jueves, 23 de octubre de 2014

EL DEVENIR HISTÓRICO DE UNA NACIÓN COLONIZADA





CAPITULO II




Eduardo Pedro Garcia Rodríguez


Época colonial

Antecedentes

1401. Desde principios del siglo XV el control del trafico mercantil en el Mediterráneo Oriental estaba controlado por los musulmanes, había crisis demográfica en Europa, el oro y la mano de obra, trafico de esclavos, se buscaba en África, las condiciones técnicas permitían organizar expediciones con estos fines a las costas del norte y occidente africano. Todo ello provocó que el eje de la actividad económica europea se desplazara del Mediterráneo al Atlántico. Las Islas Canarias fueron entonces redescubiertas y utilizadas por esos comerciantes y navegantes europeos como base y objeto de sus operaciones especialmente esclavistas. Entre los años 1401 y 1402 los europeos financiaron expediciones que invadieron se instalaron y conquistaron con poco esfuerzo las islas de Erbania (Fuerteventura), Titoreygatra (Lanzarote), Esero (El Hierro) y La Gomera, Establecieron en ellas sus señoríos y comenzaron su explotación. Realizaron incursiones a las costas del continente y las otras islas para capturar esclavos que era una mercancía muy preciada en aquellos tiempos.

Las islas de Chinech (Tenerife), Tamaránt (Gran Canaria) y Benahuare (La Palma) no presentaban condiciones para ser conquistadas del mismo modo debido a la mayor resistencia de sus habitantes a la invasión europea y así permanecieron como objeto de diversas escaramuzas hasta 1461 cuando se realiza un acto nominal de conquista en Tamaránt (Gran Canaria) y otro similar en Chinech (Tenerife) en 1464, que para los guanches no pasó de ser un acto estrambótico de aquellos raros europeos.

También la Corona de Castilla, que estaba en un periodo expansionista colonizador y sedienta de los recursos naturales de otros pueblo, se interesó por el tema y después de comprar a los colonos autodenominados señores de las islas Titoreygatra, Erbania y Eseo los supuestos derechos sobre Tamaránt (Gran Canaria), Chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma) emprendió y declaró de manera unilateral la guerra a la nación canaria  iniciando la invasión y conquista del resto de las islas.

1478. Concluyó el sometimiento de Tamaránt (Gran Canaria), después de prolongados años de lucha, sin que hubiesen vencedores ni vencidos puesto que la asimilación de la isla a la corona de Castilla se llevó a cabo mediante un pacto o tratado entre reynos y que posteriormente la corona castellana traicionó como era habitual en ella.

1493. Concluye la invasión de Benahuare (La Palma).

1496. Es sometida la isla Chinech  (Tenerife,)  en similares circunstancias que las otras dos, mediante el tratado de Los Realejos, tratado que nunca fue respetado por los invasores tal como era habitual en ellos.

Las islas invadidas por mercenarios de Castilla, desde sus inicios, adoptaron sistemas administrativos basados en los propios de la metrópoli. En cada isla había un consejo de diputados europeos que se reunía en cabildo cuyo presidente era el gobernador y que era el representante de las islas ante la corona en los enclaves fronterizos. El gobernador de Benahuare (La Palma) y Chinech (Tenerife) era el mercenario y esclavista Alonso Fernández de Lugo a quien  la reina de Castilla había concedido ambos cargos por meritos obtenidos en la invasión y saqueo de esas islas. Los cabildos tenían funciones de hacienda, militares y judiciales y esta organización se mantuvo hasta bien entrado el S XVII, aunque los cabildos continuaron como tales hasta el S. XIX

