerte de Rubicón. (Las Casas)
1403. Enrique III de Castilla hizo pregonar, en
sus puertos, severa prohibición de acercarse a las Islas Canarias, sin licencia
del normando (Jean de Bethencourt), que empantanado en su invasión y conquista,
embarcó en busca de refuerzos, no sabemos si con destino a Francia o Castilla.
Habiendo avistado el Cabo de Bojador, sin acercarse de puro miedo, la tormenta
le arrastró a la costa. Le recibieron aborígenes acogedores, auxiliándole para
que pudiese continuar viaje.
1403. Ausente Jean de Bethencourt
de las islas, Berthin de Berneval se rebela contra Gadifer; y, uno y otro,
hacen asaltos y esclavizaciones en las islas (Hist., I, 17; BAE, XCV,
65b. (Las Casas)
1403. Por el mismo año
1403, víspera de Santa Catalina, volvió Alonso á Rubicón dando aviso que el Rey
con 90 de los suyos estaban fortificados en cierto término de la aldea de
Catife, donde podían ser presos con el Rey, Con el aviso se dispuso Gadifer con
20 hombres, llegaron al alba, cercaron la Casa del Concejo, entraron dentro y hubo gran
pelea por gran rato, y aunque la puerta era muy angosta se huyeron todos menos
siete, dos prisioneros, el Rey y otro llamado Alby, los tres muertos y dos mal
heridos; todos los más franceses quedaron heridos; pusieron al cuello de los
prisioneros cadenas y aunque los que hirieron fueron presto prisioneros, se les
dio luego libertad á pedimento del traidor Achien; y así aprisionados los llevó
Gadifer al sitio de las sepulturas de los franceses muertos, donde quiso hacer
de ellos lo mismo, y con graves juramentos de sus disculpas fueron perdonadas
las vidas, y en Rubicón se les echó, de más á más, grillos duplicando sin
cadena, y después porque se lastimaban las piernas la cadena corriente sin
ellos.
1403? Benahuare (La
Palma ) Garehagua
(S.XV-XVI). La temprana invasión y conquista de la isla de Eseró (El
Hierro,1402), llevada a cabo por los piratas Jean de Bethencourt y Gadifer de La Salle , la convierte en una
excelente plataforma desde donde alcanzar con relativa facilidad las costas de
Benahuare (La Palma ),
tanto para comerciar con los nativos como para hacerlos objeto de este
comercio. En uno de estos asaltos, los piratas normando-castellanos y los
auxiliares bimbaches (herreños) son rechazados en el término de Tenagua
(Puntallana) por los awaras, decidiendo estos trasladar el pillaje al bando de
Tigalate, a la sazón gobernado por los hermanos Juguiro y Garehagua. Allí
prendieron a una hermana de Garehagua, revolviéndose ésta de tal manera que
Jacomar le dio de puñaladas y la mató. Volvió Jacomar a Benahuare (La Palma ) para restablecer las
paces con los hawaritas. En el desarrollo de estas actividades, confiaría a
Garehagua, sin conocer la relación que le unía con la muerta, los hechos
acaecidos en su anterior visita a la isla. Una vez confirmada la identidad de
la víctima, Garehagua decide vengar su muerte y para ello “volvió un asta, que
tenía puesto por hierro un cuerno de cabra, y dióle en la barriga y matólo, sin
poder ser socorrido”.
1404. Juan de
Bethencourt, vuelto a las islas a principios de 1404, (con un grupo de colonos
franceses) logra poner paces entre los suyos y somete a los indígenas (que se
habían rebelado) el 27 de febrero de 1404. Intenta conquistar la isla Erbania
(Fuerteventura) e incluso Tamarant (Gran Canaria), pero no lo logra. (Las
Casas).
1404. El Papa
Benedicto XIII, en Avignon, el 7 de julio concede a Bethencourt las
indulgencias y privilegios de cruzada y erige el obispado de la secta católica
de Rubicón {Róbigo) en la isla de Titoreygatra; y por la bula Apostolatus
officium del 7 de julio de 1404, nombra a Fray Alfonso de Sanlúcar de
Barrameda, O.F.M., obispo de esa diócesis. (Las Casas)
1404 Febrero 20.
Fue bautizado
por el rito de la secta católica el Rey de Titoreygatra (Lanzarote) Guadarfía
también conocido como Guadafrá.