Invasión y saqueo de las islas

1402. El pirata normando Jean de Bethencourt y su socio Gadifer de Lasalle parten de La Rochela para Cadiz el 1 de mayo de 1402 con ochenta franceses, a los cuales se unen otros aventureros castellanos.  Tras hacer frente a un motín de la tropa y marinos quienes reclamaban los salarios atrasados de meses, Bethencourt consigue contentarlos pagándoles parte de los mismos gracias a un préstamo concedido por un tío suyo, tras robar un ancla y un esquife a un capitán inglés que subastaba una presa en el puerto de Cádiz, prosiguen viaje a Titoreygtra (Lanzarote) a donde llegan a fines de junio. Con ellos van de capellanes los miembros de la secta católica Juan Leverrier, presbítero, y Fray Pedro Boutier (no Bonthier), O.S.B. (no O.F.M.). Bethencourt y Gadifer se apoderan de la isla, edifican, un fuerte en Rubicón  y Bethencourt, por falta de recursos, vuelve a Castilla y a Francia (con un cargamento de esclavos guanches), a gestionar ayudas, dejando a Gadifer como gobernador en la isla y a Berthin de Berneval como comandante del fuerte (Hist., I, 17; BAE, XCV, 65a-b). (Las Casas)
1402. El Guanarteme Artemi Semidan, muere en Arguineguín defendiendo la independencia de la patria ante el ataque de las tropas invasoras del pirata normando Jean de  Bethencourt. 
Es el descendiente y heredero de los fundadores de su dinastía Andamara y Gumidafe, único Rey de Tamaránt (Gran Canaria,) lo que de muestra la unidad territorial y el carácter unitario del reino y monarquía, con capital en Agaldar. El topónimo Gáldar es la derivación directa de su formula original Agaldar, cuya raíz etimológica contiene el morfema G-D relacionado con el radical "IGDAR" que a su vez tiene dos cabeceras semánticas: Fortaleza, Prominencia, que se relaciona con el sitio aludiendo a su Montaña.
1403 Noviembre 28.  Según una bula de Clemente VI, la titularidad de la invasión y conquista de las Islas Las Canarias, pertenece a los reyes de Castilla, y haciendo uso de su supuesto derecho, Enrique IV expide una Real Cédula, que confirma al pirata Juan de Bethencourt como  señor feudal de Canarias y vasallo del rey castellano.
1403. Gadifer de La Salle, pirata normando socio del también pirata Jean de Bethencourt, desembarca en la isla de la Gomera capturando como esclavos a cuatro gomeros. En un nuevo intento de desembarco son rechazados.
1403. El pirata normando Jean de Bethencourt gestiona ante Enrique III (no ante Juan II que, dice el Padre Las Casas) su supuesto señorío de Canarias y pide ayuda; y recurre al Papa Benedicto XIII, en Avignon, para pedirle también ayuda material y espiritual: indulgencias y privilegios de cruzada y la creación de un obispado en el fuerte de Rubicón. (Las Casas)
1403. Enrique III de Castilla hizo pregonar, en sus puertos, severa prohibición de acercarse a las Islas Canarias, sin licencia del normando (Jean de Bethencourt), que empantanado en su invasión y conquista, embarcó en busca de refuerzos, no sabemos si con destino a Francia o Castilla. Habiendo avistado el Cabo de Bojador, sin acercarse de puro miedo, la tormenta le arrastró a la costa. Le recibieron aborígenes acogedores, auxiliándole para que pudiese continuar viaje.
1403. Ausente Jean de Bethencourt de las islas, Berthin de Berneval se rebela contra Gadifer; y, uno y otro, hacen asaltos y esclavizaciones en las islas (Hist., I, 17; BAE, XCV, 65b. (Las Casas)

1403. Por el mismo año 1403, víspera de Santa Catalina, volvió Alonso á Rubicón dando aviso que el Rey con 90 de los suyos estaban fortificados en cierto término de la aldea de Catife, donde podían ser presos con el Rey, Con el aviso se dispuso Gadifer con 20 hombres, llegaron al alba, cercaron la Casa del Concejo, entraron dentro y hubo gran pelea por gran rato, y aunque la puerta era muy angosta se huyeron todos menos siete, dos prisioneros, el Rey y otro llamado Alby, los tres muertos y dos mal heridos; todos los más franceses quedaron heridos; pusieron al cuello de los prisioneros cadenas y aunque los que hirieron fueron presto prisioneros, se les dio luego libertad á pedimento del traidor Achien; y así aprisionados los llevó Gadifer al sitio de las sepulturas de los franceses muertos, donde quiso hacer de ellos lo mismo, y con graves juramentos de sus disculpas fueron perdonadas las vidas, y en Rubicón se les echó, de más á más, grillos duplicando sin cadena, y después porque se lastimaban las piernas la cadena corriente sin ellos.
1403? Benahuare (La Palma) Garehagua   (S.XV-XVI). La temprana invasión y conquista de la isla de Eseró (El Hierro,1402), llevada a cabo por los piratas Jean de Bethencourt y Gadifer de La Salle, la convierte en una excelente plataforma desde donde alcanzar con relativa facilidad las costas de Benahuare (La Palma), tanto para comerciar con los nativos como para hacerlos objeto de este comercio. En uno de estos asaltos, los piratas normando-castellanos y los auxiliares bimbaches (herreños) son rechazados en el término de Tenagua (Puntallana) por los awaras, decidiendo estos trasladar el pillaje al bando de Tigalate, a la sazón gobernado por los hermanos Juguiro y Garehagua. Allí prendieron a una hermana de Garehagua, revolviéndose ésta de tal manera que Jacomar le dio de puñaladas y la mató. Volvió Jacomar a Benahuare (La Palma) para restablecer las paces con los hawaritas. En el desarrollo de estas actividades, confiaría a Garehagua, sin conocer la relación que le unía con la muerta, los hechos acaecidos en su anterior visita a la isla. Una vez confirmada la identidad de la víctima, Garehagua decide vengar su muerte y para ello “volvió un asta, que tenía puesto por hierro un cuerno de cabra, y dióle en la barriga y matólo, sin poder ser socorrido”.
1404. Juan de Bethencourt, vuelto a las islas a principios de 1404, (con un grupo de colonos franceses) logra poner paces entre los suyos y somete a los indígenas (que se habían rebelado) el 27 de febrero de 1404. Intenta conquistar la isla Erbania (Fuerteventura) e incluso Tamarant (Gran Canaria), pero no lo logra. (Las Casas).

1404. El Papa Benedicto XIII, en Avignon, el 7 de julio concede a Bethencourt las indulgencias y privilegios de cruzada y erige el obispado de la secta católica de Rubicón {Róbigo) en la isla de Titoreygatra; y por la bula Apostolatus officium del 7 de julio de 1404, nombra a Fray Alfonso de Sanlúcar de Barrameda, O.F.M., obispo de esa diócesis. (Las Casas)

1404 Febrero 20.
Fue bautizado por el rito de la secta católica el Rey de Titoreygatra (Lanzarote) Guadarfía también conocido como Guadafrá.

1404 Abril 19. El pirata Gadifer de la Salle, viendo que era marginado por su socio Jean de Bethencourt, y por diferencias surgidas por el reparto del botín abandona las islas y va a reclamar parte en el señorío al rey de Castilla; pero, no habiéndolo conseguido, vuelve a Francia. Con él va el capellán de la secta católica Fray Pedro Boutier.
1405. Los piratas de Jean de Bethencourt dan por finalizada la invasión de Erbania (Fuerteventura). Se crea el asentamiento europeo de Betancuria, lugar escondido en un valle para prevenir los ataques de otros piratas y razzias, fue escogida para capital y desde ella se gobierna la isla. Con la Conquista dirigida por el Normando Jean de Bethencourt, Erbania (Fuerteventura) finaliza su Independencia e inicia una nueva etapa de sometimiento y esclavitud, en un régimen feudal.
1405. Juan de Bethencourt, a principios de 1405, logra invadir y apoderarse de Erbania (Fuerteventura). El 31 de enero deja de lugarteniente suyo a Juan de Courtois y se va a Francia, de donde vuelve el 9 de mayo con más soldados y colonos; y entre sus acompañantes se halla su sobrino Maciot {Menaute) de Bethencourt. El 6 de octubre intenta conquistar Tamarant (Gran Canaria) y posteriormente Benahuare (La Palma); pero fracasa y conquista la isla que él mismo llama «1le de Fer» Esero (isla de Hierro), cautiva 111 guanches (incluido el rey de la isla) y los distribuye como esclavos entre sus acompañantes.

1405 Mayo 9. El pirata normando Jean de Bethencourt, al frente de un numeroso grupo de parientes y amigos y 120 soldados mercenarios además de  muchas prostitutas partieron de nuevo desde Francia con destino al Campamento del Rubicón, en la Isla de Titoreygatra (Lanzarote). Esta nueva leva tiene como objeto reforzar los efectivos para aprestarse a la conquista de Tamaránt (Gran Canaria), una de las más pobladas e importantes del Archipiélago Canario, como segundo paso para hacerse con el control de todo el Archipiélago, cuyos supuestos derechos de invasión y conquista ostenta por concesión de la Corona de Castilla. Posiblemente es con la llegada de estos nuevos invasores colonos cuando se comenzó el reparto de las tierras usurpadas -a sus legítimos propietarios- entre los invasores europeos.