1404 Abril 19. El
pirata Gadifer de la Salle ,
viendo que era marginado por su socio Jean de Bethencourt, y por diferencias
surgidas por el reparto del botín abandona las islas y va a reclamar parte en
el señorío al rey de Castilla; pero, no habiéndolo conseguido, vuelve a
Francia. Con él va el capellán de la secta católica Fray Pedro Boutier.
1405. Los piratas de Jean de Bethencourt dan por finalizada la
invasión de Erbania (Fuerteventura). Se crea el asentamiento europeo de
Betancuria, lugar escondido en un valle para prevenir los ataques de otros
piratas y razzias, fue escogida para capital y desde ella se gobierna la isla.
Con la Conquista
dirigida por el Normando Jean de Bethencourt, Erbania (Fuerteventura) finaliza
su Independencia e inicia una nueva etapa de sometimiento y esclavitud, en un
régimen feudal.
1405. Juan de
Bethencourt, a principios de 1405, logra invadir y apoderarse de Erbania
(Fuerteventura). El 31 de enero deja de lugarteniente suyo a Juan de Courtois y
se va a Francia, de donde vuelve el 9 de mayo con más soldados y colonos; y
entre sus acompañantes se halla su sobrino Maciot {Menaute) de Bethencourt. El
6 de octubre intenta conquistar Tamarant (Gran Canaria) y posteriormente
Benahuare (La Palma );
pero fracasa y conquista la isla que él mismo llama «1le de Fer» Esero (isla de
Hierro), cautiva 111 guanches (incluido el rey de la isla) y los distribuye
como esclavos entre sus acompañantes.
1405 Mayo 9. El pirata normando Jean de Bethencourt, al frente de un
numeroso grupo de parientes y amigos y 120 soldados mercenarios además de muchas prostitutas partieron de nuevo desde
Francia con destino al Campamento del Rubicón, en la Isla de Titoreygatra
(Lanzarote). Esta nueva leva tiene como objeto reforzar los efectivos para
aprestarse a la conquista de Tamaránt (Gran Canaria), una de las más pobladas e
importantes del Archipiélago Canario, como segundo paso para hacerse con el
control de todo el Archipiélago, cuyos supuestos derechos de invasión y
conquista ostenta por concesión de la Corona de Castilla. Posiblemente es con
la llegada de estos nuevos invasores colonos cuando se comenzó el reparto de
las tierras usurpadas -a sus legítimos propietarios- entre los invasores
europeos.
1406. Juan de
Bethencourt nombra lugarteniente suyo a su sobrino Maciot y el 15 de diciembre
de 1406 parte para Castilla con su capellán Juan Leverrier y algunos otros. Al
llegar a Toledo, a fines del año, se encuentra con que había muerto el rey
Enrique III {el 25 de diciembre). En Segovia hizo pleito homenaje en 1407 al
nuevo rey de Castilla Juan II (Hist.J I, 17; BAE, XCV, 66b. Cf. I, 18;
BAE, XCV,72b).-Juan Leverrier, capellán de Bethencourt, en su Relación de lo
sucedido a éste, dice que, al llegar a Segovia {no a Valladolid), pidió a
Enrique III cartas de recomendación para el Papa Inocencio VII, en Roma, al que
pidió la creación de un obispado en Canarias; y el Papa nombró obispo a Fray
Alberto de las Casas, de la secta católica franciscana (O.F.M). . (Las Casas)
1406. Muere en su Normandía natal el pirata
Jean de Bethencourt.
1407. Robert de Braquemont {Rubín de Bracamonte),
almirante de Francia, tío de Juan de Bethencourt, se encontraba en Toledo por
asuntos de Francia al morir el rey Enrique III ( el 25 de diciembre de 1406);
y, al llegar su sobrino, pidió para él a la reina regente doña Catalina de
Lancáster, licencia para conquistar el resto de las islas, Tamaránt, Chinech,
Gomera y Benehuare (Gran Canaria, Tenerife, Gomera y La Palma ) con título de «rey de
Canarias»; lo cual le concede (Híst., I, 19; BAE, XCV, 76a-77a. El Padre
Las Casas, basado en la
Crónica de Juan II de Castilla, sitúa estos acontecimientos
en 1417, pero creo que deben situarse en 1407).