1406. Juan de Bethencourt nombra lugarteniente suyo a su sobrino Maciot y el 15 de diciembre de 1406 parte para Castilla con su capellán Juan Leverrier y algunos otros. Al llegar a Toledo, a fines del año, se encuentra con que había muerto el rey Enrique III {el 25 de diciembre). En Segovia hizo pleito homenaje en 1407 al nuevo rey de Castilla Juan II (Hist.J I, 17; BAE, XCV, 66b. Cf. I, 18; BAE, XCV,72b).-Juan Leverrier, capellán de Bethencourt, en su Relación de lo sucedido a éste, dice que, al llegar a Segovia {no a Valladolid), pidió a Enrique III cartas de recomendación para el Papa Inocencio VII, en Roma, al que pidió la creación de un obispado en Canarias; y el Papa nombró obispo a Fray Alberto de las Casas, de la secta católica franciscana (O.F.M). . (Las Casas)
1406. Muere en su Normandía natal el pirata Jean de Bethencourt.
1407.  Robert de Braquemont {Rubín de Bracamonte), almirante de Francia, tío de Juan de Bethencourt, se encontraba en Toledo por asuntos de Francia al morir el rey Enrique III ( el 25 de diciembre de 1406); y, al llegar su sobrino, pidió para él a la reina regente doña Catalina de Lancáster, licencia para conquistar el resto de las islas, Tamaránt, Chinech, Gomera y Benehuare (Gran Canaria, Tenerife, Gomera y La Palma) con título de «rey de Canarias»; lo cual le concede (Híst., I, 19; BAE, XCV, 76a-77a. El Padre Las Casas, basado en la Crónica de Juan II de Castilla, sitúa estos acontecimientos en 1417, pero creo que deben situarse en 1407).

1407. Maciot de Bethencourt, lugarteniente de su tío Juan, «rey de Canarias», ataca a La Gomera y esclaviza a guanches (Híst., I, 17; BAE, XCV, 66b); pero no logra conquistarla. Lo mismo ocurre con Tamaránt (Gran Canaria,) Chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma). Después se retira al fuerte de Rubicón desde donde esclaviza muchos guanches que vende en Castilla, Portugal y Francia (Híst.} I, 19; BAE, XCV, 76a-b. El Padre Las Casas lo atribuye a Jean de Bethencourt y 1o sitúa en el año 1417; pero creo que debe atribuirse a Maciot y situarlo entre 1407-1417). La moral propia de aquellos europeos piratas invasores, quedó patente en una series de tropelías desarrolladas entre ellos mismos, no sólo se robaron entre sí, sino que acabaron ultrajando y violando a las mujeres francesas (la mayoría prostitutas) que Bethencourt había traído para colonizar la isla con aportes humanos europeos.

1418. Pedro Barba de Campos es enviado por la reina regente de Castilla con tres navíos a las islas para tomarlas y con poder de la reina regente, trata con Maciot que éste le venda las islas, el cual se las vende con poder de su tío el pirata Juan de Bethencourt (Ibid., p. 76b); menos Titoreygatra (Lanzarote).

1418. Enrique de Guzmán, conde de Niebla, vasallo de Castilla, en noviembre de 1418 (después de la muerte de la reina regente), adquiere supuestos derechos sobre las islas (Ibid.); menos Titoreygatra (Lanzarote).

1425. Expedición de exploración y saqueo portuguesa a las Islas Canarias.Fernando de Castro con sus tropas portuguesas se adentran en la isla en un intento de conquista, siendo sitiados en Argodey por los gomeros.

1434. El infante portugués don Enrique el Navegante, «secundum vocationem qua vocatus est amplificando christianum nomen», envía una armada conquistadora contra una de las Canarias, cuyo nombre no se menciona (Tamaránt?), con propósito evangelizador y civilizador, según dice el documento portugués por el que consta -posterior, de 1436-. Apenas desembarcados -sigue diciendo- llegaron a bautizar a unos 400 indígenas; otros muchos huyeron a las montañas. Pero, por falta de provisiones (como en 1424), tuvieron que alzar velas para Portugal sin poder conquistar la isla. Y, obligados por el hambre, arribaron a dos pequeñas islas habitadas por cristianos (Erbania y Titoreygatra) donde se entregaron al pillaje.

1434. Gómez Pireis dobló el cabo de Naam, sin mutarse, haciendo lugar frecuentado de Río de Oro. Baldaia, que le acompañaba, pasó por Angra de Caballos, donde encontró al valenciano Jacmes Ferrer, siguiendo a la Punta de la Galera, con intención de pescar lobos marinos, mientras Antâo Gonçalves se presentaba en La Gomera. Aliados de Portugal los naturales,  aceptaron colaborar en la conquista de Benahuare (La Palma). Tomando refuerzos en Erbania (Fuerteventura), Antâo inició guerra, que hubo de abandonar, al comportarse como no debiera, expulsado por los gomeros. Complicada la situación, Guillén de las Casas cedió su parte en Canarias, a Fernán de Peraza, que intentó conquistar Benahuare (La Palma) perdiendo en la empresa a su único varón, Guillén de Peraza.

1434. Según el investigador austriaco Dominik Josef Wölfel, “Entre las varias cuestiones aun no dilucidadas de la historia antigua de las islas Canarias, la más oscura es seguramente la del momento en que ocurrió la conquista u ocupación de la isla de la Gomera por los europeos. Con ocasión de mis investigaciones sobre las islas Canarias en los archivos, encontré un documento de la Curia Romana muy adecuado para aclarar decisivamente aquel problema y hasta quizá, poniendo a contribución todas las otras noticias, para resolverlo de un modo definitivo. Es el documento un salvoconducto por el cual el papa Eugenio IV asegura libre paso aun jefe de tribu de Gomera llamado Chimboyo. Lo descubrí en el Archivo Vaticano, en el tomo 373 de la Registratura Vaticana, folios 78 verso a 79 verso; y después, en el archivo de la Real Embajada Española en Roma, encontré una copia de él, en el tomo XXII/229 Bullarum et Brevarium, folios 143 recto a 146"recto. Mientras que la Registratura Vaticana tuvo a la vista seguramente el original, la copia de la Embajada Española parece basarse en un traslado que en varios puntos se apartaba de aquél.

1434. El infante Enrique de Portugal apeló al Papa Eugenio IV para obtener el derecho de conquista en las islas habitadas por paganos, y consiguió una bula pontificia a su favor. El momento no podía ser más peligroso para los pretendidos derechos castellanos: los navegantes portugueses descubrían en 1434 el procedimiento para pasar al S. del cabo Bojador y conseguir el retorno o «volta», cosa hasta entonces imposible, por lo que Canarias era para ellos, a partir de entonces, una escala mucho más interesante en el viaje de ida. Además, el infante Enrique hacía valer ante el Papa sus propósitos misionales, frente a los abusos de los señores sevillanos en canarias, en especial Maciot criado de los Guillen, denunciado aquel año en Roma por el obispo lanzaroteño Fr. Fernando Calvetos, y Eugenio IV emitía otra bula -«Regimini gregis» -por la que prohibía la esclavización, los asaltos y depredaciones contra los aborígenes y sus bienes, porque con ello se perturbaba la tarea misionera, al par que concedía indulgencia plenaria a todos los que manumitieran a sus esclavos canarios.

1436. El rey Duarte de Portugal, mediante sus embajadores enviados al Concilio de Basilea, suplica al Papa Eugenio IV, en Bolonia, en agosto de 1436, que limite la prohibición de la bula anterior a las islas Canarias habitadas por cristianos y le faculte para conquistar las otras habitadas por infieles y adueñarse de ellas con el fin de convertirlos a la fe (como ya había comenzado a hacerlo el infante) y civilizarlos. A los infieles de Canarias los describe la súplica al Papa así: «Has [insulas] indomiti silvestres fere homines inhabitant qui nulla religione coagulati, nullisque denique legum vinculis irretiti, civili conversatione neglecta, in paganitate veluti pecudes vitam agunt» y dice después que son «ferocitate quadam inmanes». Este es, pues, el concepto que, incluso el Papa -debido a tal información- tenía de los indígenas canarios. Estamos ante el antecedente inmediato de lo que se dirá de los indios de América: que eran infrahombres, bestias parlantes.
1436. Llega a las costas de la isla de La Gomera la flota portuguesa encabezada por Tavilla, Picanço y González Atayde, con el fin de reclutar guerreros para asaltar en razzia esclavista la isla Benahuare (La Palma.)
1436. El Papa Eugenio IV, dando por buena la información y declaración de intenciones de la súplica; y «attendentes quod, sicut asseritur, nullus in hoc tuo incepto in aliquo reclamavit aut se verbo vel facto opposuit neque aliquis christianus princeps in eisdem insulis paganorum ullum ius adhuc se habere pretendit...» {nada de esto está afirmado en la súplica; debió de ser información verbal) , o sea, considerando a las Canarias como «res nullius», accede a la súplica de Duárte de Portugal por la bula Romanus pontifex, de Bolonia, a 15 de septiembre de 1467. Se ve que, aunque en 1434 el obispo Calvetos reclamó al Papa contra las acciones de los portugueses y en favor de la evangelización, el rey Juan II de Castilla no se cuidó de reclamar sus derechos sobre las islas. Parece que el Papa no estaba en antecedentes sobre estos derechos y se atuvo al hecho de no haber reclamado Castilla sus derechos para suponer que no les tenía o poder alegar como excusa que no le interesaban.