1407. Maciot de
Bethencourt, lugarteniente de su tío Juan, «rey de Canarias», ataca a La Gomera y esclaviza a
guanches (Híst., I, 17; BAE, XCV, 66b); pero no logra conquistarla. Lo
mismo ocurre con Tamaránt (Gran Canaria,) Chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma ). Después se retira al
fuerte de Rubicón desde donde esclaviza muchos guanches que vende en Castilla,
Portugal y Francia (Híst.} I, 19; BAE, XCV, 76a-b. El Padre Las Casas lo
atribuye a Jean de Bethencourt y 1o sitúa en el año 1417; pero creo que debe
atribuirse a Maciot y situarlo entre 1407-1417). La moral propia de aquellos
europeos piratas invasores, quedó patente en una series de tropelías
desarrolladas entre ellos mismos, no sólo se robaron entre sí, sino que
acabaron ultrajando y violando a las mujeres francesas (la mayoría prostitutas)
que Bethencourt había traído para colonizar la isla con aportes humanos
europeos.
1418. Pedro Barba de
Campos es enviado por la reina regente de Castilla con tres navíos a las islas
para tomarlas y con poder de la reina regente, trata con Maciot que éste le
venda las islas, el cual se las vende con poder de su tío el pirata Juan de
Bethencourt (Ibid., p. 76b); menos Titoreygatra (Lanzarote).
1418. Enrique de
Guzmán, conde de Niebla, vasallo de Castilla, en noviembre de 1418 (después de
la muerte de la reina regente), adquiere supuestos derechos sobre las islas
(Ibid.); menos Titoreygatra (Lanzarote).
1425. Expedición de
exploración y saqueo portuguesa a las Islas Canarias.Fernando de Castro con sus
tropas portuguesas se adentran en la isla en un intento de conquista, siendo
sitiados en Argodey por los gomeros.
1434. El
infante portugués don Enrique el Navegante, «secundum vocationem qua vocatus
est amplificando christianum nomen», envía una armada conquistadora contra una
de las Canarias, cuyo nombre no se menciona (Tamaránt?), con propósito
evangelizador y civilizador, según dice el documento portugués por el que
consta -posterior, de 1436-. Apenas desembarcados -sigue diciendo- llegaron a
bautizar a unos 400 indígenas; otros muchos huyeron a las montañas. Pero, por
falta de provisiones (como en 1424), tuvieron que alzar velas para Portugal sin
poder conquistar la isla. Y, obligados por el hambre, arribaron a dos pequeñas
islas habitadas por cristianos (Erbania y Titoreygatra) donde se entregaron al
pillaje.
1434. Gómez Pireis
dobló el cabo de Naam, sin mutarse, haciendo lugar frecuentado de Río de Oro.
Baldaia, que le acompañaba, pasó por Angra de Caballos, donde encontró al
valenciano Jacmes Ferrer, siguiendo a la Punta de la Galera , con intención de pescar lobos marinos,
mientras Antâo Gonçalves se presentaba en La Gomera. Aliados de
Portugal los naturales, aceptaron
colaborar en la conquista de Benahuare (La Palma ). Tomando refuerzos en Erbania
(Fuerteventura), Antâo inició guerra, que hubo de abandonar, al comportarse
como no debiera, expulsado por los gomeros. Complicada la situación, Guillén de
las Casas cedió su parte en Canarias, a Fernán de Peraza, que intentó
conquistar Benahuare (La Palma )
perdiendo en la empresa a su único varón, Guillén de Peraza.
1434. Según el
investigador austriaco Dominik Josef Wölfel, “Entre las varias cuestiones aun
no dilucidadas de la historia antigua de las islas Canarias, la más oscura es
seguramente la del momento en que ocurrió la conquista u ocupación de la isla
de la Gomera
por los europeos. Con ocasión de mis investigaciones sobre las islas Canarias
en los archivos, encontré un documento de la Curia Romana muy
adecuado para aclarar decisivamente aquel problema y hasta quizá, poniendo a
contribución todas las otras noticias, para resolverlo de un modo definitivo.