1444. El capitán Lanzarote, volviendo de Arguim, de donde traía muchos cautivos, pasando por Gomera, va a La Palma y cautiva a 17 pastores indígenas; después, al volver a Gomera para dejar a los indígenas de ahí que le habían ayudado, cautivó otros
(Hist., I, 19; BAE, XCV, 78a). Al llegar a Portugal, el infante le mandó devolverlos a sus tierras (Ibid., 78b). Posteriormente, al hablar de Lanzarote en las intervenciones de los portugueses en la costa, dice el Padre Las Casas que, tornándose a Portugal, tomaron de camino (en Gomera, supongo) 15 pescadores y 1 mujer. Como digo en su lugar, al hablar de las intervenciones portuguesas en la costa, debieron de ser 20 pescadores y 1 mujer (Hist., I, 24; BAE, XCV , 92a).

1445. Según la tamusni el menceyato  de Abona se fundaría por esta fecha, a la muerte del Gran Tinerfe  Mencey (Rey) único de la isla de Chinech (Tenerife).

Sus hijos se alzaron con los cantones que gobernaban dividiendo la isla en nueve menceyatos y un cantón, el de Aguahuko (Punta del Hidalgo). Los límites del meneceyato  comprendían desde el Río de Chasna límite con Adeje, hasta el Barranco de Herques, límite con Güimar. Este se encontraba bajo el mandato de Atguaxoña., hijo de Axerax , también conocido como Gran Tinerfe.
1478. Los "conquistadores" se asentaron en Guiniwada posteriormente la Ciudad Real de las Palmas, capital de europea de  Tamaránt (Gran Canaria). Mediado el XVI, la visitó Benzoni.
1448. El infante portugués Enrique consigue tomar en arriendo de manos de Maciot la isla de Titoreygatra (Lanzarote), aunque dos años después Fernán Peraza lograba restaurar su señorío en la isla y expulsarle definitivamente. Por entonces, el conde de Niebla y duque de Medina Sidonia, Juan de Guzmán, volvía al escenario africano-isleño, por el que su padre ya se había interesado, al conseguir de Juan II jurisdicción sobre la costa comprendida entre los cabos de Aguer y Bojador, y sus aguas litorales, para practicar la pesquería, el comercio y «rescate» con los moros «alárabes» del interior (carta real de 8 julio 1449).
1449. Los colonos Fernán Peraza y Guillén, su hijo, consiguieron mediante pactos establecerse en la Gomera y, construyeron la denominada Torre del Conde en Ipalam  (San Sebastián), en previsión contra las esporádicas revueltas de los gomeros, que solían alentar los portugueses, especialmente interesados en la isla. También consiguieron el dominio total sobre Esero (El Hierro), al parecer con la ayuda del vasco Juan Machín de Arteaga, que había vivido antes en Madeira y casó con una hija del rey  bimbache (herreño). Hicieron incluso alguna intentona de conquista contra Benahuare (La Palma), donde murió Guillén a mano de los hawaras (palmeros), poco después de su padre Fernán, con lo que el señorío completo recayó en manos de la despiadada y sanguinaria Inés Peraza.