Es el documento un salvoconducto por el cual el papa Eugenio IV asegura libre
paso aun jefe de tribu de Gomera llamado Chimboyo. Lo descubrí en el Archivo
Vaticano, en el tomo 373 de la Registratura Vaticana , folios 78 verso a 79
verso; y después, en el archivo de la Real Embajada Española en Roma, encontré una
copia de él, en el tomo XXII/229 Bullarum et Brevarium, folios 143 recto a
146"recto. Mientras que la Registratura Vaticana
tuvo a la vista seguramente el original, la copia de la Embajada Española
parece basarse en un traslado que en varios puntos se apartaba de aquél.
1434. El infante
Enrique de Portugal apeló al Papa Eugenio IV para obtener el derecho de
conquista en las islas habitadas por paganos, y consiguió una bula pontificia a
su favor. El momento no podía ser más peligroso para los pretendidos derechos
castellanos: los navegantes portugueses descubrían en 1434 el procedimiento
para pasar al S. del cabo Bojador y conseguir el retorno o «volta», cosa hasta
entonces imposible, por lo que Canarias era para ellos, a partir de entonces,
una escala mucho más interesante en el viaje de ida. Además, el infante Enrique
hacía valer ante el Papa sus propósitos misionales, frente a los abusos de los
señores sevillanos en canarias, en especial Maciot criado de los Guillen,
denunciado aquel año en Roma por el obispo lanzaroteño Fr. Fernando Calvetos, y
Eugenio IV emitía otra bula -«Regimini gregis» -por la que prohibía la
esclavización, los asaltos y depredaciones contra los aborígenes y sus bienes,
porque con ello se perturbaba la tarea misionera, al par que concedía
indulgencia plenaria a todos los que manumitieran a sus esclavos canarios.
1436. El rey
Duarte de Portugal, mediante sus embajadores enviados al Concilio de Basilea,
suplica al Papa Eugenio IV, en Bolonia, en agosto de 1436, que limite la
prohibición de la bula anterior a las islas Canarias habitadas por cristianos y
le faculte para conquistar las otras habitadas por infieles y adueñarse de
ellas con el fin de convertirlos a la fe (como ya había comenzado a hacerlo el
infante) y civilizarlos. A los infieles de Canarias los describe la súplica al
Papa así: «Has [insulas] indomiti silvestres fere homines inhabitant qui nulla
religione coagulati, nullisque denique legum vinculis irretiti, civili
conversatione neglecta, in paganitate veluti pecudes vitam agunt» y dice
después que son «ferocitate quadam inmanes». Este es, pues, el concepto que,
incluso el Papa -debido a tal información- tenía de los indígenas canarios.
Estamos ante el antecedente inmediato de lo que se dirá de los indios de
América: que eran infrahombres, bestias parlantes.
1436. Llega a las costas de la
isla de La Gomera
la flota portuguesa encabezada por Tavilla, Picanço y González Atayde, con el
fin de reclutar guerreros para asaltar en razzia esclavista la isla Benahuare (La Palma. )
1436. El Papa Eugenio
IV, dando por buena la información y declaración de intenciones de la súplica;
y «attendentes quod, sicut asseritur, nullus in hoc tuo incepto in aliquo
reclamavit aut se verbo vel facto opposuit neque aliquis christianus princeps
in eisdem insulis paganorum ullum ius adhuc se habere pretendit...» {nada de
esto está afirmado en la súplica; debió de ser información verbal) , o sea,
considerando a las Canarias como «res nullius», accede a la súplica de Duárte
de Portugal por la bula Romanus pontifex, de Bolonia, a 15 de septiembre de
1467. Se ve que, aunque en 1434 el obispo Calvetos reclamó al Papa contra las
acciones de los portugueses y en favor de la evangelización, el rey Juan II de
Castilla no se cuidó de reclamar sus derechos sobre las islas. Parece que el
Papa no estaba en antecedentes sobre estos derechos y se atuvo al hecho de no
haber reclamado Castilla sus derechos para suponer que no les tenía o poder
alegar como excusa que no le interesaban.
1444. El capitán
Lanzarote, volviendo de Arguim, de donde traía muchos cautivos, pasando por
Gomera, va a La Palma
y cautiva a 17 pastores indígenas; después, al volver a Gomera para dejar a los
indígenas de ahí que le habían ayudado, cautivó otros
(Hist., I, 19; BAE, XCV, 78a). Al llegar a Portugal, el infante le mandó devolverlos a sus
tierras (Ibid., 78b). Posteriormente, al hablar de Lanzarote en las
intervenciones de los portugueses en la costa, dice el Padre Las Casas que,
tornándose a Portugal, tomaron de camino (en Gomera, supongo) 15 pescadores y 1
mujer. Como digo en su lugar, al hablar de las intervenciones portuguesas en la
costa, debieron de ser 20 pescadores y 1 mujer (Hist., I, 24; BAE, XCV , 92a).
1445. Según la tamusni
el menceyato de Abona se fundaría por
esta fecha, a la muerte del Gran Tinerfe
Mencey (Rey) único de la isla de Chinech (Tenerife).
Sus hijos se
alzaron con los cantones que gobernaban dividiendo la isla en nueve menceyatos
y un cantón, el de Aguahuko (Punta del Hidalgo). Los límites del
meneceyato comprendían desde el Río de
Chasna límite con Adeje, hasta el Barranco de Herques, límite con Güimar. Este
se encontraba bajo el mandato de Atguaxoña., hijo de Axerax , también conocido
como Gran Tinerfe.
1478. Los "conquistadores" se asentaron en Guiniwada
posteriormente la Ciudad
Real de las Palmas, capital de europea de Tamaránt (Gran Canaria). Mediado el XVI, la
visitó Benzoni.
1448. El infante portugués Enrique consigue tomar en arriendo de
manos de Maciot la isla de Titoreygatra (Lanzarote), aunque dos años después
Fernán Peraza lograba restaurar su señorío en la isla y expulsarle definitivamente.
Por entonces, el conde de Niebla y duque de Medina Sidonia, Juan de Guzmán,
volvía al escenario africano-isleño, por el que su padre ya se había
interesado, al conseguir de Juan II jurisdicción sobre la costa comprendida
entre los cabos de Aguer y Bojador, y sus aguas litorales, para practicar la
pesquería, el comercio y «rescate» con los moros «alárabes» del interior (carta
real de 8 julio 1449).
1449. Los colonos
Fernán Peraza y Guillén, su hijo, consiguieron mediante pactos establecerse en la Gomera y, construyeron la
denominada Torre del Conde en Ipalam
(San Sebastián), en previsión contra las esporádicas revueltas de los
gomeros, que solían alentar los portugueses, especialmente interesados en la
isla. También consiguieron el dominio total sobre Esero (El Hierro), al parecer
con la ayuda del vasco Juan Machín de Arteaga, que había vivido antes en
Madeira y casó con una hija del rey
bimbache (herreño). Hicieron incluso alguna intentona de conquista contra
Benahuare (La Palma ),
donde murió Guillén a mano de los hawaras (palmeros), poco después de su padre
Fernán, con lo que el señorío completo recayó en manos de la despiadada y
sanguinaria Inés Peraza.
1450. El infante don
Enrique el Navegante envía 8 carabelas y 1 fusta con intención de conquistar
Titoreygatra (Lanzarote) y Gomera. Hicieron destrozos y depredaciones a los
castellanos; pero no pudieron apoderarse de ellas (Ibid., 70a).
1459. Las pretensiones portuguesas le obligaron a
defender el señorío. Ese mismo año el Capitán luso Diego de Silva atacó
Titoreygatra (Lanzarote) y tamaránt (Gran Canaria), donde fue derrotado, sin
embargo, el conde logró saldar ese
episodio con el casamiento de Silva con su hija María de Ayala. Según la
historiografía, el mandato de Diego de Herrera se caracterizó por su tiranía
con los hombres del señorío. La
Corona , castellano-aragonesa nfinalmente, decidió pasar a la
conquista de las restantes islas, comprando los derechos que los Herrera-Peraza
tenían sobre ellas. El título de Conde de la Gomera es confirmado, según Real Decreto de 18 de
julio de 1670, en favor de Guillén Peraza de Ayala y Rojas, por la Reina Gobernadora Mariana de Austria. El 2 de octubre de 1985
se expidió carta de sucesión en favor de
María Cotoner y Martos,
1461.
(Aproximadamente). De la guerra que hizo Diego de Herrera a la isla de Canaria.
Diego de Herrera, después de haber comprado las cuatro islas conquistadas por
Juan de Letancurt, quiso seguir sus pasos. Empezó con gente forastera y con sus
vasallos a asaltar a los canarios, los cuales, estando acostumbrados a la
guerra contra diversas naciones, hasta al fin siempre salieron victoriosos.
Entre muchas escaramuzas que tuvo con ellos, hubo una memorable, cerca de la
villa de Tirahana, en la cual, además de haber perdido mucha gente, fue
obligado a retirarse a la orilla del mar, en lugar fuerte.
1461 Junio 21. Diego
López de Illescas, colono obispo de Rubicón, formaliza los que fueron llamados
«pactos de paces» con algunos de los «bandos o reinos» de Chinech (Tenerife),
que fueron firmados el 21 de junio de 1461 y viene Fray Alfonso de Bolaños, de la secta
franciscana (O.F.M). En virtud de estos compromisos o pactos (y otros que
seguirán) los territorios sometidos a los régulos indígenas infieles eran
considerados como "Reductos reservados exclusivamente a la evangelización
pacífica, excluía toda intervenci6n violenta bajo pena de excomunión. Con esto,
no sólo se adelanta la penetración cristiana previa a la conquista sino que se
excluye ésta de los territorios de “evangelización”. Pactos que jamás fueron
respetados por los invasores europeos.
1461 Agosto 12.
Diego García
de Herrera desembarcó en la isla Tamaránt (Gran Canaria), y al acudir los
canarios a obsequiarle, ordenó al escribano público Fernando de Párrega, que
tomando esta cortesía por sumisión, diese fe de ella. En sus negociaciones con
los indígenas recabó le permitiesen la construcción de una Torre en Gando, que
como se sabe fue luego demolida por el Guayre Maninidra.
1461 Agosto 16.
Diego López de Illescas, colono impuesto como obispo de Rubicón, formaliza
«pactos de paces» con los «bandos o reinos» guanches de Gáldar y Telde, en Tamaránt (Gran
Canaria), que fueron firmados el 16 de agosto de 1461 por el obispo y por Diego
García de Herrera, colono autoerigido en señor de las islas.
1462. Las aportaciones
económicas producidas por la indulgencia pontificia de 1462, que se renovó en
1472 mediante. La bula “Pastor aeternis” de Sixto IV, fueron reclamadas por los
reyes de Castilla y Aragón para contribuir a la invasión y conquista de
Tamaránt (Gran Canaria), donde participó activamente cortando tantas cabezas de
guanches como los mercenarios civiles el obispo de Rubicón, Fr. Juan de Frías.
Fue un primer ensayo para combinar evangelización y conquista armada, aunque el
resultado dejó mucho que desear porque los conquistadores actuaron de manera
brutal, y muchos naturales considerados
cautivos de “buena guerra” eran esclavizados, tanto por parte de los
mercenarios castellanos como por el clero católico.
En definitiva,
la continua influencia eclesiástica de la secta católica, legitimadora y
misionera, fue un elemento esencial en el desarrollo del señorío feudal, como
después también en la invasión y conquista conocida como realenga, y en el
establecimiento de la ocupación castellana.
1462. Enrique
IV de Castilla se casa con Juana, hermana de Alfonso V de Portugal; y, según.
Barros, concede el “derecho” de conquista de las Islas Canarias a don Martinho
Gonzalves de Taide, conde de Tauguía (Atauguía), por haberle traído la reina a
Castilla, aunque quedando las islas bajo
la soberanía de Castilla. Así quedó resuelto diplomáticamente entre esos dos
reinos europeos, por el momento, el
asunto de la invasión y saqueo de las islas que aún quedaban por conquistar.
1462. El jefe
de la secta católica el Papa Pío II ratifica los privilegios concedidos por sus
predecesores (Eugenio IV y Nicolás V) a la “evangelización” de las Islas
Canarias; aprueba los «pactos de paces» que hiciesen los obispos con los
guanches; prohíbe bajo excomunión la esclavización de los guanches de los
bandos o reinos de paces; manda que se dé libertad a los que, de los mismos,
hayan sido hechos esclavos; y concede amplias indulgencias a quienes cooperen
en la redención de cautivos o ayuden a reprimir la depredación y esclavizaci6n
de los guanches (Bula Pastor bonus, de Petreoli -Siena-, a 7 de octubre
de 1.462). Así, de favorecer las invasiones y conquistas sangrientas con
indulgencias de cruzada, se ha pasado a favorecer la “evangelización” pacífica
con indulgencias similares.
1463. Pedro de
Meneses, conde de Vila Real, suplica al Papa Pío II autorización para
conquistar las islas de Tamarant (Gran Canaria), Chinech y Benahuare (Tenerife y La Palma ) (concedidas por
Enrique IV de Castilla) en vistas a convertir a los guanches a la fe cristiana.
Eufemismo que oculta las verdaderas intenciones de estos aventureros, la de
saquear y esclavizar a las poblaciones guanches.
1463. El Papa Pío II,
el 13 de junio de 1463, concede a Pedro de Meneses la autorización pedida. Pero
el fracaso del intento de conquista de Tánger la deja sin efecto.
1464. Al retirarse
Herrera de las playas de Añazu, un fraile franciscano, llamado Macedo, solicitó
y obtuvo permiso del obispo Il1escas para quedarse en Chinech (Tenerife) en
compañía de Antón, guanche bautizado por el rito católico en Titoreygatra
(Lanzarote) que había seguido a los españoles en su última expedición. Entonces
tuvo Lugar, según refieren los cronistas aparición en las playas de Güímar de
una escultura en madera, que fue reconocida por el fraile y su neófito como la
reproducción fiel de la imagen de la Candelaria.
1464. Según la tamusni
(tradición oral), Akaimo era segundo de los hijos del Gran Tinerfe. Fue mencey
del Menceyato de Güímar. Estuvo presente en 1464, en la visita y el tratado de
paz establecido por el esclavista Diego de Herrera. Parece, pero no se puede
afirmar, que en el tiempo de su menceyato apareció la imagen de Candelaria. En los contactos de 1464, los
españoles le llaman «el rey de las lanzadas, que se llama el Rey de Güímar»
.Fue padre de Añaterve, el Bueno, que fue su sucesor, y pactó con los invasores
españoles.
1464. Los intentos de
expansión señorial europea en Canarias parecían tocar a su fin. Titoreygatra
(Lanzarote), Erbania (Fuerteventura),
Esero (El Hierro) y la Gomera
estaban sujetas a señorío, aunque los gomeros protagonizaron algunos
alzamientos contra los tiranos -1478, 1484, 1488-, la última de las cuales
causó la muerte de Fernán Peraza «el joven», hijo de Inés Peraza y Diego García
de Herrera. Pero no había visos de que la conquista de Tanaránt (Gran Canaria),
Chinet (Tenerife) y Benahuare (La
Palma ) fuera posible
en aquella situación. La guerra de sucesión castellana entre 1475 y 1479, a la muerte de
Enrique IV, y el alineamiento de Alfonso V de Portugal al lado de su sobrina
Juana contra los derechos al trono de Isabel I y Fernando V de Castilla
pusieron de actualidad por última vez el largo conflicto entre ambos reinos
sobre Canarias y la ruta de Guinea.
1464. El Papa de la
secta católica obliga a residir a los
canónigos y dignidades y se restringe la cláusula de que deben ser regulares.
Como consecuencia de la mejor y más intensa administración comienzan a aparecer
los pleitos por el cobro de rentas entre los colonos obispos y señores. Los
prelados, por su parte, comienzan a residir de forma más habitual en su
diócesis.
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