1450. El infante don Enrique el Navegante envía 8 carabelas y 1 fusta con intención de conquistar Titoreygatra (Lanzarote) y Gomera. Hicieron destrozos y depredaciones a los castellanos; pero no pudieron apoderarse de ellas (Ibid., 70a).

1459. Las pretensiones portuguesas le obligaron a defender el señorío. Ese mismo año el Capitán luso Diego de Silva atacó Titoreygatra (Lanzarote) y tamaránt (Gran Canaria), donde fue derrotado, sin embargo, el conde  logró saldar ese episodio con el casamiento de Silva con su hija María de Ayala. Según la historiografía, el mandato de Diego de Herrera se caracterizó por su tiranía con los hombres del señorío. La Corona, castellano-aragonesa nfinalmente, decidió pasar a la conquista de las restantes islas, comprando los derechos que los Herrera-Peraza tenían sobre ellas. El título de Conde de la Gomera es confirmado, según Real Decreto de 18 de julio de 1670, en favor de Guillén Peraza de Ayala y Rojas, por la Reina Gobernadora  Mariana de Austria. El 2 de octubre de 1985 se expidió carta de sucesión en favor de  María Cotoner y Martos,

1461. (Aproximadamente). De la guerra que hizo Diego de Herrera a la isla de Canaria. Diego de Herrera, después de haber comprado las cuatro islas conquistadas por Juan de Letancurt, quiso seguir sus pasos. Empezó con gente forastera y con sus vasallos a asaltar a los canarios, los cuales, estando acostumbrados a la guerra contra diversas naciones, hasta al fin siempre salieron victoriosos. Entre muchas escaramuzas que tuvo con ellos, hubo una memorable, cerca de la villa de Tirahana, en la cual, además de haber perdido mucha gente, fue obligado a retirarse a la orilla del mar, en lugar fuerte.

1461 Junio 21. Diego López de Illescas, colono obispo de Rubicón, formaliza los que fueron llamados «pactos de paces» con algunos de los «bandos o reinos» de Chinech (Tenerife), que fueron firmados el 21 de junio de 1461 y viene  Fray Alfonso de Bolaños, de la secta franciscana (O.F.M). En virtud de estos compromisos o pactos (y otros que seguirán) los territorios sometidos a los régulos indígenas infieles eran considerados como "Reductos reservados exclusivamente a la evangelización pacífica, excluía toda intervenci6n violenta bajo pena de excomunión. Con esto, no sólo se adelanta la penetración cristiana previa a la conquista sino que se excluye ésta de los territorios de “evangelización”. Pactos que jamás fueron respetados por los invasores europeos.

1461 Agosto 12.
Diego García de Herrera desembarcó en la isla Tamaránt (Gran Canaria), y al acudir los canarios a obsequiarle, ordenó al escribano público Fernando de Párrega, que tomando esta cortesía por sumisión, diese fe de ella. En sus negociaciones con los indígenas recabó le permitiesen la construcción de una Torre en Gando, que como se sabe fue luego demolida por el Guayre Maninidra.

1461 Agosto 16. Diego López de Illescas, colono impuesto como obispo de Rubicón, formaliza «pactos de paces» con los «bandos o reinos» guanches  de Gáldar y Telde, en Tamaránt (Gran Canaria), que fueron firmados el 16 de agosto de 1461 por el obispo y por Diego García de Herrera, colono autoerigido en señor de las islas.

1462. Las aportaciones económicas producidas por la indulgencia pontificia de 1462, que se renovó en 1472 mediante. La bula “Pastor aeternis” de Sixto IV, fueron reclamadas por los reyes de Castilla y Aragón para contribuir a la invasión y conquista de Tamaránt (Gran Canaria), donde participó activamente cortando tantas cabezas de guanches como los mercenarios civiles el obispo de Rubicón, Fr. Juan de Frías. Fue un primer ensayo para combinar evangelización y conquista armada, aunque el resultado dejó mucho que desear porque los conquistadores actuaron de manera brutal,  y muchos naturales considerados cautivos de “buena guerra” eran esclavizados, tanto por parte de los mercenarios castellanos como por el clero católico.

En definitiva, la continua influencia eclesiástica de la secta católica, legitimadora y misionera, fue un elemento esencial en el desarrollo del señorío feudal, como después también en la invasión y conquista conocida como realenga, y en el establecimiento de la ocupación castellana.

1462. Enrique IV de Castilla se casa con Juana, hermana de Alfonso V de Portugal; y, según. Barros, concede el “derecho” de conquista de las Islas Canarias a don Martinho Gonzalves de Taide, conde de Tauguía (Atauguía), por haberle traído la reina a Castilla,  aunque quedando las islas bajo la soberanía de Castilla. Así quedó resuelto diplomáticamente entre esos dos reinos europeos, por el  momento, el asunto de la invasión y saqueo de las islas que aún quedaban por conquistar.

1462. El jefe de la secta católica el Papa Pío II ratifica los privilegios concedidos por sus predecesores (Eugenio IV y Nicolás V) a la “evangelización” de las Islas Canarias; aprueba los «pactos de paces» que hiciesen los obispos con los guanches; prohíbe bajo excomunión la esclavización de los guanches de los bandos o reinos de paces; manda que se dé libertad a los que, de los mismos, hayan sido hechos esclavos; y concede amplias indulgencias a quienes cooperen en la redención de cautivos o ayuden a reprimir la depredación y esclavizaci6n de los guanches (Bula Pastor bonus, de Petreoli -Siena-, a 7 de octubre de 1.462). Así, de favorecer las invasiones y conquistas sangrientas con indulgencias de cruzada, se ha pasado a favorecer la “evangelización” pacífica con indulgencias similares.

1463. Pedro de Meneses, conde de Vila Real, suplica al Papa Pío II autorización para conquistar las islas de Tamarant (Gran Canaria),  Chinech y Benahuare (Tenerife y La Palma) (concedidas por Enrique IV de Castilla) en vistas a convertir a los guanches a la fe cristiana. Eufemismo que oculta las verdaderas intenciones de estos aventureros, la de saquear y esclavizar a las poblaciones guanches.

1463. El Papa Pío II, el 13 de junio de 1463, concede a Pedro de Meneses la autorización pedida. Pero el fracaso del intento de conquista de Tánger la deja sin efecto.

1464. Al retirarse Herrera de las playas de Añazu, un fraile franciscano, llamado Macedo, solicitó y obtuvo permiso del obispo Il1escas para quedarse en Chinech (Tenerife) en compañía de Antón, guanche bautizado por el rito católico en Titoreygatra (Lanzarote) que había seguido a los españoles en su última expedición. Entonces tuvo Lugar, según refieren los cronistas aparición en las playas de Güímar de una escultura en madera, que fue reconocida por el fraile y su neófito como la reproducción fiel de la imagen de la Candelaria.

1464. Según la tamusni (tradición oral), Akaimo era segundo de los hijos del Gran Tinerfe. Fue mencey del Menceyato de Güímar. Estuvo presente en 1464, en la visita y el tratado de paz establecido por el esclavista Diego de Herrera. Parece, pero no se puede afirmar, que en el tiempo de su menceyato apareció la imagen de  Candelaria. En los contactos de 1464, los españoles le llaman «el rey de las lanzadas, que se llama el Rey de Güímar» .Fue padre de Añaterve, el Bueno, que fue su sucesor, y pactó con los invasores españoles.

1464. Los intentos de expansión señorial europea en Canarias parecían tocar a su fin. Titoreygatra (Lanzarote),  Erbania (Fuerteventura), Esero (El Hierro) y la Gomera estaban sujetas a señorío, aunque los gomeros protagonizaron algunos alzamientos contra los tiranos -1478, 1484, 1488-, la última de las cuales causó la muerte de Fernán Peraza «el joven», hijo de Inés Peraza y Diego García de Herrera. Pero no había visos de que la conquista de Tanaránt (Gran Canaria), Chinet (Tenerife) y Benahuare (La Palma)  fuera posible en aquella situación. La guerra de sucesión castellana entre 1475 y 1479, a la muerte de Enrique IV, y el alineamiento de Alfonso V de Portugal al lado de su sobrina Juana contra los derechos al trono de Isabel I y Fernando V de Castilla pusieron de actualidad por última vez el largo conflicto entre ambos reinos sobre Canarias y la ruta de Guinea.


1464. El Papa de la secta católica  obliga a residir a los canónigos y dignidades y se restringe la cláusula de que deben ser regulares. Como consecuencia de la mejor y más intensa administración comienzan a aparecer los pleitos por el cobro de rentas entre los colonos obispos y señores. Los prelados, por su parte, comienzan a residir de forma más habitual en su diócesis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